Tre
Genial, hoy tropecé y tenías que ser tú quién me sujetara. Por suerte Trevor llegó y me hizo desaparecer de aquel incómodo momento.
¿Me lo he imaginado o te he visto quedarte mirándome?
La última vez que hablamos fue cuando terminamos y te deje en claro que no quería volverte a ver, que no quería que me tocaras ni mucho menos hablar contigo, mentí aquel día; tus ojos son una jodida perdición, mi perdición.
—A
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