Te amo
Espero que no les moleste que les deje más imágenes :D
Ufff que suerte para Mirage, qué bien come el perro.jpg
Este me re encantó
Bueno igual dejo este más subido de tono 👀
☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆.☆
Pasó una semana más, mi vida por ahora seguía igual. En la habitación de Mirage, con él trayéndome la comida, y bajando de la cama sólo para ir al baño. Aunque hay algo diferente, Mirage ha querido decirme algo, estoy completamente seguro. Quizá me quiere preguntar lo inevitable, qué sucedió ese día, quiere una razón por la cual esté aún más traumatizado. He tenido más intentos de salir, pero siempre veo a ese asqueroso tipo, me siento desprotegido al salir. Lo veo, lo siento, lo escucho, hasta llego a sentir sus manos en mi cuerpo.
-- Se siente muy bien dentro tuyo...
¡Ahg! Ni siquiera acá puedo mantenerme totalmente en paz.
-- Yo te protegeré, Cryppy...
Mis latidos se incrementaron, al escuchar la voz de Mirage en mi mente. Puse la palma de mi mano en mi frente, pensando en que Mirage me tiene muy mal, y no se da ni cuenta.
La puerta de entrada se abrió, me encontré a Mirage pálido, se veía cansado.
-- Oh, Mirage... Te ves peor que en la mañana...
Me levanté, aunque me costara, y me acerqué a él. Puse mi mano en su frente, tenía fiebre, estaba muy caliente.
-- Estoy bien... Sólo... quiero dormir un poco...
Se tambaleó, y antes de que cayera, lo amortigüé, casi cayéndome yo, pero me mantuve en pie, aunque un poco inclinado.
-- ¡¿Mirage?! P-pesas mucho...
Estoy totalmente débil. Mirage se mantuvo un poco en pie, y poniendo un brazo por mis hombros, lo ayudé a caminar hacia la cama. Se acostó. Mi siguiente acción fue sacarle su calzado. Luego lo miré, estaba sudando, y aunque estuviera pálido, tenía un intenso color rojo por la fiebre.
-- Tengo que ir a buscar paños a la enfermería para mojarlos... --avisé.
-- No, no vayas... Aún no puedes salir...
-- Pero estas enfermo... Estaré bien.
Sonreí, algo forzado, en principio para que se lo creyera. No creo que haya nadie en los pasillos o deambulando por la nave. Mirage cerró los ojos, tratando de descansar. Suspiré. Caminé hacia la puerta, en pijama y calcetines, y abrí. Salí de la habitación. Caminé, tratando de no pensar en nada, hasta mi destino. Escuché pasos, alguien venía por el camino contrario. Pensé en ignorarlo, pero golpeó fuertemente mi hombro con el suyo. Lo miré, era Caustic.
-- Vaya, la rata salió de su madriguera --Rió, con burla.
No dije nada, sólo me quedé mirando el suelo.
-- Oye, ¿te comió la lengua el gato? O mejor debería decir... ¿Mirage?
Fruncí el ceño, y lo miré. Seguí manteniéndome callado. Se rió más ante mi expresión.
-- ¿Acaso lo que dije fue cierto? Creí que ya no podrías caer más bajo, rata.
Me acerqué de manera intimidante, pero él al instante hizo puño su mano y golpeó mi rostro. Retrocedí ante el golpe, y me tapé la nariz que empezaba a sangrar. Las lágrimas como siempre, empezaron a salir.
-- Podría continuar, pero no estando en juego no puedes revivir y eso me traería problemas --dijo.
Finalmente, empujándome con el brazo, siguió su camino. Miré mi mano, fijándome en la sangre que tenía. De repente sentí un toque en mi parte baja, que venía de atrás. Me volteé con desesperación, notando que no había nadie. De nuevo lo que siempre me pasa, ya no lo soporto. Siento sus manos en mis caderas, siento la presión y la fuerza con la cual me afirmaba. No puedo, ya no puedo estar aquí. Corrí de vuelta hacia la habitación de Mirage. Quise abrir la puerta, pero estaba cerrada. ¡No me traje la llave! Toqué con fuerza y repetidas veces, ya llorando a mares, estaba recreando todas las sensaciones de ese día, incluso las penetraciones agresivas.
-- ¡Mirage! ¡Por favor abre! ¡Abre la puerta!
Sentí la respiración en mi nuca, y su boca en mi oreja.
-- Se siente tan bien dentro tuyo...
-- ¡Mirage!
La puerta se abrió bruscamente, y como yo estaba haciendo fuerza en apoyarme en ésta, caí al cuerpo de Mirage, quien hizo lo posible por mantenerse en pie conmigo. Quedó abrazándome, ya que yo lo estaba abrazando. En unos segundos, moviéndose un poco, cerró la puerta. Separó su rostro un poco, para así tomarme del mentón, dejando un brazo en mi cintura, y me levantó la mirada.
-- Te golpearon... --Aún se veía débil, y yo le estoy haciendo aún más carga--. ¿Quién fue?
Me di cuenta que su rostro y voz los enfrió un poco. ¿Está enojado?
-- No traje los paños... --dije, con la voz quebradiza por seguir llorando--. P-puedo usar una toalla de baño si no te molesta...
-- ... No tuve que dejarte salir y menos solo, Crypto.
Lanzó un ruido de dolor, y me di cuenta que su agarre en mi cintura la debilitó.
-- Déjame llevarte a la cama --dije.
Así como antes, pasé su brazo por mis hombros y lo llevé a la cama, lo acosté. Inmediatamente fui al baño, cerrando la puerta. Fui al lavabo, y me miré al espejo. Mis ojos estaban rojos, mi cara humeda, y tenía los restos de sangre bajando por mi nariz. Me lavé la cara. Luego, tomé una toalla, la mojé y por último la estrujé. Ya hecho, salí del baño, me acerqué a Mirage, doblé un par de veces la toalla y la posicioné en su frente y tapando sus ojos.
-- Ahora puedes dormir... Perdón por interrumpirte... Se me había olvidado sacar la llave.
No dijo nada. Me dediqué a acostarme a su lado. Me puse de lado, y apoyé mi cabeza en su hombro.
-- ... Estás dormido ya ¿verdad? --pregunté, hablando despacio, no recibí respuesta, lo que tomé como una afirmación--. ¿Por qué tienes que ser así conmigo?... ¿Por qué no sólo me dejas a mi suerte? Cada cosa que haces me hace enamorarme más de ti... Y sé que no debo hacerlo porque tú no sientes lo mismo... ¿Pero cómo no hacerlo si sigues cautivándome?
Gruñó, frunciendo sus labios, por lo que creí que me había escuchado o algo, pero luego siguió relajado. Levanté un poco mi cabeza y mi torso, quedando frente al rostro de Mirage. Me acerqué con lentitud, y rocé sus labios unos minisegundos, hasta que me pegué a él. Lo hice lento, con suavidad, sentí los movimientos leves que hacía con sus labios, por inercia. Luego separé el contacto, pero quedé aún cerca de su rostro, que de los ojos para arriba estaba tapado por la toalla.
-- ... Te amo --confesé, al aire, sabiendo que él estaba dormido.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro