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-ˏˋShares my dreams, I hope that someday I'll share her homeˎˊ-

Comparte mis sueños, espero que algún día compartir su hogar.

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Canela y manzanas.

Louis se removió en la cama, sintiendo que lo sostenían fuertemente de la cadera.

— Hazz — habló el omega en un bostezo, un poco desorientado.

Précieux [precioso],  susurró el alfa ronco al oído del pequeño, sin dejar de respirar el dulce aroma.

Los sentidos del omega se pusieron en alerta cuando sintió su propio aroma, abrió los ojos de golpe, sintiendo su corazón acelerarse.

El omega intentó zafarse del agarre del alfa, quería huir, correr lo más lejos posible de ahí.

— No – gruñó el alfa pegando más al pequeño a su cuerpo.

— Harry, yo...— habló Louis con la voz débil.

Non, je t'aime avec moi"[No. Te quiero conmigo]", dijo el alfa aferrándose al omega como si de eso dependiera su vida.

Louis se estaba colocando nervioso y eso solo haría que su aroma se hiciera mas fuerte y no quería eso.

Odiaba su aroma.

— Dulce — susurró Harry pasando su nariz delicadamente por el cuello del omega, dando pequeños besos a lo largo. — Ma douce créature "[Mi dulce criatura]".

Harry besó la zona de la unión.

Louis gimió, tomando las sabanas entre sus manos en puños.

— Yo debo irme... — susurró el omega.

— No puedes dejar a tu alfa.

El omega sonrió.

— Mi aroma, yo, no debería estar aquí. — susurró avergonzado, queriendo huir de ahí lo antes posible.

Harry suspiró hondo.

— Tu sens délicieux. — [hueles delicioso], habló Harry contra su cuello, rozando sus dientes por la zona de unión.

El omega tembló y jadeo.

— No entiendo. — susurró el castaño con la voz débil.

Era mágico como el omega se sentia debil y fuerte a la vez en los brazos del alfa.

Debil, porque se sentía derretirse en el calor del cuerpo contrario.

Era una sensación que no podía explicar, pero que le encantaba sentir.

Pero en especial se sentía fuerte, protegido, amado.

Harry siempre lo haría fuerte.

— Hueles delicioso. Me encanta. No quiero que lo ocultes más. — susurró Harry besando la nuca del omega.

Louis sintió sus ojos llenarse de lágrimas, rió y sonrió.

— ¿Qué sucede? — preguntó el alfa girando al omega para mirar su rostro.

— Me siento muy sensible, nadie me había dicho algo así, bueno, mis padres, pero ellos siempre dirán cosas buenas de mí. — respondió sin mirar el rostro del alfa.

Harry sonrió débil.

— Tú eres precioso. — murmuró el alfa bajo su aliento besando la frente del omega.

Louis soltó risa baja.

— Lo dices porque...

— Porque es la verdad — interrumpió el rizado comenzando a dejar besos por todo el rostro del omega.

El castaño comenzó reir mas fuerte.

— No es cierto. Solo lo dices por que eres mi...

— Mon alpha — volvió a interrumpir Harry. — Dilo. Por favor. Una vez más — suplicó mirando a los ojos al omega.

Louis suspiro.

— Mon alpha — susurró lento el omega sonrojado.

— Si — susurró el alfa uniendo sus labios a los de Louis.

El omega sonrió contra los labios del alfa, con sus manos hechas puños en la camiseta del rizado.

Besándose más.

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Louis había cumplido su palabra y desde aquel día había dejado de tomar sus supresores para ocultar su aroma.

Los primeros días se sentía cohibido por la mirada de algunas personas, en especial en la de los alfas.

Pero era tan malo, había personas que le decían que era su aroma era hermoso, eso lo hacía sentir bien, demasiado.

En especial Harry.

— ¿Has pensado viajar a París? — preguntó Robb mirando al omega dibujar como siempre.

Estar con Robb era algo tambien lo tranquilizaba un poco, mas por que el beta lo defiende si alguien intentaba propasarse con él.

— Sí me encantaría —  respondió sonriendo.

— Es un gran sueño.

— Si, recuerdo que de pequeño quería casarme en París. — comentó el omega divertido.

Robb rió junto a él.

— Romántico — comentó el beta.

El omega sonrió.

— Bien lindo, yo debo irme, debo entregar un libro en biblioteca, nos vemos más tarde — dijo sonriendo.

Robb siempre se ha considerado una persona tranquila que nunca le ha gustado meterse en problemas, siempre busca un lado positivo de las cosas, se podría decir que es un hombre con una energía alegre y positiva.

Tal vez esa la razón por la que nunca nota cuando hace enojar alguien.

— Robb — habló Harry con la voz ronca, poniéndose en medio del camino del beta.

— Oh. Hola Harry — dijo el beta sonriendo amistosamente.

— ¿Qué es lo quieres? — preguntó el alfa frío.

— ¿Qué quiero? — repitió el chico confundido.

— Sí. ¿Qué planeas hablando tanto con Louis? — dijo el alfa mirando fijamente al chico.

Robb frunció el ceño.

— Nada, Harry. No debo darte explicación ni Louis en realidad. Solos somos amigos, tiene derecho a tener amigos y hablar con más personas, no solo contigo — respondió.

— No confío en ti — soltó el alfa.

El beta rió.

— Está bien — susurró encogiéndose de hombros. — No importa, yo solo te dire que deberias de pensar en otras cosas más importantes. No soy una amenaza, te lo aseguro — dijo riendo al final.

Fue el turno de Harry de fruncir el ceño.

— Louis es alguien muy sensible, con muchos sueños, concentrate en eso mejor — opinó Robb golpeando amistosamente el hombro del alfa. — Nos vemos después. —  susurró, sonriendo una vez más.

Harry suspiro y gruño, tenía que controlar a su alfa celoso si no quería provocar mas escenas vergonzosas como esa.

Haber enfrentado de esa manera a Robb había sido estupido parte.

Demasiado estupido...

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Louis estaba nervioso, demasiado, hoy era el día en el que Harry por primera vez entraría a su habitación, después de tantos años.

— Quiero decirte que aún no le he hecho muchos cambios. — susurró bajo Louis, abriendo la puerta de su casa.

Harry rió.

— No te preocupes, en mi habitación sigue igual de infantil desde hace diez años — comentó el alfa.

Louis rió, negando con la cabeza y rodando los ojos.

— Papá está en el trabajo, mamá ha salido y Lottie debe de estar en su habitación — dijo el omega.

— Vaya, tenía mucho que no estaba aquí — susurró el alfa.

— Si —  asintió el castaño, subiendo las escaleras para ir a su habitación.

El paraiso. 

Fue lo primero que vino a la mente de Harry al entrar en la habitación del omega.

Todo olía a Louis.

El aroma del omega estaba por todos lados.

— Dios — murmuró Harry recargando su espalda en la puerta cerrada detrás de él.

— ¿Qué? — preguntó el omega tímido.

— Tu aroma está en todos lados. — respondió el rizado con los ojos cerrados, con la cabeza hacia atrás, sonriendo, disfrutando el aroma del pequeño.

Louis sonrió con la cabeza hacia abajo.

— J'aime — [me encanta], dijo ronco, aspirando más el aroma en el aire.

El omega se sonrojo.

— Merci — [gracias], respondió el omega.

Harry abrió los ojos y sonrió hacia el castaño.

— He pensado en pintar mi habitación, pero no sé de qué color — comentó Louis sentándose en su cama.

— ¿Qué tal verde? — opinó Harry divertido sentándose junto al omega.

— ¿Por tus ojos? — preguntó Louis riendo.

— Sí — susurró el alfa.

— Me gusta la idea — susurró de la misma manera el omega.

Harry sonrió.

— ¿Los dibujos en la pared, son todos los que has hecho? — preguntó el alfa mirando los dibujos pegados en la pared.

— No, lo más significativos, como lo que quiero hacer y mis sueños — respondió el omega mirando orgulloso su trabajo.

— París — murmuró Harry mirando el dibujo perfecto de la torre eiffel.

— Viajar a París es uno de mis sueños — confesó Louis sonriendo.

— El mio igual — dijo el alfa.

Ambos se miraron, sonriendo.

— Podríamos ir algún día. Como omega y alfa — dijo Harry mirando los ojos azules del omega llenos de ilusión.

Louis sonrió.

— ¿Me llevarías alfa? — preguntó el omega coqueto, pegándose más al cuerpo del rizado.

— Te llevaría a donde tú quisieras — respondió.

— Para eso deberíamos estar juntos — dijo Louis riendo.

Harry lo besó.

El omega sonrió en los labios ajenos, llenándose del fuerte aroma del alfa.

Louis se recostó lentamente en la cama con el alfa encima de él.

El alfa se separó del beso.

Sus miradas se encontraron.

Harry suspiro enamorado, pasando las yemas de sus dedos por el rostro del omega.

De su omega.

— Cumpliremos nuestros sueños juntos y tendremos un hogar. Nuestro hogar. —  prometió mirando el delicado rostro del omega, deleitándose con lo suave de su piel.

— Un hogar. — susurró Louis sonriendo. 

— ¿Te gusta la idea? — preguntó el alfa sonriendo, mostrando sus hoyuelos.

— J'aime — susurró el omega en respuesta, tomando el rostro del alfa entre sus manos para unir sus labios.

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