Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Feelings

— ¿Me puedes decir qué carajos estás haciendo? — Escucho una voz bastante conocida antes de quitarme los audífonos y ver como, de un golpe, se cierra mi propio casillero frente a mi cara.

Hyuk.

— ¿Dejando libros en mi casillero? — Digo entornando la mirada. — Ni siquiera he podido terminar. Pero gracias, casi te llevas mi nariz, ya sabes, a veces ni la necesito.

— No te hagas el puto payaso ahora. — Susurra intentando mantener la calma pero lo veo difícil. Creo que Hyuki se levantó bravo el día de hoy.

El jamás me ha hablado así. Jamás me ha levantado la voz, no hay ni un jodido día en el que hubiésemos peleado. Ahn Minhyuk no es así. ¿Se habrá enojado porque no le regresé su cuaderno de Química? Tomo un poco de aire para preguntar si está bien pero inmediatamente me interrumpe.

— ¿Cuándo carajo iban a decírmelo, Yoongi? — Respira profundo, llevándose el dedo índice al puente de nariz. Se ha recargado en el casillero de al lado, puedo notar que está luchando bastante por contenerse. — Yoongi, es mi hermana...

Creo que ha llegado el momento que he tratado de retrasar por meses. ¿Quién diría que hace cuatro meses estaba muerto de pánico contemplando pedirle ayuda para mi primer cita oficial con su hermana menor?
Doy una revisada rápida a todo el corredor; todo sigue como debería de ser, nadie nos presta atención y agradezco con todo el corazón que Miah haya tenido que faltar hoy gracias a que calificó en las nacionales de baile clásico y se encuentra en Seúl con su madre. 

— Hablemos afuera ¿Quieres? — Señalo la puerta principal del instituto. Aún hay gente entrando y faltan unos quince minutos para que toquen el timbre, supongo que podría explicarme en ese tiempo.

Hyuk asiente sin quitarme la vista de encima. Dios, por lo general parece el tipo agradable que no mataría ni una mosca pero en estos momentos, incluso siento un poquitín de miedo.
Caminamos hacia la parte posterior del edificio donde está la estación de conserjería, ahí nadie podría escucharnos. Por alguna razón, al avanzar siento que debo cuidar mi espalda o podría saltarme encima para matarme.

— ¿Cómo lo supiste? — Musito sin la intención de no hacerlo enojar más en cuanto llegamos a la estación. Ahora que lo pienso, si tuviese una hermana menor, supongo que también me preocuparía. — Ella de verdad quería decirte pero yo fui quien la detuvo, Hyuk.

Resopla ruidosamente, como si hubiera interpretado lo que dije como una ofensa. — Y lo peor de todo es que estaban ahí, todo el tiempo era tan obvio y yo confié en ti, Yoongi.

— "¿Confiaste en mí?" — Arrugo tajantemente la frente, sin entender demasiado eso. — ¿Cómo que confiaste en mí? Lo dices como si Miah fuera alguien que no puede tomar sus propias decisiones o pareciera que el problema específicamente, soy yo.

— No es eso, Yoongi. Es mi hermana menor. Tú, bueno, es evidente que ya no la ves así, pero para mí sigue teniendo tres putos años. — Suspira abnegado, buscando asiento en uno de los contenedores de refrescos vacíos de la cafetería. — ¿Desde cuándo...?

— Cuatro meses. — Respondo al instante como si estuviera rindiendo cuentas a mi padre. Verlo así me hace sentir más culpable.

Lo habíamos tratado de ocultar bien. En la escuela nuestro único contacto era cuando llegábamos a cruzarnos en la cafetería o en el pasillo. Sin embargo, ya que yo soy quien recoge a Miah de la escuela de danza, eso nos da un poco de tiempo a solas; cuando llegábamos a salir, para Hyuk no parecía ser raro, lo tomaba como una simple salida de amigos e incluso a veces me ofrecía su auto con la condición de que le pusiera combustible.
Hasta este momento, aquí, junto a él, puedo ver que la confianza de Minhyuk hacia mí es -o era- excepcional.

— Lo siento. — Continuo una vez que parece calmarse. Creo que ha notado lo difícil que es para mí pedir perdón porque acaba de sonreír un poco. Hago un ademán para verificar si puedo sentarme a su lado y él asiente. — Hyuk ¿Cómo te enteraste?

— Mi computadora se averió. Ayer en la noche quería hacer mi trabajo de Historia y usé la suya. Vi fotos y después comencé a atar cabos. — Suelta una risa divertida, pero amarga finalmente. — Supongo que era obvio. No sé por qué no me di cuenta.

— Oh.

— Es Miah, Yoongi. De todas las chicas aquí ¿Por qué con ella? — Dice aún con un poco de recelo. Supongo que debido a su amable rostro, ahora es raro y difícil verlo molesto.

No tengo una respuesta adecuada para lo que acaba de preguntar. Se me ocurren mil razones por las que no debería salir con ella y aún así, aquí estoy. Supongo que puedo decir algo con certeza:

— Porque es Miah.

Hyuk ha volteado a verme de nuevo. Su rostro sin expresión ahora parece un poco más relajado y eso me da un poco más de confianza. Por lo menos no intentó golpearme o algo así. Hubiera sido una estupidez. Un silencio bastante incómodo ha llegado; supongo que Minhyuk tiene mucho qué decir y yo no toda la intención de evadirlo.

— Sabes que no quiero ni voy a lastimarla. — Tengo que soltar de repente o tal vez esto se vuelva más incómodo. Sé que no tengo que decirlo, pero aún así siento la obligación de hacerlo. Mierda, es como si le estuviera pidiendo permiso.

— Sé que no. — Musita asintiendo lentamente. ¿En serio? ¿Todo el drama para esto? Minhyuk, a veces eres...

— ¿Entonces por qué has venido como Terminator?

— Supongo que por instinto. También entiéndelo, Min. Ella es mi hermanita. Su primer novio fue cuando estaba en jardín de infantes a los cuatro años y lloró todo un día cuando le dije que con un beso en la mejilla tendría un bebé del tamaño de ella. — Sonríe ante el recuerdo. — Y también sé que no quieres lastimarla. De hecho, creo que me tranquiliza de cierta forma que seas tú y no cualquier otro pero... — Suspira con fuerza. Ahora parece más tranquilo. — ¿Sabes? Me molestó mucho el hecho de que ambos me lo ocultaran. Ya... ya me esperaba algo así de ustedes, sin embargo creí que sería el primero en saberlo. Papá no está mucho en casa y a veces siento que es ella es mi responsabilidad.

— ¿Sabes qué diría Miah en estos momentos?

— Que eso es un micromachismo. — Dice sin pensarlo dos veces. Es gracioso como puede conocerla tanto. — Y que soy una figura más de la pirámide y cultura patriarcal que no deja avanzar el desarrollo pleno de las mujeres como entes de la sociedad. 

— Síp. — Sonrío imaginando a Miah hablando de temas aun socialmente incorrectos mientras un montón de personas juzgan a su madre con la mirada y esta se hace de la vista gorda porque, a pesar de que sus personalidades son como el agua y el aceite, el pensamiento adelantado a la época radica en ambas. — ¿Digo algo para tranquilizarte? — Sugiero mientras pienso en su posible reacción. Seguro me mata.

— No. — Responde bastante seguro. ¿Podrá leer la mente?

— Te lo diré de todas formas. — Insisto restando importancia a lo que dijo Don Hermano Mayor. — No la he tocado y tampoco es como que planee hacerlo. No está en mi cabeza ni es algo relevante- 

— Cállate por favor. — Suelta una risa nerviosa pasivo/agresiva un poco aterradora en él. — Que ni se te pase por la mente-

— Relájate, Hyuk. La realidad es que deberías tener más miedo por mí que por ella. — Doy una palmada en su hombro, más para molestarlo que para reconfortarlo.

— Ah, cállate. Que asco.

A lo lejos puedo escuchar el timbre de entrada anunciando que todos debemos ingresar a los salones. Hyuk se levanta y comienza a caminar, yo voy a paso lento a una distancia prudente de él. No sé qué vaya a pasar de ahora de adelante y tampoco quiero presionar las cosas.

Justo cuando vamos a mitad del camino y yo voy sumergido en mis pensamientos para conservar mi título de Mejor Amigo del Año, Minhyuk se detiene a esperarme.

Y así es como pasan un par de días. No quiero admitirlo pero, la ausencia de Miah es bastante evidente. 

Después del trabajo estoy tan cansado que solo quiero dormir. Mientras voy caminando hacia la parada del autobús, trato de pensar en otros lugares a los que podría ir a descansar para así no tener que llegar a casa y, por más que trato abrirme a las posibilidades, la realidad es que no tengo un lugar seguro.

No es sorpresa que haya peleado con mis padres de nuevo. Ayer en la noche estuve meditando acerca de lo que haré saliendo del instituto y de algún lado me nació lo positivo; pensé "Tal vez si trabajo un año completo con tres trabajos de medio tiempo, pido un poco más de apoyo a mis padres y solicito un préstamo estudiantil, pueda ingresar a una universidad... Aunque la idea no me haga muy feliz, supongo que mis padres estarán más tranquilos con eso". Y claro, mis padres mostraron absolutamente todo su apoyo hasta que llegué a la parte de la carrera que quiero estudiar y para qué quiero hacerlo.

La discusión llegó a un punto en el que mi padre me dijo que en su hogar, mientras él viva, se harán las cosas como él diga. Evidentemente dando a entender que si quiero hacer lo que me venga en gana con mi vida, primero debo dejar de vivir bajo su techo y eso es lo que voy a hacer.
Tengo algo de dinero ahorrado. Un cliente de la tienda de música pegó un anuncio hace unas semanas donde pone una habitación en renta; no es muy cara pero definitivamente el depósito se llevaría todas mis esperanzas por comprar una interfaz medio decente.
Independientemente de eso, tengo mucho miedo. Algunas personas que conozco, dicen que independizarse es lo mejor del mundo, pero no sé hasta qué punto esa decisión perjudicará a mi familia; el problema es que ellos no son malos padres y yo tampoco me considero un mal hijo.

— Yo sé que no pediste mi opinión, pero sugiero esperes a terminar el instituto. — Dice Miah balanceándose en el columpio que hay en el patio trasero de su casa.

El día de ayer regresó de Seúl. No se ve muy animada, así que intuyo perdió o no ganó el primer lugar; jamás he sido muy bueno consolando personas. Lo único que puedo hacer por ella es sentarme en el columpio de al lado y esperar a que se sienta mejor incluso si no quiere hablar de ello.

La Sra. Ahn no está, su padre viajó a Taiwán y Minhyuk sigue en su grupo de estudio. Constantemente es de esta forma y nos hemos acoplado de manera que es el único momento que logramos tener completamente a solas.

— Falta casi medio año para eso. — Musito un poco apenado. No me siento muy cómodo al hablar sobre mis problemas con ella. De alguna forma siento que parezco patético.

— No te compliques tanto la vida. — Sugiere bajando la velocidad con la que se balancea. —Sé que te gusta ganarte las cosas pero tampoco creo que sea una decisión muy sabia irte así como así. ¿Tienes idea de lo difícil que será para la Sra. Min?

— ¿Se te ocurre otra idea? — Regreso la vista hacia ella, justo cuando su columpio ha dejado de moverse.

— Esperar. — Se alza de hombros dándome a entender que la respuesta era más que obvia. — Intenta ganarte su confianza y una vez que vean que puedes hacer las cosas por tu cuenta, seguramente lo tomarán distinto. Ahora para ellos eres un niño que no sabe lo quiere.

— Ya no quiero esperar.

— Lo sé. — Me sonríe de forma que logra hacerme sentir vivo de nuevo.

— Hablando de esperar... No me has dicho cómo te fue en Seúl.

Muerde su labio con fuerza. La he observado lo suficiente como para saber que en cualquier momento, comenzará a arrancar la cutícula de sus dedos y eso indica que algo la inquieta demasiado.
A veces siento que guarda tantas cosas...
Hay ocasiones en las que se aísla completamente y no logró entender sus razones, solo sé que le agrada que le de su espacio y no pregunte cosas que tal vez ni siquiera ella sabe.

— Gané primer lugar. — Suelta con voz gélida, sin algún tipo de gesticulación o movimiento. Solo lo dice y ya, como si pasara todos los días.

— ¿Felicidades? — Arqueo una ceja no muy seguro de que mi felicitación vaya a agradarle. Dejamos unos momentos en silencio parece que quiere hablar de ello pero su semblante me dice que no sabe ni cómo comenzar. — ¿Quieres hablar de eso?

Duda un poco apretando las cadenas del columpio con impaciencia y luego de un breve suspiro, asiente lentamente.

— No quiero darle más razones a mi madre. No quiero ir al Conservatorio de Danza, Yoongi.

— ¿Ya le dijiste? Oye, creo que tú sí te tomas eso de esperar con mucha seriedad.

— Ella sigue insistiendo que si soy buena, entonces me gusta y por lo tanto debo dedicarme a eso.

La señora Ahn me agrada. No es una mala persona. Sin embargo a veces no entiendo cómo es posible que si esta familia puede ofrecerle una infinidad de posibilidades a su hija, ella se aferre a vivir a través de Miah.

— ¿Eres consciente de que tu madre está frustrada y -

— No quiero lastimarla. — Interrumpe con culpa en sus palabras.

— Lo sé. — Intento sonreírle un poco cuando voltea a verme de nuevo.

Me gusta pasar el tiempo con Miah. También me gusta escucharla y esperar por aquello que tenga que decirme cuando le cuento cómo me siento.
Sé que somos muy diferentes y que nuestros "problemas" no son comparables, pero de alguna forma ella consigue hacer que me sienta comprendido y por lo tanto, eso también significa que no me siento tan solo.

A veces creo que ella siente lo mismo. O eso espero.

Me gusta pasar el tiempo con Miah porque poco a poco, siento que he encontrado un lugar junto a ella.

Miah es como el lugar seguro a donde puedo ir cuando siento que me asfixio.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro