Más fuerte que nadie que conozco. 

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Ambos sentían una calidez en su pecho y sus labios se coordinaban con facilidad, haciendo el beso más dulce y tranquilo, era tan bueno que a Louis no le importaba tener que estar de puntas sobre sus pies para alcanzar los labios del alfa.

Pero todo termina y la magia se rompe con la voz de Jay llegando a casa junto a su padre.

— ¡Lou, Lottie, cariños, ya llegamos! — gritó Jay entrando a la casa.

Louis se separó lentamente de los labios del alfa, sonriendo y con las mejillas sonrojadas.

— Oh... yo... lo siento... Harry, yo no debi de... — habló nervioso, tartamudeando.

El alfa sonrio e interrumpió al omega uniendo sus labios una vez más.

El corazón de Louis se aceleró, sintiendo su mejillas sonrojarse aún más.

— Tú puedes besarme cuando quieras omega. — susurró Harry cerca del rostro del pequeño, una vez que el beso terminó.

Louis sonrió tímido.

— ¡Louis! — se escuchó la voz de Mark llamándolo.

— Debo irme — susurró el castaño agachándose para apagar y tomar la grabadora que había colocado en el piso.

— Nos vemos mañana, mon ange — "[mi ángel]", dijo el alfa sonriendo encantador hacia el castaño.

— Buenas noches alfa. — respondió el omega sonriendo antes de entrar a su casa.

Harry suspiro y el recuerdo de Louis susurrandole "mon alpha" lo hizo sonreír en grande y sentirse orgulloso de alguna manera.

Esa noche el alfa se fue a dormir con aquel recuerdo y el dulce sabor de los labios del omega, tan mágico que sentia sus propios labios un poco adormecidos, con el deseo de volver a besar a Louis.

Pero sobre todo su mente no dejaba de pensar en que Louis lo había llamado "mi alfa".

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Al día siguiente Louis se sentía nervioso y algo angustiado por ver al rizado, se sentía un poco avergonzado por haberlo llamado "mi alfa" a Harry en un momento de locura.

¿Cómo se había atrevido a hacer eso?

Ni él mismo lo sabía y mucho menos entendía aquel impulso de besar al alfa que tuvo.

Se sentía tan avergonzado.

— Lou — susurró alguien a su lado.

El omega dio un pequeño brinco en su lugar, sorprendido por la presencia repentina de Harry.

— Hola — respondió con la mirada baja, fija en el movimiento nervioso en círculos de su pie derecho.

— ¿Cómo está el omega más precioso del mundo? — pregunta el alfa sonriente.

Louis soltó una risa nerviosa.

— ¿No vas a responderme, précieux? — [precioso], insistió una vez más.

— Hazz... — susurró sonrojado.

— ¿O prefieres que te diga mi omega en francés, para que me respondas? — dice el rizado sonriendo más. 

Los ojos del omega brillaron y sus labios se curvaron ligeramente en una sonrisa.

— Mon omega — susurró pegándose un poco más al cuerpo del pequeño.

Louis suspiro, llenándose con el fuerte aroma del alfa, que lo hacía sentir protegido y feliz.

— Basta, Harry — respondió riendo un poco.

La risa del alfa se unió a la de Louis.

— Tu sonrisa me encanta, amour — [amor], confesó Harry mirando encantando al omega, soltando un suspiro de enamorado.

Louis suspiró alzando su mirada, para conectar su mirada con la de Harry.

— ¿Te gustaría tener una cita conmigo? — preguntó el rizado en un susurro.

La respiración de Louis se atoro en su garganta.

— ¿Cita? — preguntó parpadeando varias veces.

— Si, podría llevarte a donde tú quieras. — dijo el alfa un poco nervioso.

Louis sonrió.

— A donde tú quieras llevarme, está bien por mi Hazza — respondió.

— ¿Eso es un si? — preguntó el alfa sonriendo.

El omega asintió, sonriendo.

— Je vais t'embrasser — "[voy a besarte]", susurró el alfa acercándose al rostro del omega para unir sus labios.

Louis correspondió el beso, sintiendo esa calidez en su pecho de nuevo y a su omega feliz por estar con Harry.

Y el pensamiento de Harry y él siendo pareja llena a su mente y no puede evitar sonreír y en el fondo la imagen de él con la marca de Harry en su cuello se hace presente al igual que el deseo de revelarle al alfa su aroma natural. 

Quiere todo eso.

Puede considerarse muy pronto, tal vez sean veinte segundos o veinte años, pero Louis está seguro que quiere todo aquello que cruzó por su mente.

Quiere que Harry lo marque, que Harry lo mire siempre con ese brillo especial que lo hace sentir lindo y quiere que el alfa conozco su aroma, por qué se siente a salvo en sus brazos y sabe que él nunca le haría daño.

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Terror.

Louis odia aquel género, hace que su corazón se acelere demasiado, que sus manos tiemblen y suden e incluso cierra los ojos con fuerza y sobre todo hace que en la noche le cuesta dormir.

Y es por eso que no entiende cómo fue que aceptó ver ir al cine a ver una película de terror con Harry.

Tal vez fue la emoción de tener una cita con el alfa, de lo único que estaba seguro es que esa noche no iba a dormir bien.

El omega estaba casi temblando, tratando de no cerrar los ojos durante la función, pero no lo soporto y terminó por cerrar los ojos.

Harry miró al omega asustado y su alfa gruño por proteger al pequeño.

