No creo que nadie (incluyéndome a mí) estaba preparado para que esta historia terminara de la forma en que lo hizo.Así que... ¡SORPRESA!~ ¡Calificado M! ¡Lea a su propia discreción!

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-- 1 AÑO DESPUÉS

-¿Cómo diablos conseguiste que el pequeño bicho se durmiera?-Harry les preguntó, con la boca abierta.

Gruñó suavemente cuando su esposa le dio un codazo en las costillas, mirándola con el ceño fruncido.

-Gracias a los dos.-Ginny puso los ojos en blanco ante Harry antes de volverse hacia el par.-Fue agradable poder tener una noche para nosotros.

Ginny vio a su mejor amiga, Hermione, recostarse en el cálido abrazo de su ahora esposo, Draco tenía sus brazos alrededor de su cintura, su cabeza descansaba cómodamente sobre su hombro mientras observaba divertido a Ginny intimidar a su pareja. Se habían ofrecido a llevar a James a pasar la noche para que Harry pudiera llevar a Ginny a su aniversario, todavía siendo recién casados, Ginny casi insistió en no hacerlo, diciéndoles que fácilmente podrían preguntarle a la matriarca Weasley; A Molly le encantaba mimar al bebé James, pero tanto Hermione como Draco habían insistido, afirmando que iban a exigir sus derechos como padrinos del niño.

Lo habían tenido durante casi cuatro horas, y tanto Ginny como Harry les habían advertido en distintas ocasiones del duendecillo en que podía convertirse su hijo a la hora de dormir, sin embargo, para su total sorpresa, James Potter quedó inconsciente en el centro de una cama enorme, rodeado por una gran cantidad de almohadas de felpa para asegurarse de que no rodara accidentalmente mientras dormía.

-Es todo él.-confesó Hermione, señalando a Draco.-No sé cómo lo hace, creo que hipnotizó a Jamie.

-Oooh, ¿así que ahora tienes el toque mágico con los bebés, Malfoy?-Ginny arqueó una ceja en broma.

Draco resopló sin delicadeza.-No sé sobre todos los bebés, pero ciertamente mi propio ahijado, ¿No lo sabías? Los Malfoy son los mejores en cualquier cosa que hagan.

-Hmm.-Hermione se rió brevemente.-No recuerdo que fueras el mejor cuando estábamos en la escuela, pero está bien.

-Por supuesto que no, tu lo eras.-dijo obviamente.

-Exactamente.-respondió Hermione, mirándolo como si no entendiera el punto.

Él le sonrió.-Bueno, ahora eres una Malfoy, ¿no?

Hermione puso los ojos en blanco, relajándose de nuevo contra él.

-Oh, por favor.-Harry fingió amordazarse-Guárdenlo para ustedes mismos.

Draco enarcó una ceja con sequedad.-Por supuesto Potter, sólo estamos esperando que te vayas.

-¡Draco!-Hermione lo regañaba, dándole codazos como Ginny había hecho con Harry momentos antes.

Los cuatro se miraron por un momento antes de estallar en suaves risitas. Harry tomó a James en sus brazos antes de tenderle la mano a Ginny.

-Gracias de nuevo.-dijo Ginny, les lanzó un guiño a la pareja un segundo antes de desaparecer en un vórtice cuando Harry los apareció.

-Eso fue divertido.-murmuró Draco al oído de su esposa, su pulgar inconscientemente dibujando pequeños círculos en el estómago de Hermione.

-Siempre lo es.-tarareó contenta.-Merlín, ese niño está creciendo muy rápido.

James apenas había gateado cuando Hermione y Draco finalmente decidieron casarse, quería esperar hasta que él estuviera caminando para que pudiera ser el portador del anillo, pero Draco no estaba dispuesto a aceptarlo, se negó a esperar un momento más antes de tomar a Hermione como su esposa. Habían decidido tomar los votos mágicos tradicionales, los antiguos. Los irreversibles.

A pesar de que Hermione le aseguraba que no se sentía menos como su pareja por no poder marcarla y reclamarla como un hombre lobo normal, Draco siempre se había sentido un poco inseguro por ello, hizo que su lobo se sintiera inquieto al saber que su pareja no estaba atada a él; simplemente era demasiado peligroso si algún otro hombre lobo hostil se cruzaba con ella, Hermione, estando tan en sintonía con él como él con ella, sintió su inquietud, fue su idea hacer los votos vinculantes.

-Hermione, no hay vuelta atrás después de esos votos, son más fuertes que un vínculo inquebrantable, duran más que la vida e incluso la muerte.-le había dicho, sacudiendo la cabeza.

-Lo sé.-dijo simplemente.

-No hay separación después de tomar los votos.-dijo de nuevo con severidad, seguramente ella no entendía lo que le estaba ofreciendo.-Nada de divorcio, Sera, por esta vida y cualquier cosa más allá.

Simplemente había tomado su rostro entre sus manos, mirándolo profundamente a los ojos.-Draco, lo sé, soy tu pareja, no lo haría de otra manera.

Su ceremonia fue bastante pequeña, para consternación de Narcissa. Los votos tradicionales eran más bien íntimos. Hermione y Draco acordaron mantener las ceremonias solo para sus familias y amigos más cercanos absolutos, lo cual era una mezcla bastante extraña cuando se trataba de eso. Draco tenía a Narcissa, su tía Andrómeda, su primo Teddy y Theo. Hermione tenía a Harry y los Weasley y, por supuesto, a Katie. Sin embargo, Teddy era el ahijado de Harry y Draco se había convertido en una parte tan importante de la familia extendida de los Weasley como lo era Hermione.

Sin embargo, a pesar de toda la familia poco convencional que había adquirido a lo largo de los años, Draco nunca se sintió tan completo como cuando completó sus votos con Hermione, en el momento en que los votos salieron de sus labios, fue como si una puerta invisible se derrumbara. Podía sentir la esencia misma de su alma estrellarse contra la suya, una cálida luz dorada mezclándose con su fría plata fundida, los dos se miraron durante unos minutos, asombrados mientras sus energías mágicas bailaban y se entrelazaban, acariciándose mutuamente en exploración antes de finalmente retirarse, dejando un nudo innegable entre ellos, un vínculo. Sus ojos habían quemado los de ella con un calor familiar, excepto que se había multiplicado por cien desde que literalmente podían sentir el deseo y la necesidad del otro.

La recepción había sido un gran acontecimiento, había sido aclamada como el evento de la década, todos sus antiguos compañeros de Hogwarts, sus compañeros de trabajo y la Orden del Fénix estaban presentes, no es que pudieran disfrutar de la compañía de los recién casados ​​por mucho tiempo. Draco había estado demasiado ansioso por llevársela a su luna de miel y, para vergüenza de Hermione, ella había estado demasiado dispuesta a permitírselo, no obstante, Narcissa Malfoy se aseguró de que fuera la fiesta de la década, y se prolongó hasta las primeras horas de la mañana antes de que finalmente se acostaran los últimos invitados.

El agarre de Draco se apretó ligeramente alrededor de Hermione mientras recordaba esa noche, todavía podía sentir su esencia misma con tanta fuerza como lo había hecho en ese entonces, su magia y almas entrelazadas tan permanentemente como lo hubiera hecho cualquier vínculo de apareamiento.

-Tiene casi un año.-dijo en voz baja.

-¡Oh! ¿Qué deberíamos regalarle para su cumpleaños?-Hermione le preguntó emocionada.-¡Su primer cumpleaños!

Draco deslizó suavemente su nariz a lo largo del costado de su cuello, y la cabeza de ella cayó hacia un lado, dándole un mejor acceso.-Mmm... ¿qué tal un compañero de juegos?-preguntó mordisqueando sedosamente el lóbulo de su oreja.

Hermione se estremeció antes de girar su torso en su agarre para mirarlo seriamente.

-¿Qué?

Draco se encogió de hombros inocentemente.-No tiene otros niños de su edad, le vendría bien un amigo.

Hermione lo estudió con divertida incredulidad durante unos segundos antes de torcer los labios.-¿En serio?

Sus manos se extendieron sobre su estómago mientras dejaba caer su cabeza sobre la de ella, sus ojos cerrándose en un contenido pacífico.-Hermione, nunca me he tomado nada más en serio, excepto tal vez casarme contigo.

Ella simplemente lo miró fijamente a la cara como un búho.-¿Quieres niños?-ella aclaró.-¿Conmigo?

-No, con tu doppelgänger.-dijo secamente mientras sus ojos se abrían.-¡Por supuesto contigo, bruja! ¿Con quién más?

-Oh...-ella parpadeó en blanco.-Nunca pensé que eso era algo que querías.

Draco frunció el ceño mientras echaba la cabeza hacia atrás para mirarla correctamente, no podía sentir nada a través de su vínculo, era como si todo su ser estuviera congelado.

-¿No quieres niños?-tragó saliva nerviosamente.

Hermione lo observó durante unos segundos más antes de que una sonrisa minúscula y vacilante adornara sus labios.-Siempre imaginé que algún día sería madre.

-Serías una madre increíble.-le dijo con franqueza.

-¿Estás seguro de que eso es lo que quieres?-Hermione le preguntó de nuevo.

Draco sintió que un gruñido bajo lo desgarraba mientras jalaba a su bruja contra él con firmeza.-No tienes idea de lo presumido que se pone mi lobo al pensar en ti creciendo con nuestro hijo.-le habló al oído, el timbre de su voz hizo que el corazón de Hermione se acelerara.

Podía sentir sus labios formando una pequeña sonrisa contra la piel sensible justo debajo de su oreja, una de sus manos vagó desde su estómago hasta su cuello, donde descansó sus dedos contra su pulso.-Te excita.-observó con satisfacción.

Ella sonrió mientras empujaba contra él, sintiendo su longitud endureciéndose contra su espalda baja.-Igual que a ti.-señaló.

Él acarició su cuello mientras sus manos vagaban por su cuerpo, trazando la longitud de sus costados antes de sentarse en sus caderas.-¿Es un sí?

Sin perder el ritmo, movió sus caderas contra él, causando que él gimiera en su oído.

-Granger.-le advirtió, sus dedos apretando sus caderas.

-Es Malfoy, en realidad.-le recordó con aire de suficiencia, él solo la llamaba por su apellido de soltera cuando estaba en los últimos hilos de su paciencia. Y si había algo que Hermione aprendió en los últimos años, incluso antes de que comenzaran a salir, era que le encantaba empujarlo hasta que se rompiera el último hilo.

-Mis disculpas, señora Malfoy.-se rió sorprendido, abía exactamente lo que estaba haciendo. ¿Quería jugar? Podía jugar.

Sus dedos bordearon el borde de su cintura, causando que su estómago se contrajera en una fuerte inhalación, sus dedos vagaron por el borde de sus bragas, su mano revoloteando alrededor del lugar que ella más deseaba,sus caderas se elevaron instintivamente para encontrarse con su mano, pero él la mantuvo en su lugar con un agarre de acero con la otra mano.

-Paciencia, señora Malfoy.-la bromeó.

Incluso cuando Hermione sintió que el calor se acumulaba con su toque, Hermione puso los ojos en blanco. Oh, estaba encendida.

Ella se estiró hacia atrás, su mano arrastrándose por el plano duro de su estómago, bajando aún más, cuando ella apretó su mano firmemente alrededor de su dura longitud, él se sacudió contra ella involuntariamente.

-Maldita sea, bruja.

-Paciencia, querido esposo.-le contestó ella con tono divertido.

Su mano se detuvo justo en el borde de sus bragas, todo su cuerpo se congeló por un momento.

-Al diablo con esto.-gimió.

Su mano desapareció en un instante, y él la estaba girando, llevándola hacia atrás sin descanso hasta que ella chocó contra la cama, sus piernas se engancharon en el borde y cayó de espaldas en el mar de sábanas y almohadas, con el pelo largo abanicado a su alrededor.

Qué visión, pensó con absoluto asombro.

Él se paró sobre ella, desabrochándose lentamente la camisa para revelar las duras líneas de su torso perfeccionadas por años de Quidditch y peleas, Hermione observó con un brillo familiar y acalorado en sus ojos. Le encantaba verlo desnudarse.

-¿Me quieres?-él sostuvo su mirada mientras dejaba caer la camisa al suelo.

-Siempre.

En un truco de magia sin varita, desvaneció su ropa, dejando su cuerpo desnudo ante su mirada hambrienta, su piel se puso de gallina por el repentino aire frío. Él sonrió, arrastrándose sobre su cuerpo y colocándose entre sus piernas, dejó caer un beso en el hueso de su cadera, haciendo que ella se mordiera el labio con anticipación mientras su mano se deslizaba en su cabello, en lugar de seguir la ruta que normalmente haría, tomó un desvío, salpicando besos a lo largo de su abdomen, mordisqueó la piel cerca de su ombligo, rodando la tierna carne entre sus dientes, provocando un gemido entrecortado de ella mientras todo su cuerpo se elevaba hacia su boca.

Su loba rugió de satisfacción cuando el olor de ella lo golpeó en oleadas, ella estaba muy muy fértil.

Apoyó la barbilla en su estómago y la miró fijamente.-¿Quieres esto?

Ella no necesitaba preguntarle qué quería decir con eso, ella podía sentir su emoción a través de su vínculo, probablemente era el mejor momento para que ella concibiera, sin duda su lobo podría decirlo.

-Más de lo que nunca pensé que haría.-susurró, sorprendida por la verdad de su respuesta.

Sus ojos brillaron plateados por su respuesta antes de oscurecerse de placer, él la agarró por la nuca, tirando de ella para recibir su beso. Era duro pero tierno, urgente pero anhelante, impaciente pero saboreando todo al mismo tiempo, sus manos se deslizaron alrededor de su cuello, tirando de él hacia abajo sobre ella. Mordisqueó sus labios, devorándola mientras se ofrecía a ella en bandeja de plata.

Eran una maraña de miembros, no podía decir quién alcanzó primero, pero antes de que se diera cuenta, él se acomodó contra sus piernas, sus pantalones no estaban, y ella estaba demasiado impaciente para preocuparse si los había desvanecido ella o él, apartó la boca, respirando con dificultad contra sus labios mientras jugueteaba con su longitud contra su centro.

Una vez más, parecía saber exactamente lo que necesitaba.-Te amo.-susurró ella, sosteniendo su mirada con todo el afecto y el calor que sabía que él podía sentir a través de su vínculo.

-Y yo te amo a ti.-respondió con una reverencia que rara vez usaba y que ni siquiera sabía que era capaz de hacer antes de Hermione.

Reuniéndola cerca hasta que su cuerpo estuvo acunado alrededor de él, se abalanzó sobre ella de un solo golpe, Hermione respiró hondo, sintiendo el bienvenido dolor de su cuerpo ajustándose alrededor de su intimidante miembro, se tomó su tiempo, lo cual era una rareza para ellos dada su propensión a hacer el amor de manera juguetona o impaciente, él sostuvo su mirada mientras se alejaba lentamente, saboreando su apretón a su alrededor como si nunca quisiera que él se fuera, solo para volver a entrar.

-Draco.-suplicó, con los ojos llorosos por la creciente tensión.

Ella necesitaba que él se moviera, él apoyó su cabeza sobre la de ella, sus respiraciones pesadas se entremezclaron mientras él continuaba con su ritmo tortuosamente lento.

-Quiero verte desmoronarte.-susurró.-Capa por capa, hasta que no puedas sentir nada más que a mí.

Efectivamente, Hermione pronto pudo sentir la cresta acercándose, y solo se intensificó al sentir la suya a través de su vínculo, no podía apartar la mirada de su mirada mientras él se adentraba en ella implacablemente, al mismo ritmo que saboreaba, su propio clímax la tomó por sorpresa cuando se sintió arrojada a la ingravidez con un pequeño 'oh' en sus labios.

Draco estaba hipnotizado por la vulnerabilidad en sus ojos, la sensación de que ella lo rodeaba junto con la pulsante intensidad de su vínculo que lo enviaba al límite, ella envolvió sus piernas alrededor de su cintura, sosteniéndolo cerca mientras él gemía por su estremecedora liberación, que luego solo intensificó la de ella.

Le acarició suavemente la mejilla mientras ambos bajaban de su altura, sin necesidad de decir nada, podían sentir la intensidad de su amor a través de su vínculo: hermoso, poderoso e infinito.

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Algunas horas y numerosas rondas más tarde, Hermione estaba acurrucada contra su compañero completamente exhausta, agradecida de haberse tomado el fin de semana libre.

-¿Hermione?-preguntó Draco en un tono pensativo.

Incluso a través de la bruma del sueño cercano, podía sentir su mente acelerada, incluso sin su vínculo.

-¿Mmm?

-Sé que dije que deberíamos darle a James un compañero de juegos.-dijo Draco con cuidado.-Pero, si tenemos una hija y crecen juntos, será mejor que mantenga sus manitas alejadas de nuestra pequeña.

La cabeza de Hermione se levantó bruscamente, encontrándose con su mirada completamente seria.

-Oh, querido señor.-se atragantó, la risa burbujeando fuera de ella.-¡Draco, somos sus padrinos!

-Exactamente.-asintió con firmeza.-Así que tengo todo el derecho de enviarlo a los confines de la tierra si intenta algo con nuestra hija.

Hermione levantó una ceja irónicamente.-Si siquiera tuviéramos una hija, e incluso si deciden que se quieren, pasarán décadas antes de que tengamos que preocuparnos por eso.

-Si no es este, entonces el próximo.-se encogió de hombros con indiferencia, su mano descansando sobre su estómago protectoramente.-Quiero una hija, como tú.

-Habría pensado que querías un heredero.-murmuró con una sonrisa lenta y complacida.

-Ella puede ser mi heredera.-murmuró contra su cabello.-Niño o niña, van a ser nuestros hijos, serán lo suficientemente poderosos como para enfrentarse a todo el maldito mundo.

-Hmmm...-Hermione estuvo de acuerdo mientras se sumía en un sueño pacífico.

Que lindo pensamiento, ella esperaba ese futuro.

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Me gustó mucho más este final ^_^ ¿Espero que a ti también?

Como dice el título del capítulo, este es el epílogo de Draco y Hermione. Así que pueden estar seguros de que Katie y Theo también tendrán su propio final (probablemente para fin de mes, ya que me golpeó un repentino estallido de inspiración renovada).

La mayor parte de mi inspiración reciente se ha centrado en mi historia: Hiraeth (James Potter). Si bien normalmente no me gusta escribir OC, estoy bastante contento con este. La historia está bastante en línea con los grandes eventos canónicos, por lo que, a pesar de ser un AU, se siente muy realista.

¡Por favor, échale un vistazo y déjame saber lo que piensas! ^_^