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𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 23

 — La última vez que estuve aquí fue a los diez años—comento mirando aquello frente a nosotros. JungKook me había traído como lo prometió, me había preguntado primero si recordaba o sabía dónde estaba mi madre. Tenía cierta noción de algo y estando aquí frente a la cárcel compruebo que estaba en lo cierto, nosotros estamos dentro del auto, el chófer está adelante esperando alguna orden—Recuerdo que intenté entrar, pero me echaron juzgándome por mi apariencia, además, ese no era lugar para una niña—volteo a verlo.

JungKook asiente mirando aquella estructura, la mañana ese día está nublada.

— No puedes decir que eres su hija.

— ¿Qué?

— Cuando mi madre estuvo en prisión no podíamos decir que éramos sus hijos, nunca confíes en un policía, son fáciles de comprar y no saben cuándo callar—advierte mirándome a los ojos—Diremos que simplemente venimos a verla. ¿De acuerdo?

— ¿Vas a entrar conmigo?

— Claro que sí, créeme, es más peligroso estar rodeado de policías que de ladrones.

Ambos bajamos del auto, caminamos hacia la puerta principal y sólo me dedico a seguirlo. JungKook camina con seguridad fingiendo estar tranquilo, por dentro hay anuncios en las paredes sobre militares o policías del país, en recepción, JungKook nos presenta con nombres falsos, dejo que hable y espero en silencio. Hay muchos policías, tantos que me pone nerviosa, por lo general siempre huía de ellos cuando los veía, cuando acaban de registrarnos me hago una pregunta, tomo del brazo a JungKook caminando a su lado y susurro.

— ¿Alguien podría reconocernos?

— No lo harán, nunca me han atrapado y no saben quién soy realmente—susurra—Por eso traje esto—me muestra con discreción dos carnets de identidades, claramente falsos por supuesto. Nuestros nombres eran otros.

— Venías preparado.

— Siempre hay que estarlo.

Una mujer policía nos deja en una habitación con una mesa y dos sillas en medio. Dice que traerán a mi madre y que nos avisarán cuando los minutos se acaben. Cuando quiero decirle algo a JungKook al estar solos, éste discretamente me hace una señal, hay dos cámaras en esa habitación.

Cuando entramos al lugar nos habían revisado chequeando que no estuviéramos armados, para mi sorpresa, JungKook no había llevado sus armas, aunque tampoco sería tan idiota de hacerlo. Mientras espero tomo asiento en la silla, juego con mis dedos sobre la mesa mientras el pelinegro está de brazos cruzados en una esquina, estamos en total silencio hasta que la mujer policía regresa y esta vez acompañada.

Mi corazón se acelera y a mi mente vienen muchos recuerdos de mí en la calle siendo una niña, mi madre me contaba cuentos, me abrazaba siempre que podía disculpándose por no poder darme una buena vida, pero ella no sabía que con tenerla cerca ya me sentía cómoda. Un último recuerdo llega a mi cabeza, tengo diez años y estoy llorando en un callejón, mi madre es arrestada, me pide que esté tranquila y promete volver pronto.

Volviendo a la actualidad, veo cómo le quitan las esposas, tiene un uniforme color gris con un número en el lado derecho de su pecho, ella no me reconoce porque cuando me vio por última vez era una niña, han pasado once años y mi madre sigue igual.

Su cabello es rubio, tiene ojos un poco verdosos, hay algunas ojeras debajo de éstos, es delgada pero no tanto como antes, es más alta que yo, pero sin sobrepasar a JungKook. La mujer policía advierte estar atenta por cualquier emergencia, la puerta se cierra y ella nos mira sin entender. Hay algunas arrugas en sus ojos, pero nada más, tiene labios no muy delgados pero su nariz es pequeña.

— ¿Quiénes son ustedes?

Mis manos tiemblan, me levanto lentamente y ella me mira. Trago con dificultad sintiendo la emoción invadirme. Once años después finalmente puedo verla.

— ¿No me...reconoces? —mi voz es temblorosa. Me mira de pies a cabeza, inclina su cabeza de lado intentando hacer memoria—Sé que...he cambiado mucho en...once años...

— ¿Grace? —dice mi nombre un poco insegura—Grace—repite acercándose.

— Hola mamá—fuerzo una sonrisa, pero las lágrimas salen en cuanto ella toma mi rostro entre sus manos.

— Oh, por Dios, mírate—sonríe y me abraza fuertemente. La rodeo con mis brazos también sintiendo esa seguridad que hace muchos años dejé de sentir—Mi niña—sonrío en cuanto me aprieta más. Cuando me separa un poco noto que también hay lágrimas en su rostro—Has crecido muchísimo, cielo—sonríe dulcemente—Y sigues siendo igual de hermosa—deposita un beso en mi frente. Ahí se da cuenta del pelinegro que mira la escena con una pequeña sonrisa— ¿Quién es él?

— Es...un chico que me ha ayudado para llegar aquí—digo sin querer darle detalles.

— Es un gusto conocerla—JungKook se muestra educado haciendo una leve inclinación.

— Gracias por traerla—sonríe.

— No hay de qué—me mira—Las dejaré solas, sé que tendrán muchas cosas que comentarse—pero también me recuerda—Esperaré afuera, ¿No te perderás?

— Le preguntaré a algún policía, estaré bien—asiento.

Una vez que JungKook se va, mi madre me mira entrecerrando sus ojos.

— ¿Es tu novio? Es muy guapo.

— Si supieras—tomamos asiento en aquellas sillas. Mi madre toma mis manos sobre la mesa, ella me mira con el mismo cariño y amor de hace once años—Pensé que no te reconocería al verte, pero...sigues siendo mi mamá.

— Y tú sigues siendo mi hija—besa mis manos acariciándolas—Mi hija, pero más grande—sonríe—No tienes que disculparte por no haber venido en este tiempo, la verdad es que me alegra que no lo hayas hecho, Grace.

Miro una de las cámaras detrás de mi madre.

— Estuve...sobreviviendo en las calles mucho tiempo—susurro—He salido adelante por mi cuenta desde que te llevaron.

— Lo siento mucho, mi niña—suspira—Sé que prometí volver pronto, pero la persona que me trajo aquí se encargó de encarcelarme por veinte años.

— ¿Veinte años? —mi asombro es imposible de ocultar. Me inclino hacia adelante hablando muy bajo— ¿Qué fue lo que robaste a esa persona, mamá? —ella baja la mirada— ¿Veinte años por un robo?

— Te veo muy limpia y aseada—vuelve a mirarme—Ese chico tiene ropa muy buena, ¿Sigues en la calle?

— Mamá—sé que ella está cambiando el tema—Ya no soy una niña, quiero ayudarte y necesito que hables conmigo. ¿A quién robaste?

— Siempre me lamenté por no darte una buena vida, por no...llevarte a la escuela y no poder comprarte los juguetes que querías—sus manos siguen tomando las mías—Vi mi oportunidad ese día y la aproveché.

— ¿De qué estás hablando?

— Encontré un bolso en ese callejón, estaba lleno de dinero, fue una mañana cuando un hombre lo dejó allí, era un chico—contó—Me pareció extraño, cuando lo tomé encontré mucho dinero en él, no sé cuánto, pero podíamos vivir bien por meses—me mira.

— ¿Era una trampa?

— No, resulta que el bolso era la recompensa de un negocio sucio—dice—Estuve en el momento equivocado, había guardado ese bolso sin saber que tenía un rastreador—sonríe tristemente—Y aquí estoy, acusada de robo.

— ¿Entregaste el bolso?

— Lo encontraron, por supuesto pero el dinero ya no estaba.

— ¿Qué?

— No sé qué pasó, nunca saqué ese dinero del bolso, no sé dónde está.

Eso explicaba porque la persona se encaprichó tanto con ella hasta darle varios años de prisión. Aunque si lo pienso bien, debía ser alguien con mucho poder para manejar eso.

— Nunca vi ese bolso—susurro intentando hacer memoria.

— Lo mantuve oculto de ti, tu cumpleaños se acercaba y quería ser capaz de darte el mejor regalo de todos.

— Mamá—aprieto sus manos— ¿Sabes el nombre de la persona que te culpó?

— Es una pareja, son la clase de personas que nunca pasaron trabajo—chasqueó la lengua—Me arrepiento cada día de haber tomado ese maldito bolso.

— ¿Quiénes son? ¿Cuáles son sus nombres?

— Kim TaeIm es la mujer refinada y Kim DoJae es el hombre que me culpó por haberle robado.

"Kim"

— ¿Kim? —de repente hago una pequeña conexión—Por casualidad, ellos...

— Su hijo vino a visitarme una vez, ¿Cómo se llamaba? —miró alrededor. Mi respiración se volvió pesada, las palabras de TaeHyung tomaron sentido en un segundo.

— ¿Kim TaeHyung?

— Sí, ese mismo—me mira sorprendida— ¿Cómo lo sabes?

¡No mames! Estoy escribiendo desde la madrugada este capítulo y finalmente me salió como quería -_- Estuve escribiendo escenas sin sentidos pero boom bitch uwu

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