• Capítulo 10 •
—Mierda... quiero que me toque.
Apenas unos segundos después se dio cuenta de lo que había dicho ¿Qué diablo estaba deseando? Niega con la cabeza intentando zafarse de esos pensamientos lujuriosos.
—¿Quién quieres que te toque?
Con sorpresa voltea a ver a un medio albino que se encontraba cruzado de brazos apoyado en un árbol que daba comienzo al inmenso bosque.
—¡¿Qué mierda haces aquí?! ¡¡Te dije que quería estar solo!!
—Lo sé, pero no podía dejarte solo aunque quisiera —menciona observando otro lado por unos segundos para luego volver su vista al más bajo— ¿y bien?
—¿Y bien qué, idiota? —musitó fastidiado.
—¿Quieres que te toque?
—¡Deja de burlarte de mí! —grita y retrocede como puede al ver cómo el heterocromático se acercaba.
—¿Quién dice que me estoy burlando?...
Una vez cerca, se puso a su altura y tomó su mejilla, Bakugō inevitablemente cerró los ojos y se sintió aún más excitado, quería ser tocado, quería que el bicolor le quitara todos esos cosquilleos que le parecían molestos pero a la vez no.
—No lo hagas —pide y toma su hombro para apartarlo con suavidad.
Todoroki lo observa un poco y se acerca nuevamente, sin importarle el ser apartado, estaba cerca de besarlo pero el ajeno no se dejaba, cubría su boca.
—¡No! ¡Alto!
Ordenó sin perder la cordura, sabía que la doctora podría estar viéndolos en ese preciso momento.
—No seas idiota, no podemos hacerlo...
—¿Y si solo te toco un poco?...
—M-Maldito bastardo, ¿Acaso te quieres aprovechar de mi situación?...
—No es eso, es solo que... Cuando te veo de esta manera, siento ganas de estar cerca de ti y ayudarte.
—No podemos, cálmate...
—Yo estoy calmado, ¿Pero tú?
Desde hace un rato había notado como el cuerpo del rubio temblaba con levedad, sus manos se cerraban en puños apretando un poco el pasto y la tierra, estaba aguantando las sensaciones que tenía y parecía ser difícil.
—Estoy bien, puedo con esto.
—¿Te duele?
—No.
—¿Qué es lo que sientes?
—Siento... Cosquillas, hormigueros, mucho calor, entre otras cosas que no te voy a decir.
—¿Crees que con toques esas sensaciones se vayan?
—No quiero que me toques... menos aquí, a la vista de cualquiera.
—¿Quieres que sea en un lugar más oculto? —cuestiona posando una mano en su pierna.
—¡Te dije que no quiero!
Le da un manotazo quitando su mano y luego desvía la mirada, su cuerpo le pedía a gritos sentir el cuerpo de Todoroki sobre el suyo pero su orgullo era más fuerte.
—Necesito tomar otra ducha... Estoy sudando demasiado.
—¿Quieres que te enfríe?
El rubio ceniza lo observa un poco, luego se acuesta en el pasto y suelta un suspiro desviando la mirada. Le daba algo de pena aceptar ayuda del bicolor pero en ese punto no podía evitar necesitarla.
—Bien —aceptó a regañadientes.
El bicolor con tranquilidad alza su mano derecha y empieza a pasar por encima del cuerpo del ajeno enfriándolo todo lo que necesitara, pero apenas sus dedos rozaron un poco su piel, nota como es que el de mirada carmesí temblaba y se ponía más nervioso.
—Mierda... —maldijo al empezar a excitarse con solo sentir el frío en su cuerpo y el roce de sus dedos— Espera, mejor vete —aparta la mano del mayor y se vuelve a sentar.
—No me iré...
—Bastardo ¿por qué eres tan necio?...
—Porque me gustas... —confesó con su vista fija en los ojos del ajeno— o eso es lo que creo...
El ambiente se sentía tenso... aquellas palabras habían dejado a Katsuki incrédulo y sin saber qué decir ni cómo tratar el asunto, nunca había estado en una situación así y menos con un chico.
Todoroki no era de las personas que hablaban de sentimientos o de sus opiniones... definitivamente era algo difícil de asumir.
—Tú... ¿Sientes algo por mí? —cuestionó el rubio ceniza sin creérselo.
—Siento... La necesidad de cuidarte y estar para ti.
—Eso no es estar enamorado, eso es preocupación.
—Lo sé, pero... se siente diferente a una preocupación normal.
Su rostro se volvió rojo, estaba seguro de que no le gustaban los hombres, pero había una pequeña parte de él que sentía un poco de atracción e interés hacia el más alto pero no a tal punto de admitir quererlo como pareja.
—No soy gay... y creo que aún no estoy interesado en ti... como para cambiar de opinión, idiota —aparta la mirada y siente cómo su corazón empieza a latir cada vez más rápido.
—Entiendo —responde tomando el mentón ajeno para luego hacer que lo mire a la cara—, entonces haré que me veas más...
Después de un rato, Todoroki llevó en brazos a Katsuki hasta llegar a una pequeña choza que los pueblerinos les prestaron para pasar una noche, se veía limpia y cómoda, incluso tenían una cama grande para ambos, la idea de dormir juntos ya no era tan descabellada después de todo lo que habían pasado juntos, de hecho, agradecían tener un lugar decente para descansar.
Todoroki recostó con cuidado al rubio ceniza en el colchón y se sentó a su lado, Bakugō no tardó en tomar una sábana y cubrirse con ella, encogiéndose un poco, tenía calor pero quería cubrirse.
—¿Estás bien?... —cuestiona algo preocupado, por la postura que había tomado.
—Déjame dormir.
—Bakugō, ¿Necesitas-?
—Sí, tiempo a solas, así que sal.
—¿Estás así por lo que dije antes?
—Estoy así porque me cargaste a la fuerza, caminante por todo el puto pueblo dejándolos verme vulnerable y aunque te lo dije no me hiciste ni puto caso, maldito bastardo idiota.
—No tenía otra opción, no podías caminar bien y no sabía a dónde llevarte para que te sientas más cómodo.
—Me hubieras dejado en esa colina.
—Sabes que no podría hacer eso.
—Ugh, ¡ya sal de aquí!
Alza la voz y crea una pequeña explosión, pero esto no provoca ninguna reacción en el más alto.
Todoroki en silencio lo observa con tranquilidad y pasa una mano en su hombro cubierto por la sábana, baja poco a poco y llega a su cintura.
—¿Me dejarías tocarte un poco ahora que hay más privacidad?...
—¡No! ¡Vete! Gh-
Realmente estaba necesitado y Todoroki lo sabía, era uno de los efectos secundarios que estaban anotados.
—Solo algunos toques, una vez que tu cuerpo esté mejor te dejo en paz el tiempo que quieras.
Cuando dijo eso el rubio ceniza se queda unos momentos en silencio y luego lo ve de reojo, era una propuesta decente, pero a la vez sabía que si lo aceptaba podría llegar a pasar cosas de las que se arrepentiría.
—Mm... Bien, pero no te aproveches de la situación —advirtió viendolo molesto.
—No lo haré.
Katsuki chasquea la lengua y se queda quieto con el ceño fruncido, Todoroki pasa su mano por su hombro y le quita la sábana que lo cubría, ahí pudo ver a un rubio ceniza en posición fetal con el rostro rojo, viendo hacia la nada, probablemente esperando a que comience con los toques.
—Bakugō, necesito que te acuestes bien.
Pidió tomando uno de sus hombros para hacer que se incline un poco más boca arriba, el menor no quería hacer ni decir nada mientras lo tocaba.
Todoroki notó eso y simplemente empezó a acariciar con suavidad su pecho, empezó con timidez pasando solo una mano, específicamente la derecha para enfriarlo en el proceso, pero no es hasta que baja un poco por su abdomen y vientre cuando se percata de que Katsuki estaba erecto.
Evidentemente al estar bastante sorprendido se queda quieto, Bakugō supuso que se había dado cuenta y se ruboriza aún más y se cubre.
—No veas-...
—Lo siento, pero déjame aliviar también eso, de lo contrario podría dolerte si lo dejas así...
—Gh-
Bakugō ya no se iba a negar a ser tocado, habían hecho un trato, además, aquel problemita si era algo de lo necesitaba que se hiciera cargo.
Todoroki pasa una mano a su intimidad y empieza a tocarlo por encima de la ropa, estimulaba poco a poco el miembro del rubio ceniza, cada toque o apretón hacia temblar más a Katsuki, quien cubría su boca para que ningún sonido saliera de ella.
—Voy a...
Sin terminar su aviso mete la mano a su pantalón y toca de arriba a abajo siendo aún suave, a Bakugō se le hacía cada vez más difícil retener su voz.
—¡Jmph!
El rubio ceniza toma su muñeca con algo de fuerza pero eso no detiene al bicolor.
—Espera, no puedo- hah~
Se encorva y siente que estaba cerca de su climax, por lo que Todoroki incrementa la velocidad de su mano.
Mientras ocurría todo, Shōto se quedaba viendo el rostro del rubio ceniza, se había quedado hipnotizado con las expresiones de súplica y excitación del menor.
—¡Hah!
Inevitablemente Bakugō no pudo retener más su voz y se le escapó un gemido alto, anunciando finalmente que había llegado a su límite, dejando su semen en la mano del mayor.
—Hah... Hah...
—¿Te sientes mejor?
—No, no es suficiente, necesito más...
Continuará...
NarikoHN
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro