× Capítulo cinco. ×
— ¿Viste su cara de asombro cuando le dijiste que eras su perro? No sé lo espero— carcajea Ali.
— Yo creo que nunca ha escuchado que una persona afirme por si misma que es uno— dice Emer.
Todos estamos subiendo por las escaleras para ir a clases después de haber vuelto a mí habitación para cambiarme de ropa, Nuria esta callada pero creo que es su personalidad de estar distante, ya que sus amigas no parece molestar o preocuparse por esos comportamientos, yo solo estoy preocupado por lo que he hecho antes, Raphael nos echado de su habitación después de que dije que también era un perro de él, y parecía molesto, o solo lo supuse por las reacciones de su rostro, pero Fran me levanto el pulgar al salir, como si apoyara mis palabras. A veces Fran parece apoyarme, otras veces parece que lo decepciono.
— ¡Es un buen recluta!— afirma Ali mientras se abraza a mí.
Con el pasar de las horas las chicas van mostrando más emociones, todos del lugar van demostrando emociones que no he observado, al parecer mi observaciones no han sido tan profundas, solo he estado preocupado por saber cómo escapar o la humillación hechas dos veces por los lideres, que no he visto que las chicas de mi grupo tiene más emociones que ser zombie caminando por ahí, que las personas que pasan por nuestros lados demuestran reacciones distintas, más que la de seriedad, hoy estoy observando de una manera más profunda y el hotel no tiene la misma percepción que le di de la primera vez.
— Tus clases son diferente a las nuestras, vas un año menos, así que cuando termines vendremos por ti— dice Nuria.
Las chicas me dejan en la puerta de la habitación que representa un aula y se van despidiéndose, mientras me dan la espalda no puedo creer lo fuerte que se ven estas chicas, y no de manera de decir que se ven sexy, sino que se ven de manera fuerte de valientes, de esas chicas malas de las escuelas que todos respetan. Mientras la miro toco mis perforaciones y niego por lo locas que están al haberme hecho eso, y yo haberme dejado, si mi madre me ve me mataría, peor, si mi padre lo hace me colgaría. Lástima que mi familia se destruyo, creo que es horrendo haber perdido las disciplinas. Entro al aula y las personas que están dentro me miran asombrado por las perforaciones que aparecieron de manera rápida, hace unas horas no las tenía, y ahora sí.
— Buen estilo Lewis.
— Gracias— sonrío.
Me voy hacia mi lugar de asiento y el profesor llega para dar su clase correspondiente, comienzo a tomar mis apuntes con normalidad, esta vez puedo concentrarme, me salve de ser asesinado por Raphael por no tener grupo, hay tres chicas que me adoptaron como su grupo, y le enfrente a Raphael hace solo minutos. Creo que sí me quedo, puedo hacer un cambio aquí, ya que no le tengo de todo miedo a nuestro líder, está loco con lo que hace, pero no le temo del todo, descubrí que puedo enfrentarlo. Me miro a través del reflejo de la pantalla del celular como me queda la perforación de la nariz y de las orejas y me sorprendo como hace un cambio en mi cara.
La clase termina después de unos minutos y guardo mis cosas en una bolsa para salir del curso, las tres chicas ya están en el pasillo esperándome, Emer esta fumando y el olor a tabaco se esparce hasta llegar a mis fosas nasales, trato de buscar algún cartel que diga no fumar, pero no creo que estas chicas sean de hacer caso a pesar de que hayan carteles, me acerco hasta ellas y Emer me revuelve el pelo de forma cariñosa. Aunque Ali se abraza a mí como garrapata.
— Eres muy lindo— dice.
— Prohibido meterse con un integrante del grupo— dice Nuria.
Las chicas ríen y Ali se aleja incomoda del abrazo que me da, bajamos a la sala principal donde están todos, ya que la noche está llegando y los que salen se están preparando, yo con lo que he hecho ayer de seguro no saldré de por vida, pero bueno, es una consecuencia, no me puedo quejar, era obvio, además con el castigo de la habitación blanca y los golpes creo que ya es todo. En el grupo voy atrás, con Ali, pero bajo la mirada cuando todos nos miran, un chico con muchas chicas significa ser homosexual, se esa regla de los escolares, puedo suponer lo que deben pensar, y eso me incomoda. No es que me moleste, mi sexualidad se fue cuando el primer cliente hombre que me contacto me hizo perder la virginidad, fue de una manera muy dulce y tan delicioso que desde ahí supe que iba a ambos bandos, ya que también tuve mucha clientes mujeres y no es que me queje, pero si sé que es distinto cuando se prueba un cuerpo masculino, uno que sabe dónde tocarte, como hacerlo y todo, pues somos hombres pasamos casi todo el tiempo explorando nuestros cuerpos, que sí por algún motivo tienes sexo con un hombre sabrás que hacer.
— No bajes la mirada, no eres inferior a ellos— me susurra Ali.
Cruzamos cerca del grupo de Marshall y estos nos miran de mala manera, o por lo menos a mí, porque he visto un guiño entre él y Nuria, lo cual me parece raro, ya que me contó que este chico fue quien las trajo a este sitio, si yo fuera ella castraría sus bolas y se las haría tragar mientras lo maldigo una y otra vez, pero al parecer esto no sucede aquí, solo seguimos caminando como todos los vampiros de aquí. Me pregunto si en unos días yo también me voy a convertir en un vampiro que solo camine por el hotel de un lado a otro sin destino a ningún lugar, me volveré loco como todos los demás, de eso estoy seguro.
— Grupo de Lewis, vengan aquí. — grita Fran.
No estamos tan lejos del lugar así que caminamos hasta donde escuchamos su voz, hoy Fran lleva un traje gris cuadricular, su camisa blanca que está interna al traje tiene abierto dos botones que dejan ver parte de su pecho, es muy blanco, sus rizos van ordenados como siempre, sin un pelo fuera y todos de una manera perfectamente circular, lleva unos lentes que lo hacen ver más grande de lo que es, más mayor, como un Sugar daddy, me río solo de ese mal chiste.
— ¿Si?
— Marshall tu también ven acá.
Estamos los dos grupos casi afrontados y Fran con su libreta frente a nosotros como si fuera un árbitro, claro que no es eso, solo es la mano derecha de Raphael, que de seguro nuestro líder lo mando a hacer trabajos para divertirse.
— Como ambas se han auto-nombrado "perros" de Raphael Santiago, nuestro jefe les manda una actividades está noche— dice Fran para leer la libreta— primero, irán de forma separada, no pueden verse; segundo, deberán traer una nueva recluta al lugar, pero... Qué sea voluntariamente. No se olviden que vamos a estar observando sus pasos. Ahora marchen.
— ¿Por qué haríamos tal cosa?— pregunto.
— Porque Raphael quiere divertirse.
— Haré todo lo posible para que nuestro líder tenga un buen espectáculo. — dice Marshall y se va.
Las puertas se abren frente a nuestros ojos, aun hay rayos de sol por el atardecer ya cayendo, Marshall y su grupo hacen unos pasos hacia atrás, pero las chicas de mi grupo a cambio de ellos se tiran hacia adelante mientras dejan escapar un gemido alegre, como si hace mucho no pudieran percibir el sol, yo estoy sorprendido porque una vez más las historias de vampiros que he leído, he escuchado, he visto por televisión, son mentira, me adelanto junto a ellas y cierro los ojos sintiendo como los últimos rayos de sol dan en mi cara y se siente como libertad, no hay palabras para definir este sentimiento que se ha causado con solo sentir un poco de calor en mi cara.
Entonces como un arrebato el sol se oculta y solo queda el rastro de un cielo claro donde nos muestra que el atardecer ya está en su punto final, y eso me da melancolía, no sé cuando volveré a sentir algo igual, miro a las chicas que están desilusionadas como yo y miro hacia adentro donde hay chicos rodeados al lado de la puerta nostálgicos, creo que muchos del hotel sienten esa misma necesidad de sentir lo que yo sentí.
Mi grupo comienzo a moverse para comenzar con el capricho de nuestro líder, las chicas van señalando de forma descarada, excepto Nuria que va callada, a las personas que se cruzan en nuestro camino, diciendo que puede estar bien para llevar, aunque eso les dura unos minutos, porque después se distraen y comienzan a mirar todo, y jugar por las calles, como niñas, como adolescentes que han salido por primera vez, lo raro es que anoche cuando el grupo de los diurnos, con los cuales salí, ellas no estaban ahí, no salieron a las calles. Ali y Emer deciden separarse y buscar por cerca de la playa, diciendo que si encuentran a alguna chica o chico con mis requisitos me llamaran, aunque creo que lo han hecho más como escusa para ver el mar que otra cosa.
Yo sigo con Nuria, quien me está ayudando a buscar a la persona que debo llevar, y a pesar de que me ha dicho que estoy loco, pues sigue conmigo buscando a esa persona, es que estoy buscando a una persona que acepte que su vida mundana no tiene ya algún camino y quiera acabarla, entonces me ofreceré a ayudarla o ayudarlo, le daré la oportunidad de una vida mejor, bueno casi, como la que me dieron ellos a mí, no me gustaría llevar al hotel a una persona a la fuerza de su voluntad, verla gritar y pedir piedad destrozaría mi alma.
— ¿Desde hace cuanto no salían?— Le pregunto.
— Hace años, no me acuerdo ya cuanto, Raphael nos prohibió salir de por vida— responde de inmediato— pero hoy ha cambiado su regla, se nos permitió, las chicas están feliz por eso, yo también lo estoy.
— ¿Les prohibió de por vida? ¿Por qué?
— Eres muy preguntón ¿Lo sabes?
Nos detenemos en una tienda de helado y ella saca de la tapa de su celular unos billetes y le pide al hombre de los especiales, como una forma de código, cuando quiero ver el hombre saca como dos vasos, de esos que se usan para batido, con contenido escarlata dentro, es sangre ¡es sangre! miro asombrado al hombre que está atendiendo la tienda y me asusto cuando al ver sus ojos fijos estos cambian solo segundo en una forma de ser solo negruzco todo el interior del ojo, Nuria me da mi vaso y me empuja para salir de ahí. No me acostumbro a saber que esos seres, quiero decir, nuestras especies, se camuflan entre los mundanos. Solo llevo una semana y necesito acostumbrarme rápido o moriré del susto.
— Sabes, culpa de ella, nosotras tuvimos que pagar las consecuencias, desde el principio se nos culpo de que éramos cómplices y casi en un momento de furia de Raphael nos mata, fuimos las elegidas en su momento, tuvimos que pelear como animales contra licántropos para sobrevivir, esa era la condición de Raphael, si sobrevivíamos se nos perdonaba nuestros errores— dice ella de repente— luchamos por horas, muchas horas para lograr sobrevivir.
— ¿Odian a Raphael?
— Yo no— responde— éramos muy unida a ella, tenía toda su razón para odiarnos y creer que éramos cómplices, si él no hubiese tenido un poco de duda nos hubiese matado con sus propias manos, lo que hizo ella no es nada con lo que Raphael nos hizo. Pero si nosotras hubiésemos por lo menos detectado lo que estaba haciendo ella esto no sería así.
— ¿Tan mala fue?
Nos hemos sentado en un parque transitado, estamos tomando nuestras bebidas mientras hablamos, ella parece como triste y nostálgica de recordar a su amiga y el pasado, los malos momentos, yo solo escucho curioso, pregunto tratando de saber más, porque suena a que todo estos malos comportamientos de Raphael es solo por un mal amor, y eso me da un poco de risa, porque literalmente Raphael se volvió loco por la desilusión de un amor que lo lastimo, y por ende él la mato, ahora que lo pienso suena mucho mas macabro.
— Ella jugó con su corazón, hizo ponerlo en contra de sus compañeros jefes, Raphael estaba cegado de amor que cumplía todo lo que ella decía, y entonces un día, Magnus el jefe de los brujos le mostró lo peor que le puede pasar a una persona— dijo ella suspirando— le mostró a su amada prometida con otra persona, no con otro hombre sino con una mujer. Después de eso ella desapareció, sabíamos que la mataron, y Raphael no fue visto por días, Fran quedó al cargo, después de eso no se toco mas del tema, y el infierno se presento para nosotras.
— Wow, eso suena a una historia trágica de romance.
— Algo parecido.
Entonces veo a la persona que estaba buscando, un niño de aproximadamente siete años que trae un cartón en sus manos, su ropa esta sucia y tiene marca de mugre por todo su cuerpo, le digo a Nuria que me perdone mientras me levanto, solía ver a este niño cuando se me pedía los servicios y debía cruzar por esta plaza, se refugia en los juegos hasta el otro día donde vuelve a salir para ir en busca de monedas y sobras de comida. Desde el principio no quería elegirlo a él, pensaba en una persona más grande, un adolescente o parecido, pero viendo al niño se me viene a la cabeza un futuro mejor para él. Cuando estoy cerca el niño me mira asustado, pero después de unos minutos me reconoce, ya que siempre solía saludarlo y jugar con él.
— ¡Simón! Te creí ya muerto.
— ¿Yo muerto? ¡Jamás! Vine a buscarte, te tengo un futuro mejor.
El niño no se resiste, en cambio comienza a hacer muchas preguntas sobre eso, me acompaña dejando el cartón, ya no lo va a necesitar más, y se hace amigo de Nuria, aunque ella al principio negó hablar con él, termina comprándole un aperitivo y nos quedamos un rato hablando hasta que las dos chicas que faltan del grupo llegan, comenzando a charlar también con el pequeño. Por momentos me siento como mal, tengo una sensación mala, como si algo malo fuera a ocurrir, pero solo trato de relajarme y no hacer muchos dramas, Raphael pidió nuevo reclutas, no creo que sea capaz de hacer daño, espero que no.
— Muy bien, es hora de volver. — dice Nuria.
— ¡Sí! a mi nuevo hogar— dice el niño.
"Hay algo que no me gusta"
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro