- ¿Q-qué? - balbuceó él unos segundos después. Me miraba con los ojos abiertos y quedó intentando asimilar lo que había revelado. Desde luego, no se esperaba mi repentina confesión y lo único que deseé en ese mismo momento fue huir.

- Olvídalo. - espeté y pasé por su lado rápido para comenzar a correr lejos de él.

- ¡Espera, Ari! - gritó detrás mía. Corrí y cuando miré atrás, él me estaba persiguiendo. - ¡Deja de correr! - me gritaba. Aumenté mi velocidad y empecé a dirigirme por las calles con la intención de que él me perdiera de vista. Después de mi confesión, me di cuenta que temía por su respuesta y es por esa razón por la que estaba huyendo de él. No sabía si estaba preparada para escucharle pero solamente quería correr y correr. Él parecía no cansarse, en cambio yo ya me estaba ahogando. Además, la lluvia no paraba y cada vez era más intensa. Y bueno, ya tenía la ropa mojada. 

Al final, logré perderle de vista y pocos minutos después llegué a mi casa.

Me dolía el pecho demasiado y me estaba costando recuperar mi aliento. Mis pulsaciones estaban disparadas y nada más llegué, me tiré al suelo casi muerta. Cuando me recuperé, me fui a mi cuarto para coger ropa seca.

Salí del baño vestida y secándome el pelo con la toalla. Me dirigí al cuarto donde cogí mi móvil y busqué en mis contactos al causante de todo esto.

Esperé y menos mal que me contestó la llamada.

- Hola, Ari- me saludó pero le interrumpí.

- Maldito seas, Taeyong.- dije más seria que nunca.

- Oh vaya, vaya...- soltó una pequeña risa.

- ¿Cómo que ''oh vaya vaya'' tú sabes la que me has liado?- le pregunté y escuché su risa divertida.

- ¿Qué pasó? Pensaba que iba a salir bien, no sé, he visto a Jimin muy celoso.

- Él ya lo sabe.- le conté y solo tardó dos segundos en entenderlo.

- ¿Y? ¿Qué dijo? - preguntó entusiasmado, podría jurar que estaba sonriendo en ese momento.

- Nada. He huido de él.

- ¿Qué? ¿Por qué?

- No quería saber la respuesta.

- Eres tonta, Ari.

- Ya lo sé, gracias por hacermelo recordar.- él se rió.

- A ver, tenías que haberte arriesgado a saber la respuesta ¿Estas 100% segura que iba a rechazarte?

- Em...

- Ni lo sabes.- suspiró - Te recuerdo que hace dos días querías confesarte y parecías muy confiada.

- Sí, pero de repente apareció Jimin con Hani y se me quitaron las ganas.

- Pero hoy tú misma has visto como él ha reaccionado ¿Realmente crees que un amigo tendría que actuar de esta manera?

- Argh...- suspiré exhausta sentándome en el sofá.- No lo sé, pero recuérdame que no vuelva a correr tanto, estoy agotada.

- Pobre Jimin. Me compadezco de él a pesar de que sea tan idiota.- dijo con un suspiro y me reí un poco.

- Debes estar de mi parte.

- Sabes que lo estoy, pero sé que no hiciste bien en huir después de hacerle saber tus sentimientos. Así solo vais a hacer incómoda vuestra relación.- Él tenía razón. - Bueno... Cambiemos de tema... Y dime... ¿Qué tal mi beso? ¿Te ha gustado?- preguntó divertido.

- Casi te llevas un golpe de mi parte si no llega Jimin a aparecer.- le confieso y él se ríe. En ese momento el timbre de la puerta suena.

- Menos mal que Jimin vino, si no, no quiero saber que habría pasado...- me levanté del sofá. Me reí un poco.

- Has tenido suerte... bueno, después hablamos.

- ¡Vale, adiós y no te atormentes por Jimin, pronto todo volverá a la normalidad!

- Espero... - dije esperanzada- Adiós...- me despidí y colgué cuando llegué a la puerta. Entonces, la abrí.

Cuando lo vi enfrente mía, solté un pequeño grito y tuve la intención de volver a cerrar la puerta.

- ¡Déjame entrar!- me decía Jimin desesperadamente empujando la puerta contra mi.

- ¡No! - contesté poniendo todas mis fuerzas para cerrarla. Él estaba todo mojado y se estaba ahogando con su respiración. Al parecer acababa de llegar.

- ¡Por favor, Ari! - me rogó cuando logré cerrar la puerta en su cara- Necesito hablar contigo.

- Jimin, habláremos más tarde, ahora no estoy bien, necesito tiempo.

- Por favor. - me suplicó acercándose a la puerta. - O... al menos contéstame a unas preguntas.

- Jimin...

- Vale, dos. Solo dos preguntas y me voy.- intentó convencerme. Suspiré rendida y me apoyé a la puerta para escucharlo.

- Vale.- contesté.- Pero desde aquí.- escuché un suspiro resignado por su parte.

- De acuerdo... - hubo un pequeño silencio, estaría formulando sus preguntas - Me dijiste que te gusta Taeyong ¿por qué ahora dices que te gusto?- preguntó y cerré los ojos nerviosa.

- Es mentira.- empecé a ser sincera - Jamás me ha gustado Taeyong. Te mentí porque quise ver cómo reaccionabas.

- ... ¿E-entonces es cierto que estas enamorada de mi?

- Sí, Jimin.- afirmé y me tapé la cara con ambas manos temblando. Él se quedó callado.

- ¿Me dejas entrar? - volvió a insistir con una voz más calmada.

- Jimin, por favor... Lo mejor ahora es que vayas a tu casa... Quiero estar sola.

- De acuerdo... - dijo decepcionado y escuché sus pasos, se iba alejando.- Oye, Ari. - escuché su voz.

- ¿Sí...?

- Solo para que lo tengas en cuenta...- escuché como abría su puerta - Pero yo también estoy enamorado de ti.

Un segundo después, se escuchó la puerta de su departamento cerrarse haciendo un silencio absoluto.

Me deslicé sobre mi puerta y terminé sentada en el suelo... No puede ser...  Intenté tranquilizar mi corazón que no dejaba de latir fuerte por su culpa...

Porque eso no me lo esperaba en absoluto.

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Mis lectores después de este capítulo.

Omg... Me encanta~ Espero que a vosotros también os haya gustado. Estoy muy contenta de ese final inesperado de este capítulo. Intenté hacerlo más intenso(?) pero creo que no doy para más. 😂

En fin, hasta el próximo capítulo ❤