• Capítulo 1 •
Terminar la Academia con notas sobresalientes y calificación casi perfecta había sido una buena forma de comenzar su vida como héroe, ya sabía muy bien como manejar sus habilidades y sacarles provecho por lo que no tendría problemas con realizar un trabajo eficaz.
Muchas empresas de héroes lo llamaron, se sorprendió de todas las que tenía, pero uno le llamó más la atención, era de la empresa de Endeavor el héroe número uno conocido hasta ahora.
Nunca se imaginó cómo sería trabajar con el padre de su ex compañero de clase.
Toma el sobre y lo lee, este no era específicamente de trabajo, decía que era una propuesta mayor que sólo ser parte de su organización, eso haría que le picara un poco la curiosidad. Grave error, apenas llegó a la oficina del héroe notó cierto comportamiento extraño en él y también en una mujer de bata blanca que estaba a su lado sosteniendo una tableta.
—¿¡Hah!? Con todo respeto, señor Todoroki, ¡Soy un hombre! ¿¡Cómo piensa que yo podré estar con su estúpido hijo!? ¡Me niego! Busque otra persona porque yo no aceptaré — responde de forma agresiva, pero lo menos ofensivo posible parándose del asiento dispuesto a irse, nunca pensó que alguien le pediría eso, ¿Acaso estaba loco? Ni muerto se casaría con el bastardo mitad y mitad.
—Aún no terminamos de hablar... Dynamight —avisó con seriedad, el rubio lo observa de reojo con muy poca importancia.
—¿Su hijo sabe de esta locura? —cuestiona con el ceño fruncido y las manos en los bolsillos, además, si sabía, ¿Estaba de acuerdo? Ser emparejado con un hombre... ¡Ni siquiera podría darle hijos al bastardo!
—Está consciente —miente.
—Mire Anciano... —habla ya muy cansado— ¡En primer lugar, no soy gay, en segundo, ni su hijo ni yo estamos interesados en el otro, y en tercer lugar ninguno puede dar a luz! ¡¡Ya quítese esa maldita idea de la cabeza!!
—Lo lamento, pero he descubierto que la ciencia esta bastante avanzada hoy en día, una amiga me dijo que no era necesario emparejar a mi hijo únicamente con mujeres —explica con mucha paciencia, no le importaba lo que dijera Bakugō, más bien pensaba que merecía peores insultos.
—¿Hah? ¿De qué mierda habla?
—Te lo explicarán con más detalle mañana, por ahora... disfruta del viaje —y antes de que pudiera decir algo la mujer de bata blanca habla.
—Bakugō-san, duerme... —no tuvo tiempo ni de reaccionar y únicamente cayó inconsciente.
No sabía que había sucedido en ese momento, lo último que pudo escuchar entre sueños fue el despegar de un avión... supuso que era un jet o algo parecido, ¿A dónde se lo estaban llevando?... No tenía fuerza, su cuerpo no respondía.
Intentó moverse pero lo único que pudo hacer fue descubrir que estaba atado de brazos y piernas en un tipo de camilla de hospital, tenía puesto en las manos unos tipos de guantes que le impedían usar su kousei, "Maldita sea..." pensó, nuevamente ser secuestrado y atrapado de técnicamente la misma forma era ridículo.
Forcejeó un poco intentando zafarse de lo que lo apresaba pero no pudo, todo estaba bastante asegurado ¿qué mierda le pasaba a las personas? no, ¡¿Qué mierda le sucede a Endeavor?! ¿En serio lo iba a obligar a estar con su hijo?
Al recordar a Shōto frunce el ceño, no podía creer que de verdad aquel bicolor estuviera de acuerdo con todo aquello... cuando lo vea seguramente tendrá ganas de matarlo al igual que su padre.
Después de unas horas o lo que creyó que fueron horas, el jet aterriza, Bakugō parpadea un par de veces, su vista estaba acostumbrada a la oscuridad pero apenas lograba distinguir entre objetos y personas, no sabía si había alguien con él o si era solo un simple caja, se sentía raro, quizá estaba aturdido, quizá fue la altura lo que lo afectó.
Minutos después de tocar suelo y apagar el motor una puerta se abre cegándolo con la luz del día, una figura femenina entra al lugar y enciende la luz artificial cegándolo aún más.
Katsuki muy fastidiado intenta hablar pero ninguna palabra sale de su boca, lo único que podían escucharse eran jadeos y suspiros, no comprendía nada.
—Relájate Bakugō-san —habló la mujer en un tono burlón, el rubio al ya estar un poco más acostumbrado a la iluminación pudo observar mejor a la dueña de la voz, su cabello era negro, usaba lentes y vestía como doctora—. Estás bajo los efectos de mi kousei, se llama "Autoridad" seguro ya sabes en qué consiste... —volvió a hablar para luego soltar una pequeña risilla, tenía un muy mal presentimiento contra ella, casi como si se tratara de una villana, quizá por sus ojos violetas los cuáles eran aterradores.
—¿Por...q-...qué... a mí...? —cuestionó Bakugō intentando hablar pero su voz tardaba en salir, su respiración al querer hablar se volvía agitada. La mujer al escucharlo sonríe.
—Vaya, en serio eres un personaje muy interesante, la mayoría se queda en silencio, aprecio tu esfuerzo —la mano de la ajena pasa por el cabello del chico explosivo y lo acaricia como si de algo preciado se tratase—. Respondiendo a tu pregunta, pues... creo que es porque tu kousei, llama mucho la atención del señor Endeavor, yo le dije que sería una buena idea tenerte como usuario oficial del proyecto científico Nro. 276 ya que tu físico y salud son bastante buenos. Puedes estar tranquilo, el proyecto se ha utilizado en otras personas y ya es estable.
—Tú... gh- malna...cida... —volvió a hablar, se notaba mucho su rabia.
—Insúltame todo lo que quieras después, aún no te he hecho nada —comenta comenzando a tirar de la camilla para sacarlo de aquel oscuro espacio.
Apenas salen el rubio notó que estaban en un lugar bastante moderno, parecía recién inaugurado, habían varias personas vistiendo de la misma forma que la mujer que lo llevaba ¿Todos veían bien que se lo llevaran así como si nada? Al parecer pedir ayuda en ese enorme patio sería inútil.
La mujer se queda en silencio, no miraba nada más que al frente o al menos fue así hasta que entraron en un tipo de centro médico, cómo solo podía observar a los lados y al frente no supo a quien le hablaba pero estaba seguro de que podía ser a un recepcionista.
—Doctora Hirano, buenos días, ¿Qué habitación usará hoy? —se escucha a una muchacha, por la voz suponía que se trataba de una chica joven.
—Quiero el Alfa S-14
—¿El Alfa? ¿Se podría saber el por qué? — cuestiona muy asombrada por la petición.
—Mi paciente es algo violento, es todo — menciona con tranquilidad.
¿Qué significaba Alfa S-14? se preguntó el rubio, que solo escuchaba todo con atención, cualquier detalle le serviría para escapar, no pensaba quedarse ahí a esperar a que alguien más lo salve, estaba seguro de que esta vez no tendría a nadie...
—Oh, de acuerdo, el S-14 esta libre así que no creo que haya problema, ¿Tiene su identificación?
—Sí, aquí tienes.
Después de hacer un poco de papeleo al fin la carretilla se mueve, al parecer su secuestradora se apellidaba Hirano... No le dio mucha importancia en el momento, solo quería salir de allí, observaba atentamente todo lo que había en el lugar, pudo ver que el piso en donde estaban era "L" por los pasillos habían puertas y ventanas anchas, podía decirse que a simple vista eran muy resistentes, ¿En qué clase de lugar lo habían metido?
Los pasos de la doctora se detienen de la nada dejando a Katsuki muy confundido, sonidos de un teclado llegan a sus oídos, cuando observa el "techo" solo logra ver un inmenso círculo en todos los pisos. El lugar no parecía tener ascensores por lo que supuso que usaban una plataforma, lo cual confirmó segundos después al notar como en el lugar en donde estaban empezaba a bajar.
Al ver los pisos notaba que todos tenían una letra, "M", "N", "O", "P", y así sucesivamente, supuso que al ser S-14 estaría más abajo.
—Hey, te ves distraído ¿En qué piensas? —pregunta la mujer, Bakugō sin mucho interés en responder solo la ignora, cosa que parece molestarla un poco— Si estás buscando la forma de escapar créeme que será imposible, nadie escapa de este lugar.
—Ya... lo... vere-mos... —responde sin voltear a verla.
—Cómo quieras —rueda los ojos.
Al fin llegaron al piso S y nuevamente se ponen en movimiento, la mujer camina hasta uno de los pasadizos y busca con la mirada el número 14.
—Ahí está... —murmura hasta llegar a la puerta.
Katsuki había notado que en ese piso las ventanas y puertas se veían más reforzadas que las del piso "L" seguro que más abajo sería como una prisión indestructible, eso también era importante para cuando intente escapar, solo tenía una oportunidad, si no lo lograba en este piso no lo lograría en las de abajo...
—Bienvenido a tu nuevo hogar temporal, espero que te sientas cómodo y disfrutes de tu estadía —habla como si de una guía turística se tratara, mete la camilla a la sala y la coloca en el medio— No te muevas —ordenó y su cuerpo se queda tieso, el kousei que tenía era demasiado peligroso para su fuga, con sólo unas palabras podía arruinar todo su plan...
Continuará...
NarikoHN
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