Mientras las chicas golpean una puerta de una habitación del pasillo yo solo miro la situación para poder escapar, me agrada mi cuerpo sin ninguna marca en ella, y a pesar de que las chicas me dieron perforaciones, las cuales no me las saco porque ya es tarde de que la marca desaparezca y porque puede ofender su persona, no quiero tener tinta en mi cuerpo por ahora, está bien así como está, además le prometí a mamá cuando trabajaba de enfermera que no me haría nada de esas cosas en mi cuerpo, si lo hago ahora entonces rompería una promesa y ella aún sigue viva, entonces me convertiría en un mal hijo.

— Saben que, me arrepentí, no quiero ningún tatuaje— digo nervioso.

— Si es por el dolor, no duele, y más cuando ya estás muerto— dice Emer riendo.

La puerta se abre y un chico de rastas atadas y rasgos muy marcados, con ojos negro como la noche nos recibe, lleva guantes blancos con manchas de tinta, y su ropa oscura parece estar un poco arrugada, como si se estuviera apoyando en algo mientras trabaja, parece ser un chico que ha sido transformado hace mucho porque mirando un poco hacia dentro de la habitación hay muchas pertenencias como si ya llevará tiempo aquí, pertenencias no muy modernas.

— Estoy trabajando, vuelvan más tarde— dice de forma pausada.

Su tono es grave y muy leve, tiene un tipo de acento que no puedo descifrar, pero me alegro a decir que está ocupado, así puedo escapar y después no hacerme nada, pero al parecer las chicas no tienen ganas de desistir a esto, comienzan a entrar empujando al tatuador y entrando a la habitación, miro al chico de rastas y después bajo la vista como indicándole que estoy detrás de esas chicas pero no tengo ningún sentido de apoyo de opinión en ellas, ya que ellas son como las jefas y deciden por ellas y por mí, así que termino entrando como última opción, y el chico resignado también entra y cierra la puerta detrás de él.

Dentro de la habitación hay dos chicos más, uno es Marshall y hay otro chico tendido en una camilla boca abajo mientras en su espalda se está realizando un tatuaje de gran tamaño, observo la habitación y parece más un lugar de trabajo que una habitación, aunque hay una cama de una plaza en una esquina, el ropero está como incrustados dentro de la pared, la puerta de este está todo con espejo como la pared lateral a esta, y en la otra orilla donde está el escritorio hay otra mesa y unos estantes clavados en la pared dónde está todo el material con el cual trabaja, las paredes no espejeadas están forradas con poster de bandas y con diseños de tatuajes, y además la habitación huele a tinta y sustancias ilegales.

— Este tatuaje me llevará unas horas más— dice el chico— vuelvan al amanecer.

— Pero es el primer tatuaje de Simsim—dice Ali— este ya tiene muchos tatuajes, puede tomarse una segunda sesión después.

— Raphael prohibió que tú niño se haga tatuajes ya que ahora es un elegido—hablo esta vez más Marshall a Nuria— así que pueden perderse y dejar de molestar.

Nuria observa como Marshall que lleva una botella entre sus manos se acerca hasta dónde está, y lo mira, no ve nada agradable en este, solo ve odio y lástima en sus ojos. Me mira de pies a cabeza como si me estuviera analizando, y aunque yo solo observo su cara sé que en tan poco tiempo también le molesta mi presencia como lo hace Raphael, debe ser un tipo de conexión que tiene por ser el más cercano, su asesino personal, del líder, así que puede también haber un tipo de resentimiento porque fui elegido por los jefes como un "elegido" o porque me ve tan débil que no puede aguantar que una persona como yo esté en este hotel. 

Hay muchas circunstancias que pueden hacer que él me mire de tan mala manera pero yo no puedo dejar que se salga con la suya y crea que sus actos puedan molestarme, porque eso estaría dándole la aceptación a que pueda molestarme todos mis años de vida, que se convierta en uno de mis brabucones, ya no soy un niño para dejar que sea intimidante.

— Ten cuidado, quien trepa rápido a lo alto, caerá de la forma más dura.

— Entiendo lo que dices, pero yo no elijo ir a lo alto— le respondo— los líderes me eligieron.

— Sabes menos de lo que creí— ríe— ¿Estarás fingiendo o será verdad?

— ¿Qué?

Las chicas que han estado escuchando todo me agarran y me arrastran fuera de la habitación diciendo cómo escusa que es mejor esperar al amanecer para poder tener rebajas en los tatuajes, aunque supongo que es más para que no tenga ninguna pelea con aquel chico que ya me está haciendo molestar, sus últimas palabras aún viajan conmigo en mi cabeza y me niego a sospechar que él también sabe cosas que yo no sé, es como si todos supieran de mi cosas que yo no sé, porque yo no he hecho nada malo, soy un buen chico, tuve una mala vida pero nunca he hecho nada malo para dañar a alguien más, es más no conozco a estas personas de antes, así que no recuerdo haber hecho nada que los perjudique.

— Raphael prohibió que se te hicieran tatuajes, así que es mejor no hacer nada, si Raphael no quiere que Simón se haga tatuajes será porque ya tuvo bastante con ella.

— ¿Bastante con quién?— pregunto curioso.

— Raphael capaz piensa que los tatuajes son una maldición, ya que su ex novia en su poco tiempo aquí se hizo muchos tatuajes juntos a nosotras. Debe tener un tipo de trauma con ellos.

— Pero yo no soy suyo para que me prohíba que hacer— murmuró molesto.

Y aunque me salvó, nadie me obliga a prohibirme a hacer algo que no quiero, me siento más ofendido por el hecho de que esa persona haya impuesto una prohibición en mí, como si en verdad fuera suyo, entiendo que es el líder, que controla todo lo que quiere, pero no puedo aprobar que quiera decidir por mí, porque mis instintos y mi odio van a querer llevarle la contra y me lo haré solo para que vea que no le pertenezco para nada, y terminaremos perdiendo los dos, yo porque por impulso me voy a hacer algo que no quiero y él, porque abre roto una de sus prohibiciones. Y aunque quiera ver sus expresiones cuando vea que no le hice caso... Soy lo bastante racional para saber que también tendré consecuencias yo con esto, así que solo no haré nada.

— El amanecer no está aún cerca, Simón es mejor que duermas un rato, ya sabes que los vampiros si pueden dormir y solo es un mito el que no se puede, yo y las chicas vamos a salir ¿Entendido?— dice Nuria.

Las tres me direccionan hasta mi habitación y me dejan en la puerta para que entre en ella, las despido con un pequeño saludo de cabeza y camino hacia dentro de la habitación un poco curioso con su repentino interés por salir solas, y aunque en verdad me estoy sintiendo cansado y quiero descansar de todo lo vivido y dejarlo en un sueño, algo dentro de mí me dice que las siga, ya que ellas tienen algo escondido a través de todo misterio, de seguro también conocen a quién está detrás de todo esto ¿Y si son cómplice de Raphael y están jugando conmigo desde el principio? Eso no puedo permitirlo, debo estar atento. Abro la puerta y al ver que las chicas ya se han ido comienzo a bajar por la escaleras tratando de localizarlas y así seguirlas desde lejos, pero cuando estaba por salir por las puertas abiertas de al frente, que están abiertas en par en par, Fran ya me está agarrando de la remera frenando de mi viaje de aventura.

— ¿A dónde crees que vas?— pregunta tan tranquilo como siempre.

— Mi grupo salió y yo voy a seguirles— respondo de inmediato.

— No te preocupes por ellas, están siendo vigiladas desde muy cerca, tendremos noticias de cada paso que den— responde— así que tú, ve a dormir, mañana será un gran día, hay un banquete en el instituto de los Nephilim y una gran y buena noticia para el mundo de los Nephilim y las Seelie.

Asiento de mala manera y vuelvo a mi habitación con obligación, si las chicas son perseguidas es porque algo están haciendo, entonces puede significar que no todo lo que pienso sea lo verdadero, capaz en verdad no hay nada de lo que pienso que sea cierto, lo que sucede dentro del hotel no sea también causa de las cosas malas. Me acuesto en mi cama después de cambiarme, cierro los ojos aún dudando de que sea cierto que los vampiros puedan también conciliar un sueño, pero sorprendo a ver qué si es verdad, porque aparezco en otro contexto aún sabiendo que estoy con los ojos cerrados, es un recuerdo viejo donde la familia estaba unida, éramos felices, teníamos casa y mamá trabajaba como enfermera sin caer en su alcoholismo, papá aún estaba sano y mi hermana estaba planeando ir a estudiar al extranjero. 

Pero como todo sueño, se convierte en pesadilla, y aparezco en un lugar familiar pero no tanto, después de unos segundo me doy cuenta que estoy en aquella habitación donde estaban los niños esperando ser asesinados y desmembrados para ser traficando, ya no era yo, sino uno de esos niños, podía sentir el miedo, terror por esperar mi turno y la figura de mi asesino está en medio de esa habitación, con sus guantes blancos, con su cara de rasgos masculinos pero suaves y su traje camuflado en unas bolsas negras como una bata, quien estaba asesinando no era más que Raphael Santiago, y entonces despierto sobresaltado.

Me doy cuenta después de unos minutos que estoy en mi habitación, estoy sentado mirando a la nada, si estuviera vida, mi respiración estaría agitada, mi corazón golpearía con prisa en mi pecho y estaría llorando, aunque ahora sí estoy llorando pero no tanto como lo haría si fuera mundano. Raphael me está traumado y no puedo no admitirlo.

— Te odio— sollozo— si tú estás detrás de esto, voy a odiarte más de lo que te imaginas.

— ¿A quién odias?

Me sobresalto a ver cómo en una de las orillas de la habitación, donde está más oscuro hay una figura de una persona, que es la que me habló, comienzo a gritar en pánico y comienzo a tirarle lo primero que encuentro mientras caigo al suelo por tratar de alejarme de él, cuando miro con más atención, porque el amanecer está llegando, puedo identificar esos guantes blancos que sabe llevar a Raphael, al ver su rostro sé que es él.

— ¿Qué haces acá? ¿Qué quieres?— pregunto ansioso.

Raphael se aproxima en silencio, en sus manos hay una navaja pequeña que está manejando de una manera perfecta, puede matarme en segundos sin poder gritar en busca de auxilio, trato de huir de ahí, pero mi cuerpo parece haber recibido algún tipo de hechizo porque mis pies parecen ser imanes para el suelo, porque cada paso me es imposible, Raphael me termina tirando al piso y dándome vuelta, está arriba de mí y me está apuntando con esa daga, su mirada es tan de una psicópata que me da terror enorme y comienzo a pedir auxilio mientras lloro, pero la daga se sigue aproximando a mi pecho y recorriendo con la punta hasta llegar a mi garganta.

— ¡¡¡Raphael déjame!!! ¡¡¡Ayuda!!! ¡¡¡No me hagas nada!!! Por favor... No me hagas nada.

Entonces vuelvo a abrir los ojos y no hay nada, la suavidad de la cama se siente bajo mi cuerpo y las luces están apagadas con el amanecer entrando por la ventana, Raphael no está, no hay nada que me señale que él estuvo en verdad aquí, solo la señal de mi cuerpo tenso y mis ojos y mejillas mojadas por las lágrimas de que todo ha sido una pesadilla, una doble pesadilla, las cuales no quiero volver a vivir nunca más en mi vida, porque el terror que ha hecho subir a mi cuerpo es más de lo que pensaba.

— Solo fue una pesadilla— me susurro— solo fue una pesadilla, Raphael no está acá.

Me levanto y busco mis pertenencias para darme un baño, aunque primero por curiosidad me aproximo hacia la ventana y observo hacia abajo, como si fuera una señal veo como Nuria es acompañada, como dos pasos de distancia de Marshall, es la primera en llegar y a los segundos por otra calle se aproximan las otras dos chicas, desaparecen dentro del hotel, entonces por los lugares de donde venían las chicas, aparecen personas vestidas como mundanas que también entran al hotel, estas últimas deben ser los informantes de Raphael o los que mandó Fran. Tengo curiosidad de saber que noticias traen.

De seguro me enteraré después... Así que camino hacia el baño de la habitación y me doy un largo baño de agua fría para calmarme de este mal sueño, solo quiero relajar mi cuerpo y dejar que pase este mal momento. No he dormido lo suficiente pero puede que recargue un poco del cansancio del día. En el proceso del baño también trato de esquematizar todas mis hipótesis, como la de Raphael siendo el líder de estos tráficos, de las matanzas, pero hay algo que me hace dudar, al igual que el grupo de chicas al cual pertenezco, me hace sentir que hay algo que no cierra ¿Por qué harían algo contra mí? No soy tan importante como para que hagan un plan algo tan ridículo, además si quisieran hacer algo contra mí lo hubiesen hecho directo y no dañando a otras personas.

Y si... ¿La ex novia de Raphael aún seguía viva? Eso sería imposible porque Raphael la mato, no se ve como alguien que perdonara un error ni aunque esa persona sea a quien más quiso, si dicen que la mataron creeré que fue asesinada, confío más en que esa persona murió en que Raphael la dejo sobrevivir o que los lideres hubiesen dejado que esto sucediera. Pero... hay algo raro en todo esto.

El agua termina cortándose afirmando que hay un tiempo límite para usar el baño, me seco y vuelvo a vestirme para volver a la cama, reviso mi celular un poco desanimado sabiendo que en dos horas deberé estar cerca del causante de mis pesadillas en un lugar lleno de familiares de los jefes que pueden comportarse como adinerados, o que me miren mal por ser distinto a ellos. Me distraigo jugando un juego en el celular mientras trato de tranquilizar mi cabeza de todo lo que estoy viviendo, puedo superar este trauma porque sé que no será el único que enfrentaré si estoy siendo elegido de esa persona.

"¿Cómo estará mamá?"

"¿El hombre la estará tratando bien?"

"¿Se amaran como lo hizo con papá?"