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• Capítulo 18 •

     La tarde se tornó fría y nublada, nubes grises llegaron desde el norte invadiendo toda la ciudad, el viento era muy intenso y parecía que la lluvia torrencial empezaría a caer en cualquier momento.

     Bakugō estaba en su departamento, vistiéndose para salir, le habían invitado a comer todos juntos y a pesar de que no solía gustarle los eventos sociales entre sus compañeros sentía que necesitaba despejar su mente un rato.

     Finalmente todo había pasado, al fin podía sentirse tranquilo, pero mientras se observa en el espejo pasa una mano por su cabello, se sentía raro, como si algo le faltara, luego observa el celular nuevo en la mesa de su escritorio y lo toma, no tenía contactos, más que los de sus padres. Se pregunta si sería buena idea pedir nuevamente los números de todos.

     En esa semana no hubo ningún tipo de comunicación entre Todoroki y él, ambos estaban ocupados en cumplir con sus deberes, tanto que ni siquiera tenían tiempo de pensar en lo que podría estar haciendo el otro.

     Un suspiro pesado sale de sus labios y guarda el móvil en su abrigo, no tardó en salir sin llevar consigo un paraguas.

Hey, bro, ¿Puedo hacerte una pregunta? —cuestionó Kirishima quién se encontraba a su lado con una cerveza fría en la mano.

¿Qué quieres? —dijo sin prestarle mucha atención, observando la carne cocinándose en la plancha de su mesa.

Últimamente has estado más serio y tranquilo, en esos días que estuviste desaparecido, ¿Sucedió algo? 

     Su mirada se pierde, le habían regresado a la cabeza todos los momentos en los que sintió impotencia y dolor, no era algo que considerara traumático, pero si era demasiado incómodo tener que hablar de eso con alguien, por lo que prefería hacer como si nunca hubiera sucedido.

—¿Bakugō?

—No quiero hablar de eso.

Ah, lo siento fui muy metiche —se desculpó rascando con nerviosismo su nuca— Cambiando de tema... Kaminari, oí que finalmente le pediste a Jirō salir ¿Es eso cierto?

—Ehh- ¿Cómo te enteraste?

     La mayoría de sus compañeros ya se encontraban en el restaurante a la hora indicada, todos se alegraron de verlo en buenas condiciones, Yaoyorozu había alquilado el lugar por esa noche para mayor comodidad, lo estaban pasando bien, le gritó un par de veces a Midoriya por preocuparse de más y regañó a Kaminari por el tremendo fallo que había cometido en su primera misión, la cual se viralizó en redes sociales, los demás también comentaron lo que habían oído en las noticias, Kaminari admitió que por querer dar una buena impresión no se había percatado de que el villano ya se encontraba a la vuelta de la esquina, todos rieron al unísono junto con el descuidado Chargebolt.

     Todos estaban pasándola bien, hablando de diferentes temas, no tocaban el tema de Katsuki y el porqué de su denuncia, no querían incomodarlo.

¡Ah! ¡Todoroki san! Que sorpresa —habló Momo al ver a su amor platónico entrar al lugar.

     Varios se fueron a saludar mientras que Katsuki simplemente se queda inmóvil, sus latidos se aceleraban con solo pensar que a sus espaldas se encontraba el bicolor...

¿Bakugō? ¿Estás bien? Estás rojo, ¿Acaso ya estás mareado?

—¿Hah? Quizás sí, voy a salir un momento a por aire.

De acuerdo, aunque no creo que te ayude mucho — rió un poco Sero sabiendo que el aire frío no era bueno cuando se bebía.

     Katsuki a paso veloz va a la puerta trasera y sale, ¿Por qué rayos le pasaba eso? ¿Por qué se sentía nervioso? Se sentía estúpido, técnicamente estaba escondiéndose de él. Se apoya en la pared y se queda pensando por unos minutos, ¿Debería entrar? ¿Si lo ve le haría charla sobre lo que pasó o se quedaría callado?

¿Bakugō? ¿Qué... haces afuera?

     Al oírlo no puede evitar dar un pequeño salto de sorpresa, definitivamente no estaba listo para verlo a la cara y hablar con tanta normalidad.

B-Bastardo, no te vi, yo sólo... quería respirar aire fresco —miente.

—Ya veo... Aunque cuando entré parecía que estabas evitándome.

—¿Por qué te evitaría?

—Bueno, no nos hemos visto desde... Ya sabes, no tenía manera de comunicarme de manera adecuada contigo y quería ir a tu casa para verte, pero... No encontré un buen momento para hacerlo.

—Ah, sí, bueno, igual no creo que me hayas encontrado, ya no vivo con mis padres, y el departamento en el que estoy no lo sabe aún nadie.

—¿Por qué te mudaste?

—Necesitaba mi propio espacio.

Mm... Regresando al tema anterior, las cosas entre los dos... Estamos bien ¿Verdad?

—Deja de pensarlo demasiado, idiota, si estamos bien —responde desviando la mirada, por alguna razón no podía verlo directamente a la cara.

Me alivia oír eso.

     Ambos observan el suelo o el cielo, estaba oscuro y las nubes se veían cargadas, por lo que no tardaron en soltar una lluvia torrencial y repentina, menos mal a ambos jóvenes los cubría un pequeño techo.

Bakugō yo... tengo algo importante que decirte.

—¿Qué?...

—Pensé en salir del país... —revela de forma directa— Haré trabajo de héroe en Estados Unidos, hay una empresa de héroes que me ofreció un buen trabajo allá, dicen que requieren de héroes jóvenes.

     La noticia sorprende por completo al rubio ceniza, se queda en silencio y se queda viendo a la nada, odiaba la lluvia, pero en esos momentos ese disgusto
había quedado en segundo plano, la idea de imaginar al bicolor tan lejos hacia que su corazón doliera.

—¿Lo dices en serio? —cuestionó frunciendo el ceño, pero al darse que sería lo mejor, se abstiene.

Sí, viajaré el fin de semana.

—Ya veo... Mucha suerte en tu viaje... —comenta viéndolo de reojo con una mirada neutra.

Gracias.

—Será lo mejor para ti.

—¿Lo mejor para mí? —susurró, a pesar de que el rubio ceniza parecía estar "feliz" por él, sentía que su voz tenía un tono de tristeza.

Aquí es muy aburrido, en otro lado seguro que podrás destacar más que cualquiera —suspiró—. Ya tomé suficiente aire, será mejor que vuelva adentro —se estira un poco y pasa a un lado del más alto, pero este lo detiene.

Bakugō, me gustaría... Salir contigo un poco antes de irme.

—¿Salir? ¿A dónde?

—Salir a pasear, o a comer, cualquier cosa, solo quiero- hablar un poco más contigo antes de irme.

     Bakugō observa la mano del ajeno tomándolo de la muñeca y luego observa hacia la lluvia, no sabía si era buena idea alargar las cosas, pero algo le decía que tal vez no sea tan mala idea quedar bien con el heterocromático.

Está bien —acepta en un suspiro—, dame tu número, yo te escribiré.

—¿En serio? —los ojos de Todoroki brillan con ilusión.

Sí, muy en serio, hay que aprovechar hasta que te vayas.

     El bicolor le ofrece una ligera sonrisa y suelta con suavidad la muñeca del rubio ceniza, dejando un último roce entre sus dedos.

     Bakugō una vez libre de su agarre continúa su camino al interior del restaurante, toma asiento con sus amigos quienes al parecer ya se estaban pasando un poco con la cerveza.

—Pobre de ustedes vomitar cerca mío, juro que les exploto la maldita cara —amenazó con el ceño fruncido y los brazos cruzados.

     A su mesa llega de la nada Mina ofreciendo más carne para que pudieran comer, y todos lo reciben con gusto, Bakugō comía tranquilamente observando de vez en cuando la mesa de Midoriya, quien estaba sentado frente a Todoroki, Iida y Uraraka.

Todoroki san, parece que piensas demasiado, ¿Hay algo que te esté molestando? —cuestiona la castaña.

Sí, yo también te he notado más callado de lo normal —Midoriya se inclina un poco, la expresión neutral del bicolor parecía diferente a la de costumbre.

Ah, lo siento, son cosas que tengo pendientes, nada grave.

—Es bueno escuchar eso —se alivia el peliazul que no tardó en llevarse un bocado de comida a la boca.

—Dijiste hace unos momentos que te ibas a Estados Unidos ¿No es así?

—Deberíamos aprovechar los últimos momentos que tengas en Japón para hacer algunas cosas —propuso Uraraka.

Ah- Suena bien, pero... ¿Ustedes no tienen que trabajar?

     El bicolor no quería causar problemas con los horarios de sus amigos, pero en parte deseaba que estuvieran ocupados para pasar esos días que tenía con cierto rubio ceniza.

Yo tengo libre el jueves, ¿Y ustedes?

—Martes.

—Domingo.

—¿Eh?- ¿Ninguno tiene para salir un mismo día?

—¿Podrían quizás cambiar de turno con alguien más?

     Ninguno coincidía, empezaron a hablar de posibles soluciones o tal vez alguna salida por la noche para comer algo y hablar como lo hacían en esos momentos, quizás ir todos juntos a un karaoke por última vez, y mientras se ponían de acuerdo en lo que harían Todoroki solo se quedaba pensando en qué cosas podría hacer con el rubio ceniza para tener una relación un poco más unida que antes.

Continuará...

NarikoHN

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