-Bueno, chicos, tengo que dejarles, tengo que reunirme con unos amigos para hacer un trabajo -Dijo Miles, levantándose de la mesa.

-Yo también -Dijo Addie y miró a Jacob, quien estaba muy concentrado con su móvil. Le dio un codazo y este le miró molesto -¿No tienes algo más que hacer? -Le preguntó con un tono raro.

-Sí, sí-Se levanta de la mesa junto a Addie-Nosotros nos vamos-Se despiden y los tres se van sin decir más.

¿Acaso no saben que sabemos perfectamente que ellos quieren que estemos solos?, y no es precisamente para el trabajo.

-Debemos apurarnos. Falta poco para que acabe la hora del almuerzo-Dice Drean sacando un boli y una libreta de su mochila-Como serán los protagonistas y sus nombres

-La chica se puede llamar Astrid y el chico Carter-Sugerí

-Si la típica chica rubia de ojos azules y el de ojos y pelo castaño oscuro-Dijo escribiendo en la libreta

-Que estén enamorados uno del otro, pero no se atreven a confesarse-Dije emocionada-Que ella sea hiperactiva y amable y él serió y arrogante.

-Empiezan a hablar cuando la profesora de Matemática los castiga a los dos y los saca del aula, van a las gradas del patio, ¿qué te parece?-Dijo mirándome con una sonrisa, sí que le gustaba la literatura.

-Ya está listo, entonces nos vemos después de clases.Nos vemos-Le di un beso rápido en la mejilla y salí corriendo del comedor.

Oficialmente, me quedé sin coraje por hoy, si he hecho bastante para alguien como yo. El timbre comenzó a sonar y lentamente fui al salón de mi siguiente clase y, por suerte, esa profesora siempre llegaba tarde.

••••••••••••••••••~•

Acomodé el asa de mi pequeña mochila negra sobre mi hombro derecho. Jugué con mi collar en forma de yin con impaciencia. Miré el reloj en mi muñeca y solté un resoplido.

-¿Llevas mucho tiempo esperándome? -Dijo Drean apareciendo a mi costado. Di un respingo. ¿Cuándo apareció?

-No, no te esperé mucho. Acabo de llegar -Dije con una sonrisa en mi rostro.

Me fijé en su ropa. Vestía una camisa azul oscuro, sobre ella una chaqueta negra, un pantalón de mezclilla, unas zapatillas deportivas negras y, por último, pero no menos importante, tenía el pelo mojado y pequeñas gotas caían por algunos mechones de su cabello.

-¿A dónde iremos?-Pregunté.

-Ya te dije, a un lugar tranquilo -Tomó mi mano y comenzó a jalarme hacia... No sé dónde.

-Monta -Dijo cuando paramos de caminar frente a una moto. Le miré estupefacta.

-Es broma, ¿cierto?-Dije y él negó, tenía que estar loco-Estás loco. ¿Sabes cuántos accidentes pasan en motos?

-No pasará nada. Soy un conductor experto-Aseguró tomando un casco y se lo colocó para después darme otro a mí.

-No estoy muy segura de esto-Dije, mirando el casco entre mis manos, con inseguridad.

-No voy a permitir que te hayas puesto tan guapa sin razón-Dijo tomándome de la mano y sentándome en aquella moto negra.

Después se montó él frente a mí y arrancó. Ese ruido tan fuerte me hizo agarrarme algo fuerte de la cintura de Drean, pero pareció no importarle.

-Te confió mi vida, Drean-Aclaré.

Él asintió. La moto comenzó a andar y tengo que admitir que no era tan malo. De hecho, se sentía bastante bien, el viento frío chocando con nuestras pieles y el paisaje de la ciudad del cual poco a poco nos comenzamos a alejar.

-¿¡Falta mucho!?-Pregunté gritando.

-No. Ya llegamos-Dijo, parando lentamente frente a un bosque muy espeso.

Ambos bajamos de la moto y, mientras él la dejaba detrás de unos arbustos apoyados en un árbol, yo miraba el bosque dudoso. A decir verdad, estaba bastante asustada.

-Vamos-Dijo Drean detrás de mí, haciendo que diera un pequeño salto del susto.

-¿Pretendes llevarme al centro del bosque y ahí revelarme que eres un asesino en serie para después matarme...?-Pregunté sin mirarle, pero me giré al oírlo carcajearse por lo que acababa de decir-¿Te parece gracioso?

-Muy exagerado, ¿no, Gwen?-Dijo entre risas.

Me paralicé de inmediato y un escalofrío recorrió mi espina dorsal. ¿Cómo diablos sabe mi segundo nombre?

-¿Cómo sabes mi segundo nombre? Solo mis mejores amigos lo saben pregunté.

-Un asesino tiene sus métodos -
respondió.

Lo miré entre molesta y preocupada.

-No pasará nada, solo vamos. Te va a encantar la vista -dijo antes de tomarme de la mano y comenzar a jalarme nuevamente.

Nos perdimos en ese bosque. Había tanta vegetación que hasta llegué a pensar que nos habíamos perdido, pero al ver la confianza de Drean al caminar, descarté la idea.

Al final, nos detuvimos frente a unas enredaderas que colgaban de las ramas de los árboles y que no dejaban ver lo que había en frente.

-Alice, te presento El Lago de Cristal -dijo mientras apartaba las enredaderas, dejando a la vista un paisaje simplemente mágico. -Lo descubrí cuando era niño.

-Es... Wow, simplemente Wow -Dije, o mejor dicho, balbuceé.

Era un círculo grande que ni tenía tantos árboles, lleno de flores de variados colores y tipos, el lago cristalino en honor a su nombre, los pájaros cantando sus tonadas es lo único que se escucha y todos los árboles que están en el círculo y en su borde tienen pintura de colores, pero no estaban mal, era algo artístico y muy sorprendente.

-¿Cómo descubriste este lugar? -pregunté aun mirando el lugar.
-Un día, cuando era pequeño, me escapé de casa por una pelea que tuve con mi madre y llegué aquí... -dijo, dándome la espalda. -Le llamé así por el agua cristalina del lago. Sé que es poco creativo, pero solo era un niño y no quise cambiarle el nombre. -Se giró para verme y sonrió ampliamente. Eres la primera persona que he traído aquí.

-Soy muy afortunada -dije-. Voy a tomar algunas fotos.

-Vale -contestó, sentándose en el pasto.

Paseé un poco por el lugar con mi cámara en la mano. Tomé fotos de casi todo. El lugar era tan hermoso y el paisaje era mágico, y yo era la primera persona que Drean había traído. Eso me hacía sentir especial.

Volví con Drean. Tenía una gran sonrisa en el rostro que era difícil no notar. Me senté en el pasto justo al lado de Drean, que estaba concentrado en su móvil. Toqué su hombro y este se sobresaltó. Esa sonrisa que tenía en mi rostro ahora era de orgullo.

•••••••••••••••••••~•

-Nunca te has enamorado, ¿cierto? -Me preguntó Drean, parando de escribir.

-Agh, no. Nunca nadie se ha interesado en mí -Contesté, tirándome a la hierba-. Todos los que se acercan a mí son por retos o por hacerse populares, jamás es de verdad.

-¿Y tienes miedo a que nunca nadie te quiera de esa forma? -preguntó.

¿Cómo es que había dado en el puesto fijo? Nadie sabe cómo me afectaba el tema del amor. Saber que todos tienen un alma gemela y la mía no llega.

Me levanté de inmediato y le di la espalda, mirando el lago. Me dolía hablar del tema, y no tenía planeado contarle mi secreto más íntimo a alguien con quien solo he hablado hoy.

-No es algo importante -evadí la pregunta.

-Eso no es cierto -dijo a mis espaldas-. Tú no sabes si desde las sombras alguien está completamente enamorado de ti.

Solté una risa seca después de lo que dijo. Eso no era posible.

-No hace falta que intentes alegrarme. Acepté, hace unos años, que mi historia de amor no llegaría -dije sin expresión en el rostro.

-Sí, llegará. Solo espera un poco -dijo abrazándome por la espalda. Esa corriente eléctrica volvió a hacer presencia.

-Intentaré creerte.

-Yo terminaré la historia, no te preocupes -dijo.

Se separó de mí y yo me giré para ver qué hacía. Grande fue mi sorpresa cuando lo vi sin camisa y quitándose los pantalones. Aparté la mirada con el rostro carmesí.

-¿Q-qué haces? -Tartamudeé.

-Quitándome la ropa, ¿no es obvio? -contestó de lo más normal.

Sería idiota. Sabía que se estaba desvistiendo. Pero eso no se hace solo por gusto, ¿o sí y es que estoy desactualizada?

-Me refería a ¿por qué? -Aclaré.

-Me voy a meter en el lago -entonces se oyó cómo entra al agua-. Ah. Está muy buena, ven y entra.

Me giré para verle incrédula. ¿Qué estaba muy buena? ¿Qué entrará al agua? Definitivamente, estaba muy loco, de remate.

-¿Has perdido la cabeza? - dije.

-No, la tengo en su sitio -contestó-. Está buena, te lo aseguro.