— H-Hola. — Se asoma por la puerta del cuarto de Hyuk en cuanto ya me he bañado y ahora seco mi cabello. Jamás dejo de preguntarme cómo es que es tan cero pudorosa como para no desviar la mirada incluso si me está viendo sin camiseta puesta. — ¿Se puede? — Duda bastante antes de continuar hablando. No digo algo porque sé que de todas formas va a entrar. — Ya se ha ido Jiaer. — Continúa abriéndose paso para sentarse en la cama.

Por otro lado, de verdad intento ignorarla pero ¿Qué puedo objetar? ¿Qué puedo reclamarle? Fue un simple beso.

— Ya no estás enferma. — Musito dándole una mirada rápida mientras me resguardo mentalmente recargando mi espalda contra la pared. Claro que aun siento nervios por estar cerca de ella, sin embargo creo que ver a Jiaer aquí me distrajo tanto que ahora no puedo explicar ni cómo me siento.

— De hecho jamás estuve enferma. — Moja su labio a la par que comienza a morder la cutícula de los dedos de sus manos. — Estaba evitándote.

¿Por qué a veces tiende a ser así de directa?

— ¿Ah sí? 

— Yo no sabía qué decir o cómo tratarte después de... Bueno, eso. — Continúa con un hilo de voz.

— El beso que me diste. — Corrijo de inmediato, con el afán de hacerla enojar. Sin embargo, muy por el contrario, veo como a poco su rostro se torna de un jodidamente tierno rubor rosa.

No lo entiendo, a veces tiene cero pudor para ciertas cosas y ahora se ruboriza cuando le recuerdo un simple beso.

Está dejando pasar mucho el tiempo; constantemente abre los labios para intentar decir algo pero se detiene en cuanto sale la primer sílaba. La comprendo totalmente. Sé que Miah se encuentra muy nerviosa cuando comienza a morder compulsivamente sus labios hasta dejarlos rojos y después se pasa con la parte interna de las mejillas.

Después de unos segundos de estar completamente ansiosa, se levanta ágilmente hacia la puerta y echa un vistazo rápido para asegurarse de que Hyuk aún no haya salido de su turno para bañarse.

— Yoongi... — Suspira dándose ánimos mientras regresa a su lugar en la cama de Hyuk. Parece que tiene mucho por decir. — ¿Cómo vamos a tratarnos? Por favor, no quiero que te pongas todo raro ¿Sí? Si tú quieres pretender que no pasó... entonces no pasó. No sabía cómo verte o cómo hablarte y la verdad es que tengo mucho miedo de que te alejes porque... porque, yo te quiero mucho. Claro, te quiero como amigos pero después de ese día siento que te he querido de otra forma y no sabía cómo decírtelo por miedo a que tú no sientas lo mismo. No quiero quedar como idiota. Espera... Creo que lo acabo de hacer. ¿Verdad? Como sea, por favor, tampoco te sientas obligado a algo después de esto, yo solo quiero que sepas que lo que tú quieras yo lo quiero y entiendo si tú no puedes entender ¿Entiendes? — Exhala fuertemente después de todo su adorable vomito nervioso verbal. — Solo... No te alejes.

Intento todas mis fuerzas no sonreír ante esa escena, pero es inevitable.
Tras ponerme la sudadera que Hyuk había dejado para mí, tomo lugar a su lado con el objetivo intrínseco de verificar que mis signos vitales evidentemente, se siguen disparando al estar en contacto con ella.

— Jiaer estaba aquí... — Susurro evitando hacer un berrinche con los labios. Seguramente soné absurdamente inseguro.

— Él me pidió ser su novia. — Responde a mi pregunta sin tan siquiera tocarse un poco el corazón o considerar que podría sentirme mal ante eso. Sinceramente en este punto, ya no sé si su honestidad me hiere o me tranquiliza.

— Y tú... — Ahí vienen otra vez mis jodidos nervios. Ahora que lo pienso, mi vida no sería tan complicada si hubieras nacido niño, niña.

— No acepté. — Interrumpe de inmediato antes de que pueda tan siquiera terminar de pensar mi pregunta. ¿Me siento mejor? — Él va a irse a Seúl en una semana y creo que lo hizo más por impulso que porque realmente le guste. Se quedó a ayudarme a terminar los pendientes de la escuela... — Vacila algunos segundos, tal vez ahora sí preguntándose por qué me da tantas explicaciones. — Quisimos quedar como buenos amigos.

Por alguna -más que obvia- razón consigo tranquilizarme un poco.

— Yo pensé que fue porque estás irrevocablemente enamorada de mí. — Suelto para hacerme el gracioso. ¿De dónde saco las bolas para hacer esto justo ahora?

— También. — Responde alzando ambos hombros, alzando una sonrisa sorpresivamente tierna.

De nuevo le ha dado a mi corazón. ¿Es normal que duela tanto si uno es feliz? Ahora que lo recuerdo, creo que mi corazón duele de esta forma siempre que estoy con ella.

— Seguro tienes mucha tarea... — Sugiero cuando intento desviar la atención. Por fortuna Minhyuk ha ido al garage para buscar los materiales que llevaremos a casa de gafas. Si se llegara a enterar...

— No cambies el tema. — Interrumpe de forma petulante, como si la mayor aquí fuera ella y no yo.

A veces odio la forma en la que tiende a aferrarse a un asunto incluso si es bastante claro que las personas alrededor no se sienten cómodas con ello. Justo ahora, la odio. ¿Es demasiado complicado dejar el corazón y la mente del pobre Min Yoongi en paz? No, para Miah nunca es suficiente. Tiene esa irritante costumbre de querer llegar al fondo de un asunto siempre que se lo propone. 

— Ya, vale, no me voy a alejar. — Asiento varias veces, con voz cansada y con el propósito de verme decidido. Espero que funcione. Acabo de recordar que hace unos minutos venía bastante decidido a dejar pasar esto y hacerme el desentendido. Siempre me pasa con ella. ¿Qué me pasó?

Frunce el semblante y entrecierra los ojos como si aún dudara de mi palabra.

—No te vas a alejar como amigos o no te vas alejar como... — Carajo, ya empezó con esas preguntas capciosas que aparentemente son bastante claras para las mujeres pero un juego de vida o muerte para los hombres.

— Aún no lo sé. — Alzo los hombros en defensa. Justamente ahora, quiero salir corriendo. En verdad no lo sé. Cada vez que pienso en decirle "No, no me alejaré de ti porque me traes como un idiota por ti", la cara de Hyuk aparece en mi mente con un letrero enorme de "Es la hermana de tu mejor amigo, imbécil".

A continuación cualquier expresión enternecedora de duda en su rostro cambia por la de una adolescente frustrada y ofendida. ¿Ahora que demonios dije?

— ¿No lo sabes? — Alza ambas cejas enfatizando su voz frustrada. ¿Debería irme ahora? No, no debería irme. Debería correr. — Te besé y me regresaste el beso. Fue mi primer beso ¡¿Y no lo sabes, idiota?! Tuviste cinco malditos días para pensarlo ¿Es en serio Yoongi?

Creo, tengo el ligero presentimiento de que puede estar enojada. Quién sabe. 

— Tú me besaste primero. — Objeto. Debo encontrar alguna forma de defenderme de lo que sea que haya hecho mal ¿No?

— ¡Porque tú lo sugeriste!

— Baja la voz, Hyuk podría oírnos. — Susurro antes de echarle una mirada rápida al corredor. ¿Quién diría que Minhyuk me provocaría tanto miedo?

— ¿Ahora te avergüenza? ¿Qué tiene que lo sepa? ¿Tengo que pedirle permiso?

Miah suele ser bastante molesta debido a su estúpida costumbre por hacer preguntas todo el tiempo. Ni siquiera quiero imaginarla a los 4 o 5 años, a esa edad en la que no puedes cerrarle el pico a los niños y debes fingir que el "té" que te sirven cuando quieren jugar contigo, es una bebida de dioses.

— No... Mierda. — Respondo más frustrado que asustado. — Tal vez no se note pero... Mira, me gusta estar vivo ¿Sí? Eres la hermana de mi mejor amigo. En el mundo de los hombres hay un código: No familia.

Miah hace esa irritante y ridícula expresión de voltear los ojos cuando algo no le parece, mientras niega escépticamente en silencio.

— Es lo más estúpido que he escuchado. ¿Por qué cualquier extraño sí y tú no? Es ilógico.

— Pues así funciona.

— Eso debiste pensarlo antes de besarme. — Resopla en voz baja a la par que sus mejillas se colorean poco a poco a tono rosa suave. Posiblemente aún le dé pena recordarlo.

Y no la culpo. Por fuera seguramente ni siquiera se nota que me importa, pero por dentro quiero salir corriendo de aquí. Esta no es la conversación que imaginé tener con ella después de... eso.
Me limito a subir ambos hombros sin hacer contacto visual con ella porque realmente no sé qué hacer; una parte de mí quiere salir con ella y la otra parte me grita que es una estúpida y terrible idea. ¿Y si no funciona? ¿Y si pierdo a Miah y a Minhyuk al mismo tiempo?

— ¿Entonces eso fue un no? — Dice tras un suspiro pesado cargado de frustración.

Estoy comenzando a desesperarme también. ¿Por qué demonios Minhyuk se tarda tanto allá abajo? ¿Por qué Miah quiere una respuesta justo ahora? 

— ¡Fue un no lo sé! — Argumento llevando las manos a la cabeza. Ahora me ha hecho sentir realmente mal por eso.

¿Qué estará pensado? ¿Creerá que me quiero aprovechar de ella?

— ¡Baja la voz, Hyuk va a oírte y me gustas vivo! — Me imita susurrando. ¿No segundos atrás se quejó porque yo no quería que su hermano se enterara? ¿No estaba a punto de matarme? 

— ¡Tú también!

— ¿También te gusto?

Sí, muchísimo.

— Vamos a hablarlo después ¿Sí? — Digo tras unos segundos de incómodo silencio en suspenso. Solo quiero unos días más para pensarlo porque necesito imaginar todos los posibles escenarios. Necesito saber cómo hablar con ella sin perderla en caso de que mi lado cobarde quiera salir flote y prefiera dejar las cosas como amigos. Vale, ella me dijo que respetará mi decisión pero, conociéndola, comenzará a comportarse raro evitándome a toda costa. Justamente como en estos cinco días.

No quiero perderlos, ni a Miah ni a Minhyuk. Y tal vez puedo estar equivocado y quizá su hermano no esté incómodo con esto p-

— Déjalo. Da igual. — Escucho su voz apagada. Se ha acercado a la puerta con toda la intención de salir de aquí. — Vamos a hacer como que nunca pasó ¿Sí? Perdón si te presioné, no es correcto... Me voy, tengo que ir a clase. Nos vemos luego.

¿Por qué hace esto? Le acabo de pedir tiempo. Yo no quiero hacer como que no pasó. ¡Sí pasó! Sonreí como imbécil todo el fin de semana pensando en ella, mi madre me hizo burla durante dos días seguidos porque cada vez que mencionaba su nombre me sonrojaba y ¿Ahora me dice finjamos que no pasó?

Algo dentro de mí me dice que sí dejo pasar esto, posiblemente pueda arrepentirme después.

— Oye — Me escucho decir antes de que cierre la puerta. Mis manos están sudando. ¿Es normal sentir tanto calor? ¿Y dónde mierda está Hyuk?

— ¿Qué? — Se detiene sosteniendo la manija de la puerta. Que fría. De alguna forma me siento herido, Miah jamás me habla así.

Vamos, Min Yoongi, tú puedes. ¿De verdad una niña de 15 años, 1,56 de estatura que baila ballet te está intimidando?

Doy un fuerte suspiro antes de continuar. Aclaro mi garganta con un carraspeo rápido, tampoco quiero que suene como que me importa demasiado. — ¿Quieres ir a la tienda de música pasado mañana? Necesito comprar unos cables. Si quieres podríamos comer un helado después o lo que tú quieras. — Ya está, ya lo dije. Agradezco que no esté cerca porque estoy sudando demasiado.

— ¿Es lo que creo que es? — Dice sin tener cuidado de moderar su voz desde el otro lado de la puerta. — ¿Es una cita? — Se asoma de nuevo. Cambió totalmente su expresión, ahora ya no parece que quiera matarme.

— No- n-no lo sé. — Balbuceó ante la idea de la palabra pero intento recuperarme. — Tómalo como quieras, me da lo mismo.

— Para mí suena como una. — Arquea una ceja intentando ponerme totalmente nervioso de nuevo. ¿Es tan necesario que lo diga? Incluso siento pena ajena de imaginarme diciéndolo.

— Sí, Miah, te estoy pidiendo una cita.