Harry

El día de estar con Louis había llegado y yo ya no estaba tan seguro en hacerlo.

Osea sí quería hacerlo, deseaba hacerlo mío y hacerme dueño de su piel pero pensar que le quitaría la virginidad por un capricho me hacía sentir mal.

En fin no voy a pensar en nada de eso porque no me quiero arrepentir.

Preparé mi habitación con velas sábanas nuevas y demasiado pétalos de rosas, que realmente no sabía porque me había esforzado tanto pero aquí estaba preparando todo para que Louis se sintiera bien estando conmigo.

Pensaba primero en su comodidad y placer antes que en mí. Porque eso era lo que quería, que Louis se sintiera bien.

Mis padres estaban fuera de la cuidad junto con mi hermana por lo que no tendríamos interrupciones y Louis pediría permiso para quedarse con Niall así que todo estaría bien.

Cuando el reloj marcó las 6:30 PM Louis llegó a casa con un pequeño bulto donde traía su ropa. Lo recibí con un beso y lo lleve hasta la habitación, cuando él la vio toda arreglada se sorprendió y se sonrió.

-Harry, esta hermoso todo.

-¿Te gusta bebé?

-Sí amor, me encanta.

-Me alegro que te guste porque te mereces esto y mucho más.

Bese su frente y luego de varios minutos solo observandonos coloque mis brazos en sus caderas.

-¿Estás listo?

-Sí.

-Dejate llevar bebé y si algo no te gusta o te sientes incómodo o te duele algo, dímelo y parare enseguida.

-Esta bien, Harry.

Y sin decirle nada más comencé a besarlo y acariciarlo, mis besos no eran para nada desesperados al contrario estaba siendo lo más cariñoso posible.

Él al principio, no estaba respondiendo por los nervios pero luego comenzó a tener confianza y me siguió el beso.

Luego de que ambos ya estuviéramos desnudos lo lleve hasta la cama y lo acosté sobre ella, me quede unos minutos observándolo.

El chico era hermoso, su piel tan fresca tan inocente...yo sería el primero en tocarla...

-Eres hermoso, Louis

-No creo que más que tú

-Confía en que si, jamás había visto a alguien tan hermoso como tu bebé.

-Tus tatuajes...me gustan mucho.

Le sonreí y continue con mis besos y caricias por todas partes de su cuerpo, estaba tan entregado a Louis y a su piel que definitivamente no podía pensar en nada más.

Nunca en la vida me había sentido como me siento con Louis... Nunca me había preocupado tanto por que mi pareja sintiera placer o comodidad. Siempre pensaba en mí. Pero esta vez era diferente...

Cuando llegué a su miembro erecto acerque mis labios y pase mi lengua por todo su tronco, sentí a Louis tensarse y entrelace mis dedos con los de él para calmarlo un poco.

Cuando ya lo sentí más relajado comence a hacerle una mamada, sabía que era la primera vez que hacía esto, así que sabía que pronto terminaría.

Sus gemidos eran casi inaudibles estaba nervioso y algo tímido pero no le dije nada y apresure mi trabajo cuando lo sentí cerca, segundos después se corrió dentro de mi boca y yo lo trague todo.

Cuando lo miró a los ojos lo veo que esta algo sorprendido, así que me acerco y lo beso.

-Harry, yo... jamás me había pasado eso.

-¿Nunca habías tenido un orgasmo?

-No...

-No importa bebé, voy a prepararte ahora. Si te duele algo por favor dímelo.

Él solo asintió, yo lubrique mis dedos y los acerque a su entrada introduciendolos lentamente, Louis hace una mueca pero no veo que se queje así que continuo preparandolo.

Su rostro no era de dolor era de placer lo cual me hizo saber que estaba bien. Cuando vi que ya estaba lo suficientemente listo alineé mi pene en su pequeña entrada.

-¿Estas listo bebé?

-Sí... despacio por favor.

-Tranquilo bebé, te amo.

-Te amo más.

Entre lentamente en él y vi que Louis solto un pequeño gemido de dolor.

-¡Ahh auch Harry, me duele!

-Shh ya pasará bebé, relajate y te dolera menos... ¿Quieres que salga?

-No...ya no me duele tanto.

Yo no me moví y me quede ahí esperando a que el se acostumbrara a mi tamaño. Me entretuve besando sus labios y su cuello en donde deje una pequeña marca.

-¿Me puedo mover? ¿Aún te duele?

-Ya puedes moverte amor.

Y así lo hice empecé a moverme lentamente evitando lastimarlo, era lo último que deseaba, lastimarlo no estaba dentro de mis planes.

Note que Louis se aguantaba sus gemidos por la timidez que tenía.

-Bebé no te calles, quiero escucharte.

Segundos después soltó los nervios y comenzo a gemir. Escucharlo era lo mejor que me podía pasar en la vida, me encantaban sus gemidos y los gestos que hacía, Louis era hermoso, y me lo acababa de confirmar.

Ambos ya estabamos apunto de terminar por lo que apresure mis embestidas y segundos después terminamos casi al mismo tiempo.

Salí con cuidado de Louis y me acosté a su lado atrayendolo a mi cuerpo. Pude notar lo cansado que estaba así que lo acomodé para que se pudiera dormir en mi pecho.

-Harry...

-Shh, descansa bebé.

-Te amo.

-Yo tambien a ti pequeño.

Louis se acurruco más en mi pecho y se quedó dormido.

Tal vez parezca raro o hasta algo que no se pueda creer pero cuando le digo a Louis que lo amo lo digo en serio.

Ya era tarde, por más que trate, por más que luche contra esto, mis sentimientos me habían ganado y no había vuelta atrás.

Estaba enamorado de Louis y lo amaba con locura.