Tuyo
WIIIIIII FELIZ NAVIDAD GENTE BONITAAAAA !!!!!! Estoy enojada conmigo porque no se me ocurrió hacer un especial de navidad hasta este momento y ya no tengo tiempo :(
Que sepan que mi mayor y más preciado regalo son ustedes dándome su apoyo para el libro, los amo ♡♡♡♡ Bueno les dejo este par de imágenes de navidad jsskjssksk
☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆
Me besó con agresividad, colando de inmediato su lengua dentro. Pocos segundos duré hasta que mi miembro se puso erecto, cosa que Mirage aprovechó al instante para marturbarme, con rapidez. Separé mis labios, dejando un gran hilo de saliva, y liberé los gemidos guardados, mientras miraba a Mirage con lujuria. Él me veía atentamente, sonrojado por la excitación que al parecer le producía ver mi rostro. Con mi mano empujé su cara, con vergüenza, por lo que detuvo mi estimulación.
-- No me mires así --regañé.
-- Arruinas mi diversión, Cryppy.
-- Yo puedo terminar so- ¡ah!
Lo miré sonrojado y sorprendido, ¿me había lamido el lóbulo de la oreja?
-- ¿Puedo meterme a bañar también? --preguntó, con seducción, mirando mis labios.
Inmediatamente pensé, Mirage + Yo juntos en una bañera = Sexo.
Negué con la cabeza. Y quedé cabizbajo.
-- Perdón... --disculpé.
-- No te preocupes, no te voy a forzar ni nada.
-- ... ¿P... Puedes... hmmm...
Me sonrojé hasta arriba, avergonzado de lo que quería preguntar.
-- ¿Qué cosa? --preguntó, confundido.
Lo miré, tomé su mano, y lo fui bajando con lentitud. Ahí llegó a mi miembro aún erecto.
-- ¡Oh te dejé así! ¡Perdón! --exclamó.
Al instante lo tomó con fuerza, por lo que lancé casi un grito, al sentir de nuevo su agarre. Empezó con brusquedad el vaivén, la masturbación. Jadeaba con desesperación, cerré los ojos y miré el techo. De repente sentí un suspiro en mi oreja, escuché su tenue voz.
-- Gime... Gime para mí... Gime fuerte...
Esto se parece mucho a un sueño que tuve hace unos meses...
-- ¡Ah! ¡Mirage!
Lo está haciendo muy rápido, no puedo ni respirar. Junté los dientes, queriendo no seguir expulsando ruidos tan fuertes de mi boca.
-- No dije que te contuvieras --dijo, con una voz muy autoritaria--. Eres mío y me debes obedecer...
Mierda, no tuve que revelarle que me gustaba cuando decía cosas posesivas... Y es que caigo mucho más ante él cuando actúa así.
-- Crypto... --Me miró con atención, mientras su brazo lo movía con rapidez.
Ya me voy a correr, no aguantaré mucho más.
-- ¡Crypto!
Me estremecí ante su voz enojada, y lo miré suplicante, con lujuria.
-- ¿S-sí? --pregunté, apenas entendible entre lo que me costaba hasta respirar.
-- ¿Te vas a correr? ¿Verdad? --Sonreía, con maldad.
Asentí con la cabeza con velocidad. Iba a correrme, estaba apunto, pero algo me detuvo.
-- ... ¿Eh? --Miré mi miembro, Mirage había obstaculizado la próxima salida de esperma, con su dedo pulgar--. ... Mirage... --Gemí su nombre, mirándolo--. Déjame correrme...
-- ¿Y me lo pides así nada más? --Sonrió, con burla.
¡¿Se está burlando de mí?! Lo miré enojado, pero al instante gemí, por el movimiento en mi glande provocado. Maldición, no tengo otra elección.
-- Déjame correrme... P-por favor...
-- Hmm Está bien, lo acepto.
Al momento en que su dedo dejó la punta de mi miembro, me corrí al instante, con un escandaloso gemido. Mi esperma se mezcló con el agua rápidamente. Sin darme tiempo a nada más, Mirage tomó mi rostro con brusquedad, obligándome a mirarlo.
-- Dime de quién eres --dijo.
-- En tus sueños te diré lo que quieres oír.
-- Te compraré más paletas de helado, la que te di fue la última que quedaba.
-- ... Tuyo.
Sonrió, y pegó su frente a la mía.
-- Con que en mis sueños ¿eh? --susurró, lanzando una pequeña risa--. ¿No quieres... continuar?
Sentí un dedo colándose en mi entrada. Desesperé, recordando escenas para nada bonitas. Tomé el brazo de Mirage, alejándolo de mí. A su mirada confundida, desvié la mirada, culpable.
-- No... quiero... --No puedo, Mirage, aún no...
-- ... Claro... Sí, no te preocupes.
Se veía desmotivado, quizá ya estaba erecto y yo le acababa de dejar plantado. Confirmé mi teoría, cuando se levantó, ya que un segundo antes de que se diera vuelta, vi su pantalón y noté lo anormal. Vi su espalda, yendo hacia la puerta de salida.
-- Voy a buscar tu ropa para después ayudarte a vestirt-
-- Espera... --Lo detuve, sin embargo, no se volteó a mí--. Puedo... hacerlo con mi boca.
Minutos después, seguía en la bañera, con el agua hasta la clavícula. Con la cabeza de lado, y haciendo movimientos repetitivos de meterme el miembro a la boca y de sacarlo, pasándole la lengua por todo su grosor. Mirage tenía su mano en mi cabeza, haciendo posible que guiara mis movimientos con sus empujones.
-- Oh Cryppy... Más rápido... Me encanta tu boca...
Escuchaba sus gemidos, me decía cosas obscenas, mientras sonreía con sumo placer. Me adentró más su miembro a la garganta, lo que traté de evitar con mis manos en sus piernas y queriendo alejarme, pero no pude hacer nada en contra de su fuerza. Me salieron las lagrimas, por el obstáculo a respirar que sentía. Sus manos me hicieron levantar la mirada, mientras tenía su miembro al fondo de mi garganta, llorando. Se sonrojó, y frunció el ceño, moviendo mi cabeza bruscamente en modo vaivén. ¿Otra vez se había excitado por una faceta mía? Ahora que lo pienso, es verdad que creo que nunca nos miramos así mientras le hacía un oral. Se iba a correr, lo presentí por el aumento de su agarre en mi cabello y en su velocidad. Me preparé para la siguiente llenada de su esperma en mi boca, iba a tragarlo, como ya era costumbre.
Grande fue mi sorpresa, cuando fui tirado del cabello fuertemente, haciendo que el miembro saliera de mi boca. Apenas alcancé a cerrar los ojos, cuando sentí toda la esperma de Mirage siendo expulsada en mi rostro. Cuando se detuvo, abrí un ojo, costoso por la incomodidad del líquido espeso bajando lentamente, y miré a Mirage, quien aún tenía fuertemente su agarre en mí, obligándome a mirarlo.
-- Oh Dios... Cuánto desearía una foto tuya de este momento...
Le dediqué una sonrisa burlona.
-- Puedes masturbarte con mejores cosas que con una foto mía lleno de tu semen.
-- No tienes idea de la verdad... --susurró.
No dije nada al respecto, en principio porque no llegué a entender a qué se refirió.
Mientras él se limpiaba su miembro, yo con mis manos intentaba sacar el líquido espeso que salió de Mirage de mi cara, aunque no lograba mucho, ya que se mantenía pegajoso incluso con mis manos con agua. Mirage ya limpio y sus prendas inferiores levantadas, se acercó a la regadera.
-- Yo te ayudo con eso --Sonrió, con maldad.
-- ¿Qué?
Tomó la regadera, y apuntó a mi cara, luego encendió la llave. Grité por la sorpresa del agua en mi cara, para al instante reírme de su broma, tratando de esquivar el chorro de agua tapando mi rostro con mis brazos. Me reía mucho ante su travesura. ¿Hace cuánto no me reía de esa manera?
-- ¡Ya! ¡Ya! ¡Dame eso! --reclamé aún riendo, y arrebatándole la regadera--. Es mi turno.
Sonreí con burla, y antes de apuntar a él, escuché un pequeño "Oh no" de parte de Mirage. Le mojé toda la ropa, ya que él, en cambio de mí, no estaba desnudo. Se reía también, cerrando los ojos para que no le entrara alguna gota.
Finalmente, Mirage aún con su risa y tratando de evitar el agua con sus manos, apagó la llave de la regadera. Solté el objeto, y terminé de lavarme la cara con agua de la bañera, mientras aún mantenía una sonrisa burlona por lo recién ocurrido.
-- Genial, ahora me debo cambiar la ropa --reclamó Mirage, molesto.
-- Te hace falta --burlé de él.
-- Puedes salir solo ¿verdad? Yo iré a secarme y cambiarme.
-- Sí, no hay problema.
Le sonreí y al instante me miré al reflejo del agua. De nuevo vienen esos pensamientos, cada vez que me veo, me arrepiento de ser yo, porque soy un hombre. Nunca seré un centro de atracción para Mirage, que lo único que hace es ver y coquetear con mujeres. En mi distracción, mi mandíbula fue tomada con brusquedad, y me movió la cabeza hacia un lado. Iba a reclamar, pero los labios de Mirage pegados a los míos me detuvieron de todo acto. Me besó salvajemente, pero sentía cierta suavidad. Cuando se separó, inconscientemente lo seguí unos milímetros con mi cabeza, hasta que ya no tuve alcance suficiente. Quedé mirándolo, notando que se había puesto un poco nervioso. Relamió sus labios.
-- Ahora sí me voy --Trató de reírse, pero sus nervios hizo sólo que saliera un ridículo ruido.
Se dio vuelta y empezó a ir a la salida. Levanté mis rodillas, y apoyé mis brazos y cara en ellas, mirando la espalda de Mirage desapareciendo por la puerta, la cual cerró. Sonreí, como un maldito tonto enamorado.
Y es que es la verdad, estoy enamorado de Mirage, con quien nuestra relación empezó sólo con sexo. Antes con suerte nos mirábamos... ¿Será algún tipo de destino?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro