⇄ 80 [Narrado] ⇆
Seokjin balbuceo una excusa a Lia y le rogo que lo cubriera esta vez antes de tomar su maletín, ponerse los zapatos y correr hasta la parada de autobuses, su dinero no era suficiente para tomar un taxi hasta la casa de Jungkook, eso de ser padre soltero con un niño que se alimenta bien y ser un profesor de kínder no era para nada rentable, pero esa era su realidad.
El autobús tal vez tardó unos cuantos minutos para llegar cuando Jin solo quería tener el poder de teletransportarse y llegar hasta su destino, más no tuvo de otra que sentarse y esperar hasta la parada más cercana a la casa de Jungkook, tuvo que correr lo que faltaba donde pudo ver a Hyuna esperándolo mientras miraba el reloj de su muñeca.
—Perdón, perdón, perdón vine tan rápido como pude
O eso quiso decir porque apenas y le quedaba aire por correr hasta allá, no hacia ejercicio, con un bebé curioso y glotón era difícil, mucho menos con las pocas ganas que tenia de hacerlo, ahora pensaba que debía reconsiderarlo.
—No sé qué dijiste, pero respira, no quiero dos enfermos ahora—el castaño asintió tratando de no morir en el intento y cuando su corazón ya no quería salir de su cuerpo empezó hablar.
—Perdón, vine lo más rápido que pude, ¿Llegaras a tiempo a tus clases?
—A la segunda si, el taxi está a poco llegar y quería poder verte antes de irme—esta saco una bolsa de medicinas de su mochila y se la entrego. —Fui a la farmacia de la esquina, todo está en bolsitas que debe tomar cada ocho horas, no te preocupes es solo un resfriado
Seokjin respiro hondo como si una carga invisible empezaba a caer de su espalda, realmente estaba aliviado que fuera algo de no preocuparse.
—Seguro que con tus cuidados al día siguiente esta como nuevo, que coma gachas o sopas, su garganta está un poco inflamada, pero nada alarmante—Hyuna le hizo señas al taxi que tenía las luces intermitentes en claro aviso. —Debo irme, si tienes dudas de algo puedes escribirme y gracias por venir, Jungkook estará feliz de saber que tú lo cuidaras
—A ti por preocuparte por él, suerte en tus clases—el castaño espero hasta que Hyuna subiera en su taxi para tomar rumbo hasta la casa de Jungkook donde antes vino para pasar la noche, sus mejillas se colorearon al recordar las palabras sin filtro del menor mientras se besaban y manoseaban en su habitación.
Con sus manos esfumo aquellos pensamientos y abrió la puerta con la llave que el pelinegro le dio cuando estuvo allí, asegurándole que podía ir cuando quisiese. Al entrar solo encontró el desayuno que le hizo antes de irse, supo por la pelinegra que comió un poco, pero Jungkook estaba en la cama con fiebre como para pararse a disfrutar de la comida.
Dejo su maletín en el sofá y fue directo hacia la habitación donde vio a un lindo chico con la nariz y los ojos rojos e irritados, estaba cubierto por las sábanas y cobijas mientras miraba hacia el techo buscando quien sabe que, hasta que pudo sentir su presencia.
— ¿Jinnie? ¿No estabas trabajando?
—Mi chiquito está enfermo, así que tuve que salir
Jungkook podía ser considerado un chico rudo, cuando estaba enojado decía tantas palabrotas como quisiese y no le importaba poner a quien fuera en su lugar, pero ahí estaba con las mejillas como dos tomates por que un hombre hermoso con lentes le decía chiquito, su chiquito, ¿Quién no chillaría al ser llamado así?
—Te puedes enfermar—susurro sin ganas de que se fuera y claro que Seokjin entendió lo que quiso decir, se acercó hasta él y chequeo su temperatura. — ¿Y Seokie?
—Me da igual, vine a cuidarte—se arrodillo justo al lado suyo y acaricio su cabello. —Esta con Hana, le diré a Solar que lo cuide hasta mañana
—Deberías ir con Seokie
—Uno de mis chiquitos me necesita, así que solo descansa iré a hacerte una buena sopa para que bebas tus pastillas, ¿Tienes mucho frio? ¿Quieres algo?
—Quiero besarte, quiero abrazarte
—Cuando te recuperes puedes darme todos los abrazos y besos que quieras—aun con ello dejo un beso en su frente caliente y se levantó. — ¿Está bien si tomo tu ropa? Para estar cómodo
—Sabes que me encanta verte con mi ropa, si quieres puedes andar sin nada, de una me mejoro
—Aun enfermo eres un pervertido—Jungkook rio un poco viendo como este abría su armario y sacaba ropa que ponerse. —No mires
—Imposible
Seokjin sonrió aun de espaldas y con las mejillas rojas empezó a cambiarse bajo la mirada de Jungkook y por un momento agradeció de que este estaba enfermo, si estuviera sano hubiese terminado en esa cama, lo cual no era para nada malo, pero no era el momento.
Aparte, mientras más pasaba el tiempo, más ganas tenia de tener Jungkook encima suyo y aunque le emocionaba aun no estaba listo de volver a hacerlo con alguien, no sabiendo que eso podría causar otro Seokie en el mundo. No se preocupaba de que el menor fuera insistente, porque no lo era, pero si calentaban la comida en algún momento iba a querer comérsela.
Se apresuro a salir y preparo la sopa del menor, al cual ayudo a comer con todo el deseo del mundo sonrojándose cada tanto, porque Jungkook no le importaba la situación, siempre tenía tiempo para avergonzar al castaño y recordarle lo hermoso que era. Bebió sus pastillas luego de eso y con mucha insistencia el menor logro que Seokjin se acostara al lado suyo para ver una película.
Apenas estaba por la mitad cuando ambos cayeron rendidos abrazados del otro.
Al despertar Jungkook se encontró con la mejor imagen de su vida, un dormido Seokjin con los lentes alzados. Con cuidado se los quito y los dejo en mesita de noche donde estaba su celular y suspiro encantado, ser cuidado y amado era el mejor sentimiento que podía existir.
Nunca se imaginó que el mismo chico, que asustó al conocerlo siendo tan espontaneo y sin pelos en la lengua, estaría en su cama durmiendo a su lado y cuidándolo mientras estaba enfermo. Lo observo por unos largos minutos sin cansarse, aprecio ese momento y lo guardo en su mente antes de levantarse asegurándose de no despertarlo.
Se estiro un poco sintiendo el cuerpo ligeramente pesado, los medicamentos y su buen enfermero eran de ayuda, pero aún no se sentía del todo bien, olio su ropa e hizo una mueca, olía como si hubiese estado haciendo ejercicio todo el día, ¿En serio Seokjin se acurruco a su lado como si oliera a rosas?
— ¿Por qué la mueca?
Jungkook casi sale volando al techo de la sorpresa, tuvo todo el cuidado del mundo para no despertarlo, pero allí estaba el mayor frotándose los ojos para ponerse nuevamente los lentes y ver mejor.
—Pensé que estabas dormido
—Con Seokie aprendí a tener sueño ligero, aparte estas enfermo no puedo simplemente dormir como un tronco sabiendo que tu fiebre puede subir—Jungkook sonrió, Seokjin de todas formas era hermoso.
—Bueno, señor enfermero debo decirle que sus cuidados son muy buenos, pero me temo que aún no ha cumplido con todo el tratamiento
— ¿Ah no? Hyuna me dijo que sería cada ocho horas y aun no te toca
—Pero le falta lo más importante, un baño y unos buenos besos
Seokjin quiso creer que ya estaba acostumbrado, pero era imposible, parecía que Jungkook siempre encontraría que decir para avergonzarlo.
— ¿Un baño? —susurro dudoso y se levantó de la cama estirándose un poco. — ¿Entrar el baño contigo sabiendo lo cochino y travieso que eres?
—Anda, enfermero es solo un baño, ¿Sí? —bateo sus pestañas repetidas veces con diversión y el mayor no pudo evitar reír, ¿Que podría salir mal de eso?
—Bien, te preparare el agua—Seokjin no espero respuesta y fue hacia el baño donde empezó a llenar la bañera con agua templada ya que su fiebre había bajado por lo que no necesitaba meterse en agua fría. Tomo el gel de baño e hizo suficiente espuma haciéndole sonreír, se sentía como si le estuviera preparando el baño a su pequeño bebé.
Si era un bebé, pero de pequeño e inocente no tenía nada.
— ¿Ya estas lis- —el mayor agradeció a todos los cielos que Jungkook no se le ocurrió aparecer completamente desnudo o tendría que meter su cabeza a la bañera para enfriarse. —D-Deberías entrar—susurro evitando ver su torso desnudo y sonrisa traviesa.
—Muchas gracias—dejo la toalla colgando en uno de los ganchos del baño y con el bóxer puesto entro a la tina con suave suspiro, estaba justo como debía. — ¿Seguro que no te quieres bañar conmigo?
—Soy tu enfermero, así que no
—Bueno, enfermero ¿Que tal un baño de esponja? —alzo una de sus cejas divertido y Seokjin negó sonrojado.
—Solo te ayudare con la espalda, tonto—tomo un poco del gel y la dichosa esponja para empezar a tallar su espalda con cuidado deleitándose con la vista, lo aprovechó tanto como pudo, pero sabiendo que no podía tallar hasta desgastarle la piel se alejó cuando fue suficiente y retiro la espuma con agua y sus manos.
— ¿Te he dicho que tienes las manos suaves?
— ¿Tú crees?
—No lo creo, lo sé, amo que me toques y la cara también, déjame ver tu cara bonita que debe estar como un tomate—Jin tomo un poco de aire para bajar el calor de sus mejillas y se dejó ver por un encantado Jungkook quien tomo una de sus manos. —Me encantas tanto, pero a este baño le falta algo
— ¿Ah sí? ¿Tienes sales de baño? Yo las uso para- ¿Que estás haciendo, Jungkook?
El pelinegro no se detuvo a explicar y aprovechando su fuerza logro meter al mayor en la tina, el agua se estaba escurriendo, pero nada como ver la cara de sorpresa de Seokjin y como este trataba de no apoyarse en el por el espacio tan pequeño.
— ¡Jungkook! ¡La ropa!
—Quítatela, dicen que no es bueno bañarse con ropa—sus palabras eran de clara burla y Seokjin estaba que tomaba lo primero que encontraba para pegarle en la cabeza.
— ¿Acaso la fiebre te volvió loco? No cabemos los dos aquí y toda el agua derramada no la vas a secar tu
—El agua es lo de menos, sabes que la voy a secar y sobre el espacio—se movió un poco acomodándose y dejando al mayor justo a horcadas con sus rodillas llenado el espacio vacío en sus caderas. —Solo es cuestión de acomodarnos, vamos precioso no te enojes quería darte unos buenos besos y no me quería esperar a mejorarme—aprovechando su cercanía dejo besos en sus mejillas húmedas. — ¿Me das un besito?
—No te lo mereces—susurro sin alejarse y Jungkook supo que no estaba tan molesto como parecía.
—Bueno, me gustan más los besos robados—no existían mejores besos que los de Seokjin, sus labios abultados eran como un postre irresistible, dulces, pero no empalagosos y cada que los probaba tenia deseos de más, cada que buscaban aire el calor entre ellos incrementaban, sus alientos chocaban entre cada beso y cuando la lengua traviesa de Jungkook hizo acto de presencia Seokjin se declaró perdido.
—Kookie...
—Me encantas tanto, Jinie—sus manos moldearon el cuerpo del mayor mientras bajaba hasta el final de su camiseta, espero hasta que el mayor le diera permiso y se deshizo de la tela mojada viendo aquel pecho invitándole a probar. —Tan hermoso y tan mío
—Puedes enfermar más si seguimos aquí
Pero sus palabras quedaron en el aire cuando el piercing frio hizo contacto con su piel erizándola al contacto y arrancándole uno que otro gemido y suspiro cuando pasaba su lengua por aquellos dulces botones claros.
Seokjin se olvidó de que Jungkook podría empeorar, si no estaba siendo responsable o lo que fuera y prefirió restregarse contra él mientras el menor dejaba marcas suaves en su piel nívea.
—No te muevas así, Jinie sabes que no tienes ni que esforzarte para ponerme duro, no me la hagas más difícil—susurro mordisqueando el lóbulo de su oreja.
— ¿Y tú? No has dejado de tocarme desde que estoy encima tuyo, ¿Quién se lo está haciendo difícil a quién?
—Lo siento precioso—rio bajo con sus manos quietas en su trasero. —Me detendré ahora
—Pero no quiero que te detengas—el mayor hizo un puchero de puro chantaje del cual Jungkook no iba a resistirse y adentro sus manos dentro de su pantalón acariciando mejor su trasero aun sobre la tela del bóxer.
—Haremos esto hasta donde quieras, tú tienes el control
Seokjin confirmo con aquello que encontró todo lo que necesitaba con Jungkook; un hombre que no necesitaba todo el control para sentirse mejor, alguien que lo escuchaba y quería hacer todo lo que podía para hacerlo sentir bien, un hombre que lo miraba como si fuese la mejor creación del mundo, alguien que no solo quería su cuerpo si no todo lo que conllevaba.
Estaba listo para por fin calentar la comida y comérsela, pero prefirió guardarlo para un mejor momento, uno en donde el menor estuviese completamente recuperado, mientras seguiría calentándose el uno al otro hasta mas no poder.
Espero que disfruten.
Son la pareja mas calenturienta que he escrito JAJSJSJ.
—Kim ♪
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