Los sentimientos que están rondando por mi cuerpo es una mezcla de molestia, enfado y unos sentimientos de haber sido traicionado tanto por mí como por Nuria que no sabe de esto, de que están hablando de ella detrás de su espalda. 

De seguro que todo fue planeado desde el principio, por eso me trajeron al grupo, de seguro que convencieron a Nuria de que era víctima de Raphael, que es verdad, para poder colocarme en el grupo y tenerme cerca, después de eso avanzar en el plan que han ejecutado minuciosamente, porque si no fuera por lo que me ha pasado ahora nunca me hubiera enterado de esto, yo creí por un momento que en verdad yo les agradaba en cierto punto, pero en verdad no es así, todo es parte de un plan, como ellas dijeron, su trabajo. Pero... ¿Quién las mando a hacer todo esto? ¿Por qué quieren llevarme con ellas? Entiendo toda la situación de venganza, pero esto sucedió en un tiempo en el que yo no estaba involucrado, nadie me conocía, así que todo su asunto de venganza y esas cosas deberían dejarme de lado porque no tengo nada que ver.

Simón entenderá cuando estemos allá, nosotros no debemos meternos en esto Ali, cuando llegue el momento todo será aclarado y Simón se pondrá de nuestro lado también.

— Entiendo Emer, pero hay dos lados aquí, aunque el acepte la situación por la cual lo llevamos, nunca aceptará los otros actos.

— No hay que preocuparnos de eso, ya veremos qué sucede... De igual manera nosotras no debemos meternos en esto. No quiero tener problema y no tener el privilegio de matar a Fran como recompensa y tú te encargarás de Marshall.

Debo decirle esto a Raphael antes de que sea tarde, este plan puede terminar en grandes consecuencias para el hotel y para sus miembros, se escuchan muy confiadas en esto que hablan, como si fueran capaz de hacer todo lo que están diciendo, como si pudieran lograr su venganza, significa que su líder tiene mucha fuerza y ha estado planeando esto desde hace mucho tiempo para llevarlo a cabo justo ahora, así que debe tener todo ya arreglado, significa que cualquier golpe está calculado para ya ser llevado a cabo, y no quiero que Fran o Nuria mueran en este asunto, no sé que han hecho pero conmigo han sido buenos a su manera y no decir nada sería como si estuviera ayudando a los enemigos, aunque no sé si son enemigos pero en todo sentido debo hacer algo, necesito impedirlo.

Comienzo a buscar el pasadizo para ir hacia la habitación de Raphael, no sé como decírselo en idioma de roedor, también debe estar molesto por haber escapado de las manos de Marshall así que aparecer será molesto para él en cierto punto, pero debo enfrentarlo, aunque tenga miedo debo decirle todo lo que está sucediendo. 

Al pasar por uno de las rejillas de aire me detengo por algo que he visto interesante, la habitación tiene las luces prendidas y en la cama están Nuria y Marshall teniendo relaciones sexuales, al principio no lo quise creer, pero ahora que lo estoy viendo no tengo la mayor duda que ellos si tienen una relación, aunque el primer día que nos conocimos lo llamo "bastardo" y que este fue el culpable de su transformación, lo único que diré es que este grupo son todos muy raros. Decido seguir y dejar de ver el espectáculo, aún en la oscuridad dos de mis sentidos funcionan de una buena manera, así que sigo mi recorrido hasta subir y doblar por muchos lugares, siempre guiándome por las rejillas de aire para saber dónde estoy, hasta que logro encontrarlo, la habitación privada de Raphael, me quedo viendo a través de la rejilla que está sucediendo adentro.

¡Raphael se está desnudando!

Trato de no mirar mientras tiene ese acto tan íntimo, si llega a enterarse que lo estoy mirando me matará, lo veo desaparecer por otra puerta, así que voy a la rejilla siguiente descubriendo que es su baño, la bañera está llena así que significa que se tardará, decido que merece privacidad mientras busco una manera de entrar a su habitación, pero algo hace que me detenga, sus manos, estas están descubiertas, sin ningún guante y lo que miro me aterroriza mucho, siempre creí que llevaba guantes porque le gustaba verse misterioso y esas cosas, ahora veo unas manos llenas de marcas y cicatrices, tantas que parecen como si fuese quemado. Se ve tan asqueroso.

Decido que es mucho por ahora así que sé que es mejor dejar de verlo y ir en una búsqueda de algo para que me deje entrar a la habitación, descubriendo que los pasillos que van hacia abajo dejan una entrada hacia las habitaciones, así que logro entrar a la habitación de manera muy fácil siendo recibido por una habitación con aroma fresca, con luz mucho mejor que el de todas las habitaciones de los demás, y que todo está ordenado de manera muy perfeccionista, busco un lugar alto para que cuando Raphael salga del baño pueda verme y no se cambie delante mío, con mucha dificultad logro subir a un escritorio lleno de papeles.

