Solo bésame lento, tu corazón es todo lo que tengo 

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(Él es Robb) 

Una semana después.

Louis estaba en su habitual mesa en la cafetería, sólo y dibujando.

Había pasado una semana desde el beso con Harry, y al parecer a los dos les había afectado un poco eso y habían tratado de no hablarse ni pasar tanto tiempo juntos.

Es que ninguno de los dos podían mirarse sin sonrojarse o sin recordar aquel beso y ponerse nervioso, es por eso que se habían distanciado un poco, pero aun seguían siendo amigos.

— Hola, lindo. — habló alguien sentándose junto a él.

Louis alzó la mirada y sonrió tímido.

— Hola Robb. — susurro.

— ¿Por qué estás tan solo? — preguntó acercándose un poco más al omega.

— Me gusta la soledad. — dijo encogiéndose de hombros.

— Oh, entonces, ¿Quieres que me vaya? — preguntó el chico avergonzado.

— No, no, está bien. — respondió nervioso. — Me agradas. — agregó en un susurro.

Robb sonrió.

— Tú igual me agradas, pequeño.

Louis soltó una risa nerviosa.

— Sé que rechazaste mis clases de coqueto, pero puedo darte clases de francés si quieres. — propuso Robb.

El omega sonrió.

— Puedes darme ambas clases. — susurró avergonzado.

Robb abrió los ojos sorprendido.

— ¿Lo dices en serio, o es una broma? — preguntó.

— Puede ser que cambiara de opinión. — respondió en voz baja.

— ¿Te diste cuenta de lo lindo que eres y vas a aprovecharlo? — cuestionó Robb.

Louis se sonrojó por la mirada y el comentario del chico a su lado.

— No soy lindo. — negó.

— Eres más que eso. Solo que tú no lo puedes ver.

— Lo dices porque eres amable. — susurro.

— No sabes que eres hermoso y eso te hace más hermoso. — dijo Robb mirando atentamente el perfil del omega.

Louis sonrió.

— Deberías comenzar a ver lo lindo que eres. Y si tú no puedes ver lo hermoso que eres, tal vez debería ayudarte en eso. — habló el beta sonriente.

Louis giró su rostro para mirar los ojos azules del beta y sonrió.

— ¿Cómo harías eso? — preguntó el omega curioso.

— Una pregunta interesante. — murmuró Robb, pasando su brazo por los hombros del omega. — ¿Qué tal si empezamos esta tarde? — preguntó.

— Si, puede ser... — dijo dudoso el omega .

— Vamos, será divertido. — insistió el chico llevando su otra mano a la pierna del omega.

Louis sentía sus mejillas arder y sonrojadas, bajo la mirada del beta.

Por otro lado, no muy lejos de ellos, un alfa de ojos verdes y rizos color chocolate, tenía sus manos en puños, apretandolas fuertemente, hasta que sus nudillos estaban blancos, su mandíbula estaba tensa y su ceño fruncido.

Celos.

Se sentía celoso, no podía soportar ver a Robb coquetearle descaradamente a su chico, a su Louis.

No podía.

Así que se levantó de su mesa y caminó hacia ellos.

— Yo no lo sé Robb, yo...

— Robb. — habló Harry fuerte y claro, en un tono ronco, frente a la mesa de los chicos, mirándolos con el ceño fruncido.

— Hola Harry. — saludó el beta sonriendo.

— ¿Qué haces? — preguntó el alfa con molestia en su voz.

— Oh, estoy invitando a Louis a salir. — mintió sonriendo, esperando una reacción del alfa.

Robb sabía que a Harry le gustaba Louis, le gustaba molestarlo.

Y Harry sabía eso.

— ¿Es verdad Lou? — preguntó el rizado mirando al omega.

— Sí, es verdad. — respondió Robb por él.

— Le pregunté a él. ¡Quiero que alejes tus manos de él! — gruñó.

— No lo haré.— dijo divertido el beta por la reacción del alfa. — Lindo, ¿Quieres que pase a tu casa por ti? — preguntó dirigiendo sus ojos a Louis.

Louis se encogió en su lugar.

— No. No vas a pasar por él. — habló Harry sintiendo sus celos crecer.

— ¿Por qué no puedo pasar con él?

— Por qué no. Aléjate de él. — respondió el alfa.

—- Uy, eso no es una respuesta muy convincente. — se burló Robb.

— Si no dejas a Louis en paz, yo...

— Yo no lo estoy molestando, le agrado. — interrumpió el beta. — ¿Verdad pequeño? — preguntó cariñoso.

Louis asintió.

— Te quiero lejos de él. — gruñó Harry golpeando la mesa.

— Y déjame decirte que no entiendo por qué, no estoy haciendo nada malo. — dijo Robb haciendo un puchero con los labios para molestar más al alfa.

— Hazz... — susurro Louis tocando la mano del alfa encima de la mesa. — Robb me agrada, no me está molestando. — dijo mirando al alfa a los ojos.

"No, no quiero que esté contigo. Yo quiero estar contigo. Tú eres mío", pensó triste mirando los ojos azules del omega.

— Bien. — susurro débil. — Quédate con él. — dijo molesto alejándose.

— ¡Hazza! — gritó Louis, pero el alfa no dijo nada, solo se dio la media vuelta y se fue de ahí.

— Qué alfa tan loco. — suspiró Robb.

— Está molesto conmigo. — susurro Louis triste bajando la mirada.

— No, creo que él quiere matarme a mí, no a tí. — dijo el beta.

— ¿Por qué te odiaría? — preguntó Louis.

— Porqué está celoso. — respondió.

Louis rió.

— Él no está celoso. — negó.

— Si lo está, solo que tú no lo notas aún, pero pronto lo harás.

— ¿Cómo lo haré? — preguntó.

— Yo te enseñaré. — respondió sonriendo  hacia Louis.

Él sonrió igual.

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Después de que Robb le insistiera por mucho tiempo, el omega había aceptado salir con él, aunque Louis se sentía inseguro de ir con el beta, pero al final se convenció que no tenía nada que perder con salir con el chico.

— ¿Sabés qué haremos primero? — preguntó el beta abrazando al omega por los hombros.

— No. — respondió en voz baja.

— Te compraré algo. Eres hermoso, pero con la ropa y accesorios necesarios dejarás sin respiración a todo el colegio. — dijo Robb feliz con su idea.

Louis sonrió.

— ¿Incluso a Harry? — se atrevió a preguntar.

— A Harry especialmente. — aseguró el beta.

El omega sonrió más por la idea.

Quería ser lindo para Harry.

— Creo que una corona de flores va a lucir hermosa en ti. — opinó el chico sonriendo aún más.

— ¿Sí? — preguntó Louis sonrojado.

— Si, te compraré muchas.— dijo Robb. — Ven, van a encantarte. — susurro el beta.

Louis asintió y siguió al beta.

Al final el beta le había comprado cinco coronas de flores de diferentes colores, rosa, morado, blanco, verde y azul; y también lo había llevado a comer un helado y en toda la tarde no había parado de decirle lo lindo que era, lo cual hacía sentir muy feliz a Louis.

Robb era la segunda persona que lo hacía sentir lindo de verdad, pero aún así prefería la mirada y la forma en que lo hacía sentir Harry.

— Tal vez se escuche muy atrevido, pero ¿No has pensado en usar una falda? — dijo Robb. — Creo que tienes el cuerpo perfecto para una. — agregó con pena.

— Soy gordo y muy enano. — negó Louis.

— Dios. ¡No digas eso! — expresó Robb indignado por el comentario del omega. — Eres hermoso y no eres gordo, tienes el cuerpo más lindo que he visto. — comentó.

Louis sonrió. 

— No quiero una falda. — negó el omega.

— Bueno, tal vez la próxima quieras una.

Louis rió.

— Robb, ¿Puedo preguntarte algo? — susurró el castaño.

— Claro. — respondió el chico.

— ¿Cómo me ves, me refiero a si me ves como amigo o como algo más? — preguntó con la cabeza baja.

— Me gustas. — respondió con simpleza. 

Louis abrió los ojos y miró al beta.

— Oh, pero no piense mal. Me gustas, digo, eres hermoso, ¿A quien no le gustarias?. Y aunque un beta puede estar con un omega o con un alfa, yo tengo entendido que tú no eres para mi. — explicó algo nervioso.

— ¿Por qué no soy para ti? — preguntó confundido.

— Porqué le gustas a alguien más desde hace mucho tiempo y no quiero alejarte de esa persona.

— Y si crees que nunca seremos nada, ¿Por qué me invitas a salir y haces todo eso de enseñarme francés y coquetear? — preguntó.

— Quiero ser tu amigo. Y sobre las clases, creo que coquetear y el francés juntos son una mezcla perfecta, quiero convertirte en lo que estás destinado a ser. — respondió sonriendo.

— ¿Si?, ¿A que estoy destinado? — preguntó Louis riendo un poco.

— A ser el omega más hermoso del mundo.

Louis sonrió más.

— Aunque ya lo eres, solo necesitas sacarlo y apreciarte. Y para eso estoy yo. — agregó orgulloso.

— Me agradas mucho. — dijo Louis sonriendo.

— ¿A quién no le agrado? — dijo orgulloso, sonriendo y guiñando un ojo.

Robb sería el sueño de cualquiera, alto, cabello castaño con lindos rizos, una sonrisa encantadora y ojos azúl.

Pero Louis estaba enamorado de alguien más y Robb lo entendía, no podía ser mejor persona.

La cita terminó y Robb dejó a Louis cerca de su casa, ya que el omega no quería que su madre viera a Robb y comenzara hacer preguntar y a molestar e incomodar al chico.

Al llegar a su casa Louis no se esperaba ver a Harry en el pórtico de su casa, sentado, mirando el suelo con una rosa en manos.

— ¿Harry? — dijo confundido.

El alfa se puso en alerta, alzó su mirada, sonrió al ver a Louis y de inmediato se puso de pie.

— Yo... te estaba esperando. — dijo Harry nervioso comenzando a rascar su nuca.

— Si, eso veo. — dijo Louis sonriendo encantado por ver al alfa nervioso.

— Te traje tu rosa, hoy no me comporte muy bien contigo, ni toda la semana en si, fui un tonto. — explicó dándole la rosa al omega.

Louis aceptó encantado la rosa.

— Te debo una semana de rosas, te traire un ramo mañana. — agregó el rizado más nervioso.

El omega rió.

— No tienes que darme una rosa diario Harry, eso es solo para el cortejo.

— ¿Quien dice que no lo estoy haciendo? — susurro sin pensarlo.

Louis miró al alfa sorprendido.

— Yo lo digo, no me lo has preguntado. — dijo riendo.

Harry rió igual.

— Cierto. — susurro. — Lo haré oficial pronto, lo prometo. — dijo.

— Eso espero. — susurro Louis.

— ¿Saliste con él? — preguntó Harry cambiando el tema.

Louis asintió.

El alfa sintió una punzada de celos en su pecho.

— ¿Él te gusta? — se atrevió a preguntar.

Louis se quedó callado y bajo la mirada, pero después de unos segundos de silencio negó con la cabeza.

— Es lindo conmigo, pero no me gusta. — respondió al final.

"Él no es tú", pensó.

Harry sonrió aliviado.

— ¿Qué hicieron? — preguntó. —Claro si quieres decirme, aún no soy tu novio para pedir explicaciones. — agregó nervioso.

Louis sonrió, remarcando el "aún" de la oración de Harry en su mente.

— Me llevó a comer helado, me compro unas coronas de flores e incluso me propuso comprar una falda. — dijo divertido riendo.

Harry pasó saliva.

— ¿Quieres verme con una corona?. Él dijo que lucía bien, pero no le creo mucho. — susurró.

Louis mentía, si le creía a Robb, solo quería que Harry se lo dijera igual.

— Claro. — asintió el alfa.

— Bien. — dijo el omega emocionado sentando en el pórtico de su casa para poder sacar una corona de la bolsa.

Harry se sentó junto a él.

El omega escogió la corona verde, por los ojos del alfa y muy nervioso y ansioso se la colocó. 

— ¿Qué tal? — preguntó sonriendo en grande mirando al alfa.

Harry se quedó sin respiración, su boca se quedó un poco entreabierta y sus ojos parpadearon varias veces, no podía creer la semejante obra de arte que tenía frente a su ojos.

Louis con coronas de flores definitivamente era su nueva imagen favorita.

— Charmant. — [precioso], susurró casi sin aire.

— ¿Qué? — preguntó Louis emocionado por el acento francés del alfa.

Harry aclaró su garganta.

— Precioso. Significa precioso en francés. — explicó.

Louis asintió, complacido.

— ¿Robb no te habló en francés? — preguntó.

El omega negó.

— Es bueno saber que solo yo lo hago. — comentó con orgullo.

Louis rió.

— Solo me gusta tu acento. — murmuró el omega.

Harry sonrió.

— ¿Dices que la corona fue idea de él?

Louis asintió.

— Bueno, deberías pensar en la propuesta de la falda, lucirás encantador con una y tu corona. — dijo ronco.

— ¿Tú quieres verme en una falda? — preguntó Louis sonrojado.

— Yo siempre quiero verte, con lo que sea que lleves puesto. Solo tengo ojos para ti. — confesó.

Louis suspiró.

— Yo podría comprarte la falda, si quieres. — susurró Harry acercándose un poco más a él.

El omega sintió sonrojarse aún más.

— Solo con una condición. Me dejaras conocer tu aroma. — agregó de inmediato.

Louis rió nervioso.

— No es mala idea. — susurró girando su rostro para mirar al alfa.

— Aunque también podrías darme un beso, si quieres. — murmuró Harry mirando los labios del omega.

El omega suspiró una vez más y bajó su mirada hacia los labios del alfa.

Él quería besarlo. 

Con un poco de nervios, Louis se armó de valor y tomó el rostro de Harry entre sus manos pequeñas y unió sus labios rápidamente.

El alfa sonrió y comenzó a besarlo lento, poniendo sus manos en las piernas del omega, mientras que Louis quitó sus manos del rostro del rizado y las bajo al pecho, sintiendo el corazón del alfa, el cual latía igual que el suyo.

Era como si sus corazones estuvieran en sincronía.

Y su beso se volvió lento, tierno y romántico con sus corazones a la par, ellos se enamoraron más con eso.

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