—No es suficiente, quiero más...

—¿Más?

     Katsuki de lo que estaba acostado se encoge nuevamente y cierra los ojos, no se dejaba decir lo que necesitaba pero el bicolor no tardó mucho tiempo en entenderlo.

—¿Quieres... Quieres que toque ahí?

     No recibe respuesta, era algo que ya se esperaba por lo que metió su mano por la espalda baja del rubio ceniza bajando lentamente hasta sus glúteos, tocaba tímidamente hasta que llegó a tocar su entrada, notando que estaba bastante húmedo.

—«Se humedeció como si fuera una mujer...» —pensó sorprendiendose por eso.

     Bakugō oculta su rostro, no se le podía ver, pero Todoroki sabía que estaba avergonzado, no era difícil darse cuenta, ya que su nuca también se pintaba de rojo.

—Hah... Nh-

     El cuerpo del ceniza tiembla y se tensa, las estimulaciones del heterocromático lo estaban haciendo estremecer demasiado.

—Sopórtalo un poco más, por favor —pide metiendo más sus dedos.

     No era difícil simular embestidas con dos dedos debido a lo resbaloso que estaba, incluso llegó a tocar su próstata haciendo que Katsuki tuviera un pequeño sobresalto por la gran sensación de placer.

—Ngh~¡hah!

     Bakugō volvió a estar erecto, era imposible que no lo estuviera después de sentir tanto placer en tan poco tiempo.

—«Mierda... Si sigue gimiendo creo que... No podré evitar excitarme también...»

     Nuevamente sintió el dulce aroma a caramelo, supuso que la causa es el cuerpo sudado del menor, pero nunca antes lo había notado tanto como en ese momento.

     Estaba concentrado en hacer sentir bien a Bakugō, una mano estimulaba su entrada mientras que la otra estaba en su pecho, acariciando y pellizcando uno de sus pezones.

     Katsuki ya no podía soportar la estimulación, y llegó nuevamente al orgasmo sin la necesidad de ser masturbado.

—Gh- Nhh-

     Todoroki al notar aquello saca sus dedos de su interior lentamente y observa el tembloroso cuerpo del ajeno, seguía ocultando su rostro, tenía que admitir que tenía curiosidad de verlo, pero probablemente si lo movía el ceniza se enojaría demasiado con él.

—Hah... Hah... —Bakugō jadeaba de forma suave.

     No sabía si había sido suficiente para Katsuki pero solo esperaría por alguna indicación más, una vez el ajeno parezca recuperarse, alza la cabeza.

     Los ojos de Todoroki se abren ligeramente por la sorpresa, Bakugō estaba llorando, pero no parecía de dolor o tristeza, parecía más de súplica y de placer, ver esa expresión fue la gota que rebalsó el vaso en su escala de soporte.

—¿¿Estás bien??

—Claro que estoy bien, idiota... Esto no es nada.

—¿Por qué lloras?

—N-No estoy llorando, maldita sea... —limpió como pudo sus lágrimas pero al estar casi en el regazo del bicolor no tardó en notar un bulto en sus pantalones— Tú- acabas de...

—Mh- no, solo te parece.

     Con un rubor en sus mejillas cubre su erección y desvía la mirada, estaba avergonzado por excitarse de solo tocar y ver al rubio ceniza.

     Bakugō por su lado, estaba en shock, pero a la vez estaba intentando controlarse, se intentaba convencer de que no estaría bien tener sexo con el bicolor, no era el momento, no importaba lo mucho que deseaba tener relaciones, si lo hacía probablemente tenga consecuencias muy graves entre ellas el quedar embarazado, lo cual no sabía si ya era posible o no debido a que el proyecto supuestamente no está terminado. 

     Ambos se habían quedado en un silencio sepulcral e incómodo, Katsuki viendo la mano de Todoroki cubrir su erección y Todoroki viendo a otro lado pensando en qué hacer, hasta que finalmente decide ponerse de pie y caminar a la salida de la pequeña cabaña.

—I-Iré a otro lado para no molestar, tú descansa.

—Ah- sí...

     Aceptó de forma dudosa, supuso que se iba a tardar pues tenía que lavarse y encargarse de su cuerpo. Mientras que él tenía que limpiar lo que había ensuciado, lo bueno de todo eso es que su cuerpo ya no cosquilleaba tanto como antes, sus piernas temblaban un poco y estaba sudado, pero eso era lo de menos.

—Doctora... creo que tenemos un problema... —anuncia el joven ayudante.

—¿Qué sucede? Estoy ocupada... —responde sin mucho interés, ya estaba a punto de tener los resultados de los exámenes de la sangre de Bakugō.

—Creemos que ellos acaban de tener contacto.

—¿¡Qué!? ¡¿Ahora?! —saltó de su silla con rapidez para luego correr hasta los monitores y observar como Todoroki salía rojo de la caballa— No... no, no, no,  ¡No! ¡Se pasaron del día 2 al 7 en esos días de estar juntos! Esto está mal... 

—Es solo una suposición, pero... ¿Por qué sería malo?

—Si sus resultados son positivos podría causarse mucho daño... no le hemos inyectado los químicos para estabilizarlo, su cuerpo no soportaría a un bebé... además él no querrá tenerlo, estoy muy segura...

—¿Qué planea hacer?

—Creo que solo nos queda... no, espera... ¡Tenemos los resultados del ADN! ¡Eso me puede decir cuántos gametos ha producido, y si la cantidad es menor al de una mujer es posible que no quede embarazado! —volvió a correr hasta el laboratorio.

     El joven va tras ella y la observa examinar los papeles, no parece muy feliz.

—¿Qué dice?

—Carajo... Hay un 72% de probabilidades de que salga embarazado si llegaran a tener sexo.

—¿Qué deberíamos hacer?

—Tenemos que intervenir, tenemos que traer a Bakugō nuevamente.

—Será imposible.

—Tenemos que idear un plan.

     La noche había caído en la isla, todos los habitantes estaban festejando y bailando alrededor de una fogata.

     Katsuki ya estaba más tranquilo con el tema de su cuerpo, estaba sentado frente a la fogata y Ayari estaba a su lado, la pequeña le estaba pintando con pintura natural roja algunas marcas de su clan, desde el torso, los brazos y un poco el rostro. Cabe aclarar que Bakugō no había aceptado aquello en un inicio pero la niña le había insistido tanto que no pudo evitar ceder.

     Todoroki después de irse de la pequeña cabaña no había regresado, eso mantenía algo preocupado al rubio ceniza, sabía que era fuerte y que podría defenderse ante cualquier peligro, pero aun así sentía que algo no andaba bien.

—¿Katsuki? —la niña parecía curiosa ante su silencio y su mirada perdida—¿Estás preocupado?

—Solo un poco.

—¿Por qué?

—Porque... Mi compañero se fue y no sé si está bien o no.

—Oh, cuando compañero se pierde se hace nina para que vea q’osñi.

—... ¿Hah?... —definitivamente era complicado entender a la pequeña indígena.

—Nina —señala el fuego— q’osñi —señala el humo del fuego.

—Ah... Tiene sentido, aquí no hay otra forma de comunicarse, pero ¿Y si no puede hacer fuego?

—Se usa un yuraq pisqu, imita sonido, si grita, volarán a costa.

—¿Un ave?

     La pequeña niña asiente con la cabeza, a ella también se le hacía difícil comunicarse con Katsuki para que le entendiera, su padre le había enseñado  japonés ya que él precisamente es de ahí, sin embargo, él no lo hablaba tan seguido, como para que Ayaki pudiera hablarlo a la perfección, pero se podría decir que era de las pocas personas que sabía el idioma en esa isla.

—Oye, ¿Por qué-

—Ayaki

—Ugh... Ayaki, ¿Por qué están tan felices todos?

—Es manaraq raymichakuchkaspa.

—Cada vez lo estás haciendo más difícil —suspira entrecerrando los ojos.

—Ella quiso decir, antes de la celebración de mañana.

     Un hombre se sienta a su lado, sus ojos eran rasgados y se le notaba la tez más blanca que los demás indígenas, evidentemente estaba bronceado y se notaba que ya llevaba tiempo en la isla.

—¡Papá! —Ayaki se abalanzó a los brazos de su padre y lo abrazó con cariño.

—¿Tú- eres su padre?

—Así es —sonríe amigable mientras acaricia la cabeza de su pequeña—, Ayaki, mamaykiwan riy.

—¡Allinmi! —la niña no tarda en ir corriendo sonriente con su madre que no estaba muy lejos de ahí.

—Eres japonés ¿Verdad? ¿Cómo llegaste aquí?

—Es una larga historia, pero para resumirla solo diré que huí de un centro científico, era un trabajador de ahí, pero ocurrieron algunas cosas que iban en contra de mis principios y solo me fui.

—¿Eras uno de ellos?...

—No me siento nada orgulloso de eso, por tu cara puedo descifrar que ustedes también huyeron de ahí.

—Mh- sí...

—¿Cómo es que terminaste ahí?

—También es una larga historia.

     Aquel hombre se dispuso a escuchar la historia de Katsuki, claramente sin enterarse de que tipo de proyecto estaban haciendo en él, pero al oír el plan que tenía para huir supo que no sería fácil, después de todo, él ya lo había intentado hace un par de años, hasta que finalmente se rindió, se quedó en la isla y empezó su vida de cero.

—Mira, después de un tiempo observando los alrededores de la isla, puedo decir que un barco de carga aparece por el norte cada mes por la tarde y por la noche, este barco va desde los laboratorios hasta el puerto más cercano, lleva provisiones para abastecer el lugar.

—Perfecto, ¿Y cuando va a pasar otra vez?

—Si mal no recuerdo, en un par de días más.

Continuará...

NarikoHN