— Lou, podemos irnos si quieres. — susurró el alfa tomando la mano del omega.

— Si, por favor. — susurró Louis asustado.

Harry sonrió. 

— Lo que quieras. — aceptó el alfa levantándose de su asiento.

Louis se sentía avergonzado y ridiculo en ese momento, sobre todo apenado con Harry.

Era un cobarde, como una simple película le daba tanto miedo.

— Yo lo siento mucho Hazza, soy un tonto. — dijo Louis cubriéndose su rostro avergonzado, una vez que salieron de la sala.

— No Louis, tranquilo, podemos hacer muchas más cosas. — susurró el alfa abrazando al omega.

— Soy un cobarde, arruine la película. — sollozo Louis siento lágrimas salir de sus ojos.

El pecho de Harry dolio.

— No lindo, no arruinaste nada. Estar contigo es lo importante, no la película.

Louis sonrió y abrazo a Harry, hundiendose mas en el cuerpo y calor del alfa.

— Perdón — susurro débil.

— Está bien, podemos ir a casa si quieres — sugirió el alfa.

Louis asintió, respirando una vez más el aroma del alfa.

El camino a casa ayudo al omega a tranquilizarse, mas por sentir a Harry abrazándolo por los hombros.

— ¿Crees que mamá me deje quedarme contigo? — preguntó el omega sin pensar una vez que llegaron a la habitación del alfa.

Harry rió.

— Me encantaría —  susurró.

El omega sonrió avergonzado.

— Siento mucho que no terminaramos la película — volvió a hablar el omega.

El alfa bufó.

— Ya te dije que no te preocupes, no estaba tan buena después de todo.

Louis mordió su labio inferior.

— Lo único que me importaba es que mi omega estuviera bien. — agregó Harry mirándolo.

Los ojos del omega se dirigieron a los del alfa.

Mi omega.

— Hazz, ¿Por qué dices que soy tu omega?, no conoces mi aroma para poder decir eso — se atrevió a preguntar.

El alfa bajo la mirada, meditando su respuesta, para después subir a la cama junto al omega.

— No necesito conocer tu aroma para estar enamorado de tí — respondió.

Los labios de se curvaron en una pequeña sonrisa.

— ¿Si conocieras mi aroma aún estarías enamorado de mi? — preguntó en un susurro, con miedo.

— Por supuesto que sí. — respondió Harry sin dudarlo.

— ¿Aunque sea un cobarde? — cuestionó el omega.

El alfa se quedó callado mirando el perfil de omega, pasando sus dedos delicadamente por su frente para apartar el cabello de la zona.

— No eres cobarde, eres más fuerte que nadie que conozco. — susurró cerca del cuello del omega, dejando un beso detrás de la oreja del pequeño.

Louis sonrió más.

— Ahora que yo respondí tus preguntas, quiero saber algo, ¿Por qué me llamaste "mi alfa" en francés el otro día? — preguntó el rizado.

Louis abrio los ojos y sintió sus mejillas sonrojarse en un segundo.

— ¿Quién te enseñó francés? — preguntó interesado por la respuesta.

— Robb — respondió desviando su mirada.

Harry contuvo un gruñido que quería salir de su garganta.

El omega lo noto y rió.

— No estes celoso alfa, es solo un amigo. — dijo el omega riendo.

El alfa sonrió de lado y coloco una de sus manos en la cadera del pequeño.

— No estoy celoso. — mintió con la voz ronca, forzándose a no gruñir.

Louis rió más.

— Claro, entonces ¿Puedo salir con él? —  preguntó el omega divertido, mordiendo su labio inferior para contener la risa al ver la expresión del alfa.

— No — gruñó.

La risa se escapó de los labios del omega.

— Bien. Bien. Ganas. Si estoy celoso. — aceptó el alfa avergonzado escondiendo su rostro en el cuello de Louis.

Nada. 

El alfa de Harry se sintió de decepcionado al no percibir ningún aroma.

— ¿Por qué ocultas tu aroma? — preguntó.

— No es muy agradable. — susurró Louis.

— Me vuelve loco no sentir tu aroma.

Louis torció los labios.

— Tal vez pronto conozcas mi aroma — susurró atrevido.

— Me encantaría. — gruñó el alfa contra su cuello.

Louis rió por la sensación en su piel.

— ¿Por qué no dormimos? —  cuestionó el castaño.

— Me gusta oír tu voz. — respondió Harry simple.

El omega suspiró con una sonrisa en sus labios.

Al final Louis había tenido razón y dormir no había sido facil, pero lo había conseguido, tal vez estar en la misma cama de Harry, con el alfa abrazandolo por la cintura ayudo en eso.

Si, tal vez fue eso.

Dos respiraciones lentas.

Un aroma nuevo.

Manzanas y canela.

Dulce.

Harry frunció el ceño, inconsciente aspiro mas aquel dulce aroma, estaba demasiado cansado para abrir los ojos, así que solo olisqueo un poco en el aire, buscando de manera inconsciente la fuente de aquel aroma.

Y la encontró.

Su nariz término en la curva del cuello de Louis, el alfa gruño complacido, pasando su nariz por todo el largo del cuello del omega, disfrutando la dulce esencia de Louis.

Louis olía a manzanas y canela.

Harry por fin conocía su aroma.

El miedo del omega acababa de romperse, sin él si quisiera saberlo.

Al igual que desconocía lo que su aroma estaba causando en el cuerpo y alfa de Harry.

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