Arianne

Jaebum me había llevado a un restaurante algo caro pero el ambiente y la comida estaba riquísima. Iba todo bien o al menos eso estaba deseando, que todo fuera bien. Mis piernas se movían nerviosas al igual que mis manos que las estaba ocultando bajo la mesa y además no podía concentrarme en lo que mi amigo me decía.

¿A qué se debe todo esto?

Todo es culpa de Jimin.

No podía quitarme de la cabeza su mirada antes de marcharme de casa, de verdad, me estaba carcomiendo por dentro. Me estaba sintiendo hasta mal. Lo odio por eso porque me manipula fácilmente con sus palabras. Me siento inquieta y no paro de mirar la hora y si comprobar algún mensaje de parte de él.

- Arianne – hablaba Jaebum pero yo estaba mirando un punto fijo en la mesa. – Arianne... - se acercó un poco a mí y chasqueo cerca de mi cara haciéndome reaccionar.

- ¡Oh! Lo siento, lo siento.

- ¿Estás bien? – preguntó realmente preocupado y asentí con la cabeza muchas veces seguidas - ¿Seguro?

- Sí, sí. Lo siento por despistarme.

- Mmm, tranquila, no pasa nada... Por cierto, no te lo he dicho, pero – se acercó más a mí y tomó un mechón mío y lo posicionó detrás de mí oreja. Me puse roja y me quedé estática. – Te ves muy bonita esta noche.

Empecé a balbucear como una tonta y él me enseñó una sonrisa.

- Gra...gracias...

Menos mal que llegó el camarero a recoger los platos ya vacíos porque pensé que me iba a dar algo ahí mismo. Desde luego, Jaebum hoy estaba muy cariñoso conmigo.

Esto me estaba resultando algo... incómodo.

Me excusé diciendo que iba al baño y casi salí corriendo del asiento pero disimulé un poco. Me miré al espejo y solté un suspiro, luego miré mi móvil y no vi ningún mensaje de Jimin. ¿Qué estoy esperando? ¿Qué me suplique que vuelva? ¿Qué me llame y me diga que alguna cañería ha explotado y que se esta inundando mi departamento? 

Dios, tengo que tranquilizarme. 

Jaebum me esta esperando ahí fuera, no tienes que hacerle ningún feo. Además, no es ningún chico cualquiera. Ese chico ha estado contigo mucho tiempo, ayudándote y animándote desde antes de que Haeri naciera.

¿Entonces por qué no puedo sacarme a Jimin de mi cabeza?

¿No crees que es por qué te gusta?

Me tiré agua en la cara, demasiada creo, un poco más y me ahogo.

¿¡Cómo me va a gustar!?

Además ¿Podría dejar de discutir conmigo misma? De verdad que parezco idiota y ahora encima tengo que secarme la blusa, no puedo salir así.

Gruñí mientras dejaba que el secador ese de manos secara mi blusa. Estoy tardando demasiado, Jaebum va a empezar a pensar mal...

Alguien tocó la puerta. – Arianne – era Jaebum, me sobresalté y con la mala suerte mis tacones resbalaron con el agua que yo misma había tirado anteriormente. - ¿¡Arianne!? – ahora preguntó más preocupado por el ruido que mi culo causó al caer al suelo. 

- Auuu – me quejé frotandome la espalda y como pude contesté – Hola Jaebum.

- ¿Qué pasó? ¿Estas bien?

- Sí sí – poco a poco iba poniéndome de pie dolorida. Ahora mis pantalones también estaban mojados – Estoy bien, tranquilo.

- ¿Te encuentras mal?

- N-no, ahora salgo.

Tomé exageradamente un montón de papel e intenté limpiarme, me peiné con mis manos y abrí la puerta encontrándomelo de frente. Intenté sonreír con naturalidad. Vi su ceja fruncirse.

- Bueno... - dijo algo incómodo por la situación - ¿Quieres postre?

- N-no, gracias. – sonreí de nuevo poniéndome recta.

- Entonces iré a pagar y nos vamos... - iba a quejarme porque cenar en este restaurante no es muy barato pero ya antes me había advertido que invitaría él.

Salimos juntos del restaurante y me abrigué bien ya que hacía frío y porque debía ocultar toda mi ropa mojada.

- ¿Dónde quieres ir? – me preguntó andando a mí lado. ''A casa'' pero no iba a decir eso.

- Donde quieras – dije encogiéndome de hombros. Entonces e inesperadamente, me tomó de la mano y empezamos a caminar por esa calle repleta de restaurantes y bares. Miré nuestras manos entrelazadas y no dije nada, a pesar de que estaba más quieta que una estatua.

Nos metimos en un bar y pedimos algo de beber. Creo que fue ahí donde se me fueron las cosas de las manos.

Yo. No. Puedo. Beber.

Jaebum y yo nos reíamos a carcajadas por tonterías, la incomodidad se había esfumado y ahora hasta lo estaba abrazando. 

La música empezó a sonar fuerte y Jaebum quiso bailar conmigo aunque yo me movía como un pato mareado, pero bailé con él. Terminé encima de una silla bailando Rollin' de Brave Girls y me comí el suelo por gilipollas.

Y porque estando borracha el equilibro se va a tomar por culo.

Jaebum se rió mucho y me ayudó a levantarme del suelo.

Al rato decidí sentarme porque todo me daba vueltas y por curiosidad saqué el móvil ya que quería ver que hora era. Me llevé una sorpresa al tener 8 llamadas pérdidas de Jimin. Me asusté realmente y justamente volvió a llamarme. Acepté la llamada al momento y me puse de pie.

- ¡Y al fin lo coges! - lo escuché decir. 

- ¿Qué ha pasado? – pregunté preocupada.

- Siento interrumpir tu maravillosa cita pero

- Dilo ya – Jaebum me miró preocupado y salí del bar para escuchar a Jimin mejor.

- Es Haeri, le ha subido la fiebre, lleva toda la noche con tos, solamente te llamo para preguntarte cuál es el medicamento que le tengo que dar. He encontrado todos los que hay aquí pero siento decirte que no sé cual es el correcto.

- Aish... - me pasé la mano por la cabeza muy preocupada – Hay uno que dice que es para niños, es de color rojo con sabor a fresa. Ese es le que le debes dar.

- Ah.

Se hizo un silencio.

- Bueno, perdón si te asusté. Le daré el medicamento y se dormirá en seguida.

- Vale... 

- Venga, sigue con tu cita y no te preocupes por Haeri, está todo ok – aseguró, me apoyé en el muro algo aliviada.

- Sí... Gracias.

Colgó. Yo solté un suspiro y sentí la mano de Jaebum en mi hombro.

- ¿Todo bien?

Podría seguir perfectamente con Jaebum porque Jimin dijo que ya lo tenía todo controlado ¿no?

Bah.

No voy a mentirme.

- ¿Puedes llevarme a casa?

Jaebum condujo en silencio hasta que aparcó delante del edificio. Le dije que no hacía falta que me acompañase pero 

- De verdad que no hacía falta que me acompañaras hasta la puerta... - le dije bajito.

- Quiero despedirme como debe ser.

- Bueno... Yo te doy las gracias por invitarme esta noche...

- A ti por aceptar... Me gustaría volver a repetirla, solo si tú realmente quieres.

- Yo...

- No hace falta que respondas ahora... – me guiñó un ojo y su mano tocó mi cara mientras iba acercándose a mí lentamente. ¿Iba a besarme? ¿¡En serio!?

La puerta crujió y giré la cabeza encontrándome con una cara de odio de Jimin. 

Daba miedo.

La tensión se podía cortar con tijeras y mi cara iba a explotar. La expresión de Jaebum cambió a una molesta y miró con odio a Jimin quien le fulminaba con la mirada. Se me pusieron los pelos de punta, así que nerviosa me despedí de Jaebum y con ferocidad abrí la puerta golpeando la nariz de Jimin con esta.

- ¡Nos vemos, Jaebum! – me despedí y cerré la puerta. 

  -♡-  

Por si no conocéis la canción y el baile que hace Arianne encima de la silla es este

No miento cuando digo que yo intenté hacerlo y casi me dejo los dientes contra el suelo. Creo que tengo que controlar más mi equilibro.

Por cierto, Love Yourself es una obra de arte. No puedo parar de escucharlo, sobretodo Mic Drop. ¿Hola? Esa canción es la hostia de buena, me encanta. Y la letra de Pied Piper me dejó loquísima y por supuesto me encanta x2345678.