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- SAN MUNGO

Hermione casi había terminado con su turno, pero se sentía como si hubiera estado flotando sin pensar durante las últimas horas, su mente seguía volviendo a visitar a cierto rubio que atormentaba sus pensamientos. ¿Alguna vez terminó visitando la Sala de Bestias y Seres? ¿Se curó bien? Harry no había dicho mucho en las pocas veces que se había encontrado con él, y no creía que le correspondiera preguntar. Habían pasado unos días desde que lo dio de alta al cuidado de Harry, y no había sabido nada de él desde entonces. faltaban solo dos días para la luna llena, por lo que solo podía esperar que él tuviera sus asuntos en orden.

-Lo juro por Merlín, si me envía otra flor al trabajo, voy a poner su correo en una maldita lista negra.-vomitó Katie, caminando hacia Hermione con un montón de claveles en sus brazos.

-¿No puedes deshacerte de un admirador?-Hermione sonrió divertida, agradecida por la distracción.

-Difícilmente.-se burló ella.-Es Nott, sigue tratando de disculparse por su amigo.

Las cejas de Hermione volaron hasta la línea del cabello.-¿Theodore Nott? ¿El hombre que estuvo aquí con Malfoy?

-El uno y único.-se quejó Katie.

-No sé, eso me parece bastante dulce.

-Créeme, lo sé.-resopló Katie.-Incluso insistió en asegurarse de que llegara bien a casa después de que le dieras de alta a Malfoy.

-¿Oh? Entonces, ¿cuál parece ser el problema?

Katie miró sus zapatos, mordiéndose el labio con frustración.-No me juzgues, ¿de acuerdo?

-Nunca lo haría.-le aseguró Hermione inmediatamente a su amiga.

-Es solo que..-Katie vaciló, cerrando los ojos.-¡Fui maldecida por un mortífago en mi séptimo año en la escuela!

-Lo recuerdo.-dijo Hermione suavemente.-Estaba caminando no muy lejos detrás de ti cuando accidentalmente tocaste el collar.

Katie cerró los ojos ante el recuerdo, haciendo una leve mueca.

-¿Qué tiene eso que ver con Theo? Malfoy fue quien te dio el collar.

-¡Lo sé, lo sé! Pero... una parte de mí solo estaba pensando, Theo también era un mortífago, fácilmente podría haber sido él quien me maldijo si la misión se le hubiera dado a él en lugar de a Malfoy.

-Pero no lo era, y no lo hizo.-le recordó Hermione.-¿Está todo bien? no es propio de ti sacar conclusiones precipitadas.

-Bien.-dijo Katie un poco demasiado rápido.-Tienes razón, probablemente solo estoy siendo paranoica sin motivo, supongo que me pongo un poco nerviosa cuando se trata de todo ese incidente, no es un momento agradable, ¿sabes?

-Está bien.-dijo Hermione vacilante, había algo que Katie no le estaba diciendo del todo, pero no presionaría a la bruja.

-De todos modos, ¿te vas temprano?-Katie le preguntó, Hermione ya se estaba quitando la túnica de sanadora para pasar la noche.

-Sí, pensé que es lo mínimo que me deben por llamarme en mi día libre.-dijo Hermione.-Estoy agotada.

-No, definitivamente, sal de aquí.-insistió Katie.-Ya trabajas demasiado.

Y por primera vez en meses, una aburrida Hermione no pudo evitar estar de acuerdo.

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- EL APARTAMENTO DE HERMIONE

-Hola Artemis.-arrulló Hermione a la lechuza blanca que esperaba fuera de su ventana.

Estaba un poco ansiosa mientras desataba la nota de la lechuza de Harry ¿Tendría noticias sobre Malfoy? ¿Por qué le importaba a ella de todos modos?

Desenrolló el pergamino, reprendiéndose a sí misma por sus propios pensamientos solo para ser gratamente sorprendida por una nota de Ginny.

Hermione,

Sólo quería confirmar nuestra cita para almorzar mañana, ¡hace años que no tenemos la oportunidad de hablar una a una! Por cierto Harry delató todo el asunto de los Malfoy, sé que ustedes dos tienen una historia difícil, pero tengan cuidado con el pobre hombre, ¿quieren?

¡Hasta mañana!
Con amor,
ginny

Qué demonios, pensó Hermione? No podía entender por su vida por qué sus amigos seguían rogándole que fuera fácil con Malfoy. ¡Ella no había sido más que cortés con Malfoy! ¡Era él quien seguía provocándola, en todo caso! Rápidamente escribió una respuesta a Ginny, dejando bastante clara su confusión.

Ginny,

El almuerzo está en marcha; nos encontraremos en nuestro lugar habitual... Y sinceramente, ¿por qué me adviertes sobre Malfoy? Soy perfectamente educada con él. En todo caso, necesita la advertencia para mantenerse civilizado. De cualquier manera puedo informarte más durante el almuerzo, tienes razón, ha pasado demasiado tiempo.

Con amor,
hermione

Al enviar la carta con Artemis, Hermione se cambió y se puso su pijama favorito: unos pantalones cortos de raso suaves y un cómodo suéter de cachemira que la envolvía como una manta de gran tamaño. Se estaba agradeciendo a sí misma por comprar comida para llevar de camino a casa porque, como resultaría, estaba demasiado cansada para cocinar ella misma ahora que estaba cómoda y limpia. Decidió calentar su fettuccine favorito en el horno cuando escuchó un golpe urgente en su puerta.

La cabeza de Hermione se asomó por detrás del mostrador de la cocina con curiosidad. Extraño... Sus amigos generalmente se comunicaban por red flu o se aparecían directamente.

Caminó con cautela hacia la puerta cuando los golpes se convirtieron en un golpe, su varita ya estaba desenvainada y lista. El hecho de que hubiera estado sanando durante los últimos años no significaba que no recordara su entrenamiento de la guerra, preparándose para una pelea, abrió la puerta con cuidado.

-¿Malfoy?-su mandíbula se abrió.

Esto definitivamente no era lo que ella esperaba, Malfoy estaba apoyado pesadamente contra el marco de la puerta, las puntas de su cabello húmedas por lo que parecía ser su propio sudor, su rostro estaba contraído en una mueca de dolor, y prácticamente se estaba desplomando. Por una vez, no era el hombre inmaculado que siempre se había presentado, se veía horrible.

-Malfoy, ¿qué pasa?.-preguntó ella, extendiendo inmediatamente la mano para ayudarlo a entrar.

Para su sorpresa, él no protestó cuando ella lo ayudó a sentarse en el sofá. Cuando ella se sentó a su lado, comenzó a temblar violentamente, una mirada a sus ojos le dijo todo lo que necesitaba saber: estaban pasando rápidamente de su típico gris metálico al plateado penetrante que había llegado a asociar con su lobo.

-Draco.-dijo vacilante, genuinamente preocupada por él, parecía como si apenas se estuviera manteniendo unido, ella llevó una mano suave a su mejilla sudorosa, y su estremecimiento se desvaneció. Después de un breve segundo, dejó escapar un gemido de alivio, su mano subió para atrapar la de ella contra su mejilla, no es que ella estuviera tratando de evitarlo.

Esperó pacientemente mientras él visiblemente comenzaba a recuperarse, respirando profunda y constantemente y obligándose a calmarse. Cuando abrió los ojos, ella fue atrapada por la penetrante mirada gris.

-Gracias.-dijo con voz ronca. Él finalmente se echó hacia atrás ante su toque, pero ella notó que él seguía agarrando su mano, no es que lo culpara si su lobo estaba realmente tan cerca de la superficie.

-¿Qué está pasando? ¿Cómo encontraste dónde vivía?

Draco la miró tímidamente.-Seguí tu olor.-admitió.

-Mi olor..-Hermione se interrumpió, sus ojos se agrandaron, a veces le gustaba llegar a casa de la manera muggle en lugar de aparecerse, especialmente en noches como esta cuando quería tiempo y aire fresco para despejar su mente.

-¿Pero cómo? Tomé varios autobuses, son unos pocos kilómetros desde el hospital hasta aquí.

-Corrí.

-Tú qué..-Hermione palideció, con los ojos desorbitados.-¡¿Malfoy, corriste hasta aquí desde San Mungo?!

-Ayuda a liberar el exceso de energía.-simplemente se encogió de hombros.

-Correcto.-murmuró ella, sin entender realmente nada.-¿Por qué corriste hasta aquí para encontrarme? Estoy segura de que había otros sanadores que podrían haberte ayudado en el hospital.

Malfoy rió frustrado, pasándose la mano por el cabello aún húmedo.-Vamos, Granger, no te hagas la tonta, ambos sabemos que no lo estas.

Si no fuera por la seriedad de la situación, Hermione se maravillaría por el hecho de que él acabara de hacerle un cumplido.

-Está bien, así que calmé a tu lobo.-admitió, muy consciente de lo que observó después del incidente con Katie.-Pero estoy segura de que podrías calmarlo tú mismo con suficiente práctica.-continuó.-Te lo dije, Malfoy, el hospital tiene recursos para ayudar..-

Se interrumpió al ver la risa maníaca de Malfoy. ¿Lo había perdido oficialmente?

-Oh, Granger, Granger, Granger.-sacudió la cabeza con tristeza, Hermione sintió que se estaba perdiendo la respuesta, y la idea la molestó muchísimo.-El lobo no solo se calma contigo, oh no.

Su risa de desaprobación hizo que los vellos de sus brazos se erizaran. ¿Qué se estaba perdiendo?

-¿Oh?

-No, verás que él-eso-se siente atraído por ti, tan seguro como una varita mágica por su mago.

-Oh...-susurró ella, mucho más tranquila ahora.

-Sí.-dijo Malfoy, sonando completamente derrotado.-La cosa se estaba poniendo inquieta antes, y antes de darme cuenta, estaba irrumpiendo en San Mungo preguntando por ti, luego dijeron que no estabas allí, y yo ya estaba siguiendo tu olor.

-¿Y verme ayuda?-preguntó Hermione con curiosidad.

-Lo hace.-admitió a regañadientes.

-¡Oh!-los ojos de Hermione se iluminaron.-¡Probablemente sea porque la luna llena es mañana!

-Se ha vuelto más fuerte.-murmuró Draco.

-¿Pero por qué yo?-ella reflexionó en voz alta.

Ante eso, Malfoy evitó con firmeza su mirada.

-¿Es porque te sané?-ella empujó.-Pero yo no era el único sanador que trabajaba contigo...

Hermione se levantó de su posición en el sofá y comenzó a caminar de un lado a otro, murmurando sobre un libro que había leído sobre hombres lobo. Le recordaba mucho a Draco de sus días de escuela, pero apretó los dientes con frustración porque, para su gran detrimento, era mucho más fácil mantener a raya a su lobo cuando Hermione estaba sentada a su lado.

-Remus no tenía problemas como este hasta donde yo sabía, incluso con Tonks.-reflexionó Hermione.

Draco apenas contuvo un gruñido ante la mención del otro lobo, y se sintió horrible por eso ¡El hombre estaba muerto por el bien de Salazar!

-Tal vez deberíamos llevarte con Bill, él podría tener algunas respuestas.- continuó Hermione, completamente ajena a su creciente impaciencia.

Cuando Hermione se giró después de llegar a la pared, chocó de cara con Malfoy ¿Cuándo se había puesto detrás de mí? Ella trató de dar un paso atrás, pero las manos de él subieron para agarrarla por la parte superior de los brazos, sosteniéndola contra él, estaba tomando respiraciones profundas de nuevo, un bajo retumbo resonando en su pecho.

-Malfoy.-advirtió, a pesar de su propio corazón acelerado.

-Solo dame un minuto.-mordió, sus dedos apretándose alrededor de sus brazos.

Así que esperó hasta que él se recompuso una vez más. Cuando su agarre sobre ella finalmente se aflojó, ella se echó hacia atrás para mirarlo, todavía gris.

-¿Ayuda la proximidad?

-Parece que sí.-dijo con tristeza.

Hermione levantó audazmente una mano firme para descansar sobre su pecho.-¿Así que esto ayuda?-preguntó inocentemente.

-Uhh....-dejó escapar un suspiro ahogado, su cabeza cayó contra la parte superior de la cabeza de ella.

-¿Draco?

-¿Mmm?

-¿Sabes lo que está pasando?-ella preguntó suavemente.

Cuando lo miró, notó que sus ojos volvían a ser plateados, lo cual era extraño ya que parecía estar consciente de sí mismo, a diferencia de las otras veces. Se inclinó hacia ella, observando sus labios con avidez, haciendo que la respiración de Hermione se entrecortara con anticipación, estaba a solo un cabello de distancia cuando de repente se echó hacia atrás, sus brillantes ojos plateados se oscurecieron a su gris habitual.

Se apartó de Hermione con una mueca de disgusto.-Sé lo que está pasando bien, este lobo te ha tomado un gusto perverso.

Hermione se puso rígida, apoyándose contra la pared para apoyarse. Sabía que no era amiga de Malfoy. ¡Tuvieron la suerte de ser cordiales en el mejor de los casos! pero incluso entonces, después de todos los amigos en común que tenían y todos los eventos compartidos a los que ambos habían asistido, había pensado que al menos había un nivel de respeto distante pero mutuo. Ella lo odiaba, pero sus palabras dolieron más de lo que le gustaría admitir ¿Entonces ella era lo suficientemente buena para el lobo pero no para él?

-No te preocupes.-continuó rígidamente.-Encontraré una manera de deshacerme de él, y si no, simplemente amordazaré la maldita cosa.

Con eso, salió de su apartamento, yéndose sin mirar atrás. Hermione se hundió en el suelo, más confundida que nada, una parte de ella quería echarle humo por su rudeza. ¡Entró en su casa, le quitó el tiempo y luego la insultó! Sin embargo, las advertencias de sus amigos volvieron a ella, y una parte de su cerebro seguía acosándola para que mirara dos veces. Incluso en sus propios estudios de hombres lobo, nunca se había encontrado con algo como esto donde el lobo y el hombre estaban tan en desacuerdo acerca de otra persona, Hermione sabía lo que tenía que hacer y sabía que no estaría satisfecha hasta que tuviera algunas respuestas.