26. Iniciativa Amistosa
Capítulo 26.
Iniciativa amistosa
"Es mucho mejor hacer amigos, comprenderse mutuamente y hacer un esfuerzo para servir a la humanidad, antes de criticar y destruir."— Dalai Lama.
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— ¿Y... ¿Qué es lo que sueles hacer con tus amigas?— Preguntó Stormfly hacia Astrid.
Ambas habían amanecido juntas para preparar el desayuno y tratar de pasar tiempo antes de que los varones despertaran. En este caso, Astrid había tenido la iniciativa de invitarla a participar en la preparación. Sabía que ella tenía un don con el sazón y le interesaba aprender nuevas maneras de poder hacer la comida.
Stormfly aceptó ayudarla con algunas recetas como una buena manera para empezar una relación amistosa. Tenía que llevar a cabo el plan de Toothless. Le había prometido tratar de ser una chica más buena en el área de socialización.
Pensó que iba a ser una tarea difícil, ya que no tenía ninguna idea de cómo empezar a relacionarse con Astrid, había sido más sencillo entrar a la vida de Hiccup. Pero a diferencia de él, la rubia de ojos azules parecía una capa de hierro difícil de penetrar si es que querías conocerla.
Entonces, que Astrid haya llegado con timidez a su habitación era un acto que agradecía internamente. Le daba paz.
— ¿Amigas?, No tengo.— Respondió con sinceridad mientras trataba de romper los huevos sin destrozarlos.
— ¿Por qué? Parece que sabes llevarte bien con las personas.— Mencionó mientras le mostraba cómo romper la cáscara sin hacer un desastre.— Es decir, Hiccup y tú se ven muy bien más allá que siendo novios. No todas las relaciones se ven amistosas.
— Ah, es que... Bueno, Hiccup es mi segundo amigo presente. No suelo tomar importancia a los lazos que suelen hacer las personas. Normalmente, las amigas que hacía hasta el ciclo de secundaria, simplemente lo eran por el dinero que cargaba con la empresa Hofferson.— Explicó sin emoción.— Decidí no perder tiempo con falsas amistades y estar sola para mí. Después de todo, yo misma podía ser mi propia amiga. Y teniendo eso de mí, ¿Por qué esperar tener algo de los demás?
— Vaya... No somos tan diferentes.— Musitó incrédula. Era increíble que existiera otro pensamiento casi similar al suyo. Stormfly no creía en la importancia de formar amistades. Parecían una pérdida de tiempo.— ¿Y por qué me cuentas esto?
— Bueno, tu preguntaste.— Respondió Astrid con una sonrisa al ver que su siguiente huevo se rompió de forma planeada.— No es que considere esto como algo íntimo pero igual. Eres la segunda mujer con la que he convivido tanto tiempo. Tengo una mejor amiga de allí nadie más.— ¿Cómo le haces para cocinar muy bien? A diferencia de mis 10 huevos fallidos, a ti te salieron todos a la primera.
— Bueno, he cocinado desde que tenía 7 años. Y aprendí con la práctica. Tampoco empecé siendo buena cocinera.— Contestó divertida al ver cómo intentaba hacer la circunferencia perfecta del huevo.— Quizás tus problemas son que a veces no pones atención en las cosas más pequeñas e importantes de igual manera.
— ¿Cómo que?
— La forma en que lo viertes.— Informó.— Lo haces volteando el plato, pero tienes que hacerlo con medida desde el centro del sartén.
— Oh... Debiste decir eso desde un principio.— Respondió asombrada. Pensó que el huevo lo vaciaba sin medidas.
— Y... ¿Por qué el interés por aprender a cocinar?, Eres de familia rica. Creo que debes de tener los chefs suficientes para no interesarte en este área.— Cuestionó con algo de interés. Parecía que Astrid era una chica mimada por lujos de herencia.
— Ah, es que mi abuela decidió desterrarme de la herencia para que deje de ser la típica chica que depende de todo.— Recordó con nostalgia.— Fue difícil los primeros meses, no te miento. Pero, ahora veo lo importante que es hacer las cosas sola y con compañía.
— ¿Hiccup no te ayudaba?, ¿Cómo realmente fue su historia?
— Ahh... Al principio lo odié. Tenía una cara de un maldito hombre sin sentido.— Mencionó risueña.— Creí que era el típico hombre que sólo buscaba una mujer sin importar los sentimientos de por medio. Pero... Cada vez que más lo conozco... es increíble. Con él fue mi primer beso, y juntos estamos tratando de manejar una buena relación. ¿Qué hay entre tú y Toothless? Ambos parecen una buena pareja.
— Oh, nosotros... Somos sólo amigos. Lo conozco prácticamente de toda la vida.— Informó tratando de sonar desinteresada.— Es el único idiota que tolero. De ahí, no estoy dispuesta a nadie más.
— ¿Idiota?, ¿Por qué lo consideras así?
— Y entonces aplasté el vaso logrando que la coca saliera disparada mojando los controles de la máquina que controlaba el juego mecánico. De allí, Stormfly y yo tuvimos prohibido de volver a entrar a ese parque nuevamente.— La voz del pelinegro sonaba alegre tras ese recuerdo. A su lado venía el castaño riendo a carcajadas de la increíble anécdota que contaba su amigo.
— Por eso digo eso de Toothless. Todo lo que hace a mi lado provoca que la sociedad peligre. Es un idiota.— Repitió apagando la estufa para llevar el desayuno a la mesa.
— Es lindo escuchar como mi mejor amiga me llama idiota a primera hora de la mañana. ¿Ahora qué hice?— Preguntó el mencionado tomando asiento junto con Hiccup.
— Lamento no ser de buena manera Toothless, ¿Quieres que sea linda?
— ¿Puedes?— Preguntó esperanzado.
— Ja, claro que no.— Se burló graciosa entregándole su plato mientras que el castaño recibía el suyo de parte de Astrid.
— Wow, ¿Estos los hiciste tú, M'Lady?— Preguntó Hiccup sorprendido. Ya no parecían leche pasada de tiempo.
— Por supuesto Babe. Stormfly me está ayudando a aprender a cocinar.— Platicó con una sonrisa.— Pruébalo.
— Está bien.— Dió el primer mordisco. Sí existía un gran cambio en el sabor.— Sí, tienen una gran diferencia a los de al principio.— Besó su mejilla con ternura.
— Y bien, ¿Qué planes tienen hoy?— Preguntó Celine con interés tomando asiento al lado del pelinegro.— Estas dos últimas semanas muy pocas veces nos hemos visto, y estaba planeando con Toothless dar un pequeño turismo a Australia. Creemos que ya es tiempo de vacaciones.
— Bueno, por mí esto es magnífico. Hiccup y yo no hemos descansado ningún solo momento de su proyecto, por lo que un pequeño turismo me parece excelente. ¿O qué opinas Hiccup?— Preguntó Astrid con un poco de ánimo. No era mentira que últimamente se habían enfocado a ese proyecto.
— No lo sé Astrid... Aún tengo muchas cosas que realizar con lo nuestro, y además, recuerda que el tiempo se está acabando para finalizarlo y...— Observó la cruda mirada que le lanzaba.— Está bien. Acepto salir de vacaciones. ¿No piensas dejar que te diga "no", verdad?
— Por supuesto que no.— Sonrió triunfante.— Ya vas conociéndome más.
— Stormfly.— Llamó Tooth en voz baja.— Toma nota.
— ¿Para qué?
— Para que aprendas a no decirme no a mi.— Comentó entusiasmado por tener una relación dónde alguien manda.
— Estás de loco. Apuntalo tú.— Ordenó.
— Y... ¿Con "ocupado" con lo suyo?, ¿Planean tener un bebé? Los gritos en la noche no nos dejaban dormir.— Mencionó él pelinegro ante la sorpresa mostrada en las miradas de la pareja.
— ¡Toothless!— Regañó Stormfly sonrojada. Ella también los había escuchado, pero aún no se sentía capaz de sacar a luz aquellos temas. Y menos si eran tan privados como lo era el sexo.
— ¿Qué?, Como compañeros de trabajo, deberíamos hablar de esto, ¿No?, Es decir. No digo que no tengan sexo, pero... Si pudieran hacer que Astrid no fuera tan ruidosa se los agradecería. Duermo en la bañera, y los gritos suenan muy fuertes allí.— Mencionó provocando un mayor sonrojo en ambos.
Astrid tomó un vaso de agua fría para tratar de bajar la temperatura de sus mejillas.
Hiccup iba a responder, pero antes de que pudieran platicar un poco más, la puerta del departamento fue abierta para dejar pasar a tres personas. Los 4 se levantaron apresurados para mirar a los intrusos.
No tenían planeadas las visitas.
— Oh por Dios...— Musitaron Hiccup y Astrid atónitos ante las personas. No eran nada más ni nada menos que...
— ¡¡¡Pitín!!!— Saludó la abuela del castaño con alegría.— ¡Tu abuela está aquí!
— ¡Astrid!— La abuela de la rubia.
— Mi amoooor.— Y... Erick.
— ¿Y quiénes son ellos?— Preguntó Aurelia observando con desconfianza a la otra pareja que estaba con su nieto. Se supone que éste viaje era exclusivo para solo Hiccup y su novia.
— Oh, queremos presentarle a nuestros dos nuevos compañeros de trabajo: Stormfly y Toothless.— Presentó Hiccup con una pequeña sonrisa.
Sabía que esas "vacaciones" serían solo para él y para Astrid, por lo que sus abuelas estarían molestas por la intromisión de nuevas personas.
— Dime muchachito, ¿Qué planeas con mi nieta?, Ella será la futura esposa de mi nieto.— Habló con frialdad, analizándolo de arriba y abajo al pelinegro que no tenía ni la menor idea de su actitud.
Podía incluso decir que la expresión de ella le causaba escalofríos.
— Hola, señorita Stormfly.— Habló Erick intentando sonar coqueto para causar celos en Astrid.— Mi nombre es Erick, y estoy a disposición de usted.— Tomó su mano sin permiso y comenzó a dejar un camino de besos si no fuera interrumpido por Toothless, la tomó de la cintura y se colocó entre ellos para marcar distancia.
No por celos, sabía que su mejor amiga era capaz de tronarle el cuello por hacer tal osadía sin su consentimiento.
No necesitaban escenarios en ese momento, y mucho menos con familiares de Hiccup y Astrid.
— Suficiente saludo.— Exclamó el pelinegro con cierta preocupación.
— Astrid... Ellos, ¿Quiénes son?— Preguntó su abuela no muy convencida de la compañía. Ella esperaba verla a solas con el castaño.
— Oh... Abuela, ellos ya te los presentó Hiccup.— Respondió sin saber mucho de las intenciones. Aunque una mirada de Hiccup fue suficiente para darse cuenta.— Oh... ¡Y son pareja!, Toothless es un viejo amigo de Hiccup, y ella es su novia. Llevan una relación amorosa de tres años.
— ¿Y...
— ¿Nos permiten un momento?— Astrid jaló a Hiccup junto con Toothless y Stormfly lejos de la cocina.— Coman algo de la mesa. ¡Iremos pronto!
Los 4 salieron apresurados hacia un baño para poder platicar un poco de la situación. Era obvio que la otra pareja no tardaría en reclamar las explicaciones.
— ¡¿Novios?!— Replicaron una vez que estuvieron asegurados de que no los escuchaba nadie más.
— ¡Lo sentimos!— Lamentó Astrid apenada. Nada había salido según lo planeado.— Pero crean en nosotros, si les decíamos que ustedes son solo nuestros amigos, mi abuela pensaría que Toothless quiere conmigo y la abuela de Hiccup pensaría que Stormfly nos intenta separar.
"Oh por Dios, ¿Nos habrán descubierto?" Pensó Stormfly asustada, pero no lo demostró.
— Sí. Nuestras abuelas harían lo posible por sacarlos de aquí. Son muy controladoras. Sólo será actuación por unos días. Trataremos de que no tengan mucho que hacer aquí.— Habló Hiccup complementando la información de Astrid.
Él estaba preocupado, tenía que organizar bien su relación teatral hacia sus abuelas para evitar que sospechen la verdad.
— Por favor, chicos. Cooperen con nosotros e... ¡Hiccup les paga un viaje a Inglaterra!
— Sí... ¿¡Qué yo qué?!— Exclamó asombrado por la idea.— ¡Astrid!— De nuevo la rubia lo había comprometido sin permiso.
— Bueno... Quiero ir allí dentro de poco. ¿Podemos Hiccup?— Preguntó como tal niña pequeña con inocencia fingida.
— Te estás aprovechando a que no puedo decirte que no ahora.— Bufó aceptando aquel pedido.
— Me verás como tú sirvienta personal, me pondré el uniforme que tú elijas.— Propuso coqueta diciendolo en su oído solamente para tratar de animarlo un poco. Era claro que no haría algo como eso, pero un poco de ánimos no hacían mal a nadie.
— ¡De acuerdo!— Aceptó más animado.— Bien... ¿Pueden...
— Aceptamos.— Stormfly sabía que Toothless tenía una gran admiración por ese país.
Y a pesar de tener todo el dinero del mundo, nunca se había dado la libertad de viajar hasta allá debido a lo pesado que era el trabajo. Ésta sería una gran oportunidad para su vida.
Por otra parte, Astrid había usado esa información para beneficio propio. Sabía también del deseo del pelinegro.
— ¡Gracias Astrid!— Toothless la abrazó agradecido. No creía su sueño posible tan pronto.
— Emm...— Musitó Hiccup incómodo ante tal confianza entre la rubia y el. ¿Desde cuándo eran tan unidos?— Será mejor que no hagas eso con mi novia en frente de nuestros familiares.
— No te preocupes, Hiccup.— Aseguró Tooth mientras se separaba sonrojado.— Por cierto, antes de salir. ¿Quién es ese hombre moreno?
— Agh, es uno con el que mi abuela pretendía casarme antes de conocer a Hiccup.— Explicó Astrid exhausta. Erick no llevaba más que un minuto y deseaba sacarlo a patadas del departamento.— Yo que tú, mejor cuido a Stormfly. Aunque, espero que en serio haya sentido atracción hacia ti.
— No lo creo.— Negó la peliazul.— Mientras me besaba la mano, su vista jamás se desvío de ti.
— Maldita sea.— Chilló.— Ni teniendo a Hiccup me deja en paz. Por cierto Babe.— Llamó.— ¿Por qué tu abuela no lo aleja de nosotros si hace un minuto alejó a Toothless?
— Porque no lo ve como rival. Sabe que Erick no tiene oportunidad contra mí, en cambio Toothless es guapo.— Respondió burlesco haciendo que el sonroje del pelinegro se hiciera más notable.
— ¿Yo guapo?
Antes de que pudieran responder algo más escucharon un nuevo comentario proveniente de la cocina.
— ¡Esto ni siquiera debería llamarse huevos!, ¡Ay no, a la próxima le diré a Hiccup que cocine para mis bisnietos! Si lo hace mi nieta seguramente morirán envenenados.— Lloró la abuela de Astrid, quién ahora se encontraba completamente roja por el comentario. Quizás su abuela no creía que no la escuchaban, pero podían oír claramente todo.
—— 💙 ——
— Y bien, ¿A qué se debe su visita?— Preguntó la rubia curiosa mientras que cada quien estaba sentado almorzando.
— Bueno, llevan un mes sin avisar nada de nada.— Comenzó Aurelia con disgusto.— Está bien que se hayan ido solos. Pero estábamos preocupadas por ustedes. ¿Qué tal si tenían un hijo y nosotros ni en cuenta y nos perdíamos de su crecimiento?
— Pero apenas pasó un mes.— Respondió Hiccup tratando de no atorarse con la comida por los comentarios tan expresivos de su abuela.— Astrid y yo no tenemos prisa. Y ni siquiera estamos casados.
Ni siquiera eran novios.
— ¿Cuánto tiempo más necesitan?— Preguntó la abuela de la rubia.— Además, ¿Segura que no está embarazada? Veo más gordo el vientre tu vientre.
A continuación todos miraron la pequeña panza que se formaba.
Sí, había crecido un poco. No era tan notorio, pero sí lo suficiente para observar un pequeño bulto.
Astrid trató de esquivar sus miradas un poco apenada. Ella lo había notado, pero no pensó que fuera visible también para los demás.
— Oh... Entonces... ¿Sí estás embarazada?, ¡Felicidades Astrid!— Felicitó Toothless emocionado abrazándola.— Entonces aprovechen las relaciones por ahora, no me quejaré más. Escuché que las mujeres se ponen gordas y es imposible mantener...
— ¡Cállate Tooth!— Regañó Stormfly dándole un golpe en su cabeza.— Astrid no está embarazada o...
Lo próximo que vieron fue a la rubia con un cesto de basura a su lado, vomitando todo lo que había desayunado. Hiccup decidió rápidamente auxiliarla recogiendo sus rizos rubios con cuidado para que no le estorbaran.
— ¡Oh por Dios!— Exclamaron las dos abuelas emocionadas mientras que Erick miraba derrotado la escena. Si Astrid tenía un bebé con él, ya no tendría oportunidad de separarlos, al menos aprovechar el cambio de hormonas de su amada para quebrar su relación.
— Tenemos que avisar a Stoick y a Valka.
— ¡No sé preocupen, hemos llegado!— Habló el padre de Hiccup haciendo entrada en la cocina.
Este día estaría lleno de grandes momentos.
No tardaron en pedir de comer debido a que habían llegado hambrientos y cansados al departamento.
En esta ocasión, sólo existía una rubia que comenzó a degustar todo lo que había en la mesa.
— Astrid.— No se obtuvo respuesta.
— Astrid.— Volvieron a llamar sin que les pusiera atención.
— ¡¡ASTRID!!— Llamó Toothless desesperado.
— Más te vale que sea más importante que mi alimentación.— Mencionó la rubia disgustada dejando de comer para voltear a verlo. Después de vomitar se había cansado demasiado a tal grado de retirarse a dormir. Se levantó al anochecer y su estómago exigía alimento. En este momento yacía comiendo sin detenerse, como si dejar de comer provocara un nuevo malestar.— ¿Qué?
— ¿No crees que estás comiendo demasiado?— Preguntó el pelinegro preocupado. Habían decidido comprar más comida para disfrutar toda la familia.
En el departamento también habían llegado Frederick, y una tía de la rubia que cargaba a una pequeña bebé.— Es decir... No nos has pasado el pollo que te pedimos hace unos minutos.— Toothless quería una pierna de pollo, así que se lo pidió. Pero Astrid cuando se lo iba a pasar, se le olvidó y decidió comérselo ella misma.
— ¿Esta pierna?— Preguntó volviendo en sí.— Lo siento, me la comí yo.
— Sí, es lo que ví.— Asintió con decepción. Él solo quería una pierna de pollo.
— Y... ¿Desde cuándo Astrid parece una embarazada?— Preguntó su tía, quien había sido invitada a entrar a la sala.— Recuerdo cuando yo tenía también esos síntomas. Mi marido tenía que ir a la tienda dos veces por semana, porque sola me acababa nuestras provisiones.
— No lo estoy. Simplemente...
— Oh por Dios. ¡No has dejado de tragar Astrid, todos nos estamos quedando con hambre y Stoick ya fue a pedir más comida!— Mencionó su abuela exasperada ante la emoción. Ella creía que su nieta era una de las generaciones actuales donde no importaba el sexo antes del matrimonio y que se había aventurado hacia ese lado junto a su novio.
— ¡Vomité todo lo que había desayunado en la mañana antes de que llegaran, es normal que quiera llenar otra vez mi estómago!, ¡Recuerden que me dormí todo el día y no he llenado nada mi panza!— Replicó molesta. De su tranquilidad había cambiado a un mal humor.— Y... ¿Dijeron que Stoick fue a ordenar?, ¿Pueden decirle que pueda pedir una trompizza?
— ¿Trompizza?— Preguntó Stormfly confundida.
— Bueno, es una combinación de una pizza con carne de cerdo.— Explicó Astrid ilusionada saboreándose el platillo.
— ¿Dónde lo venden? Jamás he visto un restaurante que mencionen esa comida.— Señaló Frederick pensativo.
— Bueno, nunca es tarde para inventarla de una vez. ¡Díganle a Scott que compre una pizza y una orden de tacos de trompo!, Ya aquí los junto, la carne la pongo arriba... Y... ¿Saben qué? Estaría mejor acompañado con un poco de boneless. Supongo que venden por aquí también.— Pensó debutativa. Se estaba muriendo de hambre, pero ya llevaba 8 piezas de pollo sola, y ahora en su mano estaba sosteniendo una barra de chocolate grande.— Oye Stormfly, ¿Quieres un poco?
— Sí, ¿Por qué no?— Aceptó.
Astrid sin pensarlo, partió con sus dedos la enorme barra en manera desigual. Ni siquiera se dió cuenta cuando le había entregado el pedazo más grande pensando que era el más pequeño.
— ¡Ay no, le di el más grande!— Chilló triste mientras se recargaba en el brazo de Hiccup, quién no dejaba de mirar atónito los cambios de humor de la rubia, sin mencionar el enorme apetito ni los vómitos esta mañana.
¿Se había embarazado de verdad?
No podía ser, ellos se cuidaban. Siempre estuvieron alerta sobre ese posible suceso.
Al menos que los dos se hayan descuidado. Tenía que llevarla a checar más tarde.
A los pocos minutos, Stoick llegaba cargando unas enormes cajas con todos los pedidos de comida. Astrid rápidamente se había levantado para abrirle la puerta, sin embargo, ésta no se disponía a abrir.
— Astrid...
— ¿Sí?— Preguntó sin mirar mientras más forcejeaba molesta con la puerta.
