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S i e t e

Quizás...
Era hora de cambiar.









POV’ Irene.




—Él parecía no saber nada.

—¿En serio le vas a creer? —preguntó Leeteuk confundido con algo de ironía apretando el volante. Nos encontrábamos estacionados en una esquina en aquella noche de año nuevo; me sentía confundida y un tanto bloqueada, simplemente no me entendía yo misma.

Acabábamos de llevar a Suho a su casa pero para nuestra mala suerte nos encontramos con los de EXO, quienes no parecían ni poder ponerse de pie sin caerse, estaban muy ebrios menos Minseok, o como la mayoría lo conocía Xiumin. Él era ciertamente agradable y una muy buena persona, y aunque no he llegado a interactuar mucho con él es de los pocos que no logran auyentarme a la primera mirada.

—No lo sé... —asumo confundida mirando hacia la nada mientras rascaba mi nuca. No se como es que me había atrevido a pedirle aquel número. Me siento tan apenada y la duda se extendía por todo mi ser, no se si llamarle o no, me gustaría alguna explicación pero ¿qué explicación? Ya lo sé todo y él debería de saberlo, no por nada me había alejado.

El silencio volvió a gobernar en aquel pequeño espacio cerrado, no sabía el porqué mi acompañante permanecía mudo pero por mi parte estaba tan sumida en mis pensamientos, perdida y realmente angustiada.




«Estúpida, Irene ¿cómo puedes ser tan ingenua con la gente?»


¿Acaso no he sido muy dura con el?
¿No le bastó todos mis insultos para que se aleje?
¿Debí de haber sido más cortante?

Simplemente no sabía que hacer y ahora, en este preciso instante, estaba entre dos caminos decidiendo lo mejor para mí.

—Tú... te sigue gustando Suho, ¿no? —de pronto me pregunto, su voz un tanto obvia irradiando pizca de pena. Aquello me dejo por unos segundos perdida haciéndome la misma pregunta una y otra vez, en realidad sería un monstruo si dijera que no me gusta pero, el daño que me ha hecho y el conocer su desastroza naturaleza es lo único que necesito para saber que tengo que dejarlo, por mi bien y mi felicidad.

Suho no es lo que aparentaba y me molestaba seguir viendo como levantaba la frente sin vergüenza alguna pero lo que más odiaba era el hecho de que después de todo finga no saber nada ¿Acaso se le olvidó lo que pasó? ¿o no sabe lo qué pasó?

Igualmente todo paso confuso en aquel día, no tenía tiempo y el miedo me gobernó, el miedo que me dio verlo a él y escucharlo decir aquellas palabras que hasta ahora las seguía repitiendo en mi mente tratando de olvidarlas. En serio quería olvidarlo y seguir adelante pero no llegan a pasar ni cinco minutos y ya lo veo pisándome los talones.

—¿Quieres que hable con él? —preguntó Leeteuk después de soltar un sonoro suspiro. Por un momento quise llorar con él, desahogarme como tanto había hecho en el pasado pero me contuve, hace más de tres años deje de llorar por aquella estupidez y decidí que nunca más lo volvería a hacer. Creo... que era hora de que no escapara y de una vez encararlo todo.

—No, lo haré yo... —susurré mientras apretaba mis manos una con la otra encima de mi regazo. Tenía que ser fuerte, Irene era fuerte.

—¿En serio podrás? Si quieres puedo ir yo y...

—No, ya me has ayudado lo suficiente, tal vez y deba de hablar con Suho pero no para insultarlo, debería de hablarle del pasado y lograr que por fin me deje en paz —explique un poco afligida logrando conseguir el coraje que no poseía.

Leeteuk no le convenció mucho mi respuesta pero solo te atinó a asentir para luego llevarme a la casa junto a mis chicas, nos despedimos y así es como había pasado mi noche de Año Nuevo. Después de pequeños brindis y risas con mis compañeras nos fuimos a la cama, para mi desgracia no podía conciliar mucho el sueño, no dejaba de pensar en Suho, una y otra vez en cómo le llamaría, qué le diría, cómo podría yo encararlo y de tantos vaivénes ligado de angustia con imprevisto termino imaginando su simple rostro, aquella piel suave y brillante, esa mirada tan calida y dulce junto a su sedoso cabello castaño hacia atrás, de alguna forma se veía tan lindo y sin darme cuenta suelto una pequeña sonrisa sintiendo un extraño revoloteo en mi estómago.

¡No!

Me negué repentinamente dándome cuenta de aquellos pensamientos.

«No caigas, no debes de caer en su juego. Es una trampa mortal que te arruinara»




(...)






—Lo llamo, no lo llamo, lo llamo, no lo llamo... —seguía contando mientras en mis dedos había una hoja de un cuaderno siendo arrancada y cada vez más le sacaba un pequeño pedazo tirándolo a un lado.

—¡Irene! —escuche como exclamaron a mis espaldas no sin antes haber sonado un portazo de la puerta.

Gire de forma sorpresiva encontrándome con Joy, quien miraba el suelo y a los alrededores con duda a lo que yo le seguí con la mirada frunciendo el ceño. El suelo del cuarto estaba lleno de papeles los cuales yo había arrancado. Sí, llevaba más de dos horas y he gastado más de tres cuadernos, creo... Lo bueno es que por suerte eran inservibles y no me importaba tanto el hecho de haberlos despedazados.

—Solo estoy estresada —contesté mientras me sobaba la frente.

—¿Qué? ¿también te pego la Depresión de Líder? —rió un poco mientras hacia paso y se sentaba en mi cama.

—¿Alguien más la tiene? —solté con un puchero para luego suspirar con cansancio.

—Claro, Suho —recalcó obvia a lo que yo temblé —Pobre lo que tiene que vivir el pobre chico, aunque creo que Taeyeong, el de NCT debe de estar peor, ser un líder en un grupo de más de veinte miembros creo que es demasiado.

«Suho...»

Ya es más de medio día, tal vez... ¿y si lo intento? ¿y si de verdad debería de volver a creerle? ¿en serio estará diciendo la verdad?

—Hey, tierra llamando a Irene —chasqueo los dedos delante de mis ojos haciéndome reaccionar —¿Qué sucede?

—Nada, voy al baño —y sin más la dejé con la palabra en la boca tomando mi teléfono celular entrando así al sanitario de mi habitación encerrándome.

Si, tú puedes.

Y sin pensarlo mucho lo llamé.

—¿Hola?

Su voz, sí, era su voz. Con solo escucharla sentía algo extraño electrizante pasar por todo mi cuerpo, me entró un extraño escalofrío y mis piernas temblaron haciendo que no pudiera permanecer de pie por lo que me senté en el suelo arrastrándome contra la pálida pared. Inhale y exhale, empezaba a descontrolarme otra vez, las lágrimas amenazaban con salir y el temor empeoró.

—¿Suho? —fue lo único que logré decir en un pequeño hilo de voz.


Tengo que ser fuerte, Irene no tenía miedo.












POV’ Suho.






—Irene... —susurré con temblor estando en línea con ella.

—Creo que tenemos que hablar —escuché como soltó con una voz demasiado seca y cortante para mi gusto, algo que hizo que mi corazón doliera. No debo de ilusionarme, tal vez solo me este llamando para pedirme algo. No vuelvas a ilusionarte Suho, no lo vuelvas a hacer nunca más.

—Yo... ¿de qué quieres hablar? —pregunte con inseguridad. A mi lado se encontraba Xiumin mirando mis reacciones con el ceño fruncido con los brazos cruzados. "Sal, Sal de aquí " le susurraba entre dientes haciéndole señas ya que no quería que viera lo lamentable que podría llegar a convertirme o peor aún, que descubriera que sigo enamorado de ella.

Él solo asintió y se fue con la duda, creo que después me preguntaría.

—Sobre nosotros —me contestó dejándome helado ¿nosotros? ¿en serio existía un "nosotros" después de todo o sólo yo lo estaba malinterpretando? Esa simple palabra podria verse de múltiples maneras pero, sin evitarlo fantaseo un poco. —Quiero que me digas exactamente qué paso ese día.

—¿Hablas de ayer? En realidad estaba muy borracho, no me acuerdo mucho... —carrapeo con nervios junto a todo mi cuerpo temblando, me siento en la orilla de la cama mirando hacia el gran ventanal del cuarto admirando aquel cielo azul. Tan colorido y vivaz, como el Suho que existió alguna vez hace cuatro años.

—No, hablo de hace cuatro años, c-cuando nos separamos —su voz por un momento parecía romperse y la rudeza con la que me hablaba iba desapareciendo de a poco demostrando un pequeño lado sensible algo que compartíamos. El problema principal es que yo no sabía lo que hice mal.

—Realmente no se que pasó en ese día —un nudo apareció en mi garganta y mis ojos se cristalizaron, este tema realmente me dolía tratarlo pero debía, yo tenía que ser fuerte.

—Me hiciste daño, Suho ¿cómo es que no te vas a acordar de algo así? —su voz, sonaba con algo de rencor, algo que parecía llevar durante estos cuatro años.



¿Qué hice mal?
¿Por qué no lo puedo recordar?



—¿En serio te hice daño? ¿Tal vez me malinterpretaste en algo? Yo... Nunca sería capaz de lastimarte así —silenciosas lágrimas pasaban por mis mejillas llegando a mi cuello.

—T-Tú... —parecía que diría algo pero paró, eternos segundos pasaban y la ansiedad me empezaba a carcomer —, tu estabas c-con ellos en ese día...

—¿Quienes?

—Cuando discutimos.

¿Nosotros discutimos? Wow, ¿en serio? ¿cuándo? ¿cómo? ¿por qué? Por más que quisiera dar con ello no podía recordar con exactitud, pasó hace años y mi memoria no nunca fue tan buena que digamos, todos sabían que suelo olvidar las cosas a menudo debido al estrés.

—¿Y por qué discutimos? —quise preguntar, necesitaba hallar respuestas para mi alocada cabeza. Sentía que algo no cuadraba ¿discutir? Nunca en mi vida sería capaz de siquiera contradecirla a ella así este bien o mal lo que dijera y lo peor, es que habían terceros ¿quienes estaban en ese día? ¿por qué de pronto todo parecía tan confuso?

Y por más que quisiese indagar de mi difunto pasado Irene no respondía, aún estábamos en línea pero ella no hablaba hasta que por fin colgó, Irene me cortó la llamada.

—¿Por qué... ? —susurre angustiado.

Maldita sea ¿discutí con ella si o no? Sí tan solo lo recordará tal vez no me sería tan difícil.

Los minutos pasaban pero mi mente no parecía dar a más hasta que recordé una agenda, era un pequeño librito en el que había anotado algunos días especiales que tenía con Irene en aquel tiempo, hacía más de tres años que no lo abría por el dolor que me causaba leerlo así que lo terminé guardando.

Con rapidez me acerqué al armario empezando a rebuscar cosa que no servía, termine desordenando todo y el maldito libro no aparecía a lo que con enojo pateo algunas cosas.




«¿Cómo hago ahora? Tengo que buscarlo»




En este momento maldecía el hecho de que mi memoria resultase ser tan vaga. Hace un año y medio nos mudamos entonces tal vez podría estar...

Abrí los ojos dándome cuenta de la situación, ¿Lo habré dejado en el antiguo apartamento?

Justo para interrumpir mis pensamienros escucho como desde la cocina llamaban por mi nombre, ya era hora de comer. Con angustia salí de la habitación arrastrando los pies hasta sentarme en el comedor junto a los demás.

—¿Y esa cara larga? —me preguntó Chanyeol con humor.

—No llevamos ni un día en el dos mil diecinueve y ya Suho empezó con el pie izquierdo —bromeo Chen. —Relajate un poco más, chico.

—Ay, no lo sé —suspire exhaustivamente empezando a comer absorto en mi mundo pensando en dónde podría estar el cuaderno y sí enserio lo deje en el otro apartamento debía de darlo por perdido, probablemente y fue botado por la basura por los nuevos dueños.

Los minutos pasaban y casi había terminado mi plato escuchando aquellas charlas vacías de mis compañeros hasta que uno de estos termino interrumpiéndome.

—Creo que hablando en literal, empezaste el año mal, ¿no? —me preguntó Xiumin a mi costado, parecía preocupado por mí —¿Qué pasó con Irene?

—¿¡Irene!? —exclamo Chen sorprendido.

—¿Hablan de Noona? —esta vez fue Sehun.

—Nada, solo me pidió un favor  —negue apresuradamente.

—¿No es raro que tu ex de hace cuatro años  te pida favores? —pregunto con risa Chanyeol —Oh... No me digas que lo volverán a intentar o algo así.

De pronto Según empezó a toser, tanto así que termino preocupándonos y su cara  volviendose  roja —¿Sehun? ¿éstas bien? —pregunté.

—Oye, tranquilo con la comida —trato de tranquilizar el mismo orejón pasándole una servilleta.

—Si, no queremos que te atragantes con algo —esta vez hablo Baekhyun dándole palmadas a aquella gran y estrecha espalda.

—Esto bien, en serio así que tranquilos —se relajo para luego mirarme pero por alguna razón cargaba un extraño brillo en sus ojos, algo que no me convencía y me hacía dudar pero no sabía específicamente de qué —Prosigue.

—Ah, sí, contestáme que no lo has hecho —recalco la pirámide.

—¿El qué? —frunci el ceño.

—Que si vas a volver con Noona Irene  —esta vez Chen formuló la pregunta obvio quitándole a Chanyeol la palabra en la boca —seré honesto, hasta el día de hoy los shippeo, creo que no hacen una mala pareja y los medios también dicen lo mismo.

—No es eso, es otra cosa... —balbuceo un poco, tal vez si les cuento algo pero con pequeñas remodelaciones de la verdad podrían ayudarme con el pequeño cuaderno —ella en realidad —todos de pronto voltearon a girarse hacía mí dejándome un tanto incómodo —en nuestros tiempos de pareja saben que ella venía a menudo a la casa, ¿no? —todos asintieron —bueno, me llamo porque me dijo que antes se le había quedado un pequeño cuaderno y no quiso venir a buscarlo pero ahora lo necesita para algo importante.

—¿Un cuaderno? —susurro Baek mirando hacia la nada pensativo.

—Sí, es pequeño y de color rojo completo, es viejo. No se si se acordarán pero siempre estaba en la repisa de mi antiguo cuarto que compartía con Sehun —explique un poco queriendo hacerlos recordar ya que hacía tiempo ellos vieron el libro varias veces pero nunca le prestaron atención, creo.

—¡Ah, sí! —el Maknae exclamo pareciendo acordarse —pero ¿eso no se botó o algo? Creo que sí, hace como un año o dos cuando nos mudamos.

—En la habitación vacía de Lay hay varias cosas viejas, la mayoría son cosas de nuestra antigua casa, revisa ahí —me recomendó Xiumin no haciéndome perder todas las pocas esperanzas que me quedaban.

Y sin espera corrí hacia aquella habitación, esperando y ansiando que este ahí. Cuando llegue abrí la puerta de un portazo empezando a buscar entre aquel desorden rezando a los cielos poder encontrarlo ya que en serio lo necesitaba.

Entre mi búsqueda llegó Minseok mirándome con una ceja alzada y algo de humor. —Veo que aunque los años hayan pasado sigues siendo el mismo.

—¿El mismo de qué?

—El mismo títere de Irene, nunca le negabas nada y hacías todo lo que te decía, y ahora aunque los años hayan pasado pareces igual.

—Claro que no, estas siendo exagerado —no entendía porqué seguían diciéndome de cosas, yo no era ningún títere y tampoco un tonto, un poco ingenuo tal vez sí pero hasta ahí, llegaba a tener mis límites.

—Claro que sí, no estoy siendo exagerado.

No le hice más caso y seguí con lo mío, no me pondría a discutir por aquella estupidez, yo sabía como era y nadie más me conocía como me conocía a mí mismo. El tiempo pasaba y Xiumin se animó a ayudarme buscando entre tantas bolsas.

Y cuando fui abriendo una caja vi de primer lugar aquel cuaderno rojo, lleno de polvo y algo desgastado. Los años le habían pasado demostrando lo viejo que resultaba ser mi amor.

—¡Lo encontré! —exclamé levantándolo entre mis manos con emoción a lo que mi compañero asintió con una sonrisa satisfecha.

Veo como aquel empieza a ordenar pero yo no lo haría ahora, primero leería lo que contenía el cuaderno. Lo abrí apresurado empezando a leerlo todo, pasaba las páginas, una por una con rapidez y angustia. Las hojas se iban acabando y nada de una discusión, solo eran citas, regalos y cualquier cosa compartida con Irene. Ya las hojas parecían gastarse hasta que me topé con la penúltima —sí, había llenado un cuaderno entero aunque de por sí era pequeño—.

En la penúltima hoja se veía escrito algo peculiar que llamo mi atención:



Fecha: 24 de Abril del 2014.

Creo que dije palabras que no debí de haber dicho, Irene se molesto mucho conmigo. Estoy triste.”



Entonces, ¿en serio discutí con ella? Wow, no me acordaba de aquella fecha. No tenía ni idea de eso pero ahora que sabía que lo que decía ella era cierto debía de descubrir sobre qué discutimos. Con confusión pasé a la última página ansiando que todas mis repuestas se encontrarán ahí.




Fecha: 2 de Mayo del 2014.

Recuerdo que Irene me llamó para que la fuera a buscar en el Bar de Seungri pero no recuerdo nada.
Parece no quererme volverme a hablar nunca más.
Me siento fatal.”




¿Qué no recuerdo?
¿En el Bar de Seungri?



¿Qué habrá pasado en aquellos dos días? ¿y por qué se veían tan lejanos? Algo raro pasó, algo que no concordaba pero que necesitaba respuestas u opiniones así sean mínimas por lo que decidí llamar a mi acompañante.

—Xiumin...

—¿Sí?

—¿Te acuerdas de lo que pasó el dos de mayo del dos mil catorce? El día en que fui a buscar a Irene en el Bar de Seungri —pregunté curioso con una voz un poco apagada.

—Ay, ni me lo recuerdes —dijo con escalofríos —, creo que no deberías de andas vagando mucho en aquel pasado, Suho, te puede hacer mal.

—¿Si te digo que no lo recuerdo? —dije obvio dejándolo un tanto confundido. —Solo dime lo que sabes.

—Tu deberías de saberlo, estuviste ahí —fruncio el ceño haciendo que yo lo mire extrañado —Se supone que ahí fue cuando ustedes terminaron, ¿no?

—¿Qué? —ahora el perplejo era yo. Nunca recuerdo haber hecho algo así, lo único que se es que unos días después de que Irene debutará yo me declaré y ella, bueno, me dijo cosas muy feas pero más nada ¿Qué estupideces decía Xiumin?

—Suho, recuérdalo. En ese día estabamos en la fiesta de no me acuerdo quien pero se que después dijiste "Irene esta en problemas" o algo así y te fuiste pero estabas muy ebrio, eran más de las una de la mañana; se que después llegaste al lugar y sí, era uno de los bares de Seungri pero después volviste solo y dijiste cosas raras, creo que discutieron y de ahí, que yo sepa, no son nada —explicó algo que me dejo realmente confundido y boquiabierto.

—Entonces...  ¿discutí con ella?

—Sí ¿no te acuerdas? muchas personas se involucraron por ahí y lo raro es que la SM nunca los regaño a ustedes, pensé que lo haría aunque si no mal recuerdo después de que llegaras a la casa insultabas y le hechabas la culpa a alguien, no se a quien —volvió a decirme, terminando de narrarme aquella tan corta e insatisfactoria historia que me dejaba de cabeza. Simplemente no la entendía ¿Tantos años viviendo con ellos en la misma casa y aun así cada uno tenía un lado diferente de la historia?

Y ¿Por qué me sentía tan lejano a aquella verdad? ¿en serio eso había sucedido o había algo más por ahí que yo e Irene no estábamos al tanto? Se que no puedo andar creando teorías conspirativas a lo loco y no evitaba el pensamiento de un pequeño lado de mi mente que me decía que estaba exagerando la situación.

—¿A quién insulté?

—No lo sé...

Resolpé indignado estando molesto conmigo mismo, esta información tan escasa no me ayudaba casi nada, solo tenía dos fechas y ahora debía de buscar la manera de saber qué exactamente hice en aquel tiempo. Vaya que sería difícil encontrar mi agenda del 2014 pero no imposible.

—Creo... —la voz de Xiumin volvió a retumbar mis oídos sorprendiéndome un poco pensando que no volvería a abrir la boca, lo miré confundido notando algo raro en el —, no estoy seguro y no te lo tomes tan a pecho pero estabas insultando a la empresa y a unos CEO's en específico.

Y ahí mi mente hizo un "click" dejándome aturdido.

—¿Cómo así?

—Les hechabas la culpa de algo y lloraste mucho, nunca quise decirte ese hecho pero fue la primera vez que vi que llorarás tanto y me dolió mucho —me dijo con cierta tristeza. Xiumin por durante cuatro años me estuvo ocultando algo importante, algo que realmente pudo haberme ayudado en aquellos viejos tiempo pero no podía culparlo ya que ciertamente lo entendía, yo era un depresivo total y él al saber que había olvidado algo malo debió de haberlo aliviado, sufrí mucho en esa época pero ¿quién dijo que mi estado llego a cambiar? Todo era una vil mentira creada por mi corazón, guardando todos mis sentimientos, enterrándolos en lo más oscuro de mi interior, en un lugar oculto e inavitable plasmado en un mundo sin color.

Simplemente, yo era un maldito cobarde con antifaz, ocultando tantas palabras, guardando tanto en mi corazón dejando las palabras muertas desaparecer en mi gargante, no era capaz y nunca llegaré a ser capaz de enfrentarme a mi destino, realmente estaba apegado a esa idea haciéndome valer lo mismo que un cerdo, un inútil que se dejaba comer por la boca de otros ¿en serio quería seguir siendo así?

Quizás... Era hora de cambiar, era hora de que Suho se volviera alguien fuerte. Era hora de que actuar y por ello, a partir de este mismo instante y en este preciso momento juré que aunque no logré tener a Irene de vuelta descubriré qué pasó en aquel día y quienes estaban involucrados porque, a pesar del inmenso amor que le poseo, la verdad iba por delante. Tal vez no la conseguiría de vuelta pero encontrar el porqué se volvería mi principal prioridad ya que la duda me carcomía inevitablemente y sabía que, suene duro o no, en este problema habían terceros involucrados.






«¿Quienes serán?»










••••••



Diccionario.

*Noona: Significa hermana mayor, solo se lo dicen los chicos menores hacia las chicas que son mayores que ellos o a su hermana.






¿Quienes serán "esos" involucrados?
¿Qué andan conjurando ustedes?
¡Vuelen teorías!
(☞゚∀゚)☞
Y Suho ¿Les parecen estúpido?
Tal vez un poco si, pero así es la historia y no se puede cambiar 😝



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Admiren a esta obra de arte, la verdad prolongue más a Xiumin de lo que debía, me encariñe tanto con él pero en algún momento le tenemos que decir adiós a esta joyita. ¿Quién lo extraña?  😢

Obvio, si metía al bollito tenía que también aparecer D.O  ❤❤































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