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-S-sé que es repentino pero... mira... en verdad son tres- sacó la fotografía de la ecografía entregándosela a Ni-ki en sus manos.

El alfa estaba callado, simplemente mirando aquella fotografía, tres pequeños bultos que en ese momento estaban dentro del vientre de su omega.

-¡Asombroso!- los ojos del alfa se iluminaron -¿No tienes hambre o estás cansado? ¿o te duele la espalda? ahora tengo que cuidarte mucho más, ven déjame cargarte- se acercó a él levantándolo del suelo como a una princesa. -¿Crees que debamos mudarnos a un lugar más grande?

-Aquí me gusta... no es grande y es muy acogedor- se pegó al pecho de su alfa.

-Bien, entonces aquí nos quedaremos- lo acostó en la cama que compartían.

-Ni-ki.

-¿Si?

-Te amo.

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-¿¡Cómo que serán trillizos!?- Jungwon estaba asombradísimo junto con Sunghoon.

Jake fue a comprarse unas papas y se perdió de la sorpresa a tiempo, mientras que Jay y Heeseung fueron a comprar algunas cosas para, según ellos, el único bebé que tendría Sunoo.

-Aún no sabemos sus géneros pero sería feliz si uno fuese niña- estaba en el 6to mes de embarazo, su vientre era claramente notorio pero no le costaba hacer actividades normales pero de todos modos, Ni-ki no le dejaba.

-Y le haces peinaditos.- Sunghoon habló.

-Y le pones vestiditos.- Jungwon le siguió.

-¿De qué me perdí?- Jake entraba a casa con una bolsa de papitas en mano.

-¡Tendrá trillizos!- Sunghoon señaló a Sunoo, parecía un niño descubriendo cómo las flores abren en la mañana y cierran en la noche.

-¿En serio?- el beta se sentó al lado de su esposo.

-Sip- sonrió el omega pelirosa.

-Ni-ki debe estar contentísimo.

El alfa siempre soñó con tener tres hijos, aunque no se esperó tenerlos todos en un solo nacimiento.

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-Me veo tan gordo- Sunoo estaba acostado en su cama, ya era el octavo mes de gestación, cuando se miraba al espejo era él y una barriga llena de tres cachorros.

-Te ves hermoso- Ni-ki salía del baño con sus manos limpias, listo para aplicar algunos aceites en el hinchado vientre de Sunoo.

-Solo puedo ponerme ropa ancha, la otra ya no me queda- extrañaba colocarse sus crop tops cada que salía.

-Solo un mes más, amor, aguanta un poco más- besó suavemente sus labios antes de empezar a masajear suavemente el vientre de su querido omega.

-Oye... ¿Me traes un batido especial de moka con chocolate y leche?

-¿Ahora? ya son las 10 de la noche, no creo que las tiendas estén abiertas.

-Por favor~~- con solo utilizar sus ojos obligó a su alfa a colocarse una chamarra e ir a buscar aquel batido especial de moka con chocolate y leche.

Ni-ki besó la frente del omega anunciando así que volvía en unos minutos u media hora... o una hora, pero debía volver a casa con ese batido, o dormiría en el sofá por dos semanas.

Pasaron alrededor de 45 minutos hasta que Ni-ki volvió a casa, con ese batido especial de moka con chocolate y leche.

-Y-ya volví- Ni-ki estaba cansado, había trancadera por el centro de la ciudad y ahí estaba el único local de batidos que abría hasta las 11 de la noche, por lo que estacionó y corrió lo más rápido que pudo y afortunadamente si estaba abierto y lo atendieron.

-Gracias~- besó los labios de su alfa agarrando el batido y acabándoselo no tan rápido.

-Lo que sea por ti- se lanzó rendido en la cama, recuperando el aire y recomponiendo sus fuerzas por correr al rededor de media hora seguida parando una única vez cuando lo atendieron.

-Kinnie, estaba pensando en que ya falta solo un mes... ¿Qué nombres les deberíamos de poner?- acarició su barriga que a veces se movía.

-Si son niños que se llamen...  Beomgyu... Yuto y...Mingyu.

-¿Y si son niñas?

-Ahm... Hikaru...Sakura y... Eunha.

-¿Y si--

-Ya lo veremos en el momento, amor- su cabeza se fundiría si seguía pensando en nombres. -Hay que dormir un poco.

-Si, tengo sueño- se acostó a su lado, sintiendo otra vez como unas burbujas en su estómago, alguno de sus cachorros se estaba moviendo.

-Sueña con los angelitos, amor.

-Tu también sueña con los angelitos.

Cami~