𝟐𝟎 | 𝐄𝐩𝐢𝐥𝐨𝐠𝐮𝐞: 𝐊𝐚𝐭𝐢𝐞 & 𝐓𝐡𝐞𝐨
~ Clasificación M, ¡lee a tu propia discreción!
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-Hola amor, voy a salir temprano.-Katie asomó la cabeza hacia la oficina de Hermione.
-¡Oooh! ¿Cita caliente?-preguntó Hermione al notar el conjunto de Katie, llevaba un vestido negro ceñido al cuerpo que le llegaba hasta la mitad de los muslos con un provocativo escote en V.
-¿Demasiado?-preguntó, pasando sus manos por su frente.
-No, te ves perfecta.-sonrió Hermione, el vestido era una mezcla perfecta de elegante y con clase, pero sensual. Apostaría a que se dirigía a una primera cita.
Era la primera vez desde toda la debacle de Greyback que Katie se sentía cómoda saliendo sola. Le tomó un tiempo volver a su estado normal después de todo; se había sentido como la joven bruja asustada de la guerra cuando Greyback los perseguía.
Antes de que Katie pudiera darse la vuelta para irse, otra cabeza asomó en la habitación.
-Hola amor.-dijo alguien tímidamente.
-Draco.-saludó Hermione sorprendida.-¿Qué pasó? ¿Pensé que te encontraría en casa? ¿No se suponía que estarías en una misión?
-Lo estaba.-dijo Draco cuidadosamente.-Oh, Bell.-se interrumpió, al darse cuenta de que la otra bruja estaba en el despacho de Hermione.
-Draco.-ella asintió divertida, parecía un cachorro que había roto algo, y ella casi quería quedarse para ver qué pasaba.
-Debería salir.-suspiró Katie, sabiendo que no debía ser entrometida.
-No, espera.-dijo Draco de repente, mirando su atuendo con ojos de desaprobación.-¿No vas a trabajar esta noche?
-Me voy temprano.-dijo Katie con cuidado, entrecerrando los ojos con sospecha.
-En realidad...-se cubrió de una manera inusualmente nervioso.
-Suéltalo Malfoy.-Katie puso los ojos en blanco.
-Theo se golpeó un poco con nuestra misión, esperaba que pudieras ocuparte de él.-hizo una mueca.
-¿Qué?-Katie palideció.
Antes de que pudiera responder, ella ya estaba fuera de la habitación, corriendo por los pasillos hacia la sala de traumatología. Habían pasado meses desde que Greyback fue llevado a prisión, y en ese tiempo solo había visto a Theo de pasada cuando Draco venía por Hermione. Cada interacción había sido momentos breves pero provocados que finalmente no llegaron a nada. Hermione le lanzó a Draco una mirada irónica pero preocupada mientras ella también seguía a Katie.
Cuando llegaron a la sala, había toda una escuela de enfermeras y aprendices abarrotando con preocupación al rompedor de maldiciones herido.
-¡Theo!-Katie lloró cuando lo vio.
Todavía estaba consciente, no tan mal como Draco cuando lo trajeron después de su ataque de hombre lobo. Pero todavía parecía como si lo hubieran sacado de un escurridor; acunó su brazo cerca de su cuerpo, el apéndice torcido en un ángulo antinatural y la carne rallada como queso, el mero hecho de que todavía estuviera de pie era una bendición.
Los demás se apartaron de inmediato mientras Katie y Hermione se acercaban, aliviadas de tener a sus curanderos superiores en el lugar.
-¿Qué pasó?
-Oh, Katie.-Theo hizo una mueca.-No es gran cosa, solo un pequeño percance con una mantícora.
-¿Qué?
Finalmente llegó a él, tirando de su cabeza con un dedo debajo de la barbilla para poder ver claramente sus pupilas. Theo finalmente miró a Katie, congelándose mientras la observaba. Su mirada se deslizó sobre su pequeño vestido negro y sus zapatos de tacón de aguja, sus ojos se cerraron ante la vista. Sin embargo, ella ya estaba en modo Sanador. La dilatación de sus pupilas no la tranquilizó ni un poco. Ella tomó su mano libre, usando la suya propia para sostener la suya destrozada.
-Aprieta mi mano tan fuerte como puedas.-instruyó, recibió un agarre firme de él, pero sabía que él era capaz de ejercer mucha más fuerza, era probable que el veneno de la mantícora ya estuviera desgarrando su sistema.
-Oh, Merlín.-exclamó Hermione cuando llegó a ellos.
-Ha sido apuñalado por las púas de la mantícora.-le dijo Katie a Hermione preocupada.
-Te espera una larga noche, Theo...-Hermione se encogió.
-Preparen una habitación privada y que alguien llame a un especialista en antídotos.-dijo Katie a los internos con autoridad.
-Katie, esto llevará horas.-dijo Hermione en voz baja.-No me importaria tomar esto para que puedas salir.
Katie se detuvo ante la oferta de su amiga, sintió que las manos de Theo apretaban las suyas de repente, atrayendo su mirada hacia él. Ella vislumbró el disgusto en sus ojos antes de que él se obligara a aflojar su agarre, listo para retirarse para que ella pudiera continuar con su noche, pero mientras estaba allí, con las manos ya cubiertas con la sangre de Theo, no pensó que podría decidirse a irse.
-Está bien.-Katie negó con la cabeza.-Los ataques de Manticora son complicados, preferiría que ambas trabajáramos juntos en él.
Hermione asintió, ambos arrastraron a Theo a una habitación con Draco detrás de ellos.
-Estaré bien.-insistió Theo con cansancio.Soy más duro de lo que parezco.-golpeado por una repentina ola de mareo, se tambaleó inestable antes de que Katie apenas lograra atraparlo.
-Mierda.-murmuró contra su cabello.-Lo siento.
-No te preocupes por eso.-le aseguró.-Hermione, necesitamos antiveneno ahora.
-Bien, iré a buscarlo yo misma.-se apresuró.
Katie acompañó a Theo hasta la cama y lo empujó suavemente para que se sentara en ella, sacudió la cabeza tratando de aclarar su visión y volvió a mirar a Katie con tristeza.
-Oh, Katie.-la miró con aire de culpabilidad.-Lo siento mucho.
Se miró a sí misma. Su vestido ahora estaba manchado con su sangre, una de las huellas rojas de su mano le rodeaba el brazo.
-Está bien.-insistió ella, guiándolo para que se acostara.-El veneno se está extendiendo demasiado rápido si ya estás mareado, voy a ponerte un hechizo de estasis débil para frenarlo.
-Te ves tan hermosa.-murmuró delirante.-No me importaría ir a esto.
En los rincones remotos de su mente, estaba sorprendida de que Theo fuera tan sincero, siempre fue tan suave, verlo ser tan directo era una rareza.
-No te estás muriendo.-dijo con firmeza.-Hoy no, pero realmente... ¿un ataque de mantícora? ¿Qué diablos estabas haciendo?
-Sí, Theo.-llamó Draco secamente desde su rincón de la habitación.-Es curioso cómo nunca te lesionaste en tus misiones hasta que conociste a Katie.
-Oye, intenta tu derribar las protecciones de un maníaco mientras una mantícora te ataca.-se quejó.
Katie ignoró cuidadosamente el comentario de Malfoy, sin querer pensar en el agujero de serpiente que podría abrirse.
Hermione regresó pronto, y ambas curanderas trabajaron diligentemente para tratar a Theo, Hermione se ocupó de las dosis de antídoto mientras Katie trabajaba en la curación de su brazo destrozado. Trabajaron durante aproximadamente una hora antes de haber hecho todo lo que podían hacer.
-Puedes irte a casa.-le dijo Hermione a Draco.-Tendremos que mantenerlo durante la noche para que pueda obtener más dosis del antídoto, duerme un poco, regresa en la mañana.
-¿No te importa?-le preguntó gentilmente, atrayéndola a sus brazos, el realmente parecía exhausto.
-Es mi trabajo, Draco.-sonrió.-Tú has hecho el tuyo, ahora déjame hacer el mío.
Una vez que Draco se fue, Katie se quedó en la habitación, Theo estaba inconsciente por las pociones, y era poco probable que se despertara durante horas.
-Tú también deberías descansar un poco.-le dijo Hermione a Katie.-Es tu noche libre.
Katie miró su reloj, se había perdido su cita.
-Honestamente, podría haberme encargado de esto para que pudieras haber ido a tu cita.-dijo Hermione en voz baja, mirando a Katie.-
Lo sé.-dijo en voz baja, mirando de nuevo a la forma inmóvil de Theo.-Simplemente... no se sentía bien irse.
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-- 2 MESES DESPUES
... LA BODA DE DRACO & HERMIONE
Katie ya había tomado asiento en la íntima ceremonia de boda mientras algunos de los invitados aún se estaban sentando, George había sido una buena compañía para ella desde que eran amigos en Hogwarts, pero incluso con la feliz ocasión, las manos de Katie se retorcieron ansiosamente en su regazo, el asiento a su lado permaneció vacío, y al ver a todos los demás que ya estaban aquí, tuvo una buena suposición de quién estaba destinado a estar allí.
No había visto a Theodore Nott desde la noche en que fue atacado por una mantícora, había regresado temprano a la mañana siguiente, con la esperanza de hablar con él, pero él ya se había ido hacía mucho tiempo, Hermione había dicho que él insistía en terminar sus dosis de antídoto en casa. Y ella no lo había visto desde entonces, o cuando Draco pasaba por el hospital, no en las cenas con Draco y Hermione, no había podido asistir a su fiesta de compromiso ya que tuvo que cubrir un turno de emergencia de última hora, pero al ritmo que iban, sospechaba que si ella hubiera estado allí, él no habría estado por alguna razón u otra.
Katie salió de sus pensamientos cuando todos tomaron asiento, sintió más que vio a alguien precipitarse en el asiento junto a ella, respirando rápidamente, su aroma la golpeó antes que cualquier otra cosa: una profunda colonia de palo de rosa y ámbar, ella miró a un lado, se quedó sin aliento al ver el cuello desabrochado, las mangas con puños y el cabello ligeramente desordenado.
-¿Tienes prisa?-ella dijo a la ligera.
-Quizás.-Katie podía escuchar la sonrisa en su voz.
Draco y Hermione los pasaron mientras se dirigían a Kingsley, quien había accedido a supervisar sus votos.
-¿Estas aquí sola?-Theo le preguntó con curiosidad.
-Solo para la ceremonia.-asintió Katie.-¿Tú?
-Sí.-dijo después de una pequeña pausa.
-No te he visto desde el ataque de la mantícora.-dijo sin rodeos, sorprendiéndose incluso a sí misma.
-No pensé que querrías verme.-dijo Theo simplemente con un tono de incertidumbre.
Ella se giró para mirarlo, una pregunta en sus ojos, y él le devolvió mil de los suyos.
-Nos reunimos hoy para la boda y unión de la señorita Hermione Jean Granger y el señor Draco Lucius Malfoy...
Los ojos de Katie volvieron al frente. ¿Estaban haciendo votos vinculantes? La mera idea le dio escalofríos de anticipación y ansiedad, si bien poder presenciar tal vínculo fue un honor dado lo raros que eran en estos días, la idea de estar tan completamente unido a otra persona era aterrador.
Ella, junto con todas las demás personas en la habitación, observaron en un silencio asombrado mientras recitaban sus votos personales entre ellos, todo lo cual se convertía en los antiguos votos, en el momento en que sellaron sus destinos, una poderosa ola de magia recorrió toda la habitación como una brisa literal pasando a su lado, Katie se estremeció abruptamente cuando sintió que la magia la inundaba, cerrando los ojos ante el amor puro y la intensidad de la misma, Theo, que se había reclinado casualmente en su silla, se puso rígido cuando sintió que la ola lo golpeaba, estrellándose contra él con más fuerza que un estupor, la magia envió su sangre corriendo directamente a su cabeza, el sonido latía en sus oídos.
Toda la sala contuvo la respiración por unos momentos junto a la pareja de recién casados, tratando de adaptarse a la magia, la feliz pareja se había besado apasionadamente, pero Theo llamó la atención de Katie, ambos mirándose con incertidumbre.
Pero antes de que ninguno de los dos pudiera decir nada, la ceremonia terminó y la gente se puso de pie para felicitar a la pareja.
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Katie había perdido el rastro de Theo desde la ceremonia. Una vez más.
Tal vez simplemente no estaba destinado a ser, Merlín sabía que ya tenían una historia bastante complicada.
-¿Puedo ofrecerte una bebida?-preguntó su cita a su lado.
Ella lo miró, saliendo de sus pensamientos.-Eso estaría genial, gracias.
Antonio Goldstein. Habían tenido algunas citas en el último mes, lo conocía de Hogwarts y hasta ahora había sido un caballero, parecía interesado en llegar a conocerla en lugar de saltar directamente a la cama, no estaba demasiado sorprendida, él era un Ravenclaw, después de todo. Pero eso lo convirtió en la persona perfecta para invitar a la recepción como su cita, conocía a otras personas además de ella, lo que lo convertía en una de las opciones con menos probabilidades de sentirse incómodo.
Sintió un aroma familiar de palisandro y ámbar inundarla cuando una figura alta se acercó a ella.
-¿Me concedes éste baile?-Theo murmuró suavemente, su mano extendida como el perfecto caballero.
Ella lo miró a los ojos, una chispa de emoción la atravesó ante la picardía en sus ojos esmeralda, cuando ella colocó su mano en la de él, él se inclinó sobre ella, rozando sus labios sobre sus nudillos con una suave sonrisa.
La condujo a la pista de baile, atrayéndola suavemente hacia sí mientras la orquesta comenzaba el siguiente vals.
-Te ves exquisita.-dijo, su boca rozando su oreja.
Katie se estremeció levemente cuando su mano se hundió en la parte baja de su espalda, sus dedos se extendieron por la extensión de su espalda desnuda, el vestido de satén que llevaba era de un verde bosque profundo, casi negro, que abrazaba su corpiño como una segunda piel, los finos tirantes se entrecruzaban por toda su espalda, dejando su piel bronceada al descubierto y a la vista. Mientras bailaban, la extensión de su pierna derecha se asomaba por la atrevida abertura a un lado de la falda ondeante.
-Tú también te limpias muy bien.-observó su ahora impecable atuendo, se había puesto un clásico traje negro sobre su camisa de vestir, la prenda perfectamente adaptada a su figura, su cabello estaba recogido en un estilo limpio que no parecía gelificado.
-No hemos bailado así desde el Baile del Recuerdo.-recordó mientras la acercaba, apenas dos pulgadas entre ellos ahora, sus piernas entrelazadas mientras la conducía a través de la pista de baile.
-Recuerdo que Cormac necesitaba venir a salvarme ese día.-dijo con una risa ligera.
-Lo sé.-sus ojos se oscurecieron con falsa molestia.-No nos dejó terminar nuestro baile.
Antes de que pudiera responder, él la hundió, poniendo su mundo patas arriba, su mano se deslizó suavemente por su pierna revelada mientras la sostenía con seguridad. Apenas vislumbró a Hermione y Draco mirándolos con sonrisas de suficiencia antes de que él la levantara, atrapándola contra su pecho, su respiración se convirtió en suaves jadeos contra sus labios mientras lo miraba con anticipación.
-Estás aquí con alguien más.-simplemente dijo, continuando suavemente su vals sin perder el ritmo.
-Anthony Goldstein.-asintió aturdida.
-Él no puede hacerte feliz.-dijo con absoluta certeza.
Aunque tenía la sensación de que él tenía razón, no pudo evitar sentirse molesta, ¿Quién era él para hacer esa suposición?¡Él no había estado en su vida en meses, y años antes de eso! sólo había sido un rayo de fuego en la aburrida y típica línea de citas y novios, de corta duración, pero absolutamente brillante.
-¿Cómo sabrías quién puede hacerme feliz?-ella apartó la mirada de él, la molestia se filtraba en su tono.
Su agarre sobre ella se hizo más fuerte, y ella miró hacia atrás para ver la culpa inundando su rostro.
-Supongo que sería la última persona que merecería esa oportunidad tuya.-él asintió con decisión.
-¿Por qué nunca me visitaste? ¿O escribiste?-ella preguntó sin rodeos.-No después de Greyback, ni siquiera después de la mantícora.
-No pensé que querrías que lo hiciera.-admitió en voz baja, mirándola con recelo.-Con razón; sé que debo recordarte algunos recuerdos terribles.
-Te perdoné por eso.-señaló.
-Lo sé.-murmuró agradecido.-Pero eso no significa que me quieras cerca de ti todos los días, no parecías feliz con nuestro arreglo en la mansión.
Katie puso los ojos en blanco.-No estaba feliz con eso porque no me gustaba esconderme de un asesino trastornado, no porque no quisiera estar cerca de ti. ¿Sabías que Draco vio cómo torturaban a Hermione en la Mansión Malfoy? Ellos encontraron la manera de superarlo.
-¿Tú?-él la observó cuidadosamente, sus ojos parpadeando de sus ojos a sus labios.-¿Me quieres?-aclaró, su voz quebrándose en eso último.
-Lo hice, sí.-dmitió honestamente.
-¿Sabes quién podría mantenerte feliz?-preguntó de repente, sus ojos arqueándose divertidos.-Alguien que te emocione, alguien que te acelere el pulso.-la atrajo contra su pecho y ella estaba segura de que podía sentir su corazón atronador.-Alguien... que pueda mantenerte alerta.
Antes de que pudiera siquiera formular un pensamiento, él la levantó en el aire, y por un momento se sintió sin aliento y completamente despreocupada, una pequeña risita la dejó antes de que él la derribara, en lugar de colocarla frente a él, permitió que se deslizara a lo largo de él, sosteniéndola a los ojos todo el tiempo.
Se miraron el uno al otro, la mirada de él era ardiente mientras que la de ella era amplia y esperanzada, cada uno de ellos esperando que el otro hiciera un movimiento.
-Katie.-una voz interrumpió abruptamente.
Anthony estaba de pie junto a ellos, esperando torpemente allí con dos bebidas en sus manos, el aire estaba rígido a su alrededor mientras él miraba de un lado a otro entre Theo y Katie con incertidumbre. Y de repente, Katie se sintió horrible, Anthony no se merecía esto, ella lo había traído como su cita, después de todo.
-¡Anthony!-ella se arrancó del abrazo de Theo.-Gracias por la bebida, lo siento, Nott y yo nos pusimos al día después de un rato...
Theo se sintió desinflado cuando Katie se apresuró a poner excusas. Bajó la cabeza tanto en el saludo como en el adiós mientras se disculpaba con la pareja. Tanto por querer su compañía. Theo caminó directamente hacia Malfoy Manor desde la recepción que se estaba llevando a cabo en los jardines, agarrando un vaso de licor ámbar en el camino.
Katie observó distraídamente cómo abandonaba la fiesta, sus ojos lo siguieron con decepción. Tan cerca. Las palabras de Hermione volvieron de repente a su mente, sobre cómo Draco y ella se mantuvieron alejados el uno del otro durante años, e incluso meses después de que él fuera mordido, a la hora de la verdad, sólo hacía falta un poco de sinceridad para que las cosas se arreglaran entre ellos.
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Theo caminó por el magnífico vestíbulo de la mansión, bebiendo su bebida, aunque estaba seguro de que necesitaría muchos más al final de la noche.
Se maldijo a sí mismo por hacerse ilusiones. ¿Por qué Katie lo querría alguna vez cuando en realidad tenía opciones? El único hombre que quedó con vida que literalmente dejó que la torturaran cuando todo lo que había hecho era ayudar a los demás.
Escuchó el acercamiento de un clic de pasos. Suspiró, bebiendo el resto de su bebida de un solo trago, su garganta trabajando para tragarlo, probablemente fue un pájaro al azar que lo vio irse y lo siguió con la esperanza de una boda, por otra parte, tal vez eso era exactamente lo que necesitaba.
Se dio la vuelta, conmocionado hasta la médula al ver a la bruja que atormentaba sus pensamientos de pie a unos pasos de distancia, con el cabello cayendo en cascada alrededor de su rostro y hombros en ondas sueltas, una imagen de la perfección, ella lo miró, y aunque estaba a unos pocos pasos de distancia, el vestíbulo que los separaba parecía un mundo aparte.
-Te fuiste. Otra vez.-los ojos de Katie brillaron de frustración.
-No parecía que me quisieras allí.-le dijo deliberadamente.
Katie suspiró, sabiendo que su culpa por su pasado con ella siempre le impediría buscar lo que quería, sabía que si quería que sucediera algo, tendría que dar el primer paso.
Y así lo hizo.
-Bueno, yo sí.-dijo con firmeza, dando un paso más cerca.-Te quería allí, quería que vinieras a visitarme, y no porque te atacara una maldita mantícora, quiero que te importe, incluso cuando no haya ningún lunático asesino detrás de mí, quiero más bailes contigo, quiero...
Katie cerró los ojos, suspirando mientras sacudía la cabeza con una sonrisa irónica., volvió a mirar hacia arriba y se encontró con su mirada atónita sin filtros ni máscaras.
-Te deseo.
La suavidad de su voz cuando terminó su confesión atravesó su corazón cuidadosamente amurallado, y la necesidad abierta en su mirada fue directamente a su ingle, tragó saliva, su mandíbula se tensó por sus esfuerzos por contenerse de caminar directamente hacia ella y tomarla.
Dio un paso más cerca.
-Detente...-ordenó con voz ronca.-Si hacemos esto, debes saber que no voy a pasar una noche en tu cama y simplemente dejarte ir.-advirtió.
Katie levantó una ceja con diversión.-Bueno, entonces, será mejor que me mantengas alerta.
Antes de que pudiera dar otro paso, Theo estaba frente a ella en un abrir y cerrar de ojos, atrayéndola hacia él mientras sellaba su boca con la de ella, sus manos volaron inmediatamente a sus suaves mechones, deseando estropearlo de nuevo, él besó de ella en profundos y drogados besos, atrayéndola hacia él mientras sus dedos se apretaban alrededor de las flexibles curvas de sus caderas.
Sin previo aviso, la agarró por los muslos, levantándola., ella inmediatamente tomó su ejemplo, envolviendo sus piernas largas y tonificadas alrededor de su cintura mientras él la llevaba a un tocador cercano que estaba escasamente decorado. Dejándola en el borde, él se empujó en la cuna de sus piernas, arrancando un gemido de necesidad de ella, él gimió contra su cuello cuando ella comenzó a frotarse contra él, buscando cualquier tipo de fricción.
Levantándola una vez más, la condujo por un pasillo discreto, por mucho que la deseara, no quería que nadie se les acercara, sus objetivos de llevarlos a la habitación de invitados que sabía que estaba en ese ala se le fueron de la cabeza cuando Katie comenzó a mordisquear su cuello en exploración.
-Katie.-le advirtió, tirando ligeramente de su cabello.
-Mmm...-sin cesar en sus atenciones, rodó sus caderas contra las de él.
El gruñido bajo escapó de su garganta, y esa fue su única advertencia antes de que los girara, estrellándola contra la pared oscura del corredor, sus manos encontraron sus muñecas, tirando de ellas enseñadas, sujetándolas por encima de su cabeza, ella jadeó cuando la cabeza de él se hundió en su cuello, la sensación de su lengua y sus dientes en conjunto con la erección presionando contra su centro caliente haciéndola temblar violentamente. Él sacó un gemido particularmente fuerte de ella, rompiendo su bruma mientras la miraba con preocupación.
La preocupación inundó sus ojos cuando se dio cuenta exactamente de lo que estaba haciendo, siempre había sido un amante feroz, pero dado su pasado, debería ser todo lo contrario, ella se merecía besos suaves, exploración lenta y confianza.
Pero Katie no tenía nada de eso, con un resoplido de impaciencia, tiró de su espalda con un firme agarre de su corbata, llevándolo hacia abajo para un beso que la hizo arder más que la lava.
-Sé lo que estás pensando.-jadeó ella contra sus labios cuando se separó.-No lo hagas.
Le soltó las piernas, dejándola deslizarse hasta el suelo mientras se recostaba contra la pared.-Pero...
-No soy una pieza de porcelana.-Katie lo miró.-No quiero ser tratada con delicadeza, especialmente no por ti. Al menos ahora.
-Te mereces algo mejor que un polvo duro.-negó con la cabeza.-Esto es más que eso.
-Pueden ser ambos.-insistió.-Y es porque ya confío en ti que puedo decir eso.
Theo la miró intensamente, a unos pocos empujones bien colocados de perder toda apariencia de control. Se agachó, entrelazando sus manos antes de llevarla a la habitación que sabía que estaba al final del pasillo, si continuaban con algo más, nunca llegarían a la habitación antes de que él estuviera dentro de ella.
Él la condujo a la habitación tenuemente iluminada y se volvió hacia ella una vez más cuando la puerta se cerró detrás de ellos.
-¿Está segura?-no estaba seguro de poder vivir consigo mismo si llevaba las cosas demasiado lejos, aunque fuera por accidente. No con ella, no otra vez.
Katie simplemente lo hizo caminar hacia atrás hasta que golpeó la cama y se sentó, sus manos alcanzaron sus pantalones, haciendo un rápido trabajo con la hebilla. Metió la mano debajo de su vestido para sacar su varita de un mozo alrededor de su muslo, desvaneciendo fácilmente su propia ropa interior mientras arrojaba la varita a un lado.
-Sé lo que quiero.-susurró Katie contra sus labios mientras se subía a su regazo, su centro descansando sobre su erección ahora expuesta.-Confía en mí para ser honesto al respecto.
Él la miró con ojos ardientes mientras ella suavemente y sin esfuerzo se deslizaba sobre él, gimiendo ante el calor líquido que lo rodeaba, sus manos volaron a sus caderas, apretándolas con tanta fuerza que temió dejar moretones.
-¿Y qué es exactamente lo que quieres, amor?
-Te quiero a ti.-se lamió los labios mientras se elevaba sobre él un poquito solo para volver a bajar.-Para mostrarme, tómame exactamente como me quieres, sin contenerte.
-¿Estás segura de que sabes lo que estás pidiendo?-golpeó sus caderas contra ella una vez en advertencia, arrancando un gemido estremecedor de ella.
-Confío en ti.
Sus ojos se oscurecieron, dejando que las palabras lo inundaran, nunca se había dado cuenta de lo liberadoras que serían.
Sus labios se arquearon en una sonrisa muy Slytherin, ligeramente oscura, pero aún más seductora, antes de voltearla sobre su espalda, sus labios devorándola mientras se adentraba en su centro caliente. Se mantuvo quieto, saboreando la sensación de ella, extendió la mano debajo de ella, tirando de los tirantes de su vestido, disfrutando de la vista mientras su vestido se agrupaba alrededor de su cintura, su piel dorada se puso de gallina bajo su mirada.
Cogió su abrigo y él la ayudó a quitarse las capas adicionales, su boca se abrió de placer al verlo. Theodore Nott, por lo que recordaba de Hogwarts, era un chico bastante larguirucho, pero el hombre que tenía delante, encima de ella, dentro de ella, se había desarrollado bastante bien. Pero cuando ella intentó deslizar sus manos por su torso desnudo y musculoso, él la agarró de los brazos, sujetándolos por encima de su cabeza una vez más.
-Theo..
Antes de que pudiera terminar su pensamiento, él bajó la cabeza y su boca caliente encontró uno de sus pechos expuestos.
-Oh.-jadeó ella, la parte superior de su cuerpo se levantó de la cama.
Aceleró el paso, saliendo de ella con más velocidad solo para volver a entrar con fuerza creciente, estableció un ritmo implacable, llevándola rápidamente a un pico peligroso ya que no podía sentir nada más que él, su lengua, sus dientes, sus manos.
-Quieres todo de mí, ¿verdad?-él gruñó, encontrando su camino hasta su cuello.-¿Crees que puedes tomar todo de mí?
-Oh, por favor, sí.-gimió ella mientras sus manos bajaban por su cintura para sostener sus caderas en su lugar para recibir sus embestidas, sus manos, ahora libres, se posaron sobre las de él mientras dejaba que él la tomara, justo como ella había querido. Su pico se estrelló contra ella con una fuerza que no había anticipado, un gemido estrangulado escapó de ella mientras sus músculos se apretaban posesivamente alrededor de él.
-Joder.-gimió Theo, asombrado de que ella ya se hubiera corrido tan rápido, él la sostuvo a través de su orgasmo, disminuyendo la velocidad para dejar que ella lo soportara, cuando sus escalofríos se calmaron, él la tomó en sus brazos mientras se sentaba sobre sus rodillas.
-Eres perfecta.-susurró él, empujándose hacia ella mientras sus brazos se envolvían alrededor de su cuello.-Merlín sabe que nunca te mereceré, pero por Salazar te juro que te haré feliz.
Ella sonrió mientras lo besaba lenta y tranquilizadoramente, llenando todas sus inseguridades con la forma en que abiertamente le ofrecía su cuerpo.
-Lo sé.-dijo simplemente.
-Ven conmigo.-la instó, sus embestidas cada vez más frenéticas cuando su mano encontró la perla en la unión de sus piernas.
-Estoy cerca.-susurró ella, sorprendida de estar lista para volar al borde del olvido con él.
Él inclinó sus caderas hacia atrás, sus embestidas golpearon su pared frontal en un nuevo ángulo que hizo que algo dentro de ella se sintiera listo para arrojarse por un precipicio.
-T-Theo...-tartamudeó, con los ojos llorosos por la intensidad del placer que podía sentir sobre ella.
-Eso es todo amor, déjalo ir.-gimió, penetrando en ella con tanta fuerza que sabía que estaría deliciosamente adolorida por la mañana.-Ven conmigo.
Cuando su mano se metió entre sus cuerpos para acariciarla una vez más, Katie se corrió con un pequeño y silencioso 'oh', todo su cuerpo se tensó alrededor de él mientras sentía las olas de placer tirando de ella con una fuerza abrumadora, sus ojos rodaron hacia atrás en su cabeza mientras se deslizaba por la cama, obligándolo a moverse sobre ella.
-Mierda.-gimió él, tomado por sorpresa por la fuerza con la que ella se apretó contra él, la sensación de sus pulsos enviándolo al límite.
Hizo ademán de apartarse de ella, pero ella tiró de él hacia abajo, prefiriendo sentir su cuerpo sobre el de ella.
-Eres increíble.-dijo con un gruñido de satisfacción.
Katie se rió divertida.-Y tienes un primer acto difícil que seguir.
Él se rió sorprendido, haciéndolos rodar hasta que ella estuvo tumbada encima de él.-Dame unos minutos y tendrás tu segundo acto, bruja.-le pellizcó la cadera.-Y luego un tercero y un cuarto, tengo la sensación de que será un espectáculo largo.
-¡Gracias a Godric por eso!-Katie rió aliviada.
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-- 4 SEMANAS DESPUES
Estaban reunidos para uno de sus almuerzos habituales, por primera vez en meses, todos estaban contentos con sus relaciones, Theo y Katie llevaban saliendo desde la boda, como adolescentes que han descubierto las hormonas por primera vez, y fiel a su palabra, Theo mantenía a Katie en alerta, tanto en el dormitorio como fuera de él. Ginny y Harry habían celebrado recientemente su aniversario, y ambos estaban felizmente casados incluso después de su primer hijo. Draco y Hermione habían regresado de su luna de miel no hacía mucho, y la pareja parecía bien asentada a pesar de su joven matrimonio.
-Tenemos noticias que queremos compartir con ustedes.-dijo Hermione con una sonrisa tímida pero emocionada.
-No puede ser.-dijo Ginny de inmediato, con los ojos muy abiertos por la emoción de su amiga.
Katie, al ver su reacción, captó inmediatamente su línea de pensamiento.-¿De verdad?-ella lloró feliz.
Hermione asintió vigorosamente, con los ojos llorosos por la creciente felicidad.
Harry y Theo inclinaron la cabeza hacia Draco, completamente confundidos y completamente perdidos.
-Está embarazada.-atrapó a los chicos con una sonrisa de suficiencia.
-Felicidades, compañero.-brindó Theo.
-¡Finalmente, tenemos un compañero de juegos para James!-Harry dijo alegremente.-¿Te imaginas? ¿Amigos Malfoy y Potter desde la infancia? Solo nos tomó una generación entera corregir nuestros errores del pasado.
Todos levantaron sus copas, brindando por la feliz pareja, Draco y Hermione se centraron en Katie y Theo mientras tomaban un sorbo.
-Queremos que ustedes sean los padrinos.-les dijo Hermione.
Katie se atragantó con su vino de duende, mirándolos sorprendida.
-Quieres que..-les hizo un gesto Katie.
-Los dos...aclaró Theo.
-Seamos los padrinos de tu hijo...
-¿Juntos?-terminó incrédulo.
-Oye, Potter nos hizo padrinos incluso antes de que estuviéramos juntos.-Draco se encogió de hombros sin simpatía.-Tuviste suerte.
-¡Pero te casaste poco después de eso!-Katie insistió.
Hermione sonrió de una manera que le recordó inquietantemente al mismo Draco.-Exactamente.
EL FIN
̶«̶ ̶̶̶ ̶ ̶ ̶̶̶ ̶«̶ ̶̶̶ ̶ ・☽ ༓ ☾・ ̶»̶ ̶̶̶ ̶ ̶ ̶̶̶ ̶»̶ ̶̶̶ ̶ ̶ ̶̶̶̶
¡Así que se acabó amigos! De verdad esta vez, por desgracia.
Gracias por acompañarme en este viaje.
¡Espero que se hayan divertido tanto como yo!
~ADHARYN
𓆩*𓆪
𝗧𝗥𝗔𝗡𝗦𝗟𝗔𝗧𝗢𝗥'𝗦 𝗡𝗢𝗧𝗘
TERMINADO
Gracias por llegar hasta acá, significa mucho para mi
¡Adiós !
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