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-ˏˋI don't deserve this, darling, you look perfect tonightˎˊ-

No merezco esto, cariño, te ves perfecto esta noche

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- Hace dos semanas que no sé nada de Lottie - murmuró el omega angustiado, acurrucado en el pecho de su novio, respirando el aroma varonil del alfa, mientras la pareja estaba en la habitación del omega.

Harry hizo una mueca con sus labios, dejando un beso en los cabellos lacios del castaño.

- Gemma tampoco está en casa - susurró el alfa preocupado.

- Parece como si ellas se hubieran fugado juntas - comentó Louis.

- Si, eso parece - respondió el rizado soltando un risa floja por el comentario de su omega. - ¿Tus padres no te han dicho nada sobre tu hermana? - preguntó.

Louis negó con una mueca en sus labios.

- No sé por qué quieren ocultarlo - susurró desanimado. - Estoy cansando de que me traten como un bebé que se va a romper en cualquier momento.

- Es que lo eres. Podría meterte una caja de cristal para que nadie te haga daño, amor - respondió Harry acariciando de manera lenta con su pulgar la mejilla del castaño.

Louis se sonrojo por eso, mordiendo su labio inferior para evitar sonreír como un tonto.

- Je t'aime alpha - [Te amo alfa], susurró el omega en respuesta pegándose más al cuerpo contrario, queriendo que en su piel se quedará grabado el aroma del alfa.

- Je t'adore oméga - [Te adoro omega], respondió Harry enterrando su nariz en los cabellos lacios del chico, respirando su aroma a manzana y canela, tan dulce, que hacía sentir a su alfa en paz.

- Estoy encantado de conocerte, Harry - dijo el omega escondiendo su rostro en el pecho del más alto.

El alfa sonrió en grande soltando un suspiro enamorado.

- Yo también, estoy encantado, pero encantado por ti y tu belleza, que deslumbra a todos, eres como un sol.

Louis alzó su rostro del pecho del alfa para mirarlo a los ojos, con la mejillas rojas.

- Creí que yo era el girasol y tú el sol - dijo el omega con un brillo en sus ojos especial.

- Para mi, tú eres el sol - susurró Harry acercando su rostro al del omega antes de unir sus labios.

Louis sonrió en sus labios, haciendo que el alfa sintiera una calidez inexplicable en su pecho, queriendo que el omega siempre sonreirá cuando lo besara.

- Tengo una idea - murmuró Harry.

- ¿Si, cuál? - cuestionó el omega con interés.

- Para que olvides un poco los problemas de tu casa voy a llevarte a una cita - respondió peinando despacio el flequillo del omega, acomodando su pelo detrás de su oreja encantado con la sonrisa que el chico le estaba ofreciendo mientras lo escuchaba.

- ¿A dónde vas a llevarme alfa? - cuestionó.

- ¿Sigues amando las hamburguesas? - preguntó Harry sintiéndose orgulloso.

Los ojos de Louis se iluminaron, ofreciéndole una mirada enternecedora al alfa.

- Lo recuerdas - murmuró el omega encantando.

Harry sonrió en grande, inclinando su cabeza de lado, con orgullo.

- Recuerdo que a un lindo castaño le encantaba ir a un lugar en especial cuando éramos niños.

Louis tomó el rostro del alfa y lo besó.

Se besaron por varios minutos, exigiendo sus cuerpos más cercas del otro, se separaron hasta que sus labios se sentían adormecer en la boca del contrario, separándose casi sin aliento.

- ¿Eso es un si? - preguntó el rizado un poco aturdido por el beso, los labios de Louis lo iban a volver loco.

- Bien sûr le, mon soleil - [Por supuesto, mi sol], respondió el omega volviendo a acurrucarse en el cuerpo del alfa.

Harry suspiró antes de sonreír, abrazándose más al omega.

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La angustia y el sentimiento de culpabilidad llenaban el cuerpo de Gemma, sintiéndose mal en muchos sentidos, había hablado con sus padres inventando que había tenido que salir un tiempo por cuestiones de su tesis universitaria y ellos le creyeron, lo cual no la hacía sentir aliviada ni nada, nunca le gustó mentirle a sus padres.

Y por otro lado sabía que el ocultar lo que estaba sucediendo con Lottie a la familia Tomlinson estaba mal, pero no podía hacer nada, no cuando la chica confió en ella y le pidió que no lo hiciera.

El sonido molesto y clásico de los aparatos de hospital no ayudaban a su estado de ánimo, el escuchar los signos vitales y la respiración lenta de Lottie le causaba una presión extraña en el pecho.

Lottie comenzó abrir los ojos lentamente, parpadeando un par de veces para acoplarse a la luz artificial de la habitación del hospital.

Era su segunda operación.

Y con suerte la última.

- Hola - susurró Gemma, sonriendo un poco tensa, pero Lottie no se fijó en ese detalle y correspondió a esa sonrisa, curvando sus labios de manera lenta.

- Hola - respondió lento.

- ¿Cómo te sientes? - cuestionó la alfa.

- Rara, pero bien - respondió con una nueva sonrisa en su rostro. - Sé que no hay más anestesia en mi cuerpo, pero aún me siento adormilada - agregó.

- Bueno, llevas dos días en recuperación, es normal - ánimo Gemma.

- ¿Ahora soy una omega? - preguntó con ilusión.

La alfa sonrió con ternura, con el sentimiento de proteger a la chica a toda costa.

- Eso te lo dirá el doctor en un momento - se limitó a responder.

- Mis padres... ¿Han llamado?

Gemma asintió, torciendo los labios.

- Ciento de veces - respondió.

- Tengo miedo... si ellos... - habló sintiéndose nerviosa.

- Tranquila - interrumpió la alfa de golpe. - No te estreses pensando en eso ahora, lo importante en este momento es tu recuperación. Nada más - susurró Gemma tocando la mano de la chica para tranquilizarla.

Lottie hubiera querido decir algo respecto a la sensación de la piel de la chica tocando su mano, pero el doctor entró a la habitación impidiendo que dijera algo.

- ¿Cómo te encuentras? - preguntó el hombre sonriendo.

- Como anestesiada - respondió la chica sonriendo un poco.

- Es normal - aseguró el hombre.

Lottie suspiró un poco aliviada.

- Bueno es hora de decirte el resultado - habló el hombre mirándola a la cara, Lottie apretó inconscientemente la mano de Gemma, entrelazando sus dedos.

La chica mordió su labio y asintió.

- La operación funcionó - dijo alegre, una sonrisa se pintó en los labios de ambas al escuchar eso. - Con esta segunda operación estamos seguros que logramos eliminar o reprimir la formación del nudo durante el coito - explicó. - Obviamente el que tú seas capaz de lubricar depende de que sigas al pie de la letra tu tratamiento hormonal - agregó.

- ¿Podré tener cacharros? - preguntó temerosa.

- Bueno, eres una mujer, las mujeres tienen la matriz desde que nacen, lo que sucede es que las mujeres alfas no lo utilizan, a diferencia de los hombres. Los hombres no tienen matriz para cargar al cachorro, solo los hombres omegas nacen con ella, por lo tanto si podrías concebir cachorros, pero no voy a mentirte, va ser difícil que se logre, tu cuerpo debería estar adaptado en su mayoría a la capacidad de un omega para poder recibir un nudo y lograr quedar en cinta. Aunque debo decirte que casos como los tuyos, la chica alfa que decide cambiar a omega si logra quedar embarazada, pero es un embarazo de alto riesgo. No quiero mentirte, no siempre se logra el producto, pero sí puede suceder - explicó con sinceridad y calma sin dejar de hacer contacto con el par de chicas.

- ¿Qué sucede con la marca? - cuestionó Gemma.

- Como lo dije, Lottie debe seguir a la perfección el tratamiento hormonal para que su aroma se suavice, pueda producir lubricante natural, el cual no va ser en cantidades iguales a las de un omega, pero se puede lograr que suceda. Una vez que su cuerpo se adapte a eso, tal vez la posibilidad de ser marcada y de procrear sea mayor. Igual debes saber Lottie que los primeros celos después del cambio y el tratamiento hormonal van a ser dolorosos, pues tu lobo se va a sentir confundido por lo que sucede en su cuerpo, pero mientras no dejes las hormonas, vas a poder superarlo. Es importante que no tengas relaciones sexuales o por lo menos no llegar al nudo hasta que tu cuerpo comience con signos de que esta casi adaptado por completo, lo cual sabrás cuando tengas lubricante natural y tu aroma se quede estable, porqué por el momento tu aroma va estar cambiando por las hormonas que estás tomando - respondió.

- ¿Cuánto tiempo va a durar? - preguntó Lottie.

- Unos meses, máximo un año. También debes saber que el ciclo de tus celos va a cambiar y por el momento serán irregulares, pero con el tiempo se va establecer, estos primeros celos serían días o incluso horas de celo, hasta que tu cuerpo se establezca en un período normal de celo de un omega.

La chica asintió con una sonrisa floja.

- ¿Cuándo puedo volver a casa?

- Deberás descansar un poco más antes de darte de alta, pero igual en casa debes seguir varios pasos para mantenerte lo más estable posible.

- Gracias doctor - susurró Lottie. - Gracias por querer operarme - agradeció.

El doctor sonrió y negó con la cabeza.

- Es mi trabajo. Es un honor salvar vidas o hacerlas más fáciles y ayudar en situaciones como la tuya, te entiendo, no debe ser fácil sentirte que no perteneces a tu propio cuerpo o naturaleza - respondió.

Lottie sonrió una vez.

- La hora de visita terminó. La señorita Tomlinson debe descansar - habló el hombre mirando a Gemma.

- Te veo mañana - murmuró la mayor Styles dejando un beso en la frente a la chica y dándole un apretón a su mano antes de soltarla.

- Te veo mañana - repitió Lottie en un suspiro. - Aunque de seguro luzca horrible hoy y mañana - comentó con un poco de humor.

- Debe de estar bromeando - respondió Styles. - Te ves perfecta este día y siempre - agregó antes de salir de la habitación, dejando a Lottie con una sonrisa en su rostro.

- Tu igual, Gemma - susurró aunque era consciente que la chica no escuchó eso, lo cual estaba bien por ella.

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Louis sentía que su cabello no estaba de su lado, estaba batallando por acomodar lo mejor posible su cabello, mientras escuchaba como sus padres discutían en la habitación de al lado, comenzaba a acostumbrarse a eso y era algo triste.

Pero no quería pensar en eso, no cuando tenía una cita con Harry.

El omega soltó un suspiró, rindiéndose en su tarea, bufando ante el reflejo en su espejo.

- No sé por qué me esfuerzo tanto, nunca lucire tan lindo como Harry - pensó con tristeza antes de darse la vuelta y salir de su habitación.

- ¡Voy a salir con Harry! - avisó, sabiendo que a sus padres no les importaba en lo más mínimo lo que sucediera con él por ahora, no con Lottie fuera de casa.

Louis sonrió, olvidándose de todos sus problemas cuando vio a Harry frente a su puerta, con ramo de rosas y linda sonrisa en su rostro.

- Salut mon amour - [Hola mi amor], dijo el alfa un poco nervioso.

- Estamos juntos la mayoría del tiempo y estás nervioso por una cita - habló Louis divertido por el nerviosismo del alfa, caminando hacia él.

- Tu belleza me pone nervioso - comentó el rizado. - Te traje unas flores. Aunque eres tan hermoso que las opacas - agregó.

Louis se sonrojó, sonriendo encantado por las palabras de su alfa aceptando las flores.

- Tu est très doux - [Eres muy dulce], susurró el omega bajando su mirada a las flores.

Harry besó la frente del más bajo, sintiéndose orgulloso al ver cómo los ojos de Louis se decoraron con arrugas por su sonrisa.

- Douce créature - [Dulce criatura], murmuró ronco el alfa, colocando sus manos en las caderas del omega para pegarlo a su cuerpo, enterrando su nariz en los cabellos castaños, llenando sus pulmones de ese dulce aroma. - Magnifique et beau oméga. Mon oméga - [Magnífico y hermoso omega. Mi omega], agregó.

- No soy tan lindo - negó el castaño.

Harry se separó del omega para mirarlo a los ojos, alzando el rostro de Louis con su dedo índice, delicadamente para que el omega lo mirará.

- Estás bromeando, ¿Verdad? - cuestionó el alfa. - Me has dejado sin aliento en cuanto te mire, bueno, siempre lo haces.

El omega rió y negó con la cabeza.

- Soy un desastre - respondió.

Harry negó varias veces, haciendo reír al castaño.

- No me merezco esto - susurró Harry. - No me merezco que mi omega no sea capaz de mirar lo hermoso y magnífico que es, al parecer tengo mucho trabajo que hacer para que aceptes que eres una maravilla del mundo - dijo sin mirar los ojos azulados del chico, su chico.

- Creo que hoy no luzco muy lindo - confesó el castaño desviando su mirada.

- Si hoy no te sientes lindo, no puedo esperar lo hermoso que serás cuando te sientas lindo - murmuró en respuesta. - Luces más que hermoso omega, no lo dudes - agregó dándole un beso más en la frente al omega.

- Siento que pude arreglarme mejor.

Harry negó.

- Así estás perfecto - dijo seguro. - Siento que no te merezco, eres tan lindo.

Louis rió bajó y negó divertido.

- No merezco esto, cariño. Te ves perfecto esta noche - dijo Harry de manera lenta, haciendo temblar el cuerpo del omega en sus brazos.

- Eres tan lindo, Harry - respondió Louis colocándose de puntas, mirando los labios del alfa, casi rogando que lo besara.

Pero él no necesitaba rogarlo.

- Tú eres tan maravilloso, amarte es mi antídoto - dijo el alfa antes de besarlo.

Louis atrajo las flores a su pecho para no aplastarlas, siguiendo el beso, sintiendo como las plantas de sus pies volvían a tocar el suelo, por qué Harry se había inclinado para besarlo.

El amor de Harry era su antídoto para los problemas en casa y sus inseguridades.

Ambos eran el todo del otro.

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