Todavía somos niños, pero estamos tan enamorados.

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El celo de Louis terminó hace unos días y el omega se sentía avergonzado, no quería ir a la escuela ni ver a Harry, tenía tantas dudas en su mente que no se atrevía a salir de su habitación.

Alguien tocó a la puerta de su habitación.

- Hermanito, tienes que salir de ahí, no puedes seguir faltando a la escuela. - habló Lottie.

Louis cubrió su rostro con la almohada, quería gritar y esconderse en cualquier rincón.

- Louis, vamos. - pidió la chica insistiendo.

- ¡Déjame en paz, Lottie! - gritó avergonzado.

- Louis, podemos hablar, vamos. - insistió su hermana.

- Ella es alfa, piensa como uno. - pensó el omega.

Louis se rindió, se levantó de su cama para abrir la puerta de su habitación y dejar que su hermana entrará.

- Es un milagro que me dejaras entrar - comentó Lottie entrando a la habitación.

Louis rodó los ojos.

- ¿Vas a decirme por qué no vas a la escuela?, tú amas el colegio, es raro que no quieras ir - dijo la alfa.

Louis suspiró y se sentó junto a su hermana.

- Me siento avergonzado, raro... - susurro en respuesta.

- El hijo loco de los vecinos ha venido a buscarte todos estos días - comentó Lottie.

Louis la miró sorprendido, abrió los ojos de golpe.

Harry lo estaba buscando.

- Harry, ¿Me está buscando? - preguntó el castaño sorprendido.

- Si, tiene varios días. No se que le diste a ese chico pero está loco por ti - respondió.

Louis se sonrojó y sonrió.

Lottie miró la sonrisa de enamoramiento de su hermano y suspiro.

- Mamá me dijo que fue tu celo hace unos días y también me dijo la tontería que hicieron.

- ¿Qué tontería? - preguntó Louis en un susurró avergonzado.

- Dejar que Harry te ayudará en tu celo.

Louis se removió incómodo en su lugar.

- Louis, ¿Esa es la razón por la que no sales de tu habitación? - preguntó la chica.

- Bueno es que yo... me siento avergonzado por eso - respondió nervioso.

La alfa frunció el ceño.

- ¿Por qué avergonzado? Harry te lastimó...

- No, no - negó de inmediato el castaño.

- ¿Entonces? - preguntó confundida.

- Es que, creo que yo soy el problema no Harry - respondió.

- ¿Por qué eres el problema? - pregunto aún más confundida mirando a su hermano.

- Creo que... no lo hice bien, deje que todo lo hiciera y yo... ¿Qué pasa si a él no le gusto?, ¿Qué tal si no fui lo suficientemente bueno para él? - explicó rápido con la mirada baja.

- Creo que si a él no le hubiera gustado, no hubiera venido a buscarte. ¿No lo crees? - opinó ella.

- ¿Qué tal si vino a terminarme por eso? - preguntó Louis.

Lottie se permitió reír.

- Hermanito, Styles lo último que haría sería terminar. Se nota que está loco por ti - ánimo. - Él no me agrada mucho, pero se nota que a ti te hace feliz y tú lo haces feliz a él - agregó.

Louis sonrió.

- ¿Crees que no lo arruine? - preguntó el omega.

- No, creo todo lo contrario. Creo que Styles está más loco por ti que antes - respondió divertido.

El omega rió igual.

- Además, es tu novio, ¿No? No puedes ignorarlo de ese modo, no después de que te ayudo en tu celo, va a sentirse usado.

Louis asintió.

- Debería de ir a buscarlo. - susurró.

- Si, deberías - afirmó Lottie.

- ¿Ahora mismo? - preguntó el castaño.

Lottie asintió.

- Bien - murmuró el omega.

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Louis estaba nervioso, sintiendo sus manos sudar y sus piernas temblar ligeramente, no sabia que decir y podía jurar que sus mejillas están sonrojadas en ese momento, quería correr a su casa, pero Lottie lo amenazó y le prohibió regresar a casa sin antes hablar con Harry.

El omega suspiro y se armó de valor para tocar el timbre de la casa de los vecinos.

La puerta no tardó en abrirse.

- Oh Louis, pequeño, ¿Qué haces aquí? - preguntó Anne sonriendo con ternura como siempre.

- Yo... ¿Está Harry en casa? - preguntó nervioso mirando el movimiento en círculos de su pie nervioso.

Anne torció los labios.

- No, él salió con una amiga - susurró lo último. - Pero no tarda en llegar, puedes pasar si quieres - ofreció.

Louis hizo mueca con los labios y negó con la cabeza.

- Creo que será mejor que me vaya. - murmuró el chico.

- Vamos, puedo hacerte esas galletas que tanto amaban Harry y tú cuando eran niños.

- Gracias Anne, pero...

- Pero nada - interrumpió la mujer tomando la mano del castaño para meterlo a la casa.

Louis no dijo nada y se dejó guiar por la mujer.

- Tenía mucho que estabas aquí. - comentó Anne con Louis en la cocina, como un niño pequeño.

- Si, algo... - respondió incómodo.

- Aún recuerdo lo pequeño que eras hace unos años.

- Aún soy pequeño - susurró.

Anne sonrió y asintió.

- ¿A dónde fue Harry? - se atrevió a preguntar.

- Ya te dije Louis. Con una amiga - respondió.

El omega asintió inseguro.

- No te preocupes, no debe tardar - comentó.

Louis no sentia muy seguro con las palabras de Anne, pero no podía hacer nada al respecto, tan solo escuchar y creerle a la mujer.

Pasaron casi dos horas hasta que Harry por fin llegó a la casa.

- ¡Ya llegue mamá! - gritó Harry.

El corazón de Louis se aceleró al escuchar la voz del alfa, su cuerpo parecía no reaccionar a las órdenes de su cerebro.

- ¡Estoy en la cocina! - avisó la mujer.

El alfa camino hacia su madre, sus pasos se detuvieron en la puerta de la cocina al ver al omega.

- ¿Qué hace Louis aquí? - preguntó el alfa nervioso.

- Él vino a buscarte, pero tú no estabas, así que lo invite hacerme un poco de compañía en lo que tú no estabas - explicó la omega.

Ambos se miraron y sonrieron de manera tensa.

- Ahora hijo, no seas tonto e invita a Louis a tu habitación - ordenó. - Al fin, ya no hay nada que cuidarles - agregó.

- ¡Mamá! - gritó Harry avergonzado.

- Haz lo que te digo Styles. - ordenó la mujer una vez más.

- Vamos Lou. - susurró el alfa camino al omega para tomarlo de la mano y llevarlo a su habitación.

Al llegar a la habitación Louis se colocó aún nervioso e incomodo, no sabia que hacer ni qué decir.

El alfa se sentó en su cama, quitándose su mochila y dejándola en el piso.

Se miraron una vez más y ninguno dijo nada el ambiente era tenso e incómodo para ambos.

- ¿A qué viniste Lou? - preguntó Harry rompiendo el silencio.

- Yo quería disculparme por ignorarte estos días, sé que estuvo mal, lastimé tus sentimientos - respondió el omega con la mirada baja.

Harry sonrió de lado.

- Está bien. No te preocupes, omega.

- Bueno, creo que arruine tus planes, debo irme - dijo Louis nervioso.

Harry se levantó de inmediato y no permito que el omega se fuera de su habitación.

- Tú no arruinaste nada - susurró Harry. - Quédate, creo debemos hablar - pidió.

Louis asintió inseguro.

Harry tomó una vez las manos del omega y lo llevó a la cama, para sentarse junto a él.

- No estoy molesto contigo - habló el alfa. - Nunca lo estaría - explicó.

- Creí que si, más cuando tu mamá me dijo que te fuiste con una chica. - dijo el omega mirando sus manos enlazadas.

El alfa rió bajo.

- Una amiga, alfa. No tienes por qué estar celoso.

Louis se sonrojó.

- ¿Por qué me has estado evitando?. Ni siquiera has ido al colegio - preguntó Harry. - Creí que había hecho algo malo, muchas ideas cruzaron mi mente, más cuando fui a tu casa y me dejaron verte - agregó mirando el rostro del omega.

Louis negó con la cabeza.

- No hiciste nada malo Hazz. Es todo culpa mía y de mis malditas inseguridades. No quería verte, porque tenía miedo de no ser lo suficiente para ti o por haber hecho algo mal - respondió.

El alfa suspiro y pasó sus dedos por el rostro del omega.

- Eres mas omega de lo que yo merezco - susurró besando la frente del castaño.

Louis sonrió.

- Creí que te había lastimado y por eso no querías verme, estaba muy triste por poder verte - comentó el alfa pegándose más al cuerpo del chico.

- Perdón - susurró el omega.

- Entonces, ¿no te lastime? - preguntó el alfa.

- No, solo me dolía un poco, me costó caminar, pero mamá dijo era normal - respondió el omega.

Harry sonrojo esta vez.

- No pasa nada omega, seguimos como antes, ¿De acuerdo? Tan enamorados como siempre - habló el rizado sin dejar de admirar el perfil de su amado omega.

Louis asintió.

- Je t'aime - [Te amo], susurró el alfa pasando su brazo por los hombros del omega para atraerlo a su cuerpo.

El omega miro al alfa y suspiro.

Harry hablando francés siempre sería una de sus debilidades.

- Pourquoi n'embrasses-tu pas ton alpha? - [¿Por qué no le das un beso a tu alfa?], preguntó mirando los labios del omega.

Louis tomó el rostro del alfa entres sus manos y acortó la distancia entre sus labios y se besaron tiernamente.

- ¿Entendiste lo que dije? - preguntó el alfa cerca de los labios del omega.

- No, solo quería besar a mi novio. - respondió Louis sonriendo, uniendo una vez más sus labios.

- Te besaría por siempre - confesó Harry enterrando su rostro en la curva del cuello del castaño.

- Puedes hacerlo - respondió Louis acariciando los rizos de su alfa.

- Lo haré - susurró el alfa.

Tal vez eran muy jóvenes para hacerse promesas, tal vez tan solo eran unos niños enamorados, que no sabían con certeza el futuro.

Eran tan solo unos niños, pero estaban tan enamorados, que permanecen juntos como siempre debieron estarlo.

Porque ellos se querían desde que tan solo eran unos pequeños niños y ahora aún son niños, pero se aman más que nunca.

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