Hermione se despertó en algún momento en medio de la noche con golpes frenéticos en su puerta. Incluso años después de la guerra, sus instintos y su adrenalina la enviaron a la cama como una navaja, se tambaleó fuera de la cama para abrirle la puerta a su desaliñado amigo, con las gafas torcidas en la cara.

-Harry.-exclamó preocupada, y se sobresaltó aún más cuando notó que Malfoy se deslizaba por el pasillo en su prisa por alcanzarlos.

-Potter, ¿qué pasó?

-Hermione, tienes que saber qué hacer, siempre lo sabes todo.-divagó Harry, apretando el cabello con los puños.

Hermione arqueó una ceja, confundida sobre a qué se podría estar refiriendo. Antes de que pudiera preguntar, Ginny salió de su habitación, sus brazos cubriendo su barriguita.

-No le hagas caso Mione.-resopló ella, mostrando su diversión a través de su muestra de molestia.-Se me acaba de romper la fuente.

-¿Qué?-Draco palideció.

-Harry.-exclamó Hermione.-¡No te quedes ahí parado, tenemos que llevarla a San Mungo!

-Bien, bien.-murmuró Harry.-San Mungo, Draco, agarra a Ginny, yo traeré su bolso.-cuando Ginny levantó una ceja hacia su esposo, Harry corrigió rápidamente su declaración.-No, yo agarraré a Ginny, tú tomas la bolsa y alguien tiene que traer a Hermione.-murmuró incoherentemente.

-Oh, querido Merlín, Harry Potter, te juro que nunca harías nada sin Hermione.-resopló Ginny, tendiéndole el brazo a Hermione.

Hermione se rió, acercándose fácilmente a la pelirroja que no estaba tan asustada como su esposo.

-Harry, ve a buscar el bolso de Ginny, y Draco, asegúrate de que la red flu esté abierta para San Mungo.-delegó Hermione de inmediato.

Cuando los chicos se apresuraron a cumplir sus órdenes, Hermione acompañó a Ginny hasta el sofá, ayudándola a acomodarse en el asiento.

-¿Cómo te sientes?

-¿Honestamente?-la fachada indiferente de Ginny finalmente se desvaneció en el pánico interno que había estado escondiendo.-Aterrada, ¿Cómo diablos se supone que voy a empujar a una personita fuera de allí, Mione?

Hermione sonrió ante las payasadas de Ginny.

-Quiero decir, honestamente, tenemos magia para manejar todo excepto cómo sacarle un bebé a una bruja.

-Lo harás muy bien.-Hermione apretó su mano.-Tu madre dio a luz a siete hijos, estarás bien.

Ginny le sonrió agradecida a su amiga y le devolvió la mano con fuerza.

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-- HOSPITAL SAN MUNGO

-¿Normalmente toma tanto tiempo?-preguntó Draco, paseando por el pasillo vacío.

Llevaban unas horas sentados en la sala de espera mientras Harry estaba en la habitación con Ginny, Hermione tenía que decir que le resultaba entrañable ver a Malfoy pasearse preocupado. Apenas había podido quedarse quieto desde que llegaron allí.

-Ella estará bien.-aseguró Hermione.-Hablé con la medibruja que la estaba revisando y llamé a Katie para que viniera a ayudar al sanador de Gin.

-¿Katie Bell?-preguntó Draco con incertidumbre.-¿Ella siquiera sabe cómo dar a luz a un bebé?

Hermione casi se rió a carcajadas por su reacción.-Ella trabaja en pediatría, Draco, esto es mucho más su fuerte que lo mío, ahora, por el amor de Dios, ¿quieres sentarte? ¡Estás poniendo nerviosas a las enfermeras!

Draco se sentó al lado de Hermione con un resoplido, se quedó en silencio por un momento antes de hablar en voz baja.-Lo siento, no estoy acostumbrado a esto realmente.

-¿A qué?

-¿Tener amigos?-Draco se rió a medias.-Para realmente cuidar y estar preocupado por ellos.

Hermione colocó su mano sobre la de él, calmando el golpeteo involuntario que había estado haciendo contra su pierna.-Tienen suerte de tenerte.

-Creo que lo entendiste al revés, Granger.-Draco rió pensativo.-Ni siquiera sé dónde estaría hoy si prácticamente no me hubieran tomado bajo su ala.

-Relájate.-insistió Hermione.-No hay complicaciones con el embarazo de Ginny, se supone que esta es una ocasión feliz.

Se sentía un poco culpable de que fueran los únicos que estaban allí, pero tanto Ginny como Harry habían insistido en que sería más seguro para Hermione si se abstenían de llamar a todo el clan Weasley. En realidad no debía estar lejos de la cabaña Potter, pero ahora que lo estaba, no querían llamar más la atención sobre ella.

Draco se acomodó un poco, entrelazando sus dedos con los de ella y tirando de su mano hacia su regazo. Inconscientemente, comenzó a hacer círculos tranquilizadores a lo largo de la parte superior de su mano con el pulgar, simplemente mirando sus manos unidas.

El corazón de Hermione se apretó ante el simple movimiento. En el ajetreo del día, casi había olvidado la última conversación que tuvo con Draco. Él tenia razón, por supuesto, necesitaba pensar realmente en lo que pensaba de él, de ellos, simplemente no estaba acostumbrada a que los hombres de su vida tuvieran razón con tanta frecuencia.  Sabía que se sentía atraída por él, estaba claro que él era realmente el hombre que sus amigas decían que era si estaba paseando por San Mungo en medio de la noche por el bebé no nacido de Ginny. ¿Pero era suficiente? Él casi había admitido que estaba en esto a largo plazo, así que ella necesitaba estar segura antes de empezar a sacudirlo accidentalmente por capricho.

Sus pensamientos se detuvieron cuando notó que Katie salía corriendo de la sala hacia ellos.

-Katie, ¿alguna noticia?-Hermione se levantó de inmediato.

Ni siquiera se dio cuenta cuando Draco se paró con ella, negándose a soltar su mano. Estaba demasiado preocupada por Katie.

-¡Es un niño!-exclamó con una amplia sonrisa.-Están preguntando por ustedes dos.

Katie los condujo por los silenciosos pasillos hasta la habitación de Ginny, Hermione se detuvo en la puerta con Draco deteniéndose a su espalda. Ginny estaba sentada en la cama, luciendo como si se hubiera limpiado un poco, en sus brazos estaba el infante más pequeño con la cabeza llena del característico cabello negro de Harry, Harry estaba sentado en la cama con los brazos alrededor de su esposa, mirando el bulto en sus brazos con puro asombro. Eran una imagen absoluta del amor.

-Felicitaciones Potter.-Draco dijo arrastrando las palabras detrás de ella.-Tus genes en realidad lograron sacar el cabello rojo del bebé.

Harry levantó la vista con una sonrisa y Ginny simplemente puso los ojos en blanco, Hermione no pudo evitar mirar hacia atrás, conteniendo una sonrisa. Se había estado preguntando dónde se había ido el característico gruñido de Malfoy. Claramente, incluso el lobo no podía quitárselo.

-Nunca se sabe, Malfoy, tal vez el próximo bebé sea pelirrojo.-insistió Harry.

-¿Próximo bebé?-Ginny se burló.-No sé lo que estás planeando, Harry Potter, pero nunca te acercarás lo suficiente como para dejarme embarazada nunca más, puedes llevar y dar a luz al siguiente.

Malfoy estalló en carcajadas cuando el rostro de Harry palideció.

-Díselo tú, roja.-se rió Draco.-Merlín sabe lo que el celibato le hará al idiota, estoy completamente preparado para tomar el control de la división si lo lleva a una de estas salas.

Hermione se acercó a Ginny, mirando al pequeño bebé.

-Chicos, conozcan a James Sirius Potter.

-Él es hermoso.-susurró Hermione.-¿Estás seguro de que no quieres que llamemos al resto de tu familia ahora? Puedo regresar a la cabaña si es más seguro de esa manera.

-En realidad esperábamos que fuéramos solo nosotros cuando diera a luz.- comenzó Ginny tímidamente, mirando a Harry para tranquilizarse.-Porque en realidad queríamos hacerte una pregunta muy importante.

-¿Serian los padrinos?-Harry preguntó sin rodeos.

Los ojos de Hermione volaron hacia ellos con sorpresa, sus labios se estiraron en una gran sonrisa.

-¿Nosotros dos?-preguntó Draco con voz ronca, sus ojos parpadearon entre los de Potter y su bebé en estado de shock.

-Él ya va a tener toneladas de tíos, no queremos que nadie más sea el padrino.-le sonrió Ginny.-¿Por favor di que si?

Draco se aclaró la garganta de repente, una sonrisa jugando en sus labios.-Sin embargo, no puedes volver a mí en once años y quejarte cuando lo clasifique en Slytherin.

Hermione comenzó a reírse de repente, Harry rápidamente se unió a ella.

-Me gustaría verte intentarlo, Malfoy.-dijo Harry.-Lleva el nombre de dos merodeadores y Ginny y yo somos sus padres. Nació para ser un Gryffindor.

Draco levantó una ceja divertido.-Reto aceptado, Potter.

-Bueno, no te quedes ahí parado, ven a abrazar a tu ahijado.-Ginny los hizo pasar.

Puso al bebé en los brazos de Hermione y él permaneció plácidamente dormido. Hermione acunó al bebé con cuidado, dándose la vuelta para mostrárselo a Draco.

-¿No es hermoso?-Hermione suspiró feliz.

Cuando no escuchó una respuesta, miró hacia arriba para ver a Draco mirándolos a ambos con nostalgia, sus ojos brillando plateados. Oh.

-Draco- susurró ella.

Su voz lo sacó de su trance. Parpadeó con fuerza, y cuando sus ojos se abrieron de nuevo, eran de su color gris normal. Él le sonrió tímidamente pero no se disculpó ni se molestó con las palabras, simplemente se acercó a ellos, abrazándolos holgadamente como Harry había hecho antes con Ginny y James.

-Realmente lo es.-finalmente respondió en voz baja.

Hermione se recostó en la fuerza de su abrazo, sintiéndose más completa y feliz en este momento de lo que podía recordar por un tiempo, la cabeza de Draco cayó vacilante sobre su hombro mientras miraban al bebé James. Sabía que aún no tenía su respuesta, pero el momento era demasiado perfecto, y sentirla apoyarse en él mientras celebraban la nueva incorporación a su familia poco convencional fue como un bálsamo para su alma.

Ginny miró a su marido a sabiendas, ambos estuvieron de acuerdo inmediatamente cuando discutieron quiénes deberían ser los padrinos de James. Verlos ahora con su hijo solo reafirmó que habían elegido bien, siempre supieron que Draco y Hermione serían padrinos brillantes individualmente. Pero al verlos con su hijo, ambos sabían que, en caso de que algo les sucediera, James encontraría una familia en sus dos amigos más confiables.

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Gracias a todos por sus brillantes comentarios sobre el último capítulo :)  Fue realmente útil y, sinceramente, me inspiró a pasar al próximo capítulo más temprano que tarde.

~ Travesura realizada