C u a t r o
Quizás...
Si no fuera más un tonto.
POVʼ Kai.
27 de Dic. 2018
Hoy, otra noche desvelada escuchando música a todo volumen, viendo como todos y cada uno de los grupos se montaba en el escenario y recibía los premios gustosos de que se lo llevarían a sus casas. No era mentira para nadie que las listas eran lideradas por BTS, ellos, el grupo más famoso y nosotros veníamos por atrás.
No malentiendan, en realidad no me importaba ser el primero o el segundo, después de todo estar aquí recibiendo distintos premios, presentándome enfrente de todas aquellas personas y el hecho de ser llamados los principales rivales a BTS era suficiente ¿lo bueno? Es que nosotros no teníamos rivalidad, ni nos odiamos como lo pinta el fandom a veces, solo éramos amigos.
Trabajo es trabajo y se separa de la amistad.
Me era emocionante ver como todos parecían contentos al recibir sus premios y para qué mentir, yo también lo estaba pero no del todo porque sabía lo que se avecinaba. Los horas estaban contadas, faltaban cinco días, cinco miserables días en donde una bomba caerá. Me sentía infeliz, muy infeliz ya que realmente amaba a Kim Lip, hablaba todos los días con ella y hacía mis días más felices, más coloridos...
Ella, la primera ves que me enamoraba locamente de una chica y ahora, cuando sabía que mis sentimientos eran correspondidos no podía hacer nada. No saben lo mucho que me duele el corazón saber el hecho de poder besarla, de tener la oportunidad de tocarla, sentirla en mí pero, las cosas nunca salen como uno espera y la SM Entertaiment me lo había hecho saber desde el primer momento en que entré por la puerta hace más de diez años.
Ellos, tenían otros planes para mí y por segunda ves tenía que callar acatando aquellas órdenes de mis superiores. Sí, estaba molesto, muy molesto pero ellos me hicieron lo que soy ahora, soy Kai de EXO, los príncipes, los hombres lobos, los chicos de súper poderes. Hasta incluso fuí nombrado «El primer amor de Asia» ¿qué más podía pedir? Sentía la necesidad de devolverles el favor.
Espero y esto no me cueste el amor de Kim Lip. Por favor, perdóname y entiéndeme...
—Tierra llamando a Jongin, tierra llamando a Jongin —escucho como Sungwoon, de Wanna One, estaba llamándome agitando su mano enfrente de mis ojos con algo de humor.
—Deja eso —inquiero un poco fastidiado quitando su mano.
Jongin es mi verdadero nombre. Lo rectifico por si acaso.
—¿Te sucede algo? —preguntó Taemin, de Shinee, pareciendo muy preocupado.
—No, no es nada solo... —todo, me sucedía de todo pero simplemente no quería hablar, o más bien no podía hacerlo. —Tranquilos, solo estoy cansado.
—Como todos... —asintió Sungwoon.
—Pero hay que tener la vista en alto, Hyung —sonrió Jimin, de BTS, hablándome con su tierna sonrisa.
Si, estos tres eran mis mejores amigos fuera del grupo. Cada uno tenía su grupito y este era el mío. Nosotros cuatro, "Los amigos Parka", aunque sigo sin saber el porqué de aquel nombre.
De pronto veo como llegan caminando en el mismo pasillo BlackPink, mi cuerpo se heló por completo viéndolas, especialmente a una integrante, inmediatamente y sin espera baje la vista sin querer hacer aquel contacto visual. Creo que estaba bien, por lo menos ella hacía lo mismo que yo, no mirarnos ni tratarnos.
—¿Qué sucede? —me dió un codazo Jimin preguntándome, levanté un poco la vista y noté como ya las negro rosa estaban fuera de nuestro campo de visión.
Suspiré aliviado. —Nada.
Se que mi repuesta no ayudó en nada y que ellos seguían creyendo que algo me sucedía, ¿la verdad? Sí, se las pensaba en contar junto a mis amigos de EXO pero pronto, cuando se de lo que se vaya a dar.
Saqué mi celular y empecé a navegar un poco en Instagram sentado en la sala de espera junto con aquellos tres, hablábamos de cualquier cosa sin importancia, solo contando cuántos niveles habíamos subido en los video juegos o los trucos de cartas aprendidos. Era divertido.
Deslizaba con mi dedo la pantalla del teléfono viendo aquellas fotos subidas por mis amigos y les daba corazón hasta que veo la cuenta @loonatheworld y ahí aparecía un boomerang de Kim Lip. Tan hermosa y linda, tan inalcanzable y única, tan lejos pero cerca. De pronto sentí una picazón en los ojos, la necesitaba tanto, tenía tantas ganas de decirle que todo fue mentira, que en verdad la amaba como ella a mi pero no debía, mordí fuertemente mi lengua tragando las palabras hasta el punto de sentir un sabor metálico en mi boca pero no me importó.
Tomé una captura de pantalla y fui a KakaoTalk para enviarle la foto y escribirle:
Kim Lip ❤️
Te ves muy linda en
la foto 😘
1:40 am
Gracias
1:45 am.
¿Qué haces despierta
a esta hora?
1:45 am.
Viendo los premios
1:48 am
Les deseo mucha suerte.
1:49 am.
Nos irá bien, te lo aseguro.
1:49 am
Cuando se termine ve a dormir,
no te trasnoches más
1:49 am.
Y come mejor, te ves más
delgada, me preocupa tu peso
1:50 am.
No te preocupes tanto,
Solo ve y disfruta de tu noche
1:57 am.
Lo siento...
2:00 am.
Visto✔️✔️
Fin del chat.
Nosotros, se podría decir que somos amigos pero ya nada era lo mismo, se sentía incómodo. Pues, ella se me declaró y por más que me dolió la rechacé, se molestó conmigo por las veces que coqueteamos y la invité a salir, era obvio, yo era obvio. Me veía tan tontamente enamorado, tan iluso e imbecil y sabía que pronto, en cinco días ya ella no me volvería a escribir.
Quizás... Si no fuera más un tonto y pudiera haberme negado, la cosa hubiera cambiado y yo, hubiera estado disfrutando este momento.
POVʼ Suho.
31 de Dic. 2018.
Muchas personas en este momento deben de estar disfrutando con sus parejas, familias o amigos este momento, esta noche pero nosotros no podíamos darnos aquel lujo. De cierta forma si estábamos disfrutando ya que estábamos en otra noche de premios y la celebración, los gritos, los fans, todo era suficiente para así pasar nuestras últimas horas del 2018.
2019, cinco años e Irene seguía sin hacerme caso.
—Ash... ¡Por fin la ola de premios ha acabado! —exclamó Xiumin estirando sus brazos somnoliento.
—Chicos, chicos —llamó Kai acercándose a nosotros con rapidez cargando su teléfono en mano. —Heechul nos ha invitado a pasar el año nuevo en su casa —explicó.
—¿¡Qué!? —el grito voraz de Baekhyun nos sorprendió logrando todas nuestras miradas de incógnita. —¿¡Cómo es que te escribió a ti y no a mi? Ya verá, ya verá... —susurraba lo último de forma malévola, al parecer si estaba dolido y loco.
—Vamos pues. Quiero ver como se jalan las extensiones —bromeó Chanyeol con risa estando ansioso.
—Y yo quiero ver como sobrevives cuando te tire por la ventana del quinto piso —dijo con cara de pocos amigos Baek un poco indignado por lo anterior escuchado.
—¡Oh, oh y yo quiero ver otras ves como D.O usa sus artefactos diabólicos para invocar al diablo! —exclamó cual niño chiquito Chen levantado la mano.
—Chen, ese era yo —soltó entredientes la gran diva con una mirada asesina. —Y créeme, si sigues así me convertiré en un verdadero diablo.
—No se si debería de sentirme dolido... —se lo pensó Kyunsoo a lo que yo reí.
—Ay chicos, solo vayamos a la casa de Heechul y disfrutemos de nuestro últimos minutos que por cierto no quedan muchos —dije interrumpiendo la charla. —Así que vamos, vamos, vamos.
Nos apresuramos a salir de aquel gran estadio tomando todas nuestras cosas del camerino y así montarnos en el auto. Creo que sería divertido de cierta forma. Le pedimos al conductor que conduciera rápido ya que en menos de diez minutos sería año nuevo, veía a través de la ventana la oscura calle soltando leves bostezos, vaya que moría del sueño y cansancio pero pronto todo este exclavisante trabajo terminaría, unos días más, solo unos pocos.
Siendo honesto hace tiempo que no iba a la casa de Heechul, casí un año, hasta he oído que se mudó de apartamento pero nunca supe más, no eramos tan cercanos entre nosotros, yo era más cercano a Leeteuk y Siwon, se podría decir que al ser tranquilo no me junto con personas tan explosivas como Baekhyun, el sí sabía dar ese buen ambiente e integraba a todo aquel que se sintiera incómodo. Él era un buen chico.
En unos minutos ya el auto se había estacionado y todos salimos un tanto despeinados con un cansancio extremo. Fuimos directo al elevador dejando que Baekhyun liderará la caminata, apostaría a mi vida que el conocía cada pasillo de este gran edificio, se la pasaba viniendo a la casa de Heechul, tanto así como si fuera la suya.
Cuando el ascensor abrió sus puertas todos salimos y escuchamos muchas voces conjuntas por lo que todos pensamos lo mismo, Heechul no estaba solo.
Me acerqué y toqué el timbre a la espera, unos segundos después escucho un gran "¡Voy!" que resonó entre diversas voces. Al parecer hay más de cien personas en su casa ¿qué tanto invita este?
La puerta de pronto es abierta y se ve un Heechul todo despeinado con una bebida en mano agitado.
—¡Chicos! ¡que bueno que vinieron! —exclamó con emoción.
—Gracias por invitarnos, en realidad no teníamos nada que hacer —respondí sonriendo sin mostrar los dientes.
—¡Pasen, Pasen! —abrió más la puerta y se posicionó a un lado dejándonos entrar.
Vaya que si había muchas personas, era una fiesta con bebidas y todo, pero sin tantas personas. Vi a todos los de Súper Junior, estaba TVXQ, SNSD, F(x), Shinee y otros actores y modelos de la SM, técnicamente una fiesta de todos los Idols de la empresa. Y eso solo significa una cosa... ¡Red Velvet! Ellas deben de estar en algún lado.
Me emocioné cual niño con un juguete nuevo. Sin evitar una gran sonrisa adorno mi rostro, si, lo se. Soy un tonto que se ilusionaba con cualquier cosa pero no me importaba sólo quería ver a Irene así sea de lejos.
—¡Son las once y cincuenta y nueve! —gritó eufóricamente Shindong.
—¡Vamos, la cuenta regresiva! —exclamó Heechul para luego montarse encima de la mesa a la vista de todos con su bebida en alto.
—¡Cinco! —gritaron. Yo seguía buscando. —¡Cuatro! —No la encontraba ni a ella ni a su grupo. —¡Tres! —sonó una notificación en mi celular sorprendiéndome por el rugido que dió en el bolsillo del pantalón —¡Dos! —tomé el celular desbloqueandolo. Era una foto nueva que publicaron ellas, abrí al instante y me di cuenta de algo. Irene, ella no estaba en la fiesta. —¡Uno!
Las lágrimas adornaron mi rostro, ¿por qué llegaba a ilusionarme tanto para luego caer duramente contra el frío suelo? No era justo, yo mismo me hacía sufrir, yo mismo me busqué todo esto. Un leve sollozo salió sin evitarlo mientras veía borrosamente como todos gritaban de felicidad, abrazándose unos con otros repartiendo bendiciones. Se veían tan felices y yo tan lejano, absorto en mi mundo.
Estaba parado como estúpido viéndolos sonreír con una alegría que tanto envidiaba.
—¡Feliz año nuevo, Hyung! —escuché a mi lado como exclamaban con emoción, algo que se apagó al instante. —¿Qué sucede? ¿por qué lloras? —El rostro de Chanyeol se volvió confuso, temeroso y realmente preocupado mientras me tomaba del hombro.
—Nada, feliz año también —dije fingiendo una sonrisa secando las lágrimas que no dejaban de cesar —Ya vuelvo, voy al baño —y así sin más lo dejé con la palabra en la boca. Me dolía tanto preocupar a mis amigos, yo era el líder, tenía que atender sus proecupaciones y miedos, no ellos a mí.
Me lavé el rostro mirando al espejo lo demacrado que estaba. Ya veo porque él se preocupó, ¡sí parecía un zombie!.
—Tengo que sonreír —susurré para mi mismo empezando a estirar mis labios una y otra ves no logrando la expresión perfecta. —Vamos, Suho. Tu sabes sonreír, sólo por esta ves... —supliqué para sonreír nuevamente. Bien, no se veía tan mal.
Salí del baño notando como la felicidad aún seguía en pie y yo, un extraño total adentrándome a ese mundo aunque me sintiera falso.
—¡Feliz año nuevo! —es lo único que se escuchaba de mi boca junto a una gran sonrisa y abrazos cálidos.
La noche iba pasando y todos bebían mientras bailaban alegremente. No me quedo de otra que hacer lo mismo, bebía de todo y a cada rato un vaso diferente se encontraba en mi mano. De alguna forma quería calmar este vacío, todos estaban felices ¿por qué no podía ser lo yo? ¿qué es lo que me impedía?
—¡Wow! ¿qué sucede contigo? —de pronto alguien exclamó junto a mi y me encuentro a Minho de Shinee, bromista como siempre pero un tanto preocupado.
—Nada, solo cosas mías —contesté sin tanto ánimo. Tomé otra botella de Vodka y la serví en el vaso para llevarlo a mi boca, cuando estuve a punto de tomarlo mi compañero me interrumpe quitándome el vaso. —¿Qué haces? Dámelo —me quejé de mala manera queriendo quitárselo pero él solo lo alejaba.
—¿Por qué pareces tan mal? ¿por qué tus "Feliz año nuevo" suenan tan deprimente? —preguntaba pareciendo enojado pero más que eso alarmado.
—No estoy de humor —susurré y nuevamente le traté de quitar el vaso pero él solo lo alejo, otra vez.
—Yo bebo, lo hago porque estoy feliz, para disfrutar al máximo esta noche cuidando aún así la cantidad pero tú, no bailas, no hablas, no interactúas nada, solo estás aferrado a estas botellas como si tu novia te hubiera terminado —explicaba sonando obvio, queriendo hacerme entrar en razón.
Yo sabía que estaba mal, que esto que estoy haciendo no está bien pero, no podía soportarlo ¿el acaso sabe cómo me siento? ¿qué es lo que estoy sufriendo? No sabe nada y aún así se toma aquel descaro. ¡Minho, tú no sabes nada! Tenía tantas ganas de gritar aquellas palabras pero no pude, nuevamente callé mirando hacía abajo.
—Apuesto a que en este momento estás pensando que no se nada y me estoy interponiendo estúpidamente, ¿no? —lo miré asombrado. ¿Cómo él...? —Suho, estás siendo egoísta pensando que eres el único que sufre, pareces odiar las sonrisas de las personas y eso esta mal pero más que todo, estas siendo egoísta contigo mismo, ¿por qué te estas obligando a esto? ¿qué te esta pasando? Llevo tiempo notándolo, no sonríes como antes y Kai hace rato me contó que no dejabas de tomar pastillas, esta muy preocupado por ti. Tus amigos lo están, ellos, todos se han dado cuenta de tu cambio.
No podía creerlo, no sabía que decir o que pensar ¿qué debía de hacer? ¿En serio yo era un tonto? ¿tan depresivo he estado? Me siento de alguna forma avergonzado siendo regañado por mi Sunbae.
—No te estoy sermoneando, solo estoy preocupado como un amigo a otro amigo —me explicó de forma cálida llegando a mi corazón. —No quiero que algo malo te suceda a ti también...
De pronto me empecé a sentir asfixiado, como si el aire se fuera a desaparecer. Todo esto, las personas, Minho hablándome me hacía mal, me sentía mal.
—L-Lo se... Soy un tonto, un m-maldito egoísta —susurré rompiendo en llanto a lo que el se alarmó.
—¿Qué? Suho tu...—No lo dejé terminar y solo me zafé de su agarre para salir corriendo con la botella de Vodka en mi mano.
Escapé.
Me fuí de la fiesta, me alejé de mis amigos, salí de aquella casa quedando en la nada, en aquellas oscuras calles solitarias de Corea. Escuchaba como en cada hogar había una fiesta y mucha música, todos estaban disfrutando y yo sólo era un estorbo, irrumpía su felicidad con mis problemas.
Caminaba lentamente balanceándome de un lado a otro sintiéndome asqueroso de mi mismo, me daba asco ser quien soy, todo yo es una basura humana que simplemente no valía la pena.
«Si tan solo...»
—Jonghyun... ¿¡D-Dónde estas!? —grité furiosamente hacía los cielos sollozando sonoramente mientras bebía a la par. —¿¡P-Por qué te fuiste!? ¿¡E-En serio estar allá arriba es mejor!? —gritaba con desdén pareciendo un lunático. Ya nada me importaba, no se si era por el efecto del alcohol pero el hecho de ser atrapado por los paparazzi no me daba ni una pizca de preocupación.
Seguía caminando tumbándome varias veces al suelo pero aún así levantandome caminando en aquella mugrosa calle.
No sabía cuanto tiempo había pasado, solo se que se que se sentía estar como en el propio infierno. De tanto caminar llegué a un parque vacío y totalmente oscuro, se veía tan lindo en el día cuando el sol aun alumbraba pues, los niños adornaba esto todo con su presencia y grandes sonrisas pero ahora, estaba vacío, como yo, como este mundo...
Seguí caminando hasta quedar frente a una gran y bonita fuente de agua. Que lindo... Tan lindo y familiar. Fruncí el ceño mirando todo los alrededores, sin duda yo he estado aquí antes. No tardé mucho en reconocerlo.
Mis pies me llevaron al lugar en donde me declaré a Irene hace cuatro años y yo, no pude soportarlo.
—T-Te odio S-Suho, o-odio todo de ti... —solté de pronto desplomandome de rodillas contra la cerámica y mis lágrimas cayendo sin fin, mis sollozos aún más fuertes y mis plegarías pérdidas en el aire.
«Te odio, Suho. Odio todo de ti»
Eso fue lo que ella me dijo cuando solo le había sonreído y dicho un gran «Te amo» que tenía acumulado desde hace tiempo.
Solo rompí a llorar por esos dolorosos recuerdos que me hacían daño, que me destruían por completo de cuerpo y alma. Sollozando sin que nadie me escuchará, nadie vendría a salvarme, nadie lo hará porque no pueden. ¿Dolido? Eso era muy poco. Yo, Suho, estaba muerto.
Los minutos pasaban y ya la botella de Vodka se había vaciado por completo, espere colocándola boca abajo a que saliera por lo menos una gota más pero nada salió.
—M-Maldita... —susurré tirándola hacia un costado rompiéndola por completo. Pero saben ¿qué? Gracias a mi suerte de mierda y mi cerebro caducado rompí la botella junto a mi costado y con mi mano pegando a aquellos vidrios.
Sorpresivamente sentí algo en la palma de mi mano, alzándola pude notar como a grandes cantidades se llenaba de aquel liquido carmesí que solo me causo más dolor.
No grité, no lloré, no pedí ayuda innecesaria. Estaba solo y por más que quisiera, nadie vendría a buscarme. Lo mejor era quedarme aquí, desangrándome toda la noche y por fin, obtener mi aclamada muerte.
—I-Iré c-contigo, J-Jonghuyn... —solté a lo bajo derramando una última lágrima a la espera de mi muerte. Por lo menos moriría siendo conocido como el líder del gran y aclamado grupo EXO, sin duda alguna, me recordarán por años.
—¿S-Suho?
Creo que estaba en el cielo, había escuchando la gran y melodiosa voz de mi Reina. Solté una pequeña sonrisa aún con los ojos cerrados. Me alegraba tanto escucharla, se sentía tan real, tanto así que hasta podría jurar que escuche sus pisadas a mi costado izquierdo, esos tacones resonar por el contacto del suelo.
—¿¡Pero qué te ha pasado!? —abrí los ojos de golpe encontrándome con Irene. La ví, sí, la volví a ver. Estaba en frente mío con una bolsa en sus manos, sus ojos hinchados y una gran mirada realmente alarmante.
—Irene... —susurré estupefacto.
Sin duda alguna me lo creí. Creí que nadie vendría a buscarme, que nadie me salvaría. Pensé simplemente en desaparecer y dejar de ser un estorbo para el mundo y la humanidad pero siempre, quieran o no, tarde o temprano, llegará la única persona que podrá sacarte de aquel infierno. Tú ángel vendrá y será el salvador que tanto estabas ansiando.
En mi caso: Irene, mi Reina.
••••••
*Sunbae: Persona superior o mayor que tiene mas experiencia en dicho trabajo.
*CEO: Directores, ejecutivo, gerente y presidente de dicha empresa.
*Jonghyun: Ex integrante de Shinee, quien falleció en 2017. Murió suicidándose puesto a que sufría depresión por ello, Minho se preocupo por Suho, ya que había pasado por esto y también por esto mismo los pensamientos de nuestro protagonista hacia él.
Jonghyun, aún no supero todo lo que le sucedió 😭😭
Espero que les haya gustado este capítulo.
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