Ser un roedor transformado es tan cansador...

Miro hacia los papeles y como todo este día algo logra llamar mi atención veo dos fotos, reconozco a ambas personas y eso me causa un tipo de sentimiento raro, una de ella es mi hermana, mi hermana fallecida que no logro tener suerte en sobrevivir a una enfermedad tan fea, y la otra es la chica que vi cuando fui a ver a mi madre, ambas chicas están juntas, abrazadas como si fueran grandes amigas... Grandes amantes. ¿Por qué Raphael tiene esto aquí? ¿Que está buscando?

— ¿Te estás divirtiendo en tu cuerpo de roedor?

Miro hacia la voz y veo a Raphael con una toalla rodeando su cintura, al observar su cara con mucho miedo su mirada me da la alerta de que estaré muerto muy pronto, lo está malinterpretando, yo no quise venir a él, las circunstancias me llevaron a ello. ¡¿Por qué todo lo malo me sucede a mí?! Cierro los ojos esperando algún golpe, pero el tiempo pasa y no me sucede nada, en cambio un aroma a menta y tinta llegan a mi nariz, al abrir los ojos veo como en otra mesa Raphael está cocinando algo en un vaso y una estufa inalámbrica. 

Observo sus pasos y lo que está haciendo, se viste sin siquiera taparse, lo cual puedo ver casi todo de su cuerpo ¡No tiene nada de pudor!, me gustaría decirle "Oye, soy Simón Lewis, al que tanto odias ¡Tengo conciencia, así que tápate imbécil!" Pero lamentablemente no puedo hablar. Cuando se termina de cambiar, sirve el líquido en una jeringa, lo cual de verdad me asusta saber la razón porque tiene esas cosas en su habitación, y camina hacia mí, mi cuerpo no reacciona en lo absoluto así que logra agarrarme de inmediato, con esas manos lastimadas que tiene, no sé qué es peor, que estoy por ser asesinado con algún tipo de líquido o que estoy observando las manos de Raphael de cerca y me duele como si me hubiese pasado a mí, aunque lo último no es tanto de miedo, sino más de lástima, pena, dolor.

— Este líquido te hará olvidar todo a partir de las dos horas anteriores, no recordaras nada, toma esto como una buena acción de mi parte en que sigas viviendo.

"¡No! ¡No hagas eso Raphael! Si lo haces todos estarán en peligro ¡Se razonable! Sabes que no vendría a ti por nada... Considera que estoy aquí por algo ¡No coloques ese líquido en mi maldito bas...!"

Pero antes de que lo insulte la aguja ya me ha pinchado y el líquido está recorriendo todo mi cuerpo, cuando pestañeo por segunda vez caigo de manera inconsciente a la dura mesa, sin antes tener una visión de Raphael y una jeringa vacía en su mano desnuda y llenas de marcas. Culpa suya todos están en peligro.

Cuando despierto lo primero que me recibe es un golpe que llega a mi cintura baja, también a un aroma a un lugar limpio, muy refrescante, un aroma que nunca he olido, parece como si acabara de ser desinfectado y rociado con muchos aromatizantes, se siente bien, aunque no puedo decir lo mismo de mi cuerpo, me duele mucho la espalda y el cuello, parece como si estuviera acostado en una tabla lo cual me preocupa porque no recuerdo cómo podría estar durmiendo en algo tan duro. 

Al abrir los ojos un lugar desconocido para mi es lo que me recibe y eso me asusta, me siento y veo que estaba acostado en un suelo de madera, observo la habitación y no logro reconocerla, las paredes son de un celeste muy claro, todo parece estar muy bien ordenado, se ve como una habitación de buenos lujos, hay dos mesas, una parece más que un escritorio, está vacía, y la otra mesa tiene un aparato que no logro ver bien, al observa la cama una sensación de pánico entra en mí, es una cama de una plaza y medio, tiene una sábana blanca y alguien está sentado en ella dándome la espalda, y lo peor de todo es que luce igual que Raphael...

¿Cómo mierda termine aquí?

Miro mi cuerpo y dejo escapar un grito de pánico, recuerdo que tenía un traje azul en aquella fiesta, recuerdo exactamente qué tenía un traje y no un conjunto de pijama negro, además nunca usaría esto, no porque no me guste, es que no es mi tipo, además estos tipos de pijama son muy caros, hasta la tela que está tocando mi piel en estos momentos no suena como si fuese algo sencillo. Miro a Raphael lleno de pánico, no quiero pensar que... Él me cambio de vestimenta.

¡No, no pienses en eso! ¡Eso nunca sucedió!

— Al fin despiertas, anoche dejamos en claro que la condición es que tú no amanezcas aquí, te irías después de terminar tu trabajo. Estuviste de acuerdo diciendo que ya sabías eso muy bien.

¡¿Qué yo qué...?! ¡¿Qué yo hice qué...?! Comienzo a tratar de tragar la saliva que no logra pasar por mi garganta por el pánico que se ha subido a todo mi cuerpo con solo escuchar lo que ha dicho. No puede ser, yo nunca perdería mi orgullo ni mi dignidad para hacer esto, aunque hice estos trabajos antes, sé muy bien que jamás me metería con alguien que me lastimo de manera psicológica antes, se mis límites, sé con qué persona meterme, y aunque me diera la gran cantidad de plata que sea diría no. ¿Por qué ahora...? ¡No! Esto es una mentira, no recuerdo nada, significa que no puede ser cierto, yo no lo hice, sé que no hice nada. Raphael deja de darme la espalda, lleva también un conjunto de pijama y sus guantes blancos que parece no sacárselo ni para dormir, su pelo está revuelto y lleva tres botones de su camisa-pijama desabrochada, hay... Hay marcas en su cuello como si fueran picaduras de mosquitos, aunque trato de no mirarlo ahí, si no la sonrisa burlesca en su cara.

— ¿Q- Qué pasó anoche?

— ¿No lo recuerdas? — Pregunta Raphael curioso— si fuiste tú quien me vino a rogar por ofrecerme tus servicios. Aunque lamento decirlo, necesitas mejorar.

Siento náuseas y ganas de llorar en estos momentos, prometí que al llegar acá nunca volvería a hacer algo que hice antes, este era como mi nuevo ciclo de vida, trate de olvidarlo y aunque el primer día me hizo recordar mi pasado, hice como si no pasó y lo olvidé, mantuve mi promesa, no dejar que el pasado viniera a mí. Pero ahora... ¿Qué he hecho? ¿Y por qué con él? Me abrazo a mi cuerpo mientras no trato de ocultar los sollozos que escapan de mis labios, y las lágrimas que están cayendo en estas prendas tan caras, ya perdí toda mi dignidad y justamente con él.

— Ey... No llores. Creí que te gustaba prostituirte.

¡Waaaaaaaaa!

Mis llantos aumentan de volumen casi escuchándose en toda la habitación. ¡La mala suerte me persigue!

— ¡Era una broma Simón, solo era una maldita broma! ¡Cállate por favor!

Detengo mis lágrimas y lo miro casi de inmediato, siento un fuego hacerse presente en todo mi cuerpo y solo puedo pensar en "¡lo mataré!", cómo estoy en el suelo me levanto de inmediato y me lanzo sobre él cayendo al suelo ambos, trato de golpearlo mientras le grito lo maldito que es conmigo, pero este lo evita a todo y a la vez nos hace rodar para quedar arriba mío, lo cual todo se vuelve más incómodo, porque es una posición que puede ser malinterpretado por cualquiera, además muchas partes de nuestro cuerpo se están rozando.

— No me hagas daño— le suplico en un susurro.

— Eres tan inútil— murmura alejándose— tan inútil que podría reír.

Este se levanta y camina hasta la silla más cercana donde me tira una prenda de ropa a mi cara, me siento y la miro, es mía, tiene mi estilo y es algo que Raphael nunca en su infinita vida podría usar, este camina hasta la puerta de la habitación para abrirla en par en par mientras se vuelve hacia mi mirándome, aún no puedo moverme ni un poco.

—Vete.

Asiento de manera rápido mientras abrazo las prendas de ropa y corro fuera de la habitación rogando que nadie que me vea hasta que llegue a mi habitación, no quiero que comiencen a comentar que he estado con el jefe y que le estoy ofreciendo mis servicios, porque no lo soportaría, tampoco podría refutarles porque cuando un chisme se libera no creerán más que ese chisme, aunque el implicado trate de explicar las cosas. 

Además esta es una buena oportunidad de Raphael para burlarse de mi toda su miserable vida. La velocidad de un vampiro es el doble o el triple que una persona así que llego a mi habitación en segundos encontrándome con pocas personas, ruego que no sientan curiosidad de mis actos ni sospechen que el conjunto de ropa que llevo sea de Raphael. Al entrar a mi habitación, y a cerrar la puerta detrás de mí, todo mi cuerpo tenso se relaja y me tiro al suelo acurrucando mi ropa en mi cara mientras me insulto por mis actos. ¿Qué hacia allá? ¿Cómo llegue? ¿Qué hice? ¿Por qué dormí con Raphael? Si solo recuerdo haber ido a la fiesta de Isabelle y Merliot por su noticia de su embarazo, después de eso todo se vuelve oscuro, borroso, no puedo recordar nada de nada. ¿Qué me dieron de tomar? ¿Qué mierda me dieron? Maldigo toda la existencia del anterior día.

— ¡Mantenme por segunda vez, por favor! ¡Qué horrible!

No salgo de mi habitación hasta que llega la hora de entrar a la segunda clase, lo cual se que no puedo evitar ir, pero por lo menos no me encontraré ni con Raphael ni con Fran, y me harán recordar ese mal momento.