𝓒apítulo 𝓣res
👻Capítulo Tres👻
—¿Así que pusiste su CD y de repente aparecieron sus fantasmas?
—Más o menos, sí.
—Sabes, estamos justo aquí-
—No, ah ah —cortó Holland a Alex, sacudiendo la cabeza mientras miraba a los chicos, señalando entre ella y Julie—. Las dos personas vivas están hablando ahora mismo, ¿entendido? Así que ya puedes cerrar la boca.
—¡Oh, vaya fiera! —comentó Luke, guiñándole un ojo a Holland (que puso los ojos en blanco) antes de darle un codazo a Reggie en el costado—. ¿Estamos seguros de que es tu hermana?
Después de que Holland procediera a tener un completo y total colapso mental, completado con muchas palabrotas soltadas, Julie había procedido a explicar la totalidad de lo que había sucedido antes de que ella llegara.
Holland la creyó. Era difícil no hacerlo, cuando los chicos estaban justo en frente de ella. Holland aún no había procesado que su hermano estaba literalmente de pie frente a ella en este momento, pero lo conseguiría eventualmente.
—Mamá y papá estaban al borde del divorcio. Si ella le miraba una vez más, estaban dispuestos a firmar los papeles —irrumpió Reggie en la conversación, poniéndose delante de su hermana—. ¿Cómo es posible que tenga una hermana?
—Nuestra madre y tu padre se divorciaron, cinco días después del funeral —le explicó Holland, con los nervios subiendo de repente por su piel al darse cuenta de que estaba delante de su hermano—. Se casó con mi padre unos años después. Me tuvo por accidente, no pensaba tener más hijos después de lo que te pasó.
—Oh... —Reggie se detuvo un segundo antes de sonreír a la chica delante de él—. Quiero decir, ¡esto es guay! Siempre quise tener un hermano... ¡Oh! Y ahora tenemos la misma edad, ¿lo que lo hace aún más guay!
—Mi mayor deseo en la vida era haber podido conocerte, conoceros a todos —la voz de Holland era más suave ahora mientras miraba a Reggie, y luego a Alex y Luke—. Es... un poco raro que os esté viendo ahora.
Julie dio una palmada, interrumpiendo el momento y atrayendo la atención hacia ella.
—Estoy segura de que hay mucho de qué hablar, así que voy a ir a por mis deberes de cálculo para que Holland me ayude a estudiar, y daros tiempo a vosotros para... charlar.
Cuando Julie salió por la puerta y se dirigió a la casa, Holland tomó asiento en el sofá. Reggie fue el primero en sentarse, colocándose en la mesa de centro frente a ella mientras Alex y Luke se sentaban a ambos lados de ella en el sofá.
—Estoy hablando con tres fantasmas, uno de los cuales es mi hermano —dijo Holland para romper el silencio—. Esto tiene las características de la mejor canción de la historia.
El comentario provocó la risa de los chicos, hasta que Luke se dio cuenta de lo que había dicho. Fue a golpearla en el hombro, sólo para que su mano la atravesara. Eso, decidió Holland, tomaría algún tiempo para acostumbrarse.
—Espera, ¿escribes? —Holland observó a Luke mientras se movía para poner los pies debajo de él en el sofá, ofreciéndole una brillante sonrisa—. ¿Escribes canciones y cosas así?
—Escribo, bailo, canto, toco la guitarra, he hecho algunos musicales —enumeró Holland encogiéndose de hombros—. Supongo que lo de actuar en un escenario viene de familia.
—Pareces más mi hermana que de él —murmuró Alex, haciendo que Holland soltara una pequeña carcajada.
—Todo es por ustedes. Quiero decir, crecí con Now or Never en repetición...
—¡Toquemosla entonces!
Holland no tuvo la oportunidad de replicar antes de que los tres chicos se esfumaran, reapareciendo en medio del estudio con todos sus instrumentos. Las primeras notas de su canción empezaron a llenar la sala mientras Holland se reía, dándose cuenta de lo disparatada que era su situación ahora mismo.
Julie volvió a irrumpir por las puertas un segundo después, con una mirada furiosa mientras se ponía delante de los chicos, gritándoles que se detuvieran. Luke, que Holland ya podía decir que era el listillo, siguió tocando un solo de guitarra durante un segundo antes de que se detuvieran por completo.
—¡Se os oye en todo el barrio! —les dijo Julie a los chicos, mirándolos mal—. ¡Mi padre y mi hermano os oyeron tocar!
—Jules —Holland se levantó de su asiento y se puso al lado de su amiga—, ¿los oyeron tocar?
—¡Sí! ¡Es lo que acabo de decir!
—Eh, eh, eh, a ver. Sólo podeís vernos vosotras —Alex hizo un gesto entre las dos chicas—. En cambio, ¿puede oírnos todo el mundo? ¿Qué tipo de fantasmas somos?
—¡Qué más da, tío! —dijo Luke con entusiasmo mientras dejaba su guitarra en el suelo—. ¡La gente nos oye tocar!
—Estamos muertos, pero nuestra música no —añadió Reggie, mientras él y Alex se chocaban los puños.
Julie y Holland intentaron intervenir antes de que Ray Molina entrara en el estudio, con una pequeña sonrisa en la cara.
—Siento interrumpir, sólo vengo a ver si estabas bien —le dijo Ray a Julie antes de acercarse a Holland y atraerla en un abrazo—. Me alegro de verte, Holls.
—Oooooo, ¿Holls? —Holland no dudó en lanzarle una mirada de muerte a Luke mientras él y su hermano se reían. Alex se limitó a poner los ojos en blanco.
—Yo también me alegro de verle, señor Molina.
Ray dio un paso atrás, asintiendo con la cabeza al ver todos los instrumentos que había en la sala. Se acercó, inspeccionándolos todos de cerca mientras los chicos lo observaban atentamente.
—Espera. ¿Es la chatarra que había en el desván? —golpeó los tambores y los platillos, riendo mientras lo hacía—. Está todo en bastante buen estado. A lo mejor sacamos una pasta.
—¿Chatarra? —preguntó Luke, sintiéndose ofendido por el comentario.
—¿Qué? Eh, deja de tocar mis platos —Alex miró a las chicas en busca de ayuda—. ¡Decídle que no me toque los platos!
Holland se quedó quieta, haciendo un gesto para que los chicos pararan mientras dejaba que Julie acompañara a su padre fuera del estudio, oyendo que le informaba de que Holland pasaría la noche. Eso era nuevo para la chica, pero después de las revelaciones de la noche (y el hecho de que ni siquiera habían abordado el cálculo) no le importó ni un poco.
Julie cerró la puerta tras ella y se giró para mirar a los chicos con una fulminante mirada.
—¿Por qué no podéis ser fantasmas normales? —se quejó, exasperada con la situación—. Iros a una mansión antigua.
—Es verdad —Holland estuvo de acuerdo—. En Pasadena hay a montones.
—Me voy a la cama, ¡y os quiero fuera de aquí por la mañana!
El comentario de Julie mientras salía furiosa de allí hizo que Holland se quedara congelada en su sitio, con una mueca en sus labios. Los chicos también parecían preocupados cuando Holland salió corriendo del estudio, deteniéndose frente a Julie.
—Espera, por favor —Julie se detuvo, mirando a su amiga—. Escucha, sé que todo esto es raro, y sé que es lo último que has pedido, pero Julie... no puedes echarlos. Yo... todo lo que siempre he querido era una oportunidad para conocer a mi hermano y esa oportunidad acaba de aparecer esta noche. Por favor, no me la arrebates.
Julie negó con la cabeza, empujando a Holland mientras subía los escalones, sintiendo una leve punzada de culpa en ella. No llegó muy lejos antes de gritar, Luke apareció de repente ante ella.
—¡Basta! Parad. En serio —gritó ella, sacudiendo la cabeza—. A ver, ¿qué quieres? —se puso de brazos cruzados.
—Oye, sé que es una idea de bombero. ¿Pero sabes lo mucho que mola —Holland le lanzó una mirada desde detrás de Julie, sabiendo que esa era definitivamente la palabra equivocada—, que la gente... de verdad pueda oírnos tocar?
—Ya, es que he tenido un día muy, muy malo. Tengo que irme.
Julie pasó por delante de Luke, haciendo que él la llamara detrás de ella.
—Siento que hayas tenido un mal día. Pero tres tíos acaban de descubrir que han tenido 25 años malos —Luke intentó razonar con ella mientras Holland se colocaba a su lado—. Y luego que lo único, lo único que les daba vida en primer lugar pueden seguir haciéndolo. Mola pero mazo.
Julie suspiró, sacudiendo la cabeza mientras dirigía la mirada hacia Holland.
—Por favor, apóyame aquí.
—Si intentas comparar un mal día con 25 años malos... —Holland se encogió de hombros con una pequeña sonrisa—. Entonces deberíamos subir a hablar de matemáticas, Jules.
—Mira, siento que hayamos aparecido en tu vida —empezó Luke, mirando a Julie—, pero... lo que he sentido hace un rato me ha hecho sentir vivo de nuevo. Todos nos hemos sentido vivos. Así que, si quieres échanos, pero no vamos a abandonar la música. ¡Volver a tocar! Es un regalo que ningún músico jamás dejaría pasar.
Holland se acercó a Jules, dándole un abrazo lateral al ver lo mucho que le costaba la idea. Sin embargo, Luke aún no había terminado.
—Seguro que lo sabes. Está claro que a tu madre le va la música.
—Le iba —Julie habló mientras rodeaba a Holland con un brazo, inclinándose en su abrazo—. Está muerta.
La única forma en que Holland podría describir la mirada de Luke era la de un cachorro pateado mientras miraba entre las dos.
—Lo...siento mucho.
—Sí, no lo sabíamos —las chicas se volvieron, viendo a Alex y Reggie parados al