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se ve perfecto

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- Oh, no. Ni loco lo haré - se negó Louis, huyendo de su hermana, caminando lo más rápido posible hacia su habitación para alejarse de ella.

- Vamos boo, será fantástico - insistió la chica caminando detrás de él.

- No es verdad, solo lo dices para que no tires todo eso - respondió el castaño deteniendo sus pasos y girándose para mirar a la chica, quien lo miraba de una manera suplicante con una caja llena de maquillaje.

- No es así - murmuró Lottie en voz baja, muy poco convincente frente al chico. - Bueno...- bufó rindiéndose. - Sea por la razón que sea, debes de admitir que es una linda idea - dijo con una sonrisa tierna.

Louis volvió a negar con la cabeza, rehusándose aún a la idea de su hermana.

- Yo creo que a Harry le encantaría - siguió insistiendo, sin perder la fe en que su hermano cediera.

Louis mordió su labio inferior y negó una vez, recordando las palabras de su amigo Robb: - Primero debes ser bonito para ti mismo antes que para alguien más, no hagas algo que no quieras solo por complacer a los demás.

- ¿Por qué no? - preguntó la chica suplicante.

- No lo quiero Lottie. No me gusta. - sigo el castaño firme en su postura negativa. - Siempre he pensado que la gente luce mejor sin tanto maquillaje en el rostro. - agregó cruzándose de brazos.

- No quiero que todo esto se tire a la basura, ¿Sabes cuánto dinero va aquí?

- Nop - respondió sin interés el chico.

- Pues yo tampoco, pero es bastante.

- No tienes porque tirarlo o dejarlo de usar solo por tu operación Lottie. ¿Desde cuándo está prohibido que uses tus cosas de alfa? - dijo el chico sin entender el porqué su hermana quería deshacerse de todo ese maquillaje que había comprado con ilusión en el pasado.

- No digo que esté prohibido, pero...

- El que uses tus cosas anteriores no te va ser menos omega - interrumpió el castaño.

- No, no - negó Lottie un poco apenada. - Solo quiero empezar de cero y quiero intentar una vida sin estos productos.

- Pues yo tampoco los quiero.

- Por favor, tú eres lindo, puedes sacarle mucho provecho.

- No sé ni cómo se usan muchas de esas cosas.

- Yo te enseñaré - dijo Lottie con un brillo especial en la mirada.

- Nop - negó una vez más el chico. - Tú igual eres hermosa, puedes seguir usando todo esto sin problema.

- Quiero ser una omega bonita sin la necesidad de usar esto -murmuró ella con una mueca en sus labios.

Louis torció los labios y miró una vez más la caja que estaba en las manos de la chica.

- ¿Qué sigue?, ¿Vas a darme tus faldas y vestidos igual? - preguntó el castaño en tono de broma, resignándose con un suspiro, tomando la caja de las manos de su hermana.

- Si quieres puedo hacerlo, sin problemas. Tienes un cuerpo fenomenal - respondió la chica sin preocupación, sonriendo triunfante.

- Ni me mires así - gruñó el omega. - Veré qué provecho puedo sacarle a esto, pero no las usaré yo - advirtió.

Lottie asintió más que contenta y satisfecha con eso.

- Gracias. Gracias - dijo alegre abrazando a su hermano con cuidado de no aplastar las cosas de la caja.

Louis sonrió, dejándose abrazar por su hermana.

- ¿Tienes algo en mente? - preguntó ella con interés, separándose de su hermano.

- No lo sé, tal vez a alguien del colegio les sea de utilidad - respondió él en un susurro, mirando con un poco de curiosidad lo que había con exactitud en el interior de la caja.

- Reconsidera en usarlo tú - pidió ella antes de sonreír una vez más e irse de vuelta a su habitación.

Louis rió bajo y negó con su cabeza antes de caminar hacia su habitación, deseando encontrar qué hacer con todo ese maquillaje.

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Tal vez llevar las cosas de Lottie a la escuela no fue tan buena idea como Louis lo pensó al inicio, podía notar cómo la gente se le quedaba viendo, pero nadie al final se animaba acercarse.

- ¿Qué pasa Louis?, te notó desanimado - habló Robb a su lado.

- Creo que todos me miran como un raro por traer una caja de maquillaje - murmuró sonrojado.

- ¿Qué tiene de malo que traigas eso?, cualquiera puede usar lo que quiera - dijo el beta tranquilo.

- Yo no lo uso - negó Louis riendo. - Mi hermana me obligó a quedarme con esto y pensé que alguien de aquí podría interesarle, pero no. Solo les importa criticarme - explicó desanimado.

- Oh, no te desanimes - susurró el chico, tocando la mejilla del omega. - Eres alguien inteligente, encontrarás una solución - agregó con una sonrisa.

Louis sonrió igual y asintió un poco más animado.

- Gracias - susurró en voz baja. - ¿Tú no quieres llevarte algo? - preguntó en un tono de broma, riendo en voz baja.

Robb rió igual.

- Claro. ¿Qué hay aquí? - cuestionó el chico mirando la caja, curioso, tomando por sorpresa al omega. - Cualquier cosa que quieras darme, me gustará - agregó.

El omega rió una vez más, pensando que el beta estaba bromeando.

- No sé - murmuró abriendo la caja. - ¿Qué tal esto?, no sé para qué sirve, pero se ve cool - agregó divertido el castaño sacando un pequeño tubo negro de la caja.

- Déjame ver - dijo Robb sin dejar de sonreír, tomando el objeto de las manos del omega. - Delineador negro - murmuró leyendo el envase. - Me gusta - agregó alegre. - Le preguntaré a mi madre como se usa esto.

- ¿En serio lo harás? - preguntó el omega alegre.

- Si, ¿Por qué no? - respondió Robb sin preocupación. - Tal vez esto me haría verme mejor - murmuró riendo un poco.

- Te ves bien Robb, eres lindo.

- Si, bueno. La persona que me gusta no piensa lo mismo - dijo desanimado.

- Oh, ¿Por qué lo dices? - preguntó.

- No tengo oportunidad - respondió. - Creo que tengo una especie de maldición - dijo riendo. - Siempre deben gustarme personas que ya tienen a alguien más - dijo desanimado.

Louis torció los labios.

- Robb, yo... - susurró el omega en voz baja, un poco incómodo.

- No, tranquilo. Estaré bien, tal vez no es mi momento, debo esperar. La persona indicada ya llegará a mi - dijo un poco más animado.

- Si, solo es cuestión de tiempo - asintió el castaño.

- Por el momento disfrutaré de mi soltería - dijo Robb riendo.

Louis rió igual.

- La soltería te sienta bien - comentó el omega.

- Genial. Me siento menos patético ahora - respondió el chico sonriendo. - Y me iré antes de que Harry venga y quiera matarme - agregó mirando por encima del hombro del castaño, levantándose de su lugar para irse.

El omega lo miró confundido, pero no dijo nada al respecto, tan solo asintió y regresó su mirada a la caja frente a él, suspirando rendido.

- Bonjour, ma fleur - [hola, mi flor], llegó Harry a su lado, Louis sonrió en grande, ahora entendía porque su amigo se había ido tan rápido. - ¿Qué es esto? - preguntó mirando con curiosidad la caja que estaba frente al castaño.

- Maquillaje que Lottie no quiere más - respondió. - Me lo dio a mi, pero no sé qué hacer con él - murmuró.

- Este es un color encantador - opinó Harry tomando un barniz de uñas de color rosa pastel.

Louis lo miró curioso, notando la emoción del alfa mirando el barniz.

- Oh, este igual - habló de nuevo tomando otro barniz, este de un color amarillo pastel.

- Son colores muy dulces - susurró Louis.

- Si - asintió el alfa, tragando en seco antes de mirar a su omega, colocándose incómodo en su lugar por la mirada del castaño. - Mmm... quedarían bien en tus manos - murmuró con un poco de dificultad.

- ¿Si? - preguntó Louis frunciendo levemente el ceño, mirando como el rizado asentía. - Yo creo que se verían mejor en tus manos - comentó el omega.

Los ojos verdes del alfa se abrieron un poco por la sorpresa, mojando sus labios resecos, con la mirada fija en los dos pequeños botes de vidrio que estaban en sus manos.

- No, no lo creo - dijo el alfa con la voz rasposa, regresando los barnices a la caja.

- ¿Por qué no? - preguntó Louis con interés. - Creí que te gustaron.

- Si, son lindos. Para ti - aclaró. - Yo no uso barniz - agregó.

- ¿Y no te gustaría hacerlo? - cuestionó el omega tomando las manos del alfa, analizándolas. - Tus manos son hermosas, amor. Deberías intentarlo.

Harry negó despacio, alejando sus manos de la vista y toque de su novio.

- Mis manos no son delicadas, las tuyas sí - murmuró inseguro.

Louis bufó.

- ¿Desde cuándo eso es un requisito para pintarte las uñas? - preguntó.

- No es un requisito, pero... no se verán bien en mis manos.

- Lo harán alfa, confía en mí - dijo el castaño con emoción. - Por favor. A ti te gustaron y creo que te verías hermoso - insistió, mirando suplicante a su pareja.

- Tú solo quieres pintarme las uñas, para usar esto y no tirarlo - dijo el alfa un poco a la defensiva.

Louis negó.

- Solo lo haré si tú quieres - respondió el omega, sonriendo tiernamente.

- Vamos, tú sabes que no me negaría a nada que tú quisieras, más si me miras de esa manera - se defendió el rizado.

- Oh, yo sé que harías cualquier cosa por mi - dijo Louis triunfante, riendo un poco, llevando una de sus manos al cabello de su chico, para peinarlo un poco.

- Si, cualquier cosa - susurró Harry despacio, casi adormilado por el toque del omega. - Je t'adore oméga - [te adoró omega], dijo despacio, sonriendo como todo enamorado.

- Je t'aime alpha - [te amo, alfa], respondió Louis de la misma manera antes de tomar el rostro del alfa entre sus manos y besarlo.

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Y efectivamente, Harry no podía resistirse mucho a lo que su omega dijera, menos si eso involucra pasar tiempo con él.

Él nunca se negaría a pasar la tarde con Louis.

- Solo no te muevas - susurró Louis concentrado en su trabajo, mordiendo su labio inferior y su mirada atenta en las manos del alfa, pasando el barniz de color pastel por sus uñas.

- Es difícil no hacerlo cuando muerdes tu labio de esa manera - respondió el chico.

- ¿Qué tiene que ver mi labio con esto? - preguntó Louis entre risas.

- En que quiero besarte - susurró el alfa un poco apenado y sus mejillas rojas.

Louis se sonrojó igual y alzó la mirada por un segundo de las uñas del alfa a sus ojos color jade.

- Yo me encargo de eso, luego - murmuró acercándose un poco más al rizado, dejando un pequeño beso en los labios del chico. - Ahora no te muevas - repitió regresando a su trabajo.

Harry sonrió y asintió aunque el omega no vio eso, pero si sintió como el alfa se acercaba despacio a él para enterrar su nariz en su cabello, respirando su aroma.

- Tu sens délicieux. Doux. Ma douce créa ture - [Hueles delicioso. Dulce. Mi dulce criatura], susurró Harry contra los cabellos lacios, con su voz ronca.

Louis sonrió de nuevo y no dijo nada continuando con su trabajo en las manos de su alfa.

- Listo. Ahora solo se tiene que secar la última capa - dijo el omega orgulloso, después de unos minutos, separándose del alfa, recibiendo un pequeño gruñido de su parte al ya no tener su aroma cerca.

- Me gusta - aceptó el alfa mirando sus uñas con entusiasmo, se veían mejor de lo que había imaginado.

- Son preciosas. Tus uñas son lindas alfa - halago el omega con una sonrisa en sus labios.

- Si - habló bajo Harry un poco inseguro de eso. - ¿Realmente se ven bien? - preguntó.

Louis asintió sin dudarlo.

- ¿No te importa tener un alfa con las uñas pintadas? - cuestionó.

El omega frunció un poco el ceño y negó despacio acercándose al ojiverde.

- Bueno, yo... pensé que... - comenzó hablar el alfa inquieto.

- El tener las uñas decoradas no te hace menos alfa, cariño - dijo Louis con la voz dulce, sincero. - Sigues siendo el mismo, ¿De acuerdo?

Harry asintió con una sonrisa tierna con hoyuelos.

- Se ve perfecto - pensó el omega con ternura.

- Tu as l'air parfait, mon soleil - [luces perfecto, mi sol], comentó antes de tomar el rostro del alfa con delicadeza y unir sus labios en un tierno beso.

Harry suspiró en sus labios.

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