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• Capítulo 17 •

Dije que no.

     La mujer se queda en silencio y desliza un papel lentamente hacia el bicolor, Todoroki observa que se trata de un contrato de consentimiento, cosa que lo haría abrir ligeramente los ojos.

Fírmalo.

     No esperó aquel acto de rebeldía ante su voluntad, creía que la científica se rendiría ante la idea de seguir con el proyecto, pero su determinación y locura superó lo que imaginaba.

     La mujer le muestra un lapicero y su diestra toma el objeto, intentaba resistirse y su mano temblaba en un esfuerzo de no llegar a la hoja. Observa de reojo a sus espaldas, el ruido del mar meciendo el barco silenciaba el movimiento a sus espaldas.

—¡Dije que no!

     Gritó y no tardó en activar su lado de fuego quemando tanto el lapicero como la hoja, evidentemente no pudo controlar mucho el cómo se iba a extender eso, por lo que quemó otros documentos y el fuego se hacía cada vez más grande.

—¡Maldita sea!

     La mujer se enoja y lo ve fulminante, él retrocede y luego corre fuera de la habitación, a la doctora se le hizo extraño que no haya pensado ayudar a Bakugō, pero cuando voltea a ver en dirección de dónde se supone que debía estar su camilla, este ya no estaba.

     Sorprendida observa a los alrededores, estaba dispuesta a ir detrás del bicolor, pero el fuego seguía, si lo dejaba podría quemar más cosas del barco. Ya había quemado los datos y el procedimiento que se había realizado en Bakugō.

     Por otro lado, cuando Todoroki sale del lugar se encuentra a medio pasillo a la pequeña niña empujando la camilla como podía hacia la salida, los guardias se estaban acercando a ella para detenerla, a lo que rápidamente él ataca e inmoviliza para continuar con su escape.

     Bakugō no tardó en despertar, la escena de estar siendo empujado aún en la camilla por Todoroki y Ayari lo dejaron completamente perplejo por unos segundos.

—¡¿Qué están haciendo par de-!?

—Estamos salvándote de esa científica.

—Oh, pues creo que llegaste demasiado tarde, idiota. Ya hizo lo que quiso conmigo.

—¡Pelea después! —regañó la pequeña niña aún empujando de la camilla.

     Ambos jóvenes se vieron un poco entre ellos y luego mantuvieron la boca cerrada hasta que salieron del barco. Ahí desataron al rubio ceniza y vieron la llegada del yate que había pedido Endeavor.

Tenemos que irnos.

—¿Por qué tienes tanta prisa ahora?

—La doctora probablemente esté enojada conmigo, acabo de arruinar sus papeles.

—¿Hah?

     Todoroki toma la muñeca de Bakugō y estaba por arrastrarlo con él al yate, pero este se detiene y lo ve en desacuerdo, acto seguido observa a la niña que estaba viéndolo con una mirada de suma tristeza, pues sabía que si ambos se subían, sería la despedida.

Bastardo, no me puedo ir así de rápido, yo- necesito tiempo.

—¿Tiempo?

     Retuvo su reclamo al ver a la pequeña niña sujetando con cierta fuerza sus propias prendas en muestra de querer ser fuerte, lo pensó, no estaba de acuerdo, pero no podían dejar las cosas así como si nada después de haber recibido su ayuda.

Hablaré con mi padre, tu despídete de la niña, pero en un lugar más oculto.

—No me digas que hacer.

     Da su regaño clásico antes de tomar caminos separados por unos momentos, Katsuki toma a la niña en brazos y se la lleva a la vegetación no muy lejos de la aldea principal, se esconde detrás de unos arbustos y se agacha.

Ayari, me tengo que ir.

—¿Kutimuchkanki?

—Mm... si te refieres a si volveremos a vernos, te prometo, que cuando regrese a mi casa buscaré la manera para visitarte cada vez que pueda ¿Te parece bien?

     La pequeña niña se le queda viendo sin entender muy bien lo que dijo en su mayoría, pero luego Katsuki observa a los alrededores, toma una pequeña vara y hace un dibujo de un barco, la isla y una casa.

Estamos aquí —señala la isla—, me iré en el yate a mi casa y luego, cuando todo esté bien... regresaré.

—¿Cuánto tiempo?

—Apenas pueda —la pequeña niña se puso triste, pero Katsuki le dió un par de palmadas en la cabeza para animarla de alguna manera—. Te prometo, Kutimuchkanki, yo, a la isla ¿Oíste?

     Definitivamente, haberlo oído hablar aunque sea un poco de su idioma la hizo feliz, no le importaba que estuviera incorrectamente usado, estaba feliz.

     Su conversación terminó con un abrazo cariñoso por parte de la pequeña niña, Bakugō también la abrazó aunque no estuviera para nada acostumbrado a aquello. Una vez se apartaron del otro Katsuki toma a la pequeña nuevamente en brazos y camina a la aldea para dejarla con su padre.

     Todoroki, por otro lado, le había hablado a Endeavor, diciéndole que mantuviera a la mujer científica lejos de sus vidas. No quería estar preocupado por el bienestar de Katsuki, obviamente regresando a la civilización pedirá una orden de alejamiento y le preguntaría a Bakugō si quería presentar cargos en su contra.

     Una vez aclarado eso se dirige al pequeño pueblo de indígenas y habla con el padre de Ayari, en primer lugar, agradeciendo su paciencia y su ayuda en todo el tiempo que permanecieron en la isla.

     Y mientras hablaba con él, escucha a lo lejos la voz de una niña que llamaba a su padre, ambos voltean y logran visualizar a Katsuki cargando a la pequeña mientras se dirigía a ellos.

Ya podemos irnos —declaró Bakugō decidido.

De acuerdo.

     La niña es entregada a su padre y todos se dirigen al yate que ya los esperaba, el capitán los saludó y al recibir la orden de llevarlos de regreso a la ciudad asiente y prepara todo.

     Bakugō y Todoroki se despiden por última vez con la pequeña niña junto al ex científico mientras que el yate empieza a alejarse de la costa.

     Finalmente podían respirar con alivio, las cosas habían terminado, no como lo hubieran querido, pero al menos salieron a salvo. Impacientes esperaron ver la ciudad en el horizonte, obviamente iban a tardar en llegar, por lo menos un día entero, el ambiente entre los dos jóvenes héroes profesionales era extraño, ninguno decía nada y parecían perdidos en sus pensamientos. ¿Qué pasará cuando ambos lleguen a Japón?

Bakugō —Todoroki rompe el silencio y observa el mar—, lo siento... por traicionarte, realmente lamento que hayas tenido que pasar por todo el tratamiento.

—Ni lo menciones, al menos ya no duele.

—¿Por qué no me dijiste nada de lo que estabas sintiendo?

—¿Para qué? ¿Hubieras podido hacer algo? —el bicolor estaba por objetar, pero luego lo piensa y le da la razón— No quería hacerte pensar que no podía con unas simples dolencias.

—La doctora dijo que ningún paciente soportaría todos los efectos secundarios como lo hiciste tú.

—Es porque seré el héroe número uno.

     El heterocromático sonríe y luego relaja su mirada, agradecía que las cosas entre ellos no se hayan arruinado después de haberlo entregado a la científica, creía que estaría enojado con él de por vida, pero al parecer comprendió que era por su bien.

     Finalmente sus pies tocan tierra firme, ambos habían extrañado en demasía la ciudad y todas sus comodidades. Caminaron juntos, ninguno tenía dinero y el celular que tenía Todoroki únicamente tenía para llamar a la doctora Hirano.

     Por eso decidieron caminar hasta una estación de tren para ubicarse y llamar a la familia de Katsuki, Masaru sin pensarlo dos veces los fue a recoger en un coche, dejó a Todoroki en su respectiva vivienda y regresó a su hogar con Katsuki.

     Cada quien se relajó a su manera, pero por el lado de Katsuki, después de un par de días se dirige a la comisaría para denunciar lo que había sucedido con la doctora y el héroe de fuego.

     Fue interrogado por los medios de comunicación, todos estaban curiosos por el motivo de la denuncia, pero Katsuki pidió absoluta confidencialidad a las autoridades, quienes aceptaron no revelar nada a nadie.

La noticia de las dos denuncias por parte del héroe "Great Explosion Murder God Dynamite" evidentemente causó polémica entre la comunidad de héroes, todos creen que la razón tuvo que ver con la desaparición del héroe durante una semana después de ingresar a la empresa del héroe de fuego "Endeavor". Nadie entiende que sucedió y las autoridades niegan revelar más información sobre el asunto.

     La televisión no tarda en ser apagada, mostrando en el reflejo a un bicolor vestido con prendas casuales, acababa de despertar y ya se había causado un lío. Un poco preocupado por cómo estaría Bakugō piensa en llamarlo, observa su celular nuevo y hace una mueca, no tenía ningún contacto, tendría que ir directamente a la casa del rubio ceniza, aunque eso sonara invasivo...

     Se mete a sus redes sociales y se percata del mensaje de Midoriya en su Instagram.

« Todoroki kun, espero que te encuentres bien, me preguntaba si estás libre hoy en la noche, todos nos reuniremos en un restaurante para comer y hablar un rato, queremos apoyar a Kacchan por lo que sea que esté pasando y animarlo. »

Continuará...

NarikoHN

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