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⇄ 89 [Narrado] ⇆

El silencio en la habitación era un tanto abrumador para Seokjin, sabía que ambos tenían que hablar de ello o siempre tendrían la misma discusión sobre las etapas, Jungkook estaba en el sillón mirando sus manos, tal vez viendo los tatuajes que tenía en una de ellas o quizás miraba sus anillos sin querer despegar la mirada de ellos.

Era demasiado incomodo estar allí sin hablar.

—Jungkook

— ¿Sí? —susurro aun sin despegar la mirada de sus manos y Seokjin se cansó de la distancia que ambos formaron después de que el menor llevara a Seokie a dormir, camino hasta el sofá y se sentó dejando espacio entre ellos para poder hablar sin problemas.

—Tenemos que hablar, necesitamos hacerlo

—Entiendo lo de las etapas, Seokjin pero si decido saltármelas es mi decisión

—Pero esa decisión me involucra a mí y a Seokie, pasaras a ser el padre de mi hijo y créeme que eres una gran persona y has demostrado el deseo que tienes de cuidar de Seokie como si fueras su padre, eso me hace muy feliz, pero eso no es todo lo que necesitas para ser parte de su familia

—Se preparar su biberón, cambiar sus pañales, a qué hora toma su siesta, que puede y que no puede comer, sus gustos, sus programas favoritos

— ¿Crees que es todo lo que necesitas para ser padre, Jungkook? —vio al menor mantenerse callado, pero con el ceño fruncido. —Seokjung aún necesita pañales, leche, ropa cuando la que tiene ya no le quede, necesita zapatos, comida, en algún momento necesitara ir al kínder, necesita su uniforme y lo necesario para ir, un bebé necesita de muchas cosas y lo esencial es una buena crianza, Jungkook los niños son como esponjas absorben todo lo que ven y cualquier cosa puede afectar lo que serán cuando crezcan incluso las cosas que comen mientras crecen, ¿Y tú quieres cuidar y criar a uno? ¿Acaso no tienes miedo?

—Claro que tengo miedo, Seokjin

—No lo parece, Jungkook parece como si hubieses nacido para conocerme y ser la otra figura paterna que necesita Seokjung y eso me da mucho miedo, me da miedo lo mucho que me gustas y como deseo formar parte de tu vida, pero tú y yo nos conocimos demasiado tarde, yo soy padre y tú eres un universitario que va en su segundo año

—Nos conocimos en el momento perfecto, Seokjin y no quieres reconocerlo—dejo de mirar sus manos para mirar por fin al mayor quien parecía querer llorar en cualquier momento. —Si nos hubiésemos conocido antes yo nunca te hubiese dirigido la palabra, aunque no lo pareciera les tenía miedo a las personas, a expresarme, vivía mirando mis manos o el suelo cuando estaba en la calle o hablando con quien fuera, solo pude hablar con quién te dije que conocí cuando me mudé por primera vez y si esa persona no se hubiese ido tal vez tú y yo jamás nos hubiésemos conocido

—Jungkook...

—Me gustaba lo cómodo que me hacía sentir y luego supe que me gustaba, reuní la valentía para confesarme, pero no pude porque estaba llorando y no quería abrumarlo con mis sentimientos, fue demasiado tarde cuando decidí ser valiente y esta vez no quiero perder a la persona que me gusta por unas etapas, desperdicie mi vida por mucho tiempo y cuando empecé a vivirla como si no me importara nada llegaste a mi vida, ¿Crees que casarme y cuidar de Seokie es abrumador para mí? Abrumador fue sentir como la vida se me iba mientras me mataba estudiando—el menor decidió acortar su distancia y tomo las manos del mayor quien tenía lagrimas rondando por sus mejillas. —Hay etapas diferentes para todos, Jin; no es solo nacer, vivir, estudiar, trabajar, casarse, tener hijos y morir; es independizarte, aprender a salir de tu zona de confort, es enamorarte, es fracasar, es ser padre, es aprender a amarte a ti mismo, es sobrevivir al abandono de quien quieres, es vivir una pérdida de alguien querido, es cambiar de carrera a medio camino, es aprender nuevas cosas, es estudiar lo que te gusta, es dejar los estudios y hacer lo que a ti te parece correcto, no hay una forma correcta de hacer las cosas, tú decides como hacerlo

—Tengo mucho miedo, Jungkook... yo tengo demasiado miedo

—Es terrorífico, puedo entenderlo Seokjin, sé que puede ser abrumador las nuevas cosas, pase de ser de un niño temeroso que no habla sin tartamudear o si quiera ver a los ojos a ser alguien parece que puede tragarse el mundo como si no le tiene miedo a nada, puedes dar pasitos de pingüino hasta que te sientas seguro y decidido a dar pasos más grandes, si no quieres ir solo aquí estoy, pero tú tienes que empezar a hacerlo—Jungkook beso el dorso de sus manos y se acercó aún más para rodearlo con sus brazos mientras acariciaba su espalda queriendo acurrucarlo. —Está bien tener miedo, pero no dejes que el miedo te controle, tu no mereces vivir tu vida aterrorizado por los nuevos cambios, mereces disfrutar cada uno de ellos, aunque sean malos

—Y perdón por presionarte de esa forma pidiendo que nos casáramos cuando ni siquiera te he pedido que seas mi novio, vayamos con pasitos de pingüino y llegaremos tan lejos como tú quieras

Seokjin se permitió llorar en sus brazos aliviado de saber que Jungkook era la gran persona que era, sin juzgarlo decidió decirle todo lo que necesitaba escuchar. No supo cuánto tiempo paso cuando sus lágrimas lograron cesar y pudo ver a los ojos al menor quien le miraba encantado mientras secaba sus mejillas.

—Lo he pensado... —susurro con la voz un poco gruesa y carraspeo con la total atención de Jungkook en él. — ¿Quieres ser mi novio, Nochu?

Como si el rudo chico de tatuajes volviera a su etapa tímida sintió hasta sus orejas calentarse y aquella linda sonrisa de conejo se hizo ver provocando la sonrisa del mayor.

—Claro que quiero ser novio del hombre más hermoso que he visto pisar esta cochina tierra—Seokjin se rio antes de dejar un besito en su nariz.

—Ahora eres mi novio, ¿Estas bien con eso?

—Yo debería preguntarte eso, ahora como tu novio podre besarte cada que quiera

—Eso ya lo hacías

—Y tocarte

—Eso también lo hacías

—Y decirte todas las cochinadas que se me ocurran al oído

— ¿Hay algo que no hacías antes de que fuéramos novios?

—Bueno—se acercó a susurrarle algo que convirtió las mejillas del mayor en dos manzanas rojas.

—Eres un cochino, Kookie

—Pues tienes un novio cochino

Ambos tenían una gran sonrisa y no tardaron tanto en unir sus labios rebozando de felicidad, Seokjin aún tenía que aprender muchas cosas al igual que Jungkook, pero nuevamente decidieron vivirlo juntos.

— ¿Seguro que esta ropa está bien? ¿Y si no les agrada Seokie? ¿Y si le caigo mal a tu mamá o a tu papá? ¿Y si hago una estupidez? ¿Y si no les gusta el postre que hice? —Jungkook no pudo evitar sonreír mientras conducía hacia la casa de sus padres que estaba en Busan, el carro que estaban usando era prestado por su profesor de inglés y amigo de Seokjin, quien dudo un poco antes de ser convencido por un Hoseok bastante insistente.

—Estás hermoso, Jinnie estás como siempre, como el hombre más hermoso que el mundo tiene y sobre Seokie, mis padres lo aman y aún no lo han conocido así que relájate los amaran y aún más al delicioso postre que hiciste—el menor tomo la mano del castaño y dejo un beso en ellas mientras seguía conduciendo con su otra mano, su mirada estaba fija en el camino, aunque deseara estar mirando en todo momento a su ahora novio.

Todo el camino hacia la casa de los padres del menor Seokjin se la paso asegurándose de que su hijo estuviese bien, su ropa impecable, el postre presentable y el no morir de nervios, lo último se fue por el caño cuando por fin entraban hacia una casa que tenia de fondo el mar, como si no fuese suficiente que la casa fuera hermosa como para tener de paisaje el mar azul.

—Llegamos y la ansiosa de mi madre no pudo esperar dentro—y tal y como dijo una mujer que aparentaba ser joven estaba afuera con una gran sonrisa haciéndole señas para que por fin se parquearan. —Tranquilo precioso todo va a salir bien—beso su mejilla al apagar el motor del carro y se quitó el cinturón para bajar e ir por el pequeño quien miraba curioso el lugar. —Tus abuelos pueden ser un tanto sofocantes, pero te encantaran

Seokie no tenía ni idea de lo que le decía, pero su linda sonrisa fue suficiente como para que Jungkook lo llenara de besitos e ir al lado de Seokjin, acomodo al pequeño cargándolo con uno de sus brazos y con su mano disponible tomo la del castaño.

—Vamos

El mayor quería que el camino hasta llegar frente a la madre de Jungkook fuese eterno, pero cuando menos lo espero ya estaban en frente suyo, casi al instante Seokjin se inclinó en forma de saludo cuidando de que el postre no se cayera recibiendo una gran sonrisa de parte de aquella bella mujer.

— ¡Al fin te conozco! Kookie te tenía bien escondido

— ¿Dónde está, papá?

—Perdió una apuesta y le toco cocinar así que está en la cocina—cuando la mujer cayo en cuenta del pequeño niño que cargaba su hijo no pudo evitar acercarse. — ¿Este bebé precioso es el hijo de tu novio?

—Así es ma, el bebé más hermoso de la tierra está en frente tuyo, Seokjung saluda a tu intensa abuela

—Intensa va a ser lo que te voy a dar si sigues—Seokjin estaba un tanto perdido pero su corazón se alivió al ver que la madre del menor no dejaba de darle cumplidos a su hijo. —Hola precioso, soy tu abuela puedes venir aquí cuantas veces quieras

Los mayores presentes casi mueren de ternura al ver la bonita sonrisa que le dedicó con los escasos dientes que tenía.

—Tu padre debe de estar ansioso por verte así que entra y así conozco a tu novio

—No lo llenes de preguntas—le rogo casi en una amenaza calmada y fue hasta el mayor para dejar un beso en su frente. —Puede ser intensa y a veces sofocante, pero le agradas, cualquier cosa solo grita y ahí estaré

—Está bien—susurro un tanto perdido y sonrojado por su cercanía con su madre estando allí. —Pórtate bien

—Seokie se va a portar bien

—Hablo de ti, Seokie es demasiado tímido en lugares que no conoce y conociendo personas así que pórtate bien, Nochu—Jungkook relamió sus labios divertidos y se acercó hasta su oído.

—Te salvas de que no estamos solos, suerte precioso

Seokjin no supo lo nervioso que estaba hasta que estuvo solo con la madre de Jungkook.

—Perdón que no me he presentado, mi nombre es Jeon Hyojoo soy la madre de tu novio, por lo cual soy tu suegra, ¿Qué tal si caminamos y hablamos?

—Está bien

El silencio fue remplazado por el sonido de las olas que mientras se acercaba se hacía cada vez más fuerte al igual que el viento que desordenaba ambos cabellos.

—Cuéntame de ti, quiero conocer a la pareja de mi hijo

—Mi nombre es Kim Seokjin, trabajo en un jardín de niños, tengo 25 años y soy padre soltero

—Pareciera que estuvieras en una entrevista, no es necesaria, desde el momento en que vi que Kookie tenía novio ya lo estaba aceptando, mi hijo no anda teniendo parejas cuestionables, aunque no lo parezca antes era un niño muy tímido y solo se comportaba como es con nosotros, ni siquiera con nuestras familias

—Me contó un poco de eso—susurro. — ¿Fue difícil?

—Bueno tu eres padre, sabes lo difícil que es serlo, pero luego de tantos años junto a él, aunque sea el niño más tímido del mundo, lo conocerás de tal forma que podrás ser una de sus zonas de confort, nosotros fuimos eso para él y aunque no tenía amigos por lo mismo él no se sentía tan triste de no tenerlos, pero las personas cambian—Hyojoo sonrió hacia Seokjin quien le devolvió la sonrisa. —Mi pequeño conejito paso de ser un niño asustadizo a no tenerle miedo a los cambios, el me enseñó que todo es posible

—Y me lo está enseñando a mí también, es bastante insistente cuando se lo propone, apenas estamos empezando, pero estamos dando pasitos de pingüinos

— ¿Pasitos de pingüino? —la mujer parecía estar buscando algo en sus recuerdos cuando su rostro se ilumino. —Recuerdo esa frase, caminar con pasitos de pingüino, veras Kookie se independizo cuando creyó que era bueno para él y fue a vivir la vida como él decía, en uno de esos lugares vivió cerca de un padre con su hijo que lloraba mucho

—Lo recuerdo, Jungkook me conto de eso—sonrió junto con aquella mujer que ahora lo invitaba a caminar devuelta ya que la comida debería estar ya lista.

—Te cuento eso porque una de las cosas que decía la nota es: Estoy aprendiendo a ser padre con pasitos de pingüino, gracias por tenerme paciencia" luego de eso Jungkook empezó a usar esos pasitos para todo, podemos seguiremos hablando después de comer

Seokjin estaba un tanto perdido, pero al ver a su pequeño hijo con harina en el cabello y con un bowl frente suyo como si estuviese cocinando no pudo evitar sonreír de purísima felicidad, se le veía contento y aunque estaba haciendo un desastre para él era una obra de arte.

— ¿Qué haces, Chefcito? —Seokie miro a su papá al escuchar su voz acercándose y empezó a balbucear como si estuviese explicándole de la increíble receta que estaba haciendo. —Interesante, espero probar ese delicioso plato—dejo un sonoro beso en su mejilla recibiendo una gran sonrisa. —Tan lindo, mi chiquito

— ¿No hay otro para tu otro chiquito? —Jungkook puchero burlándose de las mejillas rojas de Seokjin quien miraba hacia los lados esperando que los padres de Jungkook no hubiesen escuchado, pero Hoojong estaba ocupada regañando a su esposo. Seokjin aprovecho ese momento para dejar un besito en sus labios y escapar antes de que el menor lograra retenerlo. —Me voy a vengar, pero vamos Chefcito hay que comer y hay que estar presentables, ¿Nos vamos?

El pequeño Seokie no sabía si seguir jugando con la masa que hizo o irse con Jungkook, parecía ser una difícil decisión de la que el pelinegro se deleitó de ver su carita dudosa hasta que por fin alzo sus brazos para irse con él.

—Muy buena decisión, Chefcito—lo lleno de besitos cubierto de harina mientras subía las escaleras hacia el baño no sin antes guiñarle el ojo a Seokjin prometiéndole con esto de que pronto volvería.

La comida paso entre vergüenzas, anécdotas, risas y chillidos de Seokie, Seokjin no podía dejar de sentir como si su corazón estuviese rebosado de felicidad. Nunca llego a tener una comida medianamente normal o rescatable con sus padres, siempre era en silencio, con discusiones de por medio o sintiéndose para la mierda.

Claramente cenar con Solar lo cambio todo al igual que con todos sus amigos, pero sentía algo muy diferente y más encantador de estar comiendo con sus suegros, su pareja y su hijo, era maravilloso.

Al terminar la madre de Jungkook rogo por quedarse con Seokie para mimarlo hasta que se durmiera y, ¿Como decirle que no? Si al parecer la familia Jeon tenía el don de hacer ojitos de bambi del cual no se podía resistir.

— ¿Crees que este bien que nosotros estemos acá arriba y tus padres con Seokie allá abajo?

—Te vengo trayendo unas ganas desde que me dijiste que me portara bien, ¿Sabes que eres muy malo? —Jungkook no dudo en rodear su cintura y guiarlo hasta tenerlo de espalda a la puerta de su habitación. —Siempre quise traer a mi novio a mi habitación donde crecí y comérmelo a besos, ¿Me cumples mi deseo?

— ¿Soy el primero al que traes?

—Como ya sabes, precioso, era tímido como la mierda en la escuela y las parejas que tuve en la uni son lo bastante extrañas como para no durar más de un mes o que siquiera mi familia sepa que alguna vez existieron así que si, el primero y espero que el único a quien voy a besar dentro de esta habitación eres tú—el pelinegro no espero respuesta, capturo aquellos abultados labios en un beso hambriento como si hace un rato no hubiesen comido.

Seokjin se dejó llevar derritiéndose en los brazos de Jungkook, importándole poco si estuviesen en la casa de sus suegros, se dejó manosear y manoseo tanto como quiso hasta que tuvieron que alejarse ya que sus pulmones no dieron para más, el mayor casi parecía estar viendo minitas mientras que Jungkook parecía seguir teniendo ánimo para mucho más.

Sin aviso previo sujeto los mulos del mayor para cargarlo y los guio a ambos hacia la cama dejando al castaño debajo suyo deleitándose de aquellos ojos bonitos que le miraban esperando por más y claro que no lo hizo esperar.

El calor empezaba a ser más presente y sus manos picaban por deshacerse de la ropa que los separaba, pero tenían que parar, no era un buen lugar y mucho menos un buen momento.

—Jungkook no me lo hagas más difícil—rogo en un suspiro cuando sus manos empezaron a pasearse por todo su cuerpo. — ¿Por favor?

—Si me lo dices con esos ojitos solo me dan ganas de quitarte la ropa más rápido, hermoso—su aliento chocaba con el cuello de Seokjin como si eso no fuese más que suficiente como para dejarlo temblando.

—Aquí no, Kookie

— ¿Cuándo volvamos? —susurro aun dejando besos hasta su clavícula.

—Jungkookie, sabes que-

—Lo sé, precioso, pero aún tengo fe que uno de estos días me digas que si—dejo un último beso y decidió dejar de torturar a Seokjin acostándose a su lado no sin antes dejar un beso en su frente. —A veces no puedo resistirme de querer desnudarte, pido perdón

—No estas arrepentido para nada—Jungkook rio al ser descubierto y lo miro claramente travieso. —Gracias por tenerme paciencia, Nochu

—No des las gracias, es algo que todos merecemos, paciencia para hacer muchas cosas nuevas o cosas que hace mucho tiempo no haces, pero ya te lo he dicho, no debes de tener miedo

—Claro que debo, es casi un año sin tener sexo y tú no eres chiquito, no se me apetece andar por ahí con dolor al sentarme

— ¿Si sabes que se me sube el ego si tú lo dices?

—Mientras no sea otra cosa, bien—la carcajada de Jungkook no se hizo esperar y Seokjin no puedo evitar unírsele, la sonrisa del menor era encantadora

—Está bien, seré bueno contigo

—Eso ni tú te lo crees

—Qué bueno que me conoces

— ¡Kookie! ¡Jinnie! ¡Bajen para que comamos el postre y para que mi nieto bonito camine por la playa!

— ¿Vamos, precioso?

—Vamos

Seokjin tenía mucho que contarle a Solar sobre aquel día, nunca se imaginó tener unos suegros tan buenos, una pareja tan encantadora y que quisieran de igual forma a su pequeño hijo, al final su compañera de trabajo, Lia, tenía razón su vida podía ser un asco al principio, pero desde que Seokie y Jungkook llegaron a ella su vida empezaría a mejorar y no pararía de hacerlo. 









Como me encantan estos doooos

Nos volveremos a ver, cuidense y los quiero mucho. Dsifruten este nuevo año.

—Kim ♪

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