Narración: Ｈｅｌｅｎ

Poco después de que Jimin y Ari desaparecieran de la cafetería, yo me levanté y me dirigí al bar para comprarme algo para beber. Había una fila larga pero como estaba sedienta esperé. La cafetería era de buffet, yo solamente quería coger un zumo y pagarlo pero otros, cogían su bandeja y se podían coger sándwiches, bebida, pizza, bocatas... Aunque solamente quisiera una cosa, tenía que esperar en esa fila.

Estaba perdida en mi mundo hasta que me di cuenta de quién tenía delante. Su risa me llamó totalmente la atención. Hani no paraba de hablar con su amiga y por su culpa tardaba en decidirse que coger para merendar.

No le di importancia y esperé a que se moviera, por suerte, yo tenía paciencia.

Pero es verdad que era un poco cotilla y me quedé escuchando la conversación que tenía con su amiguita.

- Hace un momento he visto a Jimin y a Arianne salir juntos.- le informó su amiga y fue por eso que me quedé escuchando.

- ¿En serio? - preguntó incrédula y soltó una risita sarcástica - Jimin es tan estúpido... - dijo con un suspiro - Que ganas de hacer que Arianne se convierta en el hazmerreír del instituto - le susurró Hani y esta se río por su comentario. Fruncí mi ceja al escucharla.

Ni me lo pensé ni dos veces y tomé del hombro a Hani haciéndola voltear.

- ¿Que es has dicho sobre Arianne? - le pregunté sin alterarme, no quería ponerme a gritar y mucho menos montar una pelea ahí en medio, pero no me hizo nada de gracia escuchar ese tipo de amenaza contra mi amiga. Ella arqueó las cejas.

- Oh, pero mira quién nos esta hablando... Si es la rubia tonta- dijo aumentando el volumen y soltó una risa.- ¿Cuál es tu nombre? - me preguntó señalándome con su dedo.

- No te importa. - contesté seria restándole importancia a su comentario anterior y ella me miró divertida.

- Es verdad, a mi tampoco. - su amiga se rió.- ¿No sabes que es de mala educación escuchar conversaciones ajenas?- ella era la menos indicada de hablar sobre mala educación cuando me esta señalando con su dedo.- Será mejor que no te metas donde no te incumbe, guapa - tenía intenciones de darse la vuelta pero volví a impedírselo aumentando mi fuerza. Los que estaban detrás mía empezaron a quejarse porque no nos movíamos, pero los ignoré.

- ¿Perdón? Claro que me incumbe ¿te atreves a amenazar a mi amiga? -

Soltó una carcajada sarcástica- ¿Amiga? ¿En serio consideras Arianne como amiga? - preguntó mirándome fijamente a los ojos, realmente me estaba conteniendo mucho.

- Sí.

- Já, pobre ingenua.- masculló apartando la mirada de mis ojos. Sus comentarios cada vez me iban calentando más - Arianne se merece estar sola por muchas razones que entiendo que tú siendo nueva no vas a comprender pero ¿Sabes...? Te ves ridícula siguiendo a ese grupo de idiotas. - me dijo señalando la mesa donde estaban los chicos, se acercó a mi y vi su mirada de asco hacía mi persona.

- Normal que ninguno te soportara, eres muy odiosa.

- Estas siendo muy irritante... - dijo bufando y cerrando los ojos para no perder su poca paciencia. - Te advierto que si no quieres salir perjudicada- se acercó a mi y mientras que con una mano aguantaba su bandeja, la otra me señaló de nuevo con su dedo dándome un golpe en el hombre - será mejor que cierres esa maldita boca. - me amenazó cerca mía y su mirada se volvió oscura.

¿Se pensaba que iba a salirse con la suya?  La miré con el mismo odio que ella me dedicaba y solo tuve que darle un golpe a su bandeja para que su bebida y su comida le cayera encima de su ropa. La bandeja cayó al suelo haciendo ruido seco y fuerte logrando dejar toda la cafetería en silencio.

Su bebida le llegó a mojar hasta la cara y parte de su pelo, ella me miró con tanto desprecio que casi podía ver fuego en sus ojos.

En cuestión de segundos, masculló un fuerte insulto y se abalanzó sobre mi. La gente se alarmó y se formó un circulo a nuestro alrededor al momento. Ella me estiraba de los pelos y con agilidad logró tirarme al suelo haciendo golpear mi espalda fuertemente contra él. Los gritos de las personas pasaron al segundo plano y golpeé a Hani para mi defensa. La acorralé contra el suelo y se llevó un puñetazo de mi parte. Se lo merecía por zorra. Pero ella clavó sus uñas largas y me dejó arañazos en los brazos y uno grande en la mejilla. En ese momento, ninguno de sus golpes me dolían. Ella no paraba de gritar insultos y ambas estábamos fuera de control.

Fue entonces cuando unas manos se posaron en mi cadera alejándome de ella.

- ¡NO!- grité intentando zafarme del agarre. Hani también fue atrapada por un chico de otro curso.

- ¡SUÉLTAME!- gritaba Hani moviéndose entre los brazos. Se veía totalmente fuera de si, estaba loca.- ¡Esa zorra no sabe con quién se ha metido!

- ¡Tú sí que no me conoces bien! - le grité enfurecida. Hacía tiempo que no me peleaba con alguien.

- Ya, ya basta Helen. - cuando escuché la voz de Taeyong en mi oreja, me quedé paralizada. Ni siquiera me di cuenta que él me había atrapado.

- ¿¡Qué esta pasando aquí!? - el grito de la directora entrando en la cafetería dejó un silencio sepulcral que me provocó un escalofrío.

Al vernos, nos mandó inmediatamente a su despacho.

Estábamos sentadas en las sillas, aunque había un espacio que nos separaba. La miré, al menos ella había salido más perjudicada que yo pero tampoco me he quedado atrás, tenía arañazos y golpes por la cara y brazos, me dolía la espalda por el golpe y mi cabello estaba desordenado. Me pasé la mano por la cara y me di cuenta que mi mejilla sangraba.

La directora cuando estaba enfadada, realmente daba miedo. Nos gritó durante cinco minutos y dándonos la charla de que en su colegio no iba a permitir ese tipo de comportamientos en sus alumnos, fue entonces que nos anunció que seríamos expulsadas por una semana. Ambas nos quejamos pero no hubo manera de que nos pusieran otro tipo de castigo que no fuese ese. Los ojos de Hani se humedecieron e intentó ser la victima echándome toda la culpa a mí. Le dije que era una mentirosa y ella me gritó. El golpe que dio la directora en la mesa nos sobresaltó haciéndonos callar.

- Basta. Voy a llamar a vuestros padres para que vengan a recogeros, recoged vuestras pertenencias y os recomendaría pasaros por la enfermería.

Salí del despacho mirando el suelo, la había cagado mucho, pero no me arrepentía. Vi a Hani alejarse de mi mascullando cosas que no entendí y tampoco quise darle importancia.

- ¡Helen! - la voz de Taeyong me sorprendió y lo vi acercarse a mi rápido- ¿¡Estas bien!?- me observó con detalle. Se veía muy preocupado.

Me encogí de hombros- quizás necesito curarme estas heridas- dije señalándome la cara y él apretó los labios como si estuviese molesto.

- Ven - me tomó de la muñeca y sin hacerme daño me acompañó para que la enfermera me curara. El timbre había sonado hace cinco minutos y Taeyong se había quedado a mi lado. Le dije que se marchara pero negó con la cabeza.

Cuando salí de ahí vi a Arianne me esperaba en el pasillo y se acercó a mí preocupada. Se le veía nerviosa y le dije que se calmara, pero ella realmente odia a Hani y se estaba enfureciendo tanto que me reí al ver su reacción y sus palabras malsonantes salir de su boca. Le volví a repetir por quinta vez que no se preocupara y le dije que me iba a casa por cinco días.

- En serio Helen- dijo con un suspiro- no tenías que haberme defendido. Ella iba a por mi...- me reí porque sé que ahora se sentía culpable pero la sorprendí dándole un abrazo.

- No tienes la culpa y yo no me arrepiento. Eres mi amiga y pienso defenderte de lo que sea, no me importan las consecuencias si se trata de ti, Ari.- ella se quedó callada ante mis palabras pero me correspondió el abrazo.

Una profesora de guardia me encontró y me informó de que mi padre había llegado. Arianne me miró apenada y me encogí de hombros, ¿qué más da ya? ¿Una semana de vacaciones? Sonaba interesante... bah, demasiado aburrido.

Me despedí rápido de Arianne y cuando me giré vi a Taeyong apoyado en la pared. Realmente se había preocupado por mi.

- No te olvides de mi - le dije graciosa, al menos para quitarle hierro al asunto y él me miró divertido. Nos habíamos vuelto muy cercanos en estos últimos días.

- No lo haré - me aseguró guiñándome un ojo y le enseñé una sonrisa asintiendo con mi cabeza.

Una sonrisa que se esfumó cuando salí del colegio y vi el coche de mi padre. Se mostraba molesto, bastante molesto conmigo.

- Estoy pensando en mandarte con tu madre.- soltó después de estar medio trayecto en un silencio incómodo. Giré la cabeza asustada mirándole.

- ¿¡Por qué!?- grité.

- Me voy una semana entera a un viaje por temas de trabajo. - dijo sin apartar la mirada de la carretera.

- ¿Otro? - pregunté irónica - ¡Siempre estas de viajes!

Me llevaba bien con mi padre, por eso me vine a vivir con él. Lo prefería antes de estar con mi madre ya que, el hecho de que pusiera los cuernos a mi padre me afectó más a mí que a él mismo. Pero desde que llegué, pensé que estaríamos más tiempo juntos como cuando era niña y siempre estábamos bromeando y viendo la televisión juntos. Ahora apenas lo podía reconocer, nunca estaba en casa, apenas se preocupaba de mí y estaba segura que en este momento él estaba enfadado porque le he interrumpido trabajando que el hecho de que me he peleado con alguien.

Y cómo bien sabía, él no me hizo caso y cuando me dejó en casa, se volvió a ir recordándome que no le esperase para la cena.

Me derrumbé en el sofá y sentí que esos bajones que se me presentaban por las noches volvían con más intensidad y dolor. No sabía cómo organizar mis pensamientos, habían tantas cosas que me preocupaban o me carcomían por dentro que realmente me premié por ser una gran actriz. Nadie puede pensarse que alguien como yo, podía tener problemas e inseguridades.

El problema que más me estaba afectando en ese momento fue que me sentía sola. Podía ser literalmente porque en ese apartamento de lujo siempre se mantenía en silencio pero también me refería con mis padres y amigos.

Nunca había tenido amigos.

Antes de mudarme, estaba sola. Pero llegué a entender, después de muchos años, que todo era por pura envidia. Atraía a demasiados chicos babosos haciendo que las chicas me cogieran tal asco que todas terminaban hablando mal de mi e inventándose cosas. Y los chicos, solo me querían para un polvo y ya. Por lo que me pasé una gran parte de mi adolescencia sin nadie con quién poder confiar porque al final, siempre terminaban traicionándome.

Cuando llegué aquí, me sentí agradecida de conocer a Arianne y a sus amigos pero aún así, volví a sentirme sola.

Porque a pesar de que todos ellos me aceptaron y Arianne me escuchó cuando lo necesitaba, me di cuenta que yo apenas encajaba tan bien como ellos hacían entre ellos mismos. Por ejemplo, Arianne y Jimin siempre están juntos con sus peleas y sus juegos, los demás solo se entendían entre ellos, muchas veces ni me podía meter en las conversaciones porque no entendía nada. El único que me daba más conversación era Jimin, pero aún así, veía perfectamente lo bien que se comunicaba con los demás y Arianne siempre me hablaba de su mejor amiga Nicole, la cual podía confesar que envidiaba un poco. Arianne se veía que extrañaba mucho a su amiga. Y es por eso que de alguna manera, yo me sentía apartada. Y lo entiendo, ellos llevaban muchos años siendo amigos pero no podía evitar sentirme estúpidamente así.

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Quería hacer un especial de Helen para que la pudierais conocer más.

Quería pedir disculpas por no actualizar antes; estuve enferma y realmente no me encontraba de humor para escribir pero al final terminé escribiendo la triste historia de Helen. *se ríe para no llorar*

I really feel you, ma' sistar.

¡Ah! Sí, habrá segunda parte narrado por Helen. No quería hacerlo tan largo así que decidí separarlo por dos capítulos.

¡Por cierto! Os presento a la nueva compañera de clase:

SPOILER
le va a robar el corazón a Jimin y Arianne se pondrá celosa de nuevo

Pero tiene pinta de ser demasiado diva y esta dispuesta a rechazar a miles de chicos que intenten ligar con ella. Y no dudará si hay que sacar la pistola de la mochila para dejarlo claro

Chau ✨