Actualidad.

Gretchen corría por los pasillos de la escuela, en una mano llevaba un trabajo impreso recién calificado y en la otra su mochila.

—¡Lily!—gritó moviendo en alto su mano.

La castaña no la escuchó, estaba ocupada leyendo sus notas de esa semana. Tenía varios seis, debía mejorar.

Gretchen llegó junto a ella, y la sacudió de medio lado.

—Te estoy gritando como loca desde hace rato—resopló.

Lily sonrió apenada—.Estaba distraída, ¿el profesor ya nos dio la nota?

En respuesta Gretchen le enseñó el trabajo, un siete. Bueno, no era tan malo como un seis, era... aceptable.

Ella suspiró, revisó el trabajo y lo guardó en su mochila encaminándose ambas hacia la salida.

—No puedo creer que ese viejo nos haya puesto un siete.

Lily se encogió de hombros, ella si lo podía creer—.Nos odia, te lo dije.

—¡Es un cavernícola!

Se rieron y siguieron caminando. Primer día de escuela, dos años más y se graduarían. El año pasado había comenzado a asistir a una escuela como una chica normal, era difícil, las personas la miraban raro y ella no tenía tacto para ser amigos. Exceptuando a Gretchen, ella era genial y su mejor amiga.

—Iremos de paseo, ¿no?—se sentaron en una banca a esperar que fuesen por ellas.

Lily asintió, amaba salir por ahí, recorrer las calles. Últimamente su padre estaba más en casa, y su madre la dejaba vestirse como alguien normal. No como Santa Lily.

—Jude hará una fiesta, ¿vamos? Anda Lily, por favor. Anda...—Gretchen la sacudía de un lado a otro.

¿Una fiesta? A su madre no le gustaría la idea y mucho menos a su padre.

No, gracias.

Volteó los ojos—.Quizás otro día, Gret.

—¡Eres una aburrida!—su amiga la sacudió, de reojo vio como su hermana llegaba a buscarla—, tienes la vida más aburrida del mundo. Pero bueno, besos preciosa.

—Besos—sonrió Lily viendo cómo Gretchen se iba.

Todo bien, todo cool.

Hasta que Jude 'soy el próximo Brad Pitt', dio un vistazo hacia donde ella estaba sentada y se acercó.

Lily 'la rarita' estaba muy buena, pero era aburrida. Muy reservada. Una cuasi monja, según todos los demás estudiantes.

—¡Liliana!—saludó el chico acercándose con su caminar de 'papito'.

Ella hizo una mueca de asco, Jude le repugnaba. Habían muy pocos chicos decentes en el lugar.

Se levantó lista para esquivarlo—.Es Lily.

Jude la siguió lo más rápido que pudo, sí o sí esa chica terminaría cayendo a sus pies.

Por otra parte, la camioneta retumbaba con música. David cantaba a todo pulmón y Oliver hacía los coros, la batería, la guitarra y hasta los sonidos de fondo.

El dúo dinámico.

Oliver cruzó en una esquina por donde le indicó David, era una lujosa SUV negra plomo y Oliver se sentía orgulloso de ella.

—¿POR QUÉ DEBEMOS BUSCAR A JUDE?

—PORQUE ES UN BASTARDO—cantó a todo pulmón Oliver.

Él y David se rieron, y fue turno de Oliver gritar '¿por qué debemos buscar a Jude?' Al ritmo de la música, y David respondió.

Bajaron el volumen de la radio cuando se acercaban al instituto.

David se asomó por la ventana—.Lo único bueno que tiene el mocoso, son sus profesoras.

—Tienes toda la razón—secundó su amigo.

Entre la marea de estudiantes y autos, no podían ver a Jude así que de mala gana David tuvo que bajarse a buscar a su hermanastro. Él se quedó en el auto, con los vidrios abajo y mascando chicle mientras observaba aburrido el lugar.

No había nada interesante.

Encendió la camioneta cuando vio a David acercarse, este se subió al apoyo de la camioneta y metió la mitad de su cuerpo por la ventana.

—¿Qué coño? Una mierda contigo, David, me vas a joder la puerta.

Empujó el rostro de su amigo hacia afuera pero éste lo mandó a callar.

—¡Tienes que ver! Ese mocoso viene con una de sus muñequitas, pero está en el punto.

Se subió a la camioneta y golpeó el hombro de Oliver para que viese cuando Jude se acercó.

No podía ser cierto.

Los labios se le entreabrieron, y quedó algo pegado. Se quitó las gafas oscuras para ver mejor y aún así no lo podía creer.

Era Lily. O tal vez no. No sabía, estaba tan... distinta. Pero mierda, la pubertad se había encariñado con ella.

La falda de cuadros de su uniforme estaba cuatro dedos por encima de su rodilla, llevaba una camisa blanca correspondiente al uniforme y un lazo verde oscuro en el cuello. Los chicos usaban corbatas y las chicas, lazos.

David le dio un vistazo a su amigo, sí, era una chica guapa. Lo entendía.

Jude abrió la puerta trasera de la camioneta y dejó que Lily subiese primero. A ella no le había quedado de otra, su padre tenía una reunión importante y su madre estaba en el spa. Jude le había ofrecido llevarla a su casa, y pues, ya Gretchen se había ido por lo que no le quedó de otra.

—Hola...—murmuró Lily cohibida, habían dos chicos en la parte delantera.

Él levantó la vista para verla por el espejo retrovisor. Era ella, y esa pena no se le había quitado.

—Llevaremos a esta hermosa señorita, luz de las mañanas—Jude se inclinó hacia ella, y Lily se apartó—, a su castillo. ¿Sí?

David se giró en su asiento, y le lanzó un golpe a Jude que apenas lo esquivó.

—Maleducado. Presenta a tu novia, mocoso.

Lily hizo una mueca de asco que Oliver vio por el retrovisor mientras ponía en marcha el auto.

—No soy su novia—y jamás lo sería.

David miró burlón a su hermanastro, la chica tenía carácter. No era una de sus groupies que metía a la casa.

—Aún no, muñeca—se rió Jude acomodándose en el asiento.

Oliver pegó un frenazo a propósito haciendo que Jude se estrellase contra el respaldo del asiento de David y Lily se fuese directo hacia adelante pero David la atrapó debido que estaba en medio.

—Perdona—esbozó una sonrisita David, ayudándola a sentar—, ¿cómo te llamas?

Ella se sentó mejor y sonrió al ver que Jude se había hecho daño.

—Lily.

Él estiró su mano hacia ella—.Soy David, hermanastro de esta basura llamada Jude.

Se sentó mejor en su asiento y miró a Oliver, ¿qué le pasaba? Él, quién era mister sociedad estaba callado y tenía mala cara.

Ni siquiera se había presentado con la linda muñequita en el asiento trasero.

Oliver condujo primero hacia la casa de David, este protestó pero al final tanto él como Jude se bajaron.

Miró por el espejo retrovisor a Lily que parecía nerviosa. Lo estaba, no sabía quién conducía y aparte ahora su único seguro de vida, qué desafortunadamente había sido Jude; se había bajado.

—Puedes pasarte al asiento delantero.

La voz de él la asustó, era una voz suave pero grave.

Ella se acercó a la puerta, calculando cuántos golpes se daría si se lanzaba del auto.

Se rió, sabía lo que ella trataba de hacer—.Lily no te haré nada, confía en mí.

«¡Claro, confiaré en ti, desconocido!» Ironizó ella para sus adentros, apenas el auto se detuviese un poco, saltaría.

Él detuvo el auto cuando pudo y bajó los seguros. Lily estaba aterrorizada, cagada del miedo. Moriría. La encontrarían muerta en un canal o en una fosa, si es que se tomaba la molestia de hacer eso.

Oliver se giró en el asiento, quitándose sus gafas oscuras y le sonrió.

Ella estaba en shock, pero soltó un suspiro de alivio. No lo podía creer, era el mismísimo Oliver Zylka. Y como ya antes lo había pensado, cada vez que lo veía estaba más guapo. Ya no habían rastros del chico que ella había conocido, era un hombre de veinte años. Su tez estaba tostada luciendo alucinante junto con sus aceitunados ojos y su cabello castaño revuelto.

Santa madre, estaba divino.

—Oliver—farfulló sin poder creerlo.

Él torció su sonrisa, ella había escaneado su rostro y parecía gratamente satisfecha con lo que había encontrado.

—Lily.

Se derretía, que voz. Y que forma de decir su nombre.

Más tranquila decidió pasarse al asiento delantero pero los seguros traseros se habían quedado atascados. Qué cagada.

—Pásate por aquí—él le dejó el espacio entre los asientos delanteros libres—, pero cuidado, ¿eh?

Ella se rió—.Okay, okay.

Con cuidado ella se pasó a los asientos delanteros, se sentó y se abrochó el cinturón.

Él sonrió volviendo a poner el auto en marcha—¿Qué tal? Hace unos... dos años que no te veo, ¿no?

Ella asintió. Santo cielo, Oliver estaba ahí, con una sudadera gris con las mangas subidas hasta los codos.

—Estoy bien, ¿y tú?

—No me quejo—se encogió de hombros, entonces sonrió mirándola de reojo. Ya no era una niña—¿Quieres ir por algo? O te puedo dejar en tu casa.

Literalmente no había nadie en su casa así que no tenía problemas en ir por algo con él.

—Un café.

Él levantó las cejas divertido—.Oh vaya, pensé que querías una malteada. Has crecido tanto...

Fingió lloriquear, eso la hizo reír.

—Mejor te invito a comer—sugirió él.

Esa idea era mucho mejor. Lo único es que ella seguía con su uniforme, y no quería andar por toda la ciudad luciendo como colegiala.

Oliver la llevó hasta su casa, para que ella se cambiase y esperó paciente en la sala.

Lily no tardó en bajar, llevaba unos pantalones ajustados y una camisa lila suave.

—Ya estoy lista—entró a la sala y él no evitó darle un vistazo.

Diablos.

Condujo hacia un restaurante, pequeño e íntimo. No podía evitar de vez en cuando mirarla, Lily estaba distraída observando el lugar mientras él pedía una mesa.

—Así que, ¿estás en la universidad?—le preguntó ella cuando estuvieron ubicados.

Él asintió—. Ya llevo dos años, me quedan tres.

—¿Qué estudias?—Lily se olvidó del entorno y se fijó sólo en él.

—Psicología.

Vaya. Con un psicólogo como ese hasta el más normal iría a consulta.

Hablaron hasta que llegó la comida. Ella le preguntaba cosas como sobre sus estudios, David y su vida en general y él hizo lo mismo.

Ambos evitaron por completo preguntar por si alguno tenía pareja.

Lily no, gran parte de su vida había estado apartada del sexo opuesto, hace apenas un año convivía con ellos y nadie le llamaba la atención tanto como lo hizo Oliver años atrás.

Pero... él sí tenía una novia, Helen.

Eran novios desde hace dos años, Helen era linda e inteligente, compartían algunos gustos y se llevaban bien. Nada del otro mundo. La quería, sí, mucho. Pero no era capaz de decirle que la amaba, o algo parecido.

Y eso a ella ya la estaba cansando, ¿cuál era el problema con él?

Lily estaba encantada. Oliver era... guao. No tenía palabras.

—Gracias por la comida, señor Zylka—murmuró ella mientras iban hacia la camioneta de él.

Él sonrió, se la había pasado bien—.No es nada, señorita Crisol.

Condujo de regreso hacia la casa de ella, antes de que ella bajase la detuvo de la mano.

Lily pareció sorprendida de eso.

Él metió su mano en su pantalón y sacó de allí su teléfono—.Anota tu número, o quizás nos veamos dentro de otros dos años.

—¿Para qué quieres mi número?—preguntó mientras tomaba el teléfono que él le ofrecía.

—Pasaré mis vacaciones en la ciudad—y oh por Dios, no podía creer lo que estaba diciendo—, escríbeme cuando quieras un aventón.

«O cuando estés aburrida y quieras salir» Pensó para si mismo.

Vamos, nadie lo podía culpar. Siempre le había parecido que ella era linda, y ahora que se estaba convirtiendo en mujer le parecía mucho más linda.

Lily le entregó su teléfono, allí estaba anotado el número de ella.

Abrió la puerta y bajó de un salto—.Gracias de nuevo, nos vemos.

Él hizo un movimiento de cabeza a modo de despedida y después que ella entró a su casa puso el auto en marcha.

La cosa era, ¿quién de los dos llamaría primero?

N/A: ¿Estamos todos de acuerdo con que Jude es un idiota? ¿Sí? ¡Bueno! Uhh, qué podría pasar con estos dos juntos... Turururu COMO DUELEEE QUE ESTES TAN LEJOSSS, y ya no me acuerdo el resto de la canción jajajaja.

Vamos vamos, quiero saber que opinan! Oh si, y deja tu estrellita si quieres! Byeee!