35. Perfecta
Capítulo 35
Perfecta
"Aprendes a amar no cuando encuentres a la persona perfecta, sino cuando aprendes a creer en la perfección de una persona imperfecta".
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— Y esa es nuestra historia.— Finalizó Hiccup mientras dejaba aún los rostros atónitos de parte de sus amigos.
— No lo puedo creer...
— ¡Me la creí!— Sollozó Toothless mientras se recargaba en el auto.— ¿Y por qué no son novios ya? Han pasado 9 meses juntos y van para los 10. ¿Aún no saben que quieren formalizarlo?
Hiccup y Astrid se miraron entre sí sin saber que decir. Por parte de Astrid, ¡Claro que quería!, Pero por parte del castaño, la estaba esperando desde aquella vez que se recuperó de su enfermedad. Sólo estaba esperando a que ella se sintiera lista.
Aunque estaba dispuesto a esperarla por más tiempo que necesite.
— ¡Toothless!— Reclamó Storm dándole un cabezazo.— ¡No seas imprudente! No es nuestro asunto.
— Sí está bien.
— ¡Ya volví!— Habló Itzel con una enorme sonrisa satisfactoria.
— ¿Y dónde estabas?— Preguntó el castaño. Por una parte se había olvidado de la presencia de ella.
— Burlándome del idiota que se atrevió a insultar a mi cuñada.— Respondió Itzel abrazando a la rubia con ternura.— Jamás permitas que te traten de esa manera, pero si se llegan a pasar, cuenta conmigo. Haremos al idiota vivir un infierno.
— Muchas gracias.— Asintió Astrid correspondiendo el abrazo.
— Y bien, ¿Iremos a cenar?
—— 💙 ——
Habían llegado al departamento y Astrid lo invitó a pasar para dejar su proyecto en la mesa de su comedor.
Había sido una noche muy larga y divertida gracias a las compañías que habían tenido para esa cena. Aunque ya estaba casi completamente cansada.
— Y... ¿Qué plan tenías para tu proyecto?— Preguntó el castaño viendo con curiosidad.
— Oh, bueno. Es algo más para la casa que para un prestigio de sociedad. Con los dos displays simulados, pensaba crear como un termómetro. Ya sabes, un indicador. Pero supongo que si no funcionó fue por algo.— Respondió nostálgica para dejar de mirarlo.
— ¿Y por qué de repente te importó la ingeniería?, Tienes muchas maestrías para ser tan joven.— Preguntó el castaño con intriga.
— Oh bueno... Cuando estuvimos en Australia... y las veces que estuviste platicando con Stormfly sobre los proyectos tecnológicos que cada quien iría a construir, me dieron a pensar que no era suficiente.— Contempló.
— ¿Suficiente?
— Sí, para ser tu secretaria. Hiccup, te obligué a tomarme a mí. Cuando realmente existían a lo mejor más candidatas excelentes para este puesto con sabiduría en el área para ocupar el lugar.
— Astrid, tú no me obligaste a nada. Esa fue mi decisión.— Le aclaró.
Ella esquivó su mirada.
— Además, no quería depender de ti. Siendo la heredera de otra empresa decidí involucrarme a ser la gerente de la pizzería de Brutilda para tratar de trabajar con los demás. Tengo que aprender varias cosas y solo me quedan tres semanas. Después, me iré de aquí a vivir en la mansión y tú y yo...
— ¿Sí?— Se acercó a ella con lentitud hasta que sus labios estaban casi unidos. Ambos respiraban el aliento del otro.
Astrid saboreó sus labios y relamió los propios deseando el contacto labial que tanto la hacía relajarse. Pero antes de eso, debía hacer otra cosa.
— ¡Espera!— Comenzó a buscar por todas partes con la mirada.
— ¿Qué?
— Siempre que diré algo está Toothless en alguna parte.— Mencionó buscándolo aún.— Parece que esta vez no. Bueno, en fin. Nos vemos mañana.— Besó sus labios en un pequeño segundo.— Aún tengo varias cosas que hacer.
Hiccup se despidió, y comenzó a caminar hacia la salida mientras que Astrid tomaba asiento en su mesa para continuar con su proyecto. Pero había algo más...
— Hiccup...— Llamó antes de que cruzara la puerta.
— ¿Sí?
Ella guardó silencio por varios segundos. Era difícil cuando estaba acostumbrada a realizar las cosas sola.
— ... ¿Te importaría ayudarme a terminar mi proyecto?— Cuestionó con timidez, sin la valentía de verle a los ojos.
—— 💙 ——
— ¡Vaya, no puedo creerlo!— Expresó sorprendida ante el funcionamiento de un LED (Diodo Emisor de Luz, en inglés).— Entonces... ¡Sí importa los palitos!
— Ja Ja, no son los palitos. Aunque no tienen nombre en específico. Pero normalmente los ubicamos por lo que son, ánodo y cátodo.— Explicó mostrando la diferencia de cómo conectarlo.— Si conectas el positivo con el ánodo y el negativo con el cátodo, el LED tomará en cuenta su función y encenderá de la manera que tú le indiques. Claro, esto sería ya añadiendo dip switch...
— ¿Dipsweet?— Repitió confundida.
— Dip Switch.— Aclaró.— Es una herramienta que funciona como un encendedor y apagador.— Mostró la pieza.
— Ahhh...— Razonó con más lógica.— Entonces, si muevo la palanca a un lado, enciende y si la muevo al otro lado, se apaga.
— Sí. Así es como funciona, aunque también puedes usar un push botton, un botón literalmente. — Remarcó con una sonrisa mientras Astrid se divertía con el objeto.— Pero para el LED, también se necesita una resistencia.
— ¿Resistencia?, ¿Por qué?— Cuestionó más interesada. La rama de la Ingeniería le resultaba fascinante.
— Porque normalmente utilizamos un voltaje de 5V, con una corriente mínima. La corriente es la que nos preocupa, entonces para evitar el paso total de la corriente, necesitamos contrarrestarla con una barrera, en este caso, la resistencia.— Comentó enseñando el pequeño elemento.
— ¿Y qué pasa si dejamos pasar la corriente así sin resistencia?
— Se quemarán los LED.— Señaló los componentes que tenían las puntas negras por lo quemado.
— ¿Y cómo sabes que están quemados?
— Porque, si pones atención en la capa, verás que está transparente y puedes ver con claridad cuál es la cátodo y el ánodo. Si no puedes distinguirlos, se debe a una capa de nublina ocasionada por la quemadura.— Indicó mostrando un LED bueno y uno quemado.
— Anotado Ingeniero.— Avisó mientras tomaba todos los apuntes necesarios.— Y... Entonces, ¿El ánodo es el palo más largo y el cátodo el más corto?
— La mayoría de la gente los identifica de esa manera. Pero no es lo más seguro.— Aclaró.— ¿Qué pasaría si por accidente cortas los dos a la misma altura?— Tomó unas pinzas e hizo el corte.— ¿Sabrías cuál sería cada uno?
— No, porque ya los cortaste igual.— Debatió con un berrinche.
Hiccup rió ante la nueva Astrid que se estaba mostrando ante él. Ella en serio quería aprender, y hacía que las enseñanzas fueran entretenidas. Normalmente se desesperaba con facilidad, pero con ella todo parecía ir tranquilo y para nada aburrido. Le encantaba verla impresionada e interesada por una rama de Ingeniería.
— Bien, entonces presta atención en el interior.— Colocó una lupa para visualizarlo más grande.— Verás que hay dos elementos metálicos. Uno parece un palo, aunque está un poco grueso. Pero sigue siendo lineal.— Mostró.— Ese es el ánodo. Respecto al otro elemento, éste está un poco ancho y tiene una curvatura. Ese es el cátodo.
— ¡Wow!, ¡Tanta información para lo que es el funcionamiento de un LED!— Expresó asombrada observando el pequeño componente.— Si así es con este, no me puedo esperar con los demás. Entonces, ¿Es posible que mi proyecto pueda funcionar?
— Astrid, en la Ingeniería todo es posible.— Compartió.— No hay un límite y es lo que más me gusta de la carrera, sólo, tienes que tener tu mente abierta si quieres crear algo. Todo depende de perspectivas y de qué tan dispuesto estás por traer tu imaginación a la realidad.
— ¿En serio?
— Sí. Si das una leída a la historia de la Electrónica, verás que todo lo que era imposible fue posible. Como el descubrimiento de Tesla, gracias a su capacidad de mente abierta, con él empezó todos los avances tecnológicos. Aunque también está la invención del teléfono, la bombilla, incluso, existían dos hermanos Wright que creían en poder volar. Fueron atacados por la sociedad y siendo abucheados por esa "loca" idea de estar sobre el cielo. Pero, ¡Ellos crearon el primer avión y demostraron que fue posible estar en los cielos!— Comentó con orgullo. Admiraba cada inventor de la historia.— Todo es posible si se trata de Ingeniería.
— Si hablas de esa manera, me haces interesar más en ese estudio.— Añadió fascinada por cómo hablaba.
— Bueno, todos los estudios son importantes. Aunque todos dependen del tipo de maestro que te toque. He pasado por ello, y lamentablemente existen más como el que tenías.— Informó.— Pero, también se puede aprender solo con los libros. No quise estudiar con personas, así que mis maestrías y doctorados fueron debido a mis inventos y a mis tesis. Pasé los exámenes que requerían las universidades para darme el reconocimiento del título. Sinceramente, aprendí de los libros. Aunque sufrí varios dolores de cabeza.
— Hiccup, eres increíble.
— Espero haberte ayudado.— Recogió los materiales para ir preparándose para ir a su departamento.
— Con el maestro que tengo, hiciste demasiado.— Presumió robándole un beso para alejarse de él. Apenas estaba notando también el frío que hacía.— En serio, muchas gracias.
— Todo por ti, M'Lady.
—— 💙 ——
Días después.
— ¿Y entonces?— Preguntaron Stormfly y Brutilda entusiasmadas. Ambas estaban en el departamento de Astrid, escuchando los futuros planes que tenía.
— Pienso tomar en cuenta los consejos de este libro para darle señales a Hiccup de que quiero ser su novia.— Mostró con el mismo entusiasmo. Ya no quedaba mucho tiempo para irse de su departamento y regresar a su lugar junto con su abuela.
— ¿Y por qué no decirle directamente?— Cuestionó Tilda extrañada.— Sueles ser muy directa cuando se trata de expresar. Solo dile "Hiccup, quiero ser tu novia".
Tenía razón. Astrid era una persona que no se andaba con rodeos.
— No sé. Ahora temo de que él no piense lo mismo.— Comentó un poco ansiosa ante tal asunto.
— ¡Por el amor a Dios, Astrid!— Exclamaron las dos sin poder creérselo.— ¡Hiccup se muere por ti!
—Y esto es literal.— Asintió Toothless sentado junto a las mujeres.
— ¿Y qué hace Tooth aquí?— Preguntó Astrid viendo apenas la presencia del pelinegro.
— Puedo ser de gran ayuda.— Explicó con una sonrisa divertida.— Como hombre puedo darle una patada a Hiccup para que se lance hacia a ti.
— Sí, es lo mínimo que puedes hacer después de arruinarlo varias veces.— Comentó Stormfly.
— ¿Qué he hecho?— Cuestionó sin entender.
— ¡Astrid ha intentado confesar sus sentimientos desde que estábamos en el hotel de Inglaterra!, Y todas las demás veces más adelante fueron interrumpidas por ti.— Le reclamó.— Quizás si no hubieras interrumpido, ellos estarían siendo novios oficiales ahora en este momento.
— Sí, gracias por recordar.— Asintió Astrid desganada. Ya solo quedaba este día para irse de su departamento a pesar de que aún quedaban dos semanas, Stormfly y Brutilda se habían ofrecido a ayudarla a guardar sus cosas en las maletas.— Bueno, antes de eso compré un pequeño libro que redacta las etapas para una posible relación. En este caso, Hiccup y yo acabamos de terminar la 5° para empezar la 6° con mi decisión, escuchen:
"Quinta etapa: La colaboración.
A lo largo de la relación, la pareja se convierte en compañeros de vida, en mejores amigos y cómplices. Cuando llegan a esta etapa de la relación no hay plan que sea imposible alcanzar.
Por eso esta etapa de la relación se conoce también como la etapa de crecimiento o desarrollo. La confianza en el otro sobresale y los días de transparencia y sinceridad dan sus frutos.
En esta etapa de la relación, las inseguridades quedarán detrás y juntos serán más poderosos que nunca antes.
Todo porque confían en el otro como el mejor compañero de aventuras."
— Hiccup y yo desde hace varios meses nos fuimos a la India. Estuvimos metidos en muchos problemas, pero a pesar de mis inseguridades Hiccup siempre me demostró que podía confiar en él.— Recordó.— Tuvimos muchas aventuras juntos, como encontrarnos en medio de un salón lleno de fuego, nos dimos un beso allí. Y se sintió genial.— Sonrió ante ese momento.
— De hecho sí, se escucha único estarse besando con las llamas de fuego como ambiente.— Concordó Stormfly ilusionada.
— Sí.— Asintió Astrid.— Tuvimos varios paseos como en Australia también, y en los últimos momentos vividos en Inglaterra y en Francia, nunca tuve miedo porque sabía que Hiccup llegaría por mi. Suena patético decir que espero un príncipe azul en mi rescate, pero ahora entiendo la confianza que tenían las princesas cuando estaban atrapadas. Y no es patético, es seguridad. Sabía que Hiccup no permitía que me pasara nada más. Aunque también aprendí que cuando él me pregunta "¿Confías en mí?" Significa: PE-LI-GRO.— Informó.— Tiene a veces ideas muy estúpidas como saltar varias veces de un edificio. Nunca cambia. Y bueno, continuando leyendo...
"Sexta etapa: La adaptación.
Se trata más bien de una readaptación. Es un momento en el que la pareja se ve a sí misma y analiza el resultado de las decisiones pasadas.
Para este momento ya compartieron muchas experiencias y vivieron juntos el resultado de las mismas.
Ahora la pareja debe verse nuevamente, conocer en lo que se convirtieron y descubrir aquello que aún desean ser y hacer.
El éxito para mantenerse juntos a través de ella es mantenerse como compañeros, apoyarse y reconocer el valor del otro.
Esta puede ser una etapa hermosa si así lo permites. Imagina que esta etapa es como el inicio de la relación de una nueva pareja.
Y como tal, requiere del mismo nivel de encantamiento, amor, dedicación y descubrimiento que la primera vez."
— Bueno. Debo de admitir que al principio era una chica completamente diferente.— Aclaró.
— ¿Qué cambió en ti con la llegada de Hiccup?
— Gracias a Hiccup he cambiado drásticamente. Antes ningún hombre podía acercarse a mi sin que me pusiera agresiva y peleonera.
Flash Black.
— ¿Qué haces escalando?— La alarmó asustándola haciendo que por instinto soltara sus manos cayendo encima de alguien.
Se trataba de un hombre.
Con unos ojos verdes como el bosque que sin querer habían llamado su atención. Sintió sus manos en su cintura y de inmediato se apartó de él empujándolo de nuevo contra el piso.
— ¿¡Qué crees que estás haciendo?!— Chilló en defensa levantándose de golpe.
— Bueno, no es normal que una mujer cayera encima de mí. La pregunta entonces sería: ¿Qué estás haciendo escalando en el bar?— Reclamó observando sus intenciones.
— Yo...¡No tengo por qué darte explicaciones!— Negó.
— Es una lástima.— Caminó en frente de ella hasta llegar a la puerta del bar.— Porque así tendrías que pedirme el favor para permitirte entrar.— Mostró las llaves que llevaba en las manos, abriendo la puerta.
Fin del Flash Black.
— Sí. Ningún hombre podía estar teniendo una conversación conmigo sin que me pusiera a la defensiva. Traté a Hiccup de la misma manera que trataba a todos.— Recordó divertida. Pues a pesar de su agresividad, el castaño siempre había sido un caballero ante ella.
Flash Black.
— ¡Esto es tu culpa!— Acusó.
— ¿¡Mi culpa?!— Exclamó sorprendido por el poco juicio recto que ella tenía.— ¡Tú no quisiste escuchar mis advertencias!
— ¡Porque no quería perder más tiempo, me esperan en mi casa!— Debatió sintiendo sus mejillas arder nuevamente por el enojo.—Además... Debiste hablarme más claro para que te pusiera atención.
— ¿¡Tengo que hablarte como si fueras una niña mimada para que aprendas a escuchar a los demás?!
— ¿¡Cómo me has dicho?!.....
Fin del Flash Black.
— JA JA JA.— Rió Toothless al escuchar ese recuerdo.— Hiccup te puso en tu lugar. Al parecer Stormfly tenía razón, eras una chica típica millonaria.
— Lo era.— Confesó.— Pero Hiccup fue el primero en hacerme ver que no me estaba comportando como tal. Solía culpar a la primera persona con tal de no aceptar mis errores. Pensé que no lo volvería a ver, pero igual nuestro segundo encuentro fue igual de explosivo que el primero. ¡El hombre que no deseaba volver a ver en mi vida, ahora aparecía como mi futuro jefe!, ¡Vaya comedia de mi vida!
Flash Black.
— ¿¡Tú?!— Exclamó asombrada y anonadada. Sin perder más tiempo caminó hacia el mencionado y sin esperar nada más, lo guío hacia la primera puerta que encontró.
Para su malísima suerte, un baño.
— Bien, ¡Habla!
— ¿Qué quieres saber?
— ¿¡Por qué no me dijiste que eras el vicepresidente de esta compañía?!— Reclamó enojada.— ¡Pensé que trabajabas en ese bar como un simple músico!
— Nunca preguntaste en qué trabajaba.— Debatió.— Además, esas fueron deducciones que tú tomaste por ti misma. Tampoco sabía que...
— ¿Y en serio, la más fea para ti?, ¿Soy la más fea para ti?
Fin del Flash Black.
— Sí... Nuestra historia empezó con el pie izquierdo.— Finalizó.— Pero ya no soy esa chica del principio. Sé pedir perdón según mi juicio, soy más noble a otras personas e incluso ya acepto a convivir mejor. A Toothlesd lo considero como mi amigo incluso, antes me estaría riendo en la comodidad de mi mansión si me contaran que me convertiría así.
— Yo lo confirmo.— Habló Brutilda.— Astrid era una cascarrabias hace casi un año. Y debo de admitir, que Hiccup logró abrir el corazón de esta mujer. Incluso yo creí que no existía.
— ¿Y bien?— Preguntó Toothless levantándose de su asiento.— ¿Cuál es el movimiento?
— Lanzar las señales a Hiccup.
—— 💙 ——
Primer intento.
— ¡Buenos días Hiccup!— Entró en su apartamento donde el castaño estaba barriendo.— Pasé por el supermercado y encontré unos chocolates deliciosos; decidí venir a comerlos contigo.— Ofreció.
— Oh... Gracias.— Aceptó dejando la escoba para sentarse a acompañarla en la mesa.
— Es bonita la vista, ¿No te parece?— Estaban casi al medio día. Astrid miraba la enorme vitrina que permitía ver la ciudad por debajo de ellos.
— Sí, claro que sí.
— Mmm... Sería tan genial poder admirar esto juntos todos los días.— Añadió.
— Por supuesto que lo haremos.— Comentó ilusionándola.— Tú la apreciarás desde tu mansión y yo desde aquí. Pensaré en ti cuando lo haga al amanecer.
Okey, esa respuesta no era la que quería ni mucho menos esperaba.
—— 💙 ——
Segundo intento.
— Una vez que llegue la primera semana siendo jefa, y viviendo en mi mansión; desearía que fueras a visitarme. Y ya sabes, podemos salir a pasear.— Invitó sonrojada.— Claro, si es que tu agenda no se satura.
— Bueno, aún no sé los proyectos que tenga mi padre, y de hecho, aún tengo que estar buscando una secretaria nueva.— Percibió la mirada fría de Astrid.— O... No. Bueno, sí. Ten mi palabra que te visitaré lo más pronto que pueda.
De una cosa estaba segura Astrid: Hiccup era un asco para ver sus insinuaciones.
—— 💙 ——
Intentó hacer cada una de las cosas que indicaban los libros: Hablaba continuamente sobre las relaciones de parejas, lo mucho que le gustaría empezar una algún día, el valor que tenían los dos estando juntos, utilizaba muestras de cariño físicas como tomarse las manos, acurrucarse en su hombro mientras caminaban, o besarlo abiertamente delante de las personas cuando habían decidido salir a pasear esa misma tarde cómo último momento para ellos.
Astrid también trataba de darle señales claras de que jamás había sentido ningún tipo de aprecio por ningún otro hombre, más que una simple amistad con Toothless. Aunque esto Hiccup lo había interpretado como una noticia más para su círculo social. Se sentía feliz de que ella comenzara a tener amistades.
La noche había llegado y nada había pasado. Hiccup tenía unos asuntos aún que atender por lo que quedó verla antes de llevarla a casa.
— Y... ¿Cómo te fue?— Preguntó Stormfly mientras habían terminado de cenar. El día había acabado.
— Fuimos a pasear como una pareja.... De amigos.— Respondió abatida.— Le hice todas las señales que leí en el libro pero Hiccup pareció captar ninguna. Estoy cansada.— Se sentó en su sillón.— Dijo que venía a recogerme, y se ha tenido que ir por unos asuntos del trabajo. ¡Hoy es Miércoles 17 de Diciembre, y nada! Quizás Hiccup perdió el interés en mi.— Mencionó mientras escuchaba su celular vibrar.
— ¿Quién es?— Cuestionó Stormfly con curiosidad.
— Es Hiccup. Dice que su auto se averió y necesita su caja de herramientas.— Leyó el mensaje.— Bien, iré a su departamento y supongo que de allí me voy al parque donde dice que se encuentra. Me llevaré de una vez la maleta. Muchas gracias por el día de hoy Stormfly. Me animaron en la mañana y realmente espero poder verte pronto.— La abrazó con cariño siendo correspondida.
— Me encantaría acompañarte Astrid.— Comentó con cierta tristeza.— Pero Toothless me espera para un mandado y ya voy tarde. Te visitaré pronto.
— Así será. Te esperaré.
—— 💙 ——
Astrid caminaba con lentitud hacia su destino. Estaba triste, enfurecida, enojada. Era su último día y lo único que quería hacer era dejarle en claro sus sentimientos hacia él. Pero Hiccup siempre se lo ponía tan difícil.
— ¡Estúpido Haddock!— Exclamó con enojo.— ¡He intentado decirte mis sentimientos desde hace un mes y ni siquiera captas la idea!, ¡Puedes ser el mejor ingeniero y tener una mente muy abierta, pero para este tipo de señales eres el más tonto!— Llegó al parque, ignorando que éste se encontraba completamente oscuro por la falta de luz. Casi no podía ver nada, así que decidió caminar debajo de un camino como si fuera un túnel.— ¡Y ni creas que yo...— En cuánto se adentró en aquel túnel, las luces se encendieron a su alrededor. Suspiró asombrada al ver el maravilloso panorama. Varias series de luces blancas iluminaban su camino.— ¿Pero qué...— Miró hacia el frente y pudo ver a Hiccup de pie al final de otro pasillo.— T-Tú...
— M'Lady.— Saludó con una sonrisa.
Astrid caminó con lentitud apreciando cada detalle. Todo era muy hermoso a su parecer. No se consideraba una mujer romántica, pero esto sin duda le había alegrado más que nada.
Avanzó paso tras paso, y apreció también los árboles adornados con pequeñas cadenas con diamantes resplandeciendo gracias a las luces blancas que los acompañaban en las ramas. Esto debió haber costado demasiado trabajo y esfuerzo, todo eso le parecía un ambiente de sueños.
Y claro, Hiccup siempre traía los sueños a la realidad.
— No es un parque de los de películas, pero intenté decorarlo para que pareciera un poco.— Explicó acortando su distancia hasta alcanzarla.
Ambos frente a frente.
— ¿Q-Qué es esto?— Preguntó extrañada y aún con la boca abierta completamente sorprendida. De todos los escenarios, este era uno increíble.
— Astrid, llevamos casi 10 meses conociéndonos.— Comenzó con nerviosismo.— Nuestro primer encuentro no fue en una fiesta, ni en un baile, ni en un parque o centro comercial como en típicos romances de telenovelas.— Comentó.— Nos encontramos en un bar, caíste encima de mí y fue como un golpe de amor. Porque quedé maravillado con tu belleza.— Confesó.— Tienes un carácter difícil, y créeme que varias veces llegué a pensar que hasta el diablo te tendría miedo.— Se burló divertido ante sus pensamientos pasados.— Conozco cada uno de tus defectos y de tus virtudes. Eres fuerte, eres una guerrera y tras esa capa de frialdad y de desinterés, existe una perfecta mujer que se preocupa por los demás y es capaz de hacer todo por ver a alguien feliz. Desde el primer momento en que te ví, supe que eres perfecta ante mí.— Sacó una pequeña maceta de rosas azules.— Y... No sé cómo te sientas ahora, pero mis sentimientos han cambiado Astrid.
— ¿Qué...
— Me he dado cuenta que quiero ser tu novio. Quiero pedirte esa oportunidad antes de que te vayas Astrid.— Ofreció.— En todos estos 9 meses he vivido tantas aventuras que no he podido vivir en estos 26 años. Y es porque tú no has estado hasta ahora. Eres la mujer que sin pedir estaba esperando. Claro, esperaba alguien diferente pero la verdad, ahora sé que siempre estaba esperando a alguien como tú. Sólo a ti. Estoy seguro de lo que siento, y... Deseo, Deseo que seas mi amor.
— Hiccup...— POR DIOS, ¡Le estaba diciendo que quería ser su novio!, Que los Dioses la sujetaran fuerte porque estaba a punto de caer desmayada por tanta emoción.— ¡¡¡POR SUPUESTO QUE SÍ!!!— Dejó la maceta a un lado y se abalanzó contra él, cayendo ambos contra el pasto. Sin perder oportunidad, golpeó fuertemente su hombro.
— ¡Auch!— Se quejó adolorido.
— ¡Eso fue por tardarte tanto!— Reclamó con enfado, el cual fue sustituido al instante por una sonrisa. Atrapó sus labios en un beso acalorado demostrándole toda la felicidad que sentía en ese momento.— Y eso, mi primera acción como tú novia oficial. ¡Te quiero!— Lo volvió a besar siendo correspondida al instante.
Para ese entonces estaba lloviendo, pero no importó. Se levantaron del pasto e Hiccup colocó su chaqueta por encima de ellos para volver a besarla. Quería disfrutar ese momento antes de dejarla nuevamente en su mansión.
— Te quiero, te quiero, te quiero M'Lady.— Susurraba entre los pequeños besos.
— También te quiero Hiccup.
No importó la lluvia en ese momento. Ni nada más.
Nada arruinaría ese momento dónde una pareja oficializaba su relación. Ambos aún tenían mucho camino por recorrer, pero estaban felices de hacerlo. Estaban juntos.
Hiccup sonrió para sus adentros.
Era verdad su discurso.
Si alguien le decía que en 9 meses atrás que se vendría haciendo novio de la rubia apática, agresiva y ruda de toda la ciudad, se hubiera echado a reír. Astrid era todo menos la chica que buscaba en una relación.
Pero a pesar de eso, nunca pudo eliminar ese pensamiento de su mente en el primer segundo que la vio encima de él:
Astrid es Perfecta.
Fin.~
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