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-ˏˋMore than just my secretsˎˊ

Algo más que mis secretos.

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Semanas después...

El tiempo pasa más rápido de lo que muchos creen y muchas veces ayuda para sanar heridas, incluso heridas internas que tenemos con nosotros mismos.

Un gran ejemplo es Louis.

El omega se ha acostumbrado a su aroma dulce, incluso ha comenzado a gustarle, al igual que mirarse en el espejo y ver su cuerpo por completo.

El mirar su cuerpo ya no le disgustaba del todo, había comenzado a gustarle cada curva delicada de su cuerpo y el como la ropa lucía en él.

Realmente el omega se encontraba en un gran estado de animo y podía sentirse mejor, incluso su confianza a mejorado bastante.

No hay una razón especifica por su cambio, simplemente él mismo decidió apreciarse un poco más, tal y como todos a su alrededor se lo decían.

Louis miraba su cuerpo en el espejo, en especial sus piernas, sus muslos era algo que no lo ponían del todo cómodo, todavía le disgustaba los apretados que se miraban en sus jeans ajustado.

Mordió su labio inferior cuando una idea cruzo por su mente y sonrió, sintiendo sus mejillas sonrojarse por su idea.

El omega dejo libre su labio inferior y negó con la cabeza, tratando de alejar esa idea de su mente.

Era un idea muy atrevida, no se creía capaz de hacerlo, pero algo dentro de él queria hacerlo, queria intentarlo aunque sea por una vez.

Louis tomó su celular de su cama y busco el contacto de alguien de confianza para él.

Louis: 
Robb, ¿me acompañas al centro comercial?. 
1:05 pm.

Robb:
Claro :) 
1:06 pm.

Louis sonrió, con la idea mas presente en su mente, decidiendo que realmente iba hacerlo y no iba a dudarlo ni un segundo más.

Robb: 
¿A que iremos exactamente?
1:08 pm

Louis:
Es un secreto
1:08 pm

Robb:
Jaja, bien omega misterioso. 
1:09 pm.

Louis rió divertido por aquel mensaje de su amigo, sintiéndose un poco mas atrevido por ello.

El omega prometido no colocarse nervioso, pero como siempre sus nervios lo traicionaron una vez más, en cuanto vio a Robb esperándolo en la entrada del centro comercial sus nervios comenzaron a consumir su cuerpo.

— ¿Ahora vas a decirme a qué querías venir al centro comercial? — fue lo primero que dijo el beta, sonriendo como siempre.

— Quiero comprar algo — susurró.

— ¿Comprar algo?, ¿Cómo que? — preguntó Robb curioso.

Louis se sonrojó.

— Una falda. — susurró aún más bajo, con la voz débil.

— ¿Qué? — volvió a preguntar el chico, fingiendo no haber oído a al castaño.

— ¡Basta Robb! — chilló el omega avergonzado.

El beta soltó una risa nerviosa.

— Está bien, tranquilo, solo no me golpees. — comentó divertido.

Louis rodó los ojos.

— ¿Vas ayudarme? — preguntó el omega.

— Claro que sí — respondió Robb alegre. — Vamos, compraremos la mejor falda para ti — susurró.

El omega sonrió tímido.

— ¿Cuándo fue cuando pensé que esto sería una buena idea? — se reprocho el omega mentalmente mirándose una vez en el espejo.

Había perdido la cuenta de cuantas faldas se había probado, pero definitivamente se arrepentía de su idea, sus muslos resaltaban con aquella pieza de vestir, al igual que sus piernas.

— Ya me quiero ir Robb. — susurró Louis dentro del vestidor.

Louis pudo escuchar el sonido de sorpresa de Robb del otro lado de la puerta.

— ¿Por qué? — preguntó.

— Esto es estupido, no sé en qué momento pensé que esto era buena idea — respondió avergonzado, sin dejar de mirar sus piernas en el reflejo frente a él.

— Vamos Louis, no me digas que nos iremos sin comprar nada.

— No quiero — insistió el omega.

— Ni siquiera me has dejado de verte usando una.

— No quiero que nadie me vea usando una — dijo Louis.

— Entonces, ¿Por qué querías venir a comprar una? — cuestionó confundido.

— Creí que me vería lindo — susurró.

— Estoy seguro que te ves hermoso, ¿Por qué no abres esa puerta y me dejas verte?

— No. Es patético — negó. 

Robb bufó.

— Nos vamos, pero con una condición — habló el beta resignado.

— ¿Cuál? — preguntó Louis.

— Compraremos la falda que tienes puesta en este momento, no me importa si la quieres o no.

— Si no la quiero, ¿Por qué la compraremos? — cuestionó él.

— Tal vez algún día vuelvas animarte y ahora si veas lo hermoso que luces — respondió.

Louis no pudo evitar sonreír.

Y aceptó la propuesta de Robb.

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Louis estaba feliz.

El lugar olía completamente Harry, él omega podría quedarse ahí para siempre.

Él quería quedarse para siempre.

— Me gusta tu habitación — susurró Louis mirando encantado su entorno. — Has pintado las paredes. — comentó.

— Si, ¿Te gusta el color? — preguntó Harry sonriendo, tratando de controlar los impulsos de su alfa que provoca el aroma del omega.

Harry se sentía muy raro desde la mañana, pero no entendía aquel sentimiento, asi que decido ignorar lo que pasaba con su cuerpo y disfrutar la visita del omega.

— Si, el azul queda muy bien.

— Me encanta el azul, más el de tus ojos — susurró Harry acercándose a él.

Louis soltó una pequeña risita nerviosa.

— Basta Harry — susurró el omega cuando siento la nariz del alfa recorrer su cuello.

— Tu aroma es más fuerte hoy — gruñó.

El omega suspiro.

— Harry... — susurró de nuevo.

El alfa pareció reaccionar a lo que estaba haciendo y se separó de golpe.

— Lo siento mucho Lou, no quería... ya sabes, incomodarte. — comentó Harry avergonzado.

— Está bien, no te preocupes. — susurró el omega sonrojado.

— Creo que...

— Harry, tengo algo que decirte — interrumpió Louis de golpe nervioso.

— ¿Qué es? — preguntó, sentándose junto al castaño.

— Yo compre algo hace unos días, me da algo de pena, pero quiero decírtelo.

— Claro, puedes decirme — dijo Harry sonriendo.

— Compre una falda — susurró desviando su mirada de la verde del alfa 

Harry pasó saliva al escuchar eso.

— ¿Te la has puesto? — fue lo primero que preguntó el alfa.

— Si, solo una vez — murmuró.

— ¿Alguien te ha visto? — cuestionó.

Louis pasó saliva nervioso.

— No — negó con la cabeza.

— ¿Dejarías que yo te viera? — preguntó.

El omega se sonrojo.

— Si — respondió en voz baja. — La tengo en mi mochila, no quería que mi mamá la encontrara si revisa mi habitación — agregó rápido.

Harry sonrió.

Est-ce que tu vas porter une jupe pour moi?[¿Vas a ponerte una falda para mi?], preguntó el alfa atrevido.

— No entiendo — susurró el omega avergonzado.

— Ya quiero ver lo hermoso que luces con ella — dijo Harry sin dejar de sonreír dulcemente.

Louis rió nervioso tomando su mochila.

— Me veo ridículo con ella — murmuró sacando la prenda de color pastel.

— No lo dudo — dijo el alfa recargando su peso en sus manos sobre el colchón.

— Me la pondré en el baño, ahorita regreso — dijo el omega rápidamente, corriendo al baño.

Harry soltó un suspiro enamorado, cerrando los ojos, disfrutando el aroma a manzanas y canela del omega.

El alfa soltó un gruñido bajo involuntario, Harry estaba confundido, se sentía abrumado, con poco mareado, la imagen del omega no dejaba de reproducirse en su mente.

— Ya — dijo el omega en un susurro, con miedo y pena de ser escuchado.

El alfa abrió los ojos, al mismo tiempo que sus pupilas se dilataron y un gruñido bajo salió de su garganta.

Harry sentía la boca seca, con el corazón y sus impulsos a flor de piel, tenia una de las imágenes más hermosas y tentadores ante sus ojos.

La falda de color azul pastel encajaba perfecto en la figura del omega, haciendo su piel lucir más brillante y dorado, sus dedos picaban por tocar aquella piel suave.

— Merde — [mierda], dijo ronco el alfa con la respiración irregular.

Louis abrió más los ojos cuando sintió el aroma de Harry más fuerte, pegando su nariz, llenando sus pulmones.

Café con leve toque a menta.

— Ven, omega — pidió el alfa.

Louis obedecio y camino con las piernas débiles hacia el alfa.

— ¿La falda será nuestro secreto? — preguntó Harry poniéndose derecho, colocando una de sus manos en la cadera del omega.

Louis asintió.

— Contigo quiero compartir algo más que mis secretos — susurró el alfa deleitándose con el aroma dulce.

El omega sonrió.

— ¿Qué te sucede alfa? — preguntó Louis pasando sus manos por el rostro del alfa.

— Es mi celo — respondió en suspiro.

Louis sintió su omega removerse dentro de él.

— ¿Quieres pasarlo...? — preguntó.

— No, es horrible — interrumpió con un gruñido. 

— ¿Puedo ayudarte en algo?

— ¿Quieres hacerlo? — preguntó Harry mirando al omega con sus ojos dilatados.

— Si — respondió mirando al alfa.

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