Maldije en voz alta.

Porque no es normal la tan mala suerte que puedo tener.

Joder, maldita sea la hora en que me enamoré de Jimin.

Ese idiota no hacía nada más que darme disgustos.

Y Dios... Me sentía totalmente decepcionada y completamente rota.

Ese mensaje de Helen me sentó peor que cuando me dijo que le gustaba Jimin e incluso cuando él se disculpó por besarme. Pero ¿En serio que Jimin besó a Helen? Pues sí, al parecer fue así. Aunque me doliera preguntar cómo fue, lo hice, tenía que entender por qué Jimin la besó. Aún así, no lo comprendí. Jimin la sorprendió besándola mientras hacían el trabajo. Helen también se pregunta por qué lo hizo pero estaba demasiado feliz como para realmente preocuparse por eso.

Esto era bastante decepcionante pero viniendo de Jimin ¿Por qué no me lo esperaba?

A la mañana siguiente, me desperté en el sofá. Anoche no pude reconciliar el sueño y me dirigí al sofá, demasiadas cosas tenía en mi cabeza como para poder dormir. Me di cuenta que abrazaba mi almohada y al parecer había sido tapada con una manta.

Eso significaba que mi madre ya había llegado a casa.

Me incorporé y un dolor apareció en mi cuello. Dormir en ese sofá es demasiado incómodo. Escuché ruido proveniente de la cocina y me dirigí a allí. Me froté los ojos, me dolían bastante.

- Hola...- saludé cuando vi a mi madre sorprendiéndola. Ella se giró y llevaba su taza de café en la mano.

- ¡Ari, cariño!- dijo contenta de verme. Se acercó a mi y borró su sonrisa- ¿Te encuentras bien? Estas un poco pálida y tienes los ojos rojos.

- Eh, oh... Sí, sí estoy bien...

- ¿Has estado llorando?- preguntó. ¿Tanto se notaba que me había pasado la noche llorando?

- Bueno... - miré a otro lado avergonzada.- Sí...

- ¿Por qué? ¿Qué ha pasado?- se notaba preocupada por mi.

- No, no ha pasado nada.- ella frunció el ceño.- Ayer... Ayer mi grupo favorito ganó unos premios y me emocioné, solo eso.

Me miró con las cejas fruncidas y rodó los ojos.

- Ya veo. Estas obsesionada con ese grupo, eh.- dijo alejándose de mí para sentarse en la mesa. Me reí un poco con ella. No sé si hacía bien en no contarle nada sobre mi vida, pero creo que no era nada importante, prefiero guardármelo a mi misma.

Me encerré en mi cuarto y no salí de ahí en todo el día. Estaba demasiado confundida, ya no sabía que hacer con mis sentimientos.

Nicole me sorprendió llamándome por vídeollamada. No tenía que haber aceptado porque en ese momento no estaba de humor.

- ¡Hola, Ari! ¿Cómo estas? ¿Qué tal la fiesta? - ella lucía animada.

- Fatal. - contesté. Ella borró su sonrisa.

- ¿Por qué? ¿Que ha pasado?

- Estoy cansada, Nicole. Me besa Jimin y todo parece genial pero después se arrepiente y se va a besar a Helen. Estoy harta.

- ¿C-cómo? ¿Qué has dicho? ¿¡Has besado a Jimin!?

- Sí, pero estábamos ebrios. Después se disculpó pero bien que se fue a besuquearse con la estúpida de Helen- escupía con rabia.

- ¿¡Cómo!?- gritó ella sin poder creérselo.- ¿En serio que Jimin se ha liado con ella?

- Sí. Y no voy a seguir con esto. Aquí se termina todo.

- ¿Qué estas diciendo? ¿Vas a rendirte?

- Sí ¿Para qué seguir? Si Jimin no me tiene nada de consideración. Él nunca cambiará.

- Al menos has dado un paso ¿no? Le has besado- espetó ella como si eso fuese realmente bueno.

- Cállate, Nicole. Eso solo ha sido dar un paso al fracaso. - contesté enfadada.

- Oye, tranquila.

- No, tranquila no. Estoy harta, estoy cansada de sentirme así por Jimin. Estoy harta de Helen. Estoy harta de que nada salga como quiero. Estoy harta de confundirme y volverme loca. Harta de seguir creyendo que puede tener oportunidades. ¡Joder! - grité enfadada.- ''No te rindas tú conoces mejor que nadie a Jimin'' -imité la voz de Nicole- ¡Y una mierda! ¡No te tenía que haber hecho caso!

- ¿Te estas escuchando? ¡Yo no tengo la culpa que Jimin te haya rechazado!- gritó ella, la estaba poniendo cada vez más nerviosa. Me quedé en silencio. Lo había dicho. Sí, había dicho eso.- Eh... Lo sien- la interrumpí.

- ¡Claro que la tienes! ¡Yo ya lo sabía! Pero me comiste la cabeza con que no me rinda con él y todas esas mierdas.

- Arianne, vete a descansar, me estas poniendo de los nervios.

- Ja. ¿Ya estas huyendo? Claaaro, cómo siempre.

- ¿Qué estas diciendo?

- Siempre huyendo, normal que Jungkook no quisiera estar contigo con lo cobarde que eres. - dije sin meditar mucho. Sabía que era un tema delicado pero en ese momento estaba tan enfadada que no podía callarme. Dejé a Nicole con la boca abierta. No tenía que haber dicho eso.

- Eres idiota... ¡SABES PERFECTAMENTE PORQUE ME ALEJABA DE ÉL!- gritó irritada.- Mira, la única cobarde de aquí eres tú, así que vete a tomar por culo. Adiós.

Cortó la videollamada. Cerré la pantalla del portátil con fuerza y un segundo después me encontré llorando tan fuerte que tuve que ocultar mi cara contra la almohada.

Al rato alguien llamó la puerta de mi habitación y la abrió.

- Ari - era la voz de mi madre- ¿Qué te apetece cenar?

No contesté, le daba la espalda a la puerta.

- ¿Ari...?- ella se acercó a mi cama- ¿Estas bien?- preguntó preocupada.

- No...- contesté con un hilo en la voz. Mi madre se sentó en mi cama y me giré para verla. Me tocó la cara.

- ¿Por qué estas llorando?- me incorporé un poco. No contesté pero la abracé con fuerza. Necesitaba un abrazo en ese momento.- Ari... ¿No estas llorando porque tus ídolos han ganado otro premio o han sacado un videoclip nuevo, cierto?- me preguntó en sus brazos.

- No, mamá...

- Vaya...

Terminé contándoselo todo. Desde que me gusta Jimin hasta la pelea que tuve con Nicole. Me escuchó atentamente y me limpió las lagrimas con sus dedos. ¿Podía sentirme peor aun? A parte de todo lo que me había pasado, ahora me sentía miserable por haberla pagado con Nicole. Hice mal en llamarle así y sobretodo meter a Jungkook.

Meses antes de que Nicole se marchara, Jungkook y ella mantenían una fuerte amistad que poco después, ambos se empezaron a gustar. Jungkook intentó declararse un montón de veces y más de una vez se habían besado pero... a Nicole le asustaban las relaciones. Había tenido malas experiencias y a pesar de que sabía que Jungkook jamás le haría daño, no se atrevía a empezar una relación con él. Es por eso que cuando supo que se iría a vivir lejos se negó totalmente hasta que llegar a un punto de no querer a estar a su lado e ignorarle para no enamorarse más de lo que ya estaba.

Había sido duro para los dos pero Nicole lo hizo para que Jungkook no sufriera cuando ella se marchara.

Finalmente, Jungkook lo llegó a aceptar y siguió su vida ocultando su dolor y su amor no correspondido.

Y eso es lo que yo debía hacer a partir de ahora; aceptar que Jimin jamás será mío.

Le supliqué a mi madre si podía faltar a clases el lunes. No quería ver ni a Helen ni a Jimin. Era demasiado cobarde como para poder enfrentarme a esos dos después de todo esto. Se lo pensó pero me advirtió que si me quedaba tenía que ayudarla con las tareas de casa. Acepté con total de no ir.

Y así fue, al día siguiente, cuando Jimin pasó por mi puerta a recogerme mi madre le comunicó que yo me encontraba enferma.

Me pasé la mañana ayudando a mi madre y al menos me divertí un poco con ella. Por la tarde, me sorprendió que sonara en timbre y mi madre fue a abrir. Cuando escuché la voz de Jimin me escondí en la cocina.

- Hola ¿Cómo se siente Ari?- preguntaba él.

- ¡Hola! Pues... Aún sigue en su cama...

- Oh... ¿Puedo ir a verla?

- Mejor no... Debe estar durmiendo...

- Ah... Bueno... Pues... ¿le puedes das esto de mi parte? - sonó un poco decepcionado.

- ¡Sí! Muchas gracias, Jimin.

- Nos vemos...

- Adiós, dale recuerdos a tus padres.

- ¡Lo haré!

Cerró la puerta.

Cuando mi madre llegó a la cocina, me dejó ese paquete encima de la mesa.

- Te ha traído tu chocolate favorito, qué mono.

- ... - me quedé sin palabras. No muchos saben cual es mi chocolate favorito. Agradecí un poco a Jimin mientras me comía un trozo pero...- Mamá.

- ¿Qué?

- ¿Puedo faltar a clase también mañana? - pregunté.

- No.

(...)

No quería ser tan obvia, pero durante toda la semana me la pasé ignorando a Jimin. Cada mañana me iba antes al instituto para no ir con él. Le ponía de excusa que tenía que estudiar en la biblioteca y aunque le pareció extraño, lo aceptó porque justamente esa semana teníamos muchos exámenes. En los descansos, él se acercaba a mi mesa, Helen le saludaba muy animada y yo... me disculpaba y me iba al baño.

- ¿Estas bien? - me preguntó él, mientras merendábamos. Asentí con la cabeza sin mirarle a los ojos. No insistió pero al día siguiente volvió a hacerme la misma pregunta.

Asentía con la cabeza y seguía con lo mío.

- Estas muy rara ¿Te pasa algo? - me preguntó a la salida.

- No me pasa nada. - y me mantuve callada todo el trayecto de vuelta a casa.

Los demás se estaban extrañando con mi actitud con Jimin porque con los demás les seguía tratando igual. Aunque hablaba mucho menos con Helen.

- ¿Estas molesta con Jimin? - me preguntó Suga.

- No.

Sabía que si decía lo contrario no tardaría en decírselo a Jimin. Pero aunque dijese que no, era demasiado obvio que le ignoraba y Jimin también se estaba dando cuenta. Había pensado en actuar como siempre, pero estaba enfadada con él.

Llegó el viernes, había sido una semana bastante larga. Terminó la clase de lengua y cuando el profesor se fue, todos se levantaron para aprovechar el descanso. Sorprendentemente, Jimin se acercó a mi mesa, había dejado de venir al ver que yo siempre me iba de clase. Helen no estaba a mi lado, de hecho, ese día no había ido a clase.

- Arianne. - me llamó él.

- Dime. - contesté sin mirarle a los ojos.

- ¿Podemos hablar? - me preguntó serio. Me levanté de la mesa y pasé por su lado.

- Ahora no puedo. - contesté y me alejé de él para marcharme de la clase.

Caminé por el pasillo.

- ¡Arianna!- escuché su voz detrás mía. Aceleré el paso, pero eso solo hizo que él corriera hacía a mi. Me tomó del brazo y me giró hacía él.

- Jimin, no quiero hablar ahora.

- ¡Pero yo sí!- me suplicó.

- Ahora no.

- ¿¡Qué te pasa conmigo!? - preguntaba nervioso - ¿¡Por qué me ignoras!?

- Jimin...

- ¡Llevas toda la semana pasando de mi!- me gritaba mirándome fijamente mientras que yo mantenía mi mirada apartada.

- Jimin...

- ¿¡Se puede saber que te he hecho ahora!?

- ¡Jimin!- grité para que dejara de gritarme y de atosigarme con sus preguntar. Le miré a los ojos, estaba sin expresión.

- Déjala - ambos nos sobresaltamos al escuchar una voz. Miramos a la misma dirección y reconocí a esa persona.- ¿No entiendes que cuando una chica te dice no, significa no?

- No te metas donde no te llaman, Taeyong. - dijo Jimin molesto.

Taeyong es un compañero que va a nuestro mismo curso pero a diferente clase. Lo conocía muy poco, no hablábamos mucho, quizás cuando nos cruzábamos nos saludábamos pero nada más.

- De hecho, vuestros gritos me han llamado la atención.- sonrió de lado y miró a Jimin- Va, no agobies a la pobre muchacha - Jimin dudó pero finalmente me soltó. Bufó bien cabreado,  él había perdido toda la paciencia. Se alejó de nosotros y lo perdí de vista cuando giró la esquina.

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¡Aquí os dejo el capitulo 13! Ha habido mucho drama, creo yo. Arianne ya ha perdido la paciencia y los demás también por su culpa.

Por cierto, os dejo una foto del chico que ha aparecido al final, Taeyong.

¿Lo reconocéis? Es uno de los integrantes del grupo NCT. Me encanta.

Bueno, nos leemos pronto ¿sí?

Decidme que os aparecido este capítulo.

¡Chau!♥