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37. Cita

Para cuando Lily despertó, Oliver ya estaba en la casa. Había hecho el desayuno para ella y para Alma, estaba en la habitación sentado a su lado en la cama leyendo un libro.

Ella parpadeó varias veces, no lo había escuchado entrar. Y, ¿qué leía?

—¿Oliver?—que guapo se veía esa mañana, lucía un poco estresado.

Él cerró el libro, sonriéndole—.Buenos días, ¿dormiste bien?

Que situación tan bizarra.

—Sí.

Él asintió—.Tengo clases, solo pasé por aquí para verte.

Oh.

Eso era muy lindo. Bueno, Oliver completamente era muy lindo.

Se inclinó hacia ella dejando un beso en su frente y luego se levantó, a un lado de la cama en el pequeño buró había una bandeja con el desayuno para Lily.

—¿Te veré mas tarde?—ella se sentó en la cama, viendo como Oliver recogía una mochila negra del piso.

Él la miró por sobre su hombro—.Sí, vendré a almorzar contigo, luego tienes cita.

—¿Cita?

Miles de burbujitas comenzaron a vibrar dentro de ella. No lo podía creer, tendría una cita con Oliver.

Él se colgó su mochila en su hombro, de pie en el marco de la puerta—.Sí, psicólogo, ¿recuerdas?

O tal vez no tendría esa cita con él.

Se limitó a asentir, Oliver le guiñó el ojo antes de salir como un fantasma silencioso. ¿Por qué no se quedaba? ¿Por qué tenía que ser tan... Oliver?

Por primera vez en mucho tiempo tomó su desayuno con los primeros rayos del sol bañando su rostro, se sentía cálido y seguro. No comió todo, por supuesto, solo picó una que otra cosilla que apenas llenaron un poco su estómago. Arreglarse sucedió igual que cuando estaba en su casa, una gran cantidad de movimientos repetitivos hasta sentirse satisfecha. En si, no mucho había cambiado. O tal vez sí. Hacía silencio, podía escuchar los pajaritos cantar en el jardín, también escuchaba el sonido de algunos autos deslizarse por la calle.

No hubo gritos ni comentarios feos apenas abrió los ojos.

Solo vio la cálida sonrisa de Oliver, como si todo estuviese bien en el mundo. Como si ella estuviese bien. Podía despertar el resto de su vida así, con esa sensación de estar a salvo. Del mundo, y de ella misma.

Alma la esperaba en el jardín para estudiar allí, tenía una pizarra acrílica, libros y lapiceros.

—Buenos días—saludó, saliendo al jardín bien abrigada, el cielo estaba gris.

Alma le sonrió—.Buenos días, ¿lista para tu primer día de clases?

No, definitivamente no—.Claro.

¡Ja!

Mientras había ido al colegio sus notas fueron terribles, pero con Alma sentía que podía aprender mejor. Y la institutriz creía lo mismo, solo que ese día ella estaba ausente. La clase de física no le interesaba, estaba más que metida en su cabeza.

Alma se masajeó las sienes, así no podría enseñarle—¿Pasa algo?

Era momento de ser mamá gallina.

Lily meneó la cabeza—.No, no, es solo que la clase... ¿Realmente es necesario que aprenda esto?

—Depende de qué profesión elijas—Alma le regaló una sonrisa condescendiente y tomó asiento junto a ella en la mesa—. Lily, ¿qué te preocupa? Estas metida en esa cabecita tuya.

Ella suspiró, se le hacía extraño e incluso un poco incómodo hablar con Alma sobre un tema como ese pero ni al caso venía sentirse así después de todo.

—Oliver, él es...—bateó las manos en el aire incapaz de encontrar una palabra correcta.

Vaya. Así que la diferencia de edad le estaba pasando factura rápidamente a la jovencita.

Ella asintió para hacerle saber a Lily que entendía lo que sucedía—.Complejo. Es un joven adulto, su ritmo de vida es como un puente que no ha sido construido por completo—le regaló una sonrisa de medio lado al ver el morrito que había hecho Lily en ese momento—.Y el tuyo como una montaña rusa, no tienes porqué preocuparte, el joven Zylka se encarga de ello.

—¡Es que-

Alma interrumpió su protesta—.Lily, el joven Zylka ha hecho esto para que tengas una vida de adolescente normal, él se ha puesto en segundo plano por ti. Ahora, vívela. Y abre el libro en la página 27.

De mala gana hizo lo que se le pidió, abrió el libro y dejó sus pensamientos sobre Oliver aparte.

Trataría de tener esa vida "normal".

...

Su profesor hablaba y hablaba de su viaje a Puerto Rico donde se había intoxicado por comer de más. En alguna parte de la historia, el profesor patriota habló sobre que su país había hecho grande a Estados Unidos, pero que los norteamericanos habían sido malagradecidos y pare de contar.

¿Qué tenía que ver eso con su clase?

Nada.

Pero, ¿quién era el único que tomaba nota de todo?

Ah, sí. Oliver.

Todos sabían que ese profesor estaba demente, le gustaba hacer preguntas súper extrañas y fuera de lo común en sus pruebas. Y él quería pasar rápidamente esa clase para no tener que verlo de nuevo.

—...Bueno, eso es todo por hoy. Los veo pasado mañana, chicos. Estudien.

¿Qué?

Oliver levantó la cabeza de su libreta y le dio un vistazo al reloj. Aún faltaba una hora de clase, pero él no sería el idiota que se lo diría al profesor, sería el idiota inteligente que se escapaba apenas tenía la oportunidad. Recogió sus cosas en un parpadeo y salió pitando de esa clase.

En esa hora libre podía buscar al Dr. Holden para avisarle que Lily ya estaba en la ciudad y que ese mismo día era importante que él la recibiese. Oliver necesitaba escuchar a Holden decirle un diagnóstico positivo sobre ella, o no sabría como actuar a su alrededor.

Cruzó corriendo su edificio hasta la oficina del profesor que iba saliendo de la misma, se sorprendió mucho al ver a Oliver tan azorado.

—¡Profesor!—jadeó, cansado de haber corrido tan rápido—¿Está ocupado?

Holden se acomodó sus gafas ochenteras que se le escurrieron por su nariz—.Voy a mi primera clase, ¿está todo bien?

Oliver tomó los libros que el profesor llevaba y caminó a su lado, para no hacerlo perder tiempo.

—¿Recuerda que le conté sobre la pupila de mi madre?

El profesor acarició su bigote bonachón tratando de recordar; sí, lo hacía—.Claro, ¿cómo se encuentra esta... pupila, amiga tuya, muchacho?

—Está en la ciudad—Holden estudió con rigor el semblante del muchacho junto a él, y le hizo un ademán para que continuase—¿Podría verla hoy? Cuando pueda, claro.

Había algo que Oliver no le estaba contando al hombre, y eso él lo sabía, no tenía la menor duda de que algo no terminaba de encajar.

Pero lo descubriría luego, en ese momento le importaba más asistir a la chica.

—Nos vemos en mi consultorio. Tres y media, espero verlos.

Él sonrió, eso era más que genial—.Gracias, significa mucho para mi.

Holden tomó sus cosas, estaba a unos pasos de la puerta de su clase—.Ya lo veo, muchacho, ya lo veo.

Oliver pasó desapercibido aquello, metió su mano en el bolsillo de su pantalón y sacó de allí su teléfono.

"Clases?"

Enviar.

A los segundos llegó la respuesta de David.

"Si, asco"

Oh, por favor. Como si realmente David se aburriese en sus clases, amaba demasiado su carrera como para fastidiarse en alguna clase. Solo les faltaban dos años más y se graduarían, y ¡bam! Vida adulta por completo.

Mientras caminaba hacia la biblioteca marcó el número que se había asignado al teléfono de Lily.

Sonó una, dos, tres veces antes de que ella contestase.

—¡Ollie!—sonaba tan radiante y explosiva que lo hizo sonreír.

Se apoyó en una columna viendo el campus—.Hola pequeña, ¿cómo va tu día?

Ella se rió, lo había visto apenas hace un par de horas. No había mucho que contar.

—Aburrido, estudio física—Lily hizo un suspiro exagerado al otro lado de la línea—. ¿Y el tuyo? ¿Qué haces?

—Iré a estudiar un rato antes de mi siguiente clase, ¿hasta que hora te dará clases Alma?

Podrían ir a pasear un rato antes de la consulta con el Dr. Holden.

Lily le dio un vistazo al horario que Alma había colocado en la puerta de la nevera. Tenía clases ese día hasta el mediodía, luego la tarde libre.

—Mediodía.

Perfecto. Comerían juntos y luego saldrían a dar una vuelta por las tiendas antes de ver a Holden.

—Vale, pues nos vemos al rato—apenas escuchó que ella se despidió, cortó la llamada.

Se fue hasta el área de estudios de la biblioteca, agarro sus libros y metió la nariz en ellos el resto de su hora libre.

Las siguientes clases pasaron en un soplido, al final de la última clase se encontró con sus amigos.

Peggy levantó su mano para llamar su atención, estaba sentada en el campus con David.

—¡Hola Romeo!—ella sonrió al verlo acercarse.

Se dejó caer frente a ella—¿Romeo?

Peg estaba loca.

Ella asintió, estirándose sobre el pasto y dejando su cabeza sobre las piernas de Dave.

—Claro, hoy ni te vimos—oh, claro, eso—¿Y Lily? ¿Cómo... la viste?

Dave estiró su mano hacia la de ella, a Oliver le dio risa lo cuidadoso que estaba siendo su amigo. Así que todavía seguía detrás de Peg, eso, que siguiese así. Que se enfocase en Peggy y que a él lo dejase en paz.

Se acomodó en el pasto, usando su mochila como almohada—.Bien, creo. Hoy iremos a consulta con el profesor Holden.

—¿Estás seguro que te quieres enrollar en eso?—Dave se arrepintió de inmediato después de decir eso, Peg le regaló una mirada fastidiada y Oliver se limitó a levantar una ceja—.Digo, si tu dices que necesita ayuda pues-

Peggy lo interrumpió levantándose de inmediato—.Ya cállate David, Ollie, vámonos.

Enroscó su mano alrededor de la de Oliver e hizo uso de toda su fuerza para levantarlo. Gracias al cielo tenía un cuerpo atlético con el que no le costó mucho moverlo.

Oliver se acomodó su mochila en un hombro y siguió a su amiga que se giró por última vez para amenazar a David.

—¡No, no vienes!—lo señaló, enroscó mejor su mano a la de Oliver y tiró con mas rapidez de él—¡Agh! Me estresa, ¿no te estresa?

Él se rió, Peggy le soltó la mano y se pudo apreciar como tenía los dedos suyos marcados en la piel de él.

—Es así Peg, no hay mucho que hacer con él.

Ella se detuvo frente a él y le dio varios toquecitos en su hombro—.Escucha, "ser así" no es excusa para todo.

Levantó las manos en alto en señal de rendición, que intensa—.Vale.

Peggy prefirió que él la dejase en un cyber café a ir e interrumpir su almuerzo con Lily, aunque le había asegurado a Oliver que no tardaría mucho en invitar a salir a Lily, le parecía que podían ser buenas amigas y ella lo intentaría.

Sorpresa para Oliver fue cuando apenas estacionó el auto, la puerta de la casa se abrió; Lily tenía una sonrisa pequeña en el rostro, ella lo había estado esperando.

—¿Sabes?—cerró la puerta del auto, mirándola por sobre este—, creo que fue una mala idea decirte a que hora vendría.

Ella arrugó el rostro sin disimulo, ¿ahora a que venía eso?

—Ajá, ¿por?

Oliver le robó un beso en la entrada, haciendo que ella se pusiese de puntillas colgando de su cuello. Ese día se veía turbulentamente bella.

Le dio un toque en la nariz al alejarse un poco—.No quiero que me esperes, ten la certeza de que llegaré, confía en eso.

Oh no, se derretiría por completo allí. ¿Acaso no podía ser un idiota? Él, todo centrado, carismático, guapo... haría que se volviese adicta a él. Y bueno, no tenía nada en contra, Oliver le producía la misma emoción que aquellos papelitos especiales que Jude le había dado hacía tiempo.

—¿Y Alma?—él oteó de lado a lado en busca de la mujer.

Lily lo apresuró al comedor, la mesa estaba servida solo para dos. Ella lo había hecho.

—Salió, tiene un conocido en la ciudad y fue a verlo.

Él torció los labios, dejar sola a Lily no era una idea que le gustase—.Ya veo, no me gustaría que te quedases sola.

Ella asomó el rostro desde la cocina, estaba sirviendo la comida que Alma había dejado preparada para ellos. Le dio una ojeada a Oliver, tenía el ceño fruncido y los labios de medio lado como si estuviese preocupado.

—¿Por qué? Ya estoy grande.

Él se quiso reír, pero por supuesto que ya estaba grande, eso lo notaba perfectamente cualquier persona y mucho más él.

Se limitó a una de sus sonrisas suspirantes—.Solo... No quisiese que te sucediese algo, es todo.

Corrección: tenía miedo de la inestabilidad de ella y el daño que se podría causar estando sola.

Lily se acercó con los dos platos, él le ayudó con eso y acomodó la silla de ella para que tomase asiento.

—Porque estoy loca, ¿no es así?—le dio una mirada astuta de reojo que lo dejó tieso sin poder articular palabra.

Se obligó a reaccionar tragando saliva y meneando la cabeza—.No lo estas, no vuelvas a llamarte así.

Él cambió la conversación con tanta maestría que Lily ni siquiera lo notó, simplemente domó la situación y la desvió a temas más interesantes para ella.

—...Así que, encontré este blog y tiene tantas cosas geniales—ella se veía tan eufórica como una adicta al chocolate que acababa de comerse media fabrica M&M—.Me gustaría aprender a dibujar, sería lindo.

¿Por qué no tenía menos edad cuando conoció a Lily? Se hubiesen llevado tan bien, habrían salido de inmediato, su madre hubiese amado tenerla de alumna y él no habría tenido que pasar tanto tiempo siendo el modelo de ella.

Él se llevó un poco de pasta a la boca, asintiendo para que ella siguiese hablando.

Lily se quedó con la palabra en la boca, y su semblante cambió de pronto—¿No te aburre que te hable de esto? Lo siento, es que habían cosas bonitas y yo...

La interrumpió de inmediato, muy serio—.Pequeña, sigue hablando, quiero escuchar lo que te emociona.

Sí, Oliver la estaba enrollando en la palma de su mano sin mover un solo dedo. No la podían culpar, ¡era magnífico! Grandioso.

Ocultó en vano su sonrojo, y le sonrió, contándole más sobre los dibujos que vio en internet a carboncillo y lápices de colores.

—Tu suegra te puede enseñar—sugirió él, con un tinte brillante en los ojos.

Lily frunció el ceño, tragó la comida que estaba en su boca rápido para poder hablar—¿Mi suegra?

La palabra le sonaba totalmente ajena.

—Claro, mi madre.

—Ah.

Ella no encontró que otra cosa decir. Un sutil sonrojo impregnó su rostro y no volvió a hablar en el resto de la comida. Mucho menos cuando Oliver se levantó y limpió todo él, incluso cuando él le avisó que era hora de irse no dijo nada.

Aún tenían tiempo, una hora y media antes de ir con Holden.

A él no le molestaba el silencio de ella, estaba cómodo, a su alrededor siempre se sentía tranquilo y relajado; pero en ese momento ese silencio lo estaba poniendo nervioso.

Ella lo miraba de reojo de vez en cuando mientras conducía. Y, ¿había alguna cosa que no hiciese bien? Parecía un chico de comercial, allí conduciendo con una mano en el volante y la otra en la palanca de cambios. Siguió los movimientos de su mano incluso cuando él se pasó los dedos por los labios, con aires pensativos.

—No te lo pedí.

Lily frunció el ceño, ahora a Oliver le daba por murmurar—¿Cómo dices?

Él frenó de repente, ganándose los pitazos de los conductores tras suyo, y la miró. Sí, como solo Oliver Zylka sabía hacerlo.

Estaban en medio de la calle con el auto detenido y él solo se había girado un poco para mirarla.

—Mierda, lo siento. Hace mucho que no hago esto, y simplemente no te lo pedí—se masajeó las sienes, algunos conductores al pasar por un lado lo miraron mal—.Supuse que... Agh, lo arruiné.

Quizás fueron ideas de Lily pero cuando Oliver volvió a poner el auto en marcha parecía que apenas se movía un centímetro cada diez metros. Iban demasiado lento, y no solo eso, él tenía el ceño fruncido y conducía en silencio.

Ella estiró su mano hacia la radio, quería ver que había de bueno en las emisoras en ese momento.

—¿Puedo?—le dio una mirada de reojo.

Él pareció reaccionar y le sonrió dulcemente—.Adelante, eres la Dj.

Se rió un poco, a Oliver le pareció que estaba escuchando miles de estrellitas tintinear en ese momento. Meneó la cabeza y largó un suspiro de esos profundos que te roban una parte del alma.

—Realmente me gustas.

¿Podía decirlo? Bueno, sí él lo acababa de decir entonces ella podía hacerlo.

Jugueteó con sus dedos, lamiendo sus labios para evitar tenerlos resecos—.Tú a mi, desde que te vi.

Bueno, al principio había quedado totalmente encandilada por él, y luego fue como encontrar vida en otro planeta.

Enamorarse de Oliver era como perder la cabeza.

—¿Ah si?—a él le hizo gracia, su sonrisa era inmensa—.Y, ¿qué te gusta de mi? ¿Hmm? ¿Mi sonrisa radiante, mis ojos aceitunados... mi cuerpo?

Quizás si él no hubiese usado ese tono engreído y coqueto Lily habría elegido alguna de sus fascinantes cualidades.

Pero no.

Resopló, aguantando la risa—¡Ja! Nada que ver, me gustas porque eres tú.

Así de simple. Así de sencillo.

«Porque soy yo» Repitió él para sus adentros, la felicidad no le cabía en el pecho tras recibir esa respuesta.

Y se sentía aún más eufórico al verla desenvolverse como la joven bonita que le había fascinado. Un poco mas opaca pero aún así lo tenía enganchado por completo.

Antes de que Lily pudiese bajar del auto, Oliver se apresuró a salir del mismo y abrirle la puerta. Si eso no bastó para que ella lo mirase con ojos de adoración, pues con la manera en la que le tendió la mano con sutileza la terminó de atrapar.

El consultorio de Roger Holden estaba en un gran edificio con ventanales igualmente grandes. Mientras subían las escaleras Oliver no soltó la mano de Lily en ningún momento, quería hacerla sentir segura y que él estaba allí en todo momento para ella.

Antes de pisar el último escalón de ese piso, él se detuvo abruptamente. No podía llegar tomado de la mano de ella, pero tampoco la quería soltar.

—¿Nos equivocamos?—Lily le dio un vistazo a los pisos que habían dejado atrás.

Él meneó la cabeza, era ese piso pero tenía que soltarle la mano—.Recuerda que estoy aquí, aunque no te pueda tocar.

Relajó la mano que sostenía la de ella, y Lily lo comprendió de inmediato.

—Lo sé.

Terminaron de hacer su camino hacia la puerta del consultorio, Oliver tocó la puerta y el profesor Holden no tardó en asomarse.

«Que raro es» Fue lo primero que cruzó la cabeza de Lily cuando vio al singular hombrecillo.

Pero bueno, el burro hablando de orejas.

Holden esbozó una gran sonrisa—¡Ah, chico, los estaba esperando! Adelante.

El hombre no dudó en darle una mirada a Lily, que por acto reflejo se trató de esconder tras Oliver pero la parte racional de su cerebro le recordó que no debía dar indicios de nada, así que recobró su compostura.

—Tomen asiento—Holden hizo un ademán hacia las sillas frente a su escritorio, y se sentó tras este.

Lily se sentó en una y Oliver en la otra. Sin mirarse. Ahí no pasaba nada.

Oliver se acomodó mejor, más cómodo—.Profesor, ella es la chica de la que le hablé.

—Lily Crisol—extendió la mano la castaña, mirando con sus grandes ojos chocolates al doctor.

Este se la estrechó, asintiendo—.Roger Holden, es un placer.

Ella le dio una mirada de reojo a Oliver como esperando una golosina por su buen comportamiento. Necesitaba que alguien mas le reafirmase que lo estaba haciendo bien.

No recibió ningún premio. Él se levantó y sacó con aires distraídos su teléfono del bolsillo de su pantalón.

Se iba.

—Yo me tengo que ir, con premiso—no miró en ninguno momento el rostro de Lily ni alguno de sus movimientos—.Gracias doc, nos vemos luego.

Holden le sonrió al muchacho, a su querido pupilo estrella—.Claro que si chico, que te vaya bien.

Al Oliver irse, Lily se vio algo ansiosa por lo que Holden le ofreció sentarse cerca de los grandes ventanales para que recibiese aire.

Apenas cruzaron algunas palabras Holden se encontró con algo que dificultaría su proceso de trabajo.

Lily era como una cebolla. Habían capas y capas de ella, cualquier interacción parecía salir de ella de forma forzada o simplemente ser hecha por una máscara falsa de ella.

Sería complicado.

N/A: ¡Hola! Espero se encuentren bien, les contaré algo que sucedió y fue muy lindo.

Yo le comenté a mi crush/serás mío chiquito, sobre todo lo que había estado sucediendo aquí, entonces entre las cosas que le comenté también le dije que PD1 había tenido el #1 en Romance (cosa que yo no me di cuenta sino otra personita) y él me preguntó que si le podía pasar capture de eso. Lo hice. Y el ser precioso ese fue, y muy orgulloso le dijo a toda su familia que escribo y le mostró las cosas que le enseñé. Obviamente que escribir aquí era algo solo mío, pero él fue y lo contó todo orgulloso de mis logros y literalmente sentí que se me derritió el corazoncito.

En serio que lindo que por algo que yo lo veo como una distracción él haya hecho su pequeño revuelo porque esta orgulloso de mí y quiere que las personas noten mis logros. Aaah, me encanta.

Les juro que sacaré como tres libros nuevos si ese ser sigue así.

Besos! Send me good vibes! Xoxo

PD: Sí, haré que se enamoren de alguien de la misma forma que yo lo estoy de él.

Upgrade de esta nota: Tenia este capitulo escrito desde hace 6 dias y no lo había subido, wtf conmigo?

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