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U n o

Quizás...
Si te hubiese olvidado.








02 de Nov. 2018.





Y por fin, después de un año y medio —o hasta más— EXO volvió a lo grande y de una forma indudable. Estaba feliz, muy feliz y emocionado, pues hace tiempo no practicaba con los chicos estando todos unidos; bueno, ahora solo eramos nueve integrantes y de alguna forma todo esto me dolía, habíamos prometido estar juntos, estar siempre unos con otros apoyándonos y ayudándonos en todo, lo prometimos delante de las EXO-L. Y el no haber protegido bien a Kris, Luhan y Tao me dolía pero debía de aceptarlo, después de todo ellos tenían razón, estar en la SM Entertaiment era un tortura, un infierno en vida.

Yo los entendía por completo, en 2014 estaba a nada de demandar a la compañía y de irme de ahí, desaparecer y por fin vivir pero fueron tres cosas las que me detuvieron, la primera fue en que todo mi trabajo abría ido a la basura y en serio no lo deseaba, este era mi sueño; la segunda razón fue el miedo que sentí al ver como la SM ganó en todas las demandas dándoles un castigo así a aquellos tres ¿cómo se podía ser tan cruel? Pues no lo sabía y no lo quería saber.

Y por último, la tercera razón era por Irene, sí, aquella chica que rompió mi corazón, aquella que me rechazó de la peor manera posible y no solo eso sino que ahora nuestra relación que tanto yo había luchado por ella, todo se fue a la basura en un abrir y cerrar de ojos. Simplemente no lo entendía, solo sabía una cosa y era de que la Irene que había conocido a un año de su debut desapareció justo después de haber sacado su canción Happiness; se volvió cortante, vacía y hablar con ella simplemente era doloroso pero la amaba, la seguía amando como un completo lunático. Me dolía el trato que me daba pero más me dolía el no volverla a ver nunca más, el que desaparezca de mi vista, simplemente me bastaba verla sonreír y ser feliz por los pasillos, eso era suficiente como para darme fuerza durante toda la semana. Ella era mi reina.

—¿En qué tanto piensas, Hyung? ¡Subamos al escenario, ya! —exclamó Baekhyun sacándome de mis nostálgicos pensamientos mientras tomaba mi mano y me jalaba al escenario.

Era hora de brillar, era hora de demostrar nuestra forzosa canción titulada Tempo y era hora de que las EXO-L vieran nuestra otra faceta. Los chicos motociclistas.

Cantamos la canción que recién se acababa de estrenar con fuerza y felicidad sintiendo toda la adrenalina de las fans. Aquel sentimiento me encantaba pues, aunque antes sufrimos tras los bastidores actualmente se volvieron mas blandos con nosotros o bueno eso quería creer, seguíamos teniendo el mismo horario agitado pero por lo menos, en este año y medio sin el debut pudimos respirar el aire fresco y descansar. Si, lo más importante, descansar.

Después de nuestro desempeño artístico nos despedimos de las fans un tanto cansados por el esfuerzo dado pero todavía quedaba trabajo que hacer. Este era nuestro mes de presentaciones.

Salimos del escenario llegando atrás de este con todos los técnicos, estilistas y managers yacentes ahí.

—Lo hicieron bien —nos dijo nuestro manager con el dedo pulgar en alto, al escuchar aquellas palabras sentí una gran satisfacción y pequeña felicidad rondando por mi ser. —Ahora andando al siguiente programa —apresuró a decir con rapidez.

Junto a los chicos empezamos a caminar a los camerinos para cambiarnos, en el transcurso se notó a kai incómodo con su camisa, ya que este parecía un crop top de mujer con franjas (algo roto) que enseñaba su trabajado cuerpo.

—¿Estás bien? —escuche preguntar a Kyunsoo mirándolo con sus grandes ojos espectante.

—No, no es nada —negó con rapidez teniendo un cierto rubor en sus mejillas.

¿De qué estaría avergonzado? ¿De su camisa?

No le di importancia a aquello y solo seguí lo mío.







(...)






Después de todo el día, hicimos alrededor de cuatro presentaciones. Estábamos demasiados cansados y lo único que queríamos llegar a hacer era irnos directamente a la cama.

—Bueno chicos, ya terminó su trabajo —nos aviso nuestro manager dejándonos completamente contentos.

—¡Es hora de ir a casa! ¡Por fin! —se escuchó como Changyeol exclama mientras estiraba sus inmensos brazos al cielo junto a su espalda, soltó un gran y ruidoso bostezo.

—Pero igualmente no podremos descansar lo suficiente —recordó Xiumin cruzado de brazos con algo de decepción rascando su corto cabello pelirrojo.

—¡Ya chicos! ¡Esto no es nada! Hemos pasado peores cosas que esto, solo vamos a dormir y descansar —trató, como típicamente lo hacía, Chen de encontrarle el lado positivo a las cosas.

—¡Él tiene razón! ¡Tenemos que descansar y así poder tener la suficiente fuerza de estar con EXO-L mañana! —exclamó Baekhyun con emoción, aún cuando yo no entendía de dónde sacaba tanta fuerza. Luego de impreciso en nuestra caminata hacia la camioneta este se abalanzó encima de la espalda de Chanyeol en forma de mono abrazándolo por el cuello con fuerza. —¡Vamos gigante! ¡Llévame a la camioneta!

—¡Oye! ¡No soy tu exclavo! —se negó con cansancio Chanyeol mientras se sacudía bruscamente logrando bajar al loquillo castaño.

De pronto mientras tomaba mi termo de agua sentí una mirada penetrante que me hizo dudar, giré a mi alrededor y noté como Baek era el acosador que estaba sintiendo.

—Oye, ¿qué quieres? —le pregunté con el ceño fruncido. Oh no, aquella mirada que expresaba travesura de Baekhyun solo significaba problemas y yo no quería ser parte de ella —No me mires, déjame en paz, búscate a otro.

—¡Oh vamos, Hyung! ¡Tu sabes que eres mi favorito! ¿Si? Yo te quiero, te amo mucho, ¿eso lo sabes, verdad? —empezó a decirme con mucho "amor" acercándose y colgándose en mi hombro tratando de darme cariñitos.

—Mira, Chanyeol, tu novio se fue con otro —bromeo Kai apuntándonos.

—Que se lo lleve —escuché como decía con paz interior aquella pirámide, luego este nos miró con una gran sonrisa —Suho, te lo regalo con moño y todo, llévate a este dolor de cabeza y te estaré agradecido por el resto de mi vida.

—Oye, eso ya es pasarse —aseguró Baekhyun indignado colocando una mano en su pecho. Ya llegó su momento de diva, pensé. —Yo soy el más hermoso y divino, no cualquiera me puede tener.

—Bueno, si tu te lo crees está bien... —se escuchó como Kyunsoo susurraba con broma.

—¡Tú, niño de ojos grandes venido del demonio! —gritó a todo pulmón el castaño ruidoso que no dejaba de armar escándalo en medio de aquel gran, oscuro y vacío estacionamiento. Baekhyun lo apuntó con su dedo y luego se acercó con grandes pisadas tratando se verse "rudo" pero lo único que lograba era hacernos reír.

—Que bueno que no es mi Hyung —susurró Xiumin reprimiendo una risa y alejándose de D.O, quien se había metido en problemas pero en realidad Baekhyun era el que se estaba metiendo en un gran problema. Si no fuera porque Kyunsoo sea tan buen amigo su libro de sacrificios debe de estar mínimo cien veces escrito el nombre del dichoso, aunque ¿quién sabe? Tal vez lo escribió una sola vez por flojera. Osea, Baekhyun era todo un loquillo pero necesitábamos de su vibra.

—Chicos ya, dejen de pelear, todos estamos cansados y me duele mucho la cabeza —dije mientras tocaba mi cabeza con la palma de mi mano masajeandola.

De pronto el dolor apareció y no solo eso, aumentó de una forma voraz consumiendome por completo, dándome dolores en la frente y los ojos, no sabía porqué me estaba poniendo así, pero mientras más escuchaba a mis compañeros hablar más se irritaban mis oídos. Este, mi primer día de presentaciones después de hace más de un año y había empezado con el pie izquierdo ¿Acaso podría soportar lo que pasará dentro de estos meses?

Los chicos se callaron al instante notando que algo andaba mal conmigo, no preguntaron mucho, solo se atinaron a apoyarme en silencio demostrándome que estaban ahí para mi por si sucedía cualquier cosa.

Después de varios minutos de malestar en donde no dejaba de tocar mi oído el chófer paró la camioneta en el estacionamiento de nuestro edificio.

—Ya pueden bajar —inquirió este.

Todos inmediatamente empezamos a recoger nuestros bolsos siendo el primero en bajar Baekhyun, quien abrió la puerta.

—Mañana deben de estar listos a las cinco, más tardar a las cinco y media —apresuró a decir el manager no dejándonos sorprendidos, pues, aquel era un horario normal pero había algo que no entendía ¿por qué decía mañana si ya eran más de las una?

—Ya es mañana —rió Chen con su gran sonrisa. Aún así no podía seguir entendiendo como es que con una situación así de mala este bromeaba, pero si pensaba bien, no me quedaba de otra ¿reír o llorar por tu desgracia? ¿Qué eliges? Preferiría reír pero en realidad soy todo lo contrario, no podía encontrar la broma, por lo menos no con lo que pasó con Irene.

De solo pensar en aquella chica de cabellera oscura me entristecia de una sobremanera, mi ánimo bajaba tanto hasta llegar a un límite que nunca, pero nunca me había dejado la SM y lo peor es que no sabía porqué la seguía amando, me ha tratado como una basura, me a ignorado innumerables veces, insultado e incluso burlado por ella y aún así, despues de cinco años, la he seguido amando como un completo lunático.

Me hubiera encantado olvidarla, deshacerme de ella en mis pensamientos, no verla en mis sueños, simplemente me encantaría y me relajaría mucho no sonreír cada ves que la veo a ella reír, inconscientemente, aún así después de tanto dolor que me ha causado sigo sonriendo como un tonto enamorado cada ves que veo que ella lo hace. Su risa me era contagiosa, sus llantos me eran contagiosos y sus problemas... Siempre me encargaba de ellos a escondidas y aunque ésta no lo acepte, aunque este con otro hombre, en mi mente, en mi corazón siempre será aquella Reina que me arrebato la respiración la primera ves que la vi.

Si esto no era amor, simplemente no sabía lo que era pero ella, seguía tratandome mal, seguía ignorándome y seguía olvidándome mientras yo no lo he podido hacer ni una sola ves ¿cómo se podía ser tan insensible? No lo sabía y como lo he mencionado antes, no lo quería saber.

Me había perdido tanto en mis pensamientos que no me había dado cuenta que ya estábamos enfrente de la puerta de nuestro apartamento, ella siempre causaba este efecto en mí.

Entre junto a Sehun, Chanyeol y Kai al apartamento que se encontraba a oscuras. Prendimos las luces y seguidamente vi como la pirámide se derrumba encima del sofá.

—Definitivamente, estoy muerto —aseguró este mirando el techo con los ojos cerrados.

—¿Cómo no estarlo? —preguntó Sehun con obviedad sentándose en un sofá de al lado de su mayor. Este suspiró y se quitó seguidamente la camisa para tirarla en el piso.

—No, no, no, no —negó repetidas veces Kai acercándose a recoger la camisa del suelo y arrojarla en el rostro del maknae —, yo te conosco, todo empieza por una simple prenda pero después ya toda la casa estará llena de tus asquerosos calzones así que llevátelo, por favor.

Chanyeol y yo tuvimos que reprimir nuestra risa al ver como Sehun fruncía el ceño.

—Ya, Kai tranquilo —trató de relajar Chanyeol con broma —, relájate y piensa en la fan de la última presentación, y no en este tonto que te quiere hacer molestar.

Kai se sonrojó un poco —Oye, déjame ¿si? No es para tanto.

—Si, si, no es para tanto —dijo con sumo sarcasmo Sehun sin el respeto que debería de dar. —Solo acepta que la chica era bonita, lárgate con ella, no tengo problemas con eso.

—O-Oye no...

Bien hecho Sehun, lo pusiste nervioso.

—¡Espera un momento, Sehun! —escandalizó Chanyeol dando un pare de forma graciosa —Recuerda que nuestro querido Nini está loquillo por la chica rubia de Loona.

—¡Oh si! ¿Cómo era que se llamaba la chica de piernas largas? —asintió el maknae mientras se levantaba del sofá tratando de recordar el nombre de la chica.

Si, casi lo había olvidado, Kai estaba embobado por aquella chica de larga cabellera.

—Se llama Kim Lip —interrumpí con una sonrisa de oreja a oreja. Pobre del moreno, lo estaban fastidiando mucho.

—¡O-Oye Sehun, te estás pasando un poco! Respetala por lo menos —indicó este chico mientras todos notabamos como su rostro pasaba a ser uno completamente rojo.

—¡Si! ¡Disculpate con el novio! —le señaló Chanyeol al menor entre risas.

—Oh, lo lamento novio y padre de cinco hijos —se disculpó de forma dramática el pelinegro levantando las manos en forma de rendición.

—¿Cinco hijos? —preguntó Kai realmente sorprendido.

Estos ya deberían dejarlo en paz, el pobre no dejaba aquel color rojo de su rostro, estallará en algún momento. Suspire de pronto recordando como esto yo lo sufría hace unos años, sí, todos sabían de Irene y no es porque se los dije sino porque se dieron cuenta de lo embobado que me ponía al verla pero ahora, después de cinco años, al ser tanto tiempo ellos lo olvidaron y nunca volvieron a mencionarla, pues pensaban que la había olvidado aunque esto no fuese así.

—Recuerden que Kai quiere tener dos hijos —recordé a los chicos que no dejaban de burlarse. Al decir esto me dirigí a la cocina sobando mi frente con dolor, tome una pastilla buscando la relajación mientras escuchaba las risas.

Volví a la sala en dirección al bolso que había dejado a un lado buscando mi teléfono celular, busque en el centro y a los lados pero no conseguía nada.

—Chicos, chicos —los interrumpí con preocupación. —No encuentro mi teléfono celular.

—¿Qué? ¿Te lo habrá robado una sasaeng? —preguntó Chanyeol con risa sin darle la verdadera importancia a la situación.

—No, estoy hablando en serio Chanyeol, no encuentro mi telefono —respondí de mala gana sintiendo como cada ves más mi cabeza me dolía. Cerré los ojos con fuerza sintiendo un leve mareo que no me dejaba ponerme de pie bien.

—¿Qué sucede? —escuché como dijo aquellas palabras Kai con preocupación acercándose a mi tomándome de los hombros.

—Solo me duele un poco la cabeza —me zafé de su agarre.

—Bueno en la mañana me acuerdo que en la sala de práctica dijiste que ibas a buscar agua y fuiste con el teléfono, pero no se si volviste con el —aseguró Sehun pareciendo recordar.


«¡Oh no! ¡Lo dejé en los pasillos de la SM!»


Con rapidez me dirigí a mi habitación y tome las llaves del auto, cuando volví a la sala noté como todos me miraban con incógnita.

—Ya vuelvo, iré por mi teléfono rápido —explique con brevedad y salí del apartamento sin darles a los chicos tiempo de darme alguna respuesta.

Baje por el ascensor con rapidez y me monte en mi auto aparcado a un lado entre tantos.

Empecé a conducir con algo de rapidez por la desolada y oscura calle de Seúl, era muy tarde por lo que casi nadie se encontraba vagando a estas horas. Algo que era un punto a mi favor, pues no tardaría mucho en llegar a la compañía.

Después de varios minutos llegué y me estacione enfrente del edificio bajando con suma rapidez. Pasé por recepción y entré al ascensor, necesito ir al cuarto piso, ahí debía de estar mi celular, bueno, si es que todavía nadie lo haya tomado.

Cuando llegue al piso destinado empecé a caminar por los pasillos mientras inconscientemente mis ojos se iban cerrado. Tenía sueño, mucho sueño pero no podía permitirme desmayarme aquí, armaría un gran escándalo por lo que me regañarían.

Cuando iba a girar para otro pasillo veo a lo lejos a Irene, me detuve en seco y me escondí al instante, no supe porqué pero reaccioné de esa manera temiendo que me viera. Mi corazón dio un vuelco y mis brazos empezaron a sudar, me asome un poco y la vi, sí, la vi a ella cerca de mi celular.

Irene estaba enfrente de la máquina expendedora metiendo una moneda adentro, parecía querer agua pero nada salía, ella dio leves golpes pero esta máquina no pareció querer funcionar. Ésta algo molesta dejó aquello y se fue caminando en otra dirección.

Salí de mi escondite y con silencio corrí hacia la máquina tomando mi celular arriba de esta. Sí, todo el tiempo estuvo encima de ahí y nadie lo había visto por suerte.

Luego mirando la espalda lejana de Irene sonreí un poco con algo de tristeza y metí una moneda a la máquina comprando aquella botella de agua, tuve que dar unos golpes hasta que porfin funcionó y cayó. Con rapidez lo tomé y corrí hacia Irene.

—¡Irene! —la llamé de imprevisto haciendo que mi voz sonara en los ecos del pasillo pero ella no se detuvo, siguió de largo ignorando mi presencia.

Siempre lo hacía, siempre me ignoraba.

Sin darme por vencido corrí más rápido y la tome del brazo girándola bruscamente hacía mi para que me mirara.

—¿Qué quieres? —me preguntó cortante haciendo que la soltará sin mirarme a los ojos.

—Toma —solté con un poco de temblor extendiendo el contenido en mis manos. —Lo busque para ti.

—No lo quiero —se negó y trato de irse pero nuevamente la tome del brazo e hice que tomará la botella entre sus manos.

—Solo tómalo, ¿si? Debes de estar cansada —asumí con una voz neutra, no sabía si estar feliz por tenerla enfrente mío hablando, después de un año o estar triste por aquella manera cortante en la que me trataba.

—Gracias, ahora puedes irte —se despidió sin más y se giró para largarse con rapidez.

¿Por qué me seguía tratando así? ¿Por qué no me dejaba hablarle? ¿Por qué parecía que me odiara?

—Irene, por favor —me negue a dejarla ir otra ves y la tome nuevamtente. —Dime ¿qué es lo que hice mal? ¿Hay algo que no te guste de mi? Si quieres puedo cambiarlo, puedo cambiar todo lo que no te guste.

—Sueltame, Suho —me dijo ella con una voz temblorosa como si de un momento a otro toda su rudeza y seriedad haya desparacerido dejando a una Irene totalmente mal. Ella sonó como si me tuviera miedo, ella me tiene miedo.

De pronto ante su súplica noté su mirada pidiéndome o más bien pareciendo rogarme, y así la solté sin más no queriendo lastimarla, no queriendo aquella reacción de su parte.

Mi Reina se fue, se fue nuevamente dándome la espalda no siendo la primera ves que lo hacía, dejándome totalmente dolido con un dolor de cabeza que cada ves se hacía insoportable.

Caí de rodillas sintiendo un inmenso mareo y como cada vez mis oídos se irritaban a tan punto de convertirse doloroso.

Me duele, me dolía todo pero más el hecho de no haberla olvidado. Quizás... Si la hubiese olvidado no estaría sufriendo, no estaría aquí como un idiota y no sería más un tonto.








••••••




Diccionario:

*Hyung: Significa hermano mayor, cuando hay confianza los menores le tienen que llamar así a los mayores, no importa si son hermanos, primos o amigos (solo entre hombres).

*Maknae: Así es nombrado el menor de cada grupo de Kpop. En EXO, el Maknae es Sehun.

*Sasaeng: Son fanáticas del kpop obsesivas a tal punto de ser psicópatas.






Espero que les haya gustado este primer capítulo❤️



















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