— La puerta se abre jalándola hacia atrás.— Indicó.
— Oh... Con razón no abría.— Respondió con una risa nerviosa volviendo a sentarse al lado de Hiccup para comenzar a degustar la comida.
— Sí, no hay duda. Mi nieta, ¡Tendrá un bebé!— Gritó la abuela alegre mientras la veía devorarse un enorme pedazo de pizza acompañado de spaghetti.
— ¡No estoy embarazada!— Reclamó nuevamente con enojo.
— Pero Astrid, por Dios. Tus síntomas son iguales... Tienes un enorme apetito, duraste toda la mañana vomitando, tienes unos tremendos y locos cambios de humor, y si fuera poco, ¡Te ha crecido el vientre!— Mencionó su tía con observación y detenimiento.
— ¡NO ESTOY CON CAMBIOS DE HUMOR!— Exclamó con enojo disgustada por su insistencia.— ¿Te vas a comer ese puré de papa?— Preguntó con antojo a lo que el pelinegro decidió entregárselo para mejor armonía. No quería tener su furia con él.— Muchas gracias.— Miró a los demás.— Y... ¿¡Vientre crecido?!— Cuestionó ofendida.— ¡¿Están queriéndome decir gorda?!— Acusó sintiendo sus lágrimas juntarse en sus párpados. A veces se sentía tan estresada de que lancen estereotipos. Admitía que sí había crecido un poco su vientre, pero no era a tal tamaño como para considerarla como una embarazada.— ¡Quizás ustedes creen que pueden ser doctores, y pueden presumir de un cuerpo flaco y nutritivo, pero estás últimas semanas las he pasado realmente mal!, ¿¡Qué si he querido engordar un poco?!
— Astrid, tranquila... No queremos decirte...
— ¡Pues ya lo hicieron!— Señaló molesta.— ¿¡Y qué está haciendo usted suegro?!— Preguntó con ira en sus ojos al ver que el padre del castaño tenía una videocámara en frente de ella.
— Estoy grabando las primeras etapas del embarazo. Nunca pude hacerlo con Hiccup ya que Valka casi no tuvo esos síntomas.— Mostró entusiasmado.
— ¡¡¡SUFICIENTE!!!— Ordenó molesta arrojando la videocámara contra el suelo, logrando que ésta se rompiera en varios pedazos.— ¡Si quiere en verdad conocer a su nieto, más le vale no hacer eso nuevamente!
— Querido, déjala. No seas irrespetuoso.— Regañó Valka en voz baja. La chica tenía grandes arranques de humor.
— Bien... Si no quiero ser rostizado, será mejor que salga. Este no es el momento.— Habló Frederick, siendo el primero en marcharse.
— Nosotras... Iremos a turistear.— Hablaron las mujeres a la par para también salir ante el incómodo momento que se había creado.
— ¡Me rindo con Astrid, suerte en lo suyo!— Se rindió Erick dándole una pequeña palmada en su hombro como rendición.— Te la doy, es toda tuya.
— Sí, wow. Gracias en serio.— Hiccup musitó con sarcasmo.
— Nosotros también nos vamos. Debemos dejarla descansar.— Habló Scott caminando hacia la salida.
— Yo... También me voy. Nos vemos...— Habló Toothless cuando fue detenido siendo jalado por la oreja por parte de Stormfly.— ¡Auch, duele, duele!
— Tú no te vas de aquí.— Sentenció con amargura. Ya en ese momento el resto se habían ido y habían vuelto a quedar ellos 4.— ¿Y bien, que piensan hacer?
— Será mejor que la lleve a consultar ahora.— Respondió Hiccup.— Sólo para asegurarnos mejor de su estado.
— Creo que será mejor después.— Habló Tooth, llamando la atención de los dos.
— ¿Por qué?— Preguntó el castaño sin entender.
— Está dormida.— Señaló a dónde se encontraba la rubia. Yacía con la cabeza recostada en uno de los laterales del sillón con los ojos cerrados, muestra evidente de que estaba dormida.— Y si cuerda y despierta está de mal humor, no quiero estar cuando la despierten.
Hiccup quedó a solas con Astrid mientras que ellos se retiraban a su propia habitación.
La cargó con cuidado de no despertarla para llevarla a dormir en su recámara. El sillón no era cómodo y era mejor dejarla descansar en un buen lugar.
La acomodó con suavidad depositándola en la cama y a continuación la cubrió con un cobertor.
— Que descanses.
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