Publicar estas partes me da re vergüenza en serio JAJAJAJA. Bueno pero así cada vez voy mejorando en escribir narraciones eróticas gays que no sé para qué me servirán en la vida pero igual 😎👌🏻

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Me movía encima de Mirage, veía su expresión de placer, él me sujetaba las caderas, las apretaba y movía al compás de mis movimientos. En la habitación se escuchaba el choque de nuestros cuerpos, junto a ruidos obscenos que provenían de su miembro haciendo vaivén en mi interior. Mi respiración se hacía más ruidosa en cada estocada. Me pegué al pecho de Mirage, dejando mis gemidos justo en su oído, estaba llegando a mi clímax. Él ya era el total encargado de mover mis caderas, yo apretaba la sábana ante la excitación que sentía. Al momento de correrme, Mirage hizo que lo mirara. Pareciera que mi expresión de orgasmo lo hizo encenderse más, ya que empezó a penetrar con más fuerza y seguidamente, unos segundos hasta que se corrió en mi interior. Me quedé recuperando la respiración, con mi cabeza apoyada en su hombro, y mirando su rostro, ya que su cabeza estaba volteada hacia el lado, igual mirándome.

Me besó, y acariciaba mi cuerpo, me acostó de espaldas a la cama y se puso encima mío. Pasó su lengua por mi cuello, y aspiró mi piel.

-- Oye... --gemí, llamando su atención--. Eso va a... dejar marca... ¡ah!

Sentí su mano bajando por mi abdomen.

-- ¿Y qué? Así sabrán que tu cuerpo tiene dueño --susurró en mi oído, para al instante lamer mi cuello.

Gemía antes sus caricias, sus toques, su mano llegó a mi miembro erecto nuevamente, y empezó a masturbarme, aún besando y lamiendo mi cuello, mi clavícula. Su otra mano la guió a un pezon y empezó a juguetear con él.

Yo estaba en el mismo cielo del placer. ¿Qué le dio por querer hacerme sentir así? Me estaba masturbando, estimulando mi pezon, pasando su lengua por mi cuerpo, era el maldito cielo.

-- ¿Te gusta? --susurró, para luego lamer mis labios.

-- S-sí... --gemí despacio.

-- No te escuché... --Me hablaba con una voz completamente excitante.

-- Sí me gusta... Quiero más... Dame más...

Saqué la lengua, tratando de alguna manera de echar el calor de mi cuerpo. Pero lo único que conseguí fue que Mirage me besara con brusquedad. Sentía su lengua con la mía, enredandose entre ellas, intercambiando saliva. Al momento de separarnos lo miré con total desesperación, lujuria, excitación.

-- Mirage, me voy a... correr --dije en medio de gemidos.

-- Hazlo, disfruta esto... --Lamió mi cuello.

Aumentó la velocidad de la masturbación. Sentía su mirada atenta en mí.

-- ¡Me corro! ¡Dios! ¡Voy a morir!

Con un gran y exagerado orgasmo, me corrí, expulsando todo mi esperma en la mano de Mirage. Al instante Mirage me besó, cortando el ruidoso gemido que lancé. Cuando se separó, empecé a recuperar la respiración, estaba sonrojado, sudado, exhausto, de todo. Mirage detuvo toda caricia, y me dejó descansar.

-- Hey, ¿tus otros encuentros sexuales te han dicho que tu rostro de orgasmo excita mucho?

-- Eh... ¿no? --respondí, desviando la mirada de sus ojos.

-- Pues déjame ser el primero en decírtelo.

-- Yo pienso que mi cara al correrme da asco, no controlo qué expresión pongo, ¿cómo te puede excitar eso?

-- Ah no sé, supongo que eres excitante por naturaleza. Y si crees que hemos terminado, te equivocas, ¿me dejas seguir haciéndote mío?

-- Oye, te dije que iba a hacerte olvidar el rechazo por esta noche, así que soy todo tuyo, hazme lo que quieras. Excepto estamparme la cara contra el suelo, si no es mucho pedir.

-- En lo único donde te estamparé la cara será en la cama, así que no te preocupes.

Me dio un beso corto, para luego tomarme de la cintura y darme vuelta. Me acomodó en la cama, levantó mis caderas. Rozó su miembro con mi entrada, jugando. Hasta que finalmente lo adentró. Traté de alejar de mis pensamientos el sueño, pero las penetraciones que recibía me hacían ver fragmentos para nada agradables, aún no estaba listo, seguía pensando en ese estúpido sueño.

-- ¡Mirage! ¡Mirage para!

Se detuvo al instante, viendo mi desesperación.

-- ¿Estás bien? --preguntó.

-- Lo siento, pero no puedo, así no... Perdón...

Volteé mi cabeza como pude para mirarlo. Mirage me sonrió amablemente, y se acercó a mi rostro para besarme.

-- No seré así Crypto, no te haré sufrir, sólo quiero que disfrutas lo más que puedas.

-- Lo sé, pero tengo el sueño tan metido en mi mente... Me asusté mucho en ese momento... Me gustaría poder ver tu rostro... hasta que se me pase...

-- Bien, siendo sincero no me molestaría seguir viendo tu cara cuando te corres.

-- Te odio.

Mirage se rió ante mi comentario, me volteó nuevamente, yo quedando de espaldas a la cama y él encima. Nos besamos con lujuria, mientras sentí cómo Mirage abría mis piernas y se acomodaba entre ellas. Separé el beso cuando sentí que metió su miembro de una estocada, lancé un quejido.

-- ¿Te dolió? ¿Fui muy apresurado? --preguntó preocupado.

-- Cállate y empieza a moverte.

Puse mis brazos alrededor de su nuca, para acercarlo a mi rostro y volverlo a besar. Empezó a penetrarme, tratando de encontrar mi punto más sensible. Sus labios los guió a mi cuello, mordiendo y dejando chupones. Tuve que abrazarlo más cuando sentí la excitación fuerte, había llegado a mi punto G. Gemía fuerte en cada estocada, y mantenía apretados los párpados ante la vergüenza de saber que Mirage mantenía su mirada en mi rostro.

¿Por qué me da vergüenza ahora mirarlo mientras tenemos sexo? Antes no era así. Sentí el tacto de su mano con mi cabello, por lo que abrí los ojos algo desesperado, pero me calmó el ver a Mirage sonriéndome como si estuviera viendo a la cosa más hermosa del mundo. Me acarició el cabello un rato, mientras seguía penetrándome. Hasta que me quiso dar más fuerte, por lo que apoyó sus manos a cada lado de mi cabeza y aumentó la agresividad en las estocadas. De repente Mirage acerco su rostro a mi cuello.

-- Gime, gime más para mí, sólo para mí, más fuerte.

En medio de mis gemidos, lancé una pequeña risa.

-- ¿Por... qué tan posesi- ¡ah!

Me tiró del cabello, lamiendo mi cuello, y aumentando la velocidad de sus penetraciones.

-- Gime mi nombre, hazlo.

-- ¡Mirage! ¡Mirage! ¡Me corro! ¡No puedo más! ¡Ah Mirage!

Dios mío, mi estúpida voz la debe escuchar toda la nave.

Me corrí en nuestros pechos, después de unos cuantos segundos, Mirage alcanzó su máxima velocidad, y se corrió en mi interior. Se quedó un rato encima mío, respirando fuerte, tratando de recuperar el aire.

Me miró. Yo toqué su mejilla con mi mano, le acaricié.

-- Mirage... Te... --¡No digas eso, Crypto!-- quiero pedir algo.

Mirage salió de mí, por lo que lancé un pequeño quejido, y se acostó a mi lado.

-- ¿Qué cosa? --preguntó.

Eh... No sé. ¿Qué cosa?

-- Un... ¿beso? --respondí torpemente.

-- ¿Un beso? ¿No te bastó tus tres corridas sin parar y los muchos besos que nos dimos?

-- ¡Eres un idiota!

Me di la vuelta, dándole la espalda, avergonzado. Escuché la risa de Mirage, luego sentí su brazo rodear mi cintura, me abrazó de cucharita.

-- Ya me dio sueño, Cryppy, así que buenas noches.

-- No me digas así.

Intenté dormir, sin embargo como había dormido toda la tarde, no tenía sueño. Pasaron los minutos, sentía la respiración calmada de Mirage en mi espalda, quizá hace cuanto ya se quedó dormido.

Alcancé mi celular del mueble, y empecé a investigar redes sociales, para pasar el tiempo. Vi una publicación curiosa, una chica completamente desconocida para mí, publicó una foto de Mirage, con el encabezado que decía "¿Alguien más está totalmente enamorada de él, o soy sólo yo?" Vi los comentarios, cosas como "Sí, es totalmente hermoso", "Estoy enamorada", "Si tan solo supiera que existimos". Mirage tiene muchas fans, aunque suene estúpido. Vi más comentarios; "¿Tendrá novia?", "Creo que su novia es Wraith", "No, estoy segura que es Loba", "Yo creo que no tiene, debe ser un mujeriego total", "Con lo sexy que es, no me sorprende".

De verdad que tiene hartas fans, quién lo hubiera pensado. Sin embargo al saberlo, ahora me siento molesto.

No, me siento insuficiente, porque nunca seré un blanco para Mirage, nunca seré una mujer de las que le gusta. De hecho es simplemente eso, nunca seré una mujer. Nunca le gustaré más que un juguete sexual. ¿Y de qué me quejo? Yo fui el que aceptó esto.

Pero igual me duele. Duele que él me vea como una cosa usada para su placer mientras yo me enamoro cada vez más de él. ¿Por qué soy tan tonto?

Mirage,
내가 당신과 사랑에 빠졌기 때문에?