Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

14. Malas decisiones

Tal como había predicho Tessa, el jueves casi en la madrugada del viernes; Nick llamó a Lily. Una llamada rápida pero que a ella le bastó mucho más.

Por supuesto su madre el viernes le dijo que no iría a clases, ellas y Tessa irían a comprar un vestido para el baile. Las dos mujeres chachareaban casi metiéndole por los ojos a Nick, ella debía sentirse muy afortunada y tenía que ser recíproca para con Nick.

Su madre la estuvo halagando y diciendo lo mucho que se sentía orgullosa de ella todo el día.

Quizás, si llegaba a tener una relación con Nicholas su madre la trataría mejor. Por eso, en resolución, Nick solo le podría traer buenas cosas.

Se encontró anhelando el cariño y la protección de él mientras la arreglaban en el spa.

Quizás Nicholas podría entenderla, escucharla, quizás él sí le prestaría atención y la ayudaría.

Solo que cada vez que pensaba en pedir ayuda no podía, la llamarían ridícula, dramática o peor. Así que se mordía la lengua.

Que Lily no apareciese en clases le dio curiosidad a Jude, aunque por lo desdichada que andaba no creía que fuese capaz de rechazar la idea de una escapatoria fácil. No solo le causó extrañeza a Jude, Oliver había ido con David a recoger a este último y mientras David buscaba al chico él se había quedado rezagado apoyado en la camioneta esperando tal vez ver a Lily antes del estudio.

Pero no, no apareció.

Jude volvió a la carga con una insinuación sobre si se le había perdido algo o si esperaba a alguien pero fue inútil porque Oliver pasó olímpicamente de él.

Esperó que Lily apareciese en el estudio pero tampoco lo hizo, y esperó durante tres horas más sin embargo no había señales de ella por lo que arriesgó el pellejo y preguntó con fingido desinterés a su madre.

—¿No falta tú pupila nervios de gelatina?

Ursula se sonrió para ella misma mientras pintaba concentrada.

—Qué gracioso, hijo—levantó la vista hacia su modelo y le dio una dura mirada—. Lily se está arreglando para un baile.

Él levantó las cejas—¿Ya se gradúa? Vaya, ahora hasta un bebé se gradúa rápido.

—Ella no. Es un baile de su novio.

Ursula estuvo a punto de deletrearle letra por letra la última palabra a su hijo que repentinamente se había quedado callado y las ganas de hablar se le habían pasado.

Él hizo un esfuerzo por no dejarse atrapar por su madre—. Extraño los bailes, ¿sabes?

Desvió el tema, Ursula sacudió la cabeza y siguió pintando mientras Oliver cerraba los ojos volviendo a su posición mientras pensaba.

¿Por qué le dolía que Lily tuviese novio? Extraño. Le daba igual que Helen, su novia por dos años; le hubiese terminado por teléfono pero que Lily al parecer tuviese un novio sí le dolía soberanamente mucho.

Se sintió como un idiota, como si le hubiesen dado una bofetada.

A eso de las cinco Oliver acompañó a sus padres al aeropuerto, no tenía ánimos de escuchar a David pelear con Jude, así que prefirió quedarse en casa de sus padres. Su habitación estaba exactamente igual.

¿Y qué fue lo que hizo el resto de la tarde hasta tarde en la noche? Ver películas, pero no cualquiera tipo de películas, si no películas románticas.

Pobre diablo desdichado, menos mal no se había ido al departamento o David se cagaría de la risa ante el capricho ese de corazón partido que tenía.

Orgullo y prejuicio, fue la primera en su lista.

Oliver estaba envuelto en una manta, con un tarro de helado de chocolate a un lado mientras estaba sentado en el salón de su casa viendo al señor Darcy ser rechazado por la prejuiciosa señorita Bennet.

—Te entiendo—murmuró Oliver llevándose una gran cucharada full de helado a la boca—, te entiendo amigo.

Quien lo viese solo sentiría pura ternura, era muy cómico verlo tan enfurruñado.

Sopeso por un segundo la situación, y chasqueó los labios, él había leído el libro una vez que terminó en un viaje aburridísimo y la única cosa interesante era el libro de Orgullo y Prejuicio.

—Soy Jane, porqué me han gustado muchas personas estúpidas—citó lo que Lizzy Bennet le dijo a su hermana una vez meneando la cuchara antes de volverla a llenar.

¡Ay no! Qué horror y qué tragedia, ¿podía ser cierto que le gustase Lily?

Pues de todas formas tenía que desechar esa idea porqué al parecer ella tenía novio y lo peor del asunto es que había olvidado la diferencia de edades y que primero su mismísima madre lo denunciaba con la policía antes de aceptar que algo sucediese entre Lily y él.

Observó la hora y vio que eran las ocho, probablemente ella estaría ya en el dichoso baile con su amado novio.

Iugh, los celos le sabían asquerosos.

...

Nicholas sonrió satisfecho al ver a Lily, estaba muy guapa así qué tenía asegurado su puesto como rey del baile y también podría distraer su mente de Jane.

Tenía que olvidarse de ella porque a Gael, uno de sus íntimos amigos; le gustaba ella. Tal vez si hubiese aceptado sus sentimientos antes no tendría en ese momento que apartarse del camino sino que sería Gael quien lo hiciese inmediatamente.

Lily era linda, sí. Algo tonta, medio insoportable y poco interesante pero estaba seguro que quizás si ella se desenvolvía mejor podría quedar flechado por ella en vez de Jane. Estaba tratando inútilmente de transferir lo que sentía por Jane Cox hacia Lily.

—¿Qué tal?—le preguntó Lara.

Él no contestó nada, solo esperó que Lily bajase, incluso la ayudó en los últimos escalones con cuidado.

—Te ves bien, perfecta para el baile—le felicitó en voz baja para que nadie más que ella le escuchase.

Ella bajó la mirada sonriendo un poco—.Gracias, Nico.

—Oh, no por favor—él arrugó el rostro casi con dolor—, ni se te ocurra llamarme así.

Lily sopesó otro apodo, uno cariñoso pues ya bien le habían dicho que tenía que ser recíproca con él.

—Entonces... Gracias, Nicky.

Nick rodó los ojos sin que ella se diese cuenta. Qué original el apodo. Pero bueno, era mejor que el otro, además, Rebecca lo llamaba así de vez en cuando. Se lo dejaría pasar a Lily.

Él le aseguró a la madre de Lily que la dejaría en su casa a más tardar las dos de la mañana, a lo que la mujer aseguró que no había problema si por algún motivo Lily no podía llegar a casa.

—¿Nick?—lo llamó mientras él conducía, ella tenía que pasar por casa de Duncan—¿Puedo pedirte un favor?

Sería lo de menos, tomando en cuenta que él la estaba usando. Asintió y ella le pidió por favor pasar por casa de una amiga que le tenía que dar algo, Nick no puso peros y condujo hacia la dirección que ella le dio.

No sabía como, pero Duncan había conseguido su número y le había enviado la dirección de su casa. Mas bien, sí sabía como, y ese como era Gretchen.

Qué hipócrita se sentía Lily al ahora ir a casa de Duncan después de lo sucedido en la fiesta de Jude. Una pesadez por la culpa le arrebató el buen semblante pero Nick no se dio cuenta del repentino cambio debido a que estaba en sus propios pensamientos.

Duncan esperaba en una esquina antes de su casa, Lily le dijo a Nick que ese era el novio de su amiga y que él le daría algo, así que bajó rápido y se acercó.

—Guao, santa Lily, tan elegante...

¿Había que dejar más en claro lo petulante que podía ser Duncan?

Ella lo ignoró, solo estiró su mano hacia él quién se rió y le dejó un pequeño papel cuadrado con una estrella.

—¿Solo es esto?—estaba aliviada.

Él asintió—. Usa la mitad, uno completo es mucho. Y si quieres más—soltó una risa siniestra—, qué estoy seguro querrás, habla con Jude.

Tragó saliva y sin despedirse ni nada subió al auto rápido. Nicholas pareció salir de sus pensamientos al verla subir, no le había prestado atención pero le dio igual, puso el auto en marcha hacia donde sería el baile y no vio cuando Lily picó el papel por la mitad y se lo metió en la boca.

Los efectos llegaron en segundos, sintió un golpe de adrenalina, y lo demás fue historia.

Cuando llegaron al baile ya no era ella, todo lo que pensaba le salía por la boca y lo que no pensaba también. Eligió el camino equivocado, esa no era la solución para sus problemas pero la sensación era de otro mundo. Pff, adiós problemas, adiós todo. Era ese tipo de estado en el que quería quedarse para siempre.

Si continuaba por ese camino se convertiría en una adicta y con las tendencias que la rodeaban solo tendría un final: una bolsa para muertos.

Si Nick, o el resto de chicos estuviesen familiarizados con esas sustancias se hubiesen dado cuenta de que Lily estaba bajo una. Bajo ese efecto fue capaz de bailar, de reírse, era como si fuese una persona totalmente distinta.

Un ratito de diversión le costaría toda su existencia hasta convertirla en una piltrafa humana.

Había convencido a Nick después de un par de horas de ir a bailar, él aceptó, sus ánimos eran de lo más contagiosos.

—Creo que estás un poco loca—se rió él meneando la cabeza al dar vueltas con ella.

Lily hizo un morrito con los labios—.No estoy loca, soy más divertida, ¡mírame, estoy súper bien!

Él rodó los ojos, su plan de evitar a Jane estaba funcionando de maravilla, Lily no ebria era divertida. Sumándole a lo divertida que también esa noche se veía muy bien.

—¿Te molesta si pruebo algo?—una última prueba.

Ella soltó una carcajada, una risa un poco más fuerte de lo normal.

—Dime que me vas a besar, príncipe azul.

Sí, la Lily cuerda, sana y normal jamás diría soberana cosa. Pero esa Lily no estaba, aunque estaba en su punto máximo, pronto se le acabaría la batería y la realidad la golpearía más fuerte que nunca.

Se hundiría en su miserable vida a arrastrarse en las sobras de su existencia.

Nick se rió un poco, se la estaba pasando mejor de lo que creyó. Se detuvieron unos segundos en los que él hizo lo que ella sugirió, la tomó del rostro y la besó.

Fue un beso absolutamente diferente al par que ella y Oliver se habían dado, Nicholas fue demandante y enérgico dándole solo segundos para reaccionar y ni con lo que tenía encima pudo dejar de ser algo torpe pero le devolvió con atrevimiento el beso.

Él se apartó poco después, satisfecho, pues si bien Lily era torpe con los labios, también tenía una chispa viva y atrayente.

Se volvieron a besar una, dos o tres veces más mientras tonteaban hasta que ella fue al baño, había tomado mucho ponche y tenía ganas de orinar. Como hacen casi siempre las personas cuando beben alcohol, se miró en el espejo para ver como lucía.

Su cabeza retumbó un poco, el efecto estaba pasando. Ella le dio un vistazo al otro pedazo de papel donde se veía la mitad de la estrella y contuvo la respiración, no lo podía gastar porque le serviría para después. Hizo sus necesidades, y rezó para sus adentros que el efecto se alargase más.

Mucho más.

Cuando salió del baño y regresó al salón del baile escuchó como nombraban a los reyes del baile de invierno. Fue como una pesadilla ver a Jane y a Nick ser coronados.

Vio como Nick le tendió una mano a Jane sin mirarla y ella se la tomó de mala gana, bajaron los escalones del escenario hasta la pista de baile donde les abrieron un espacio, se acercaron y comenzaron a bailar quizás la canción más lenta del mundo.

En ese instante Lily comprendió que su peligro no era Rebecca como le había insinuado su madre, el peligro verdadero era Jane. Una llama encolerizada se encendió en su interior, Jane estaba muy equivocada si creía que se quedaría con Nick. Ella podía conseguir a otra persona, como por ejemplo el amigo de Nicholas; pues Lily estaba segura que no encontraría nadie tan perfecto, bueno, y encantador como Nick.

No se lo dejaría tan fácil. Usaría uñas, dientes y cualquier otra manera para quedarse con él.

¿Quién le podía dar su cuento de hadas? ¡Nicholas, y solo Nicholas Hamilton podría!

Ya había caminado unos metros perdida en su cabeza con deseos horribles cuando de repente la hermana de Jane se la llevó, ella se detuvo de golpe aliviada y vio como Nick se le acercaba.

Parecía resuelto a algo.

—Lily, ven—la sujetó de la cintura atrayéndola hacia su cuerpo.

Ella parpadeó sorprendida por el repentino arranque y se dejó guiar.

—¿Adónde vamos?—preguntó dejando sus manos alrededor del cuello de él.

¿Alguien podía oler mejor que Nick? Sí, había alguien pero en su mente solo estaba él.

Él se detuvo, le regaló una condenada sonrisa acercándose a su cuello—. A mi casa.

Selló la idea con un beso en una zona sensible para cualquier ser. Ella sonrió radiante, ¡sí, él se quedaría con ella! ¡Le gustaba!

Oh, estaba tan feliz, mucho más gracias a ese condenado papelito.

Fueron hacia la camioneta de él pero de forma repentina el castaño amigo de Nick, Chad; apareció y le pegó un grito antes de que en un abrir y cerrar de ojos se enzarzasen en una pelea.

Ella no entendía realmente lo que pasaba, y solo estaba preocupada por el pobre de Nick aunque de la nada aparecieron también un chico junto con una chica que separaron la pelea que duró unos largos minutos. Nick y su amigo se quedaron sentados en el suelo, hablando entre ellos, el primero parecía más agotado por otra cosa que no era la pelea.

Bajó de la camioneta y se acercó, quizás ya se podían ir.

—¡Nicky!¡¿Ya nos vamos?!—estaba a unos metros del par.

Chad le lanzó una mirada molesta y la mandó a callar pues no la toleraba, ella resopló y decidió irse caminando sola.

¿De dónde había sacado tan pésima idea? No tenía ni idea. Aún así caminó un largo y tendido rato, el efecto del desgraciado y dañino papel duró un rato más, ella se dio cuenta porqué ya caminar sola a media noche no le parecía una buena idea, y aparte estaba comenzando a sentirse mal.

Le dolían los pies por tanto tiempo con esos tacones que aún no entendía como los había soportado y como no había parecido Bambi toda la noche.

La realidad la golpeó, estaba sola, había tomado decisiones horriblemente malas ese día y... todo era su culpa. Oh Dios, ¿qué había hecho?

Lo peor de todo, no sabía donde estaba. Necesitaba que alguien la buscase, se sentó a llorar en el borde de una acera cuando se dio cuenta de sus acciones pero entre su cabeza que se volvía a reorganizar, apareció el nombre de Oliver.

N/A: Okay. Es necesario que diga que el uso de sustancias psicotropicas y cualquier droga es dañino para la salud. Ninguna droga o xs cosa que te vaya a dar un rato de diversión merece la pena de que te expongas a perjudicar tu vida.

Por favor, sean todos responsables y entiendan que el consumo de sustancias es perjudicial no solo para ti sino también para las personas que te rodean y te quieren. Cuídate y evita todo lo que pueda causarte riesgos. Te quiero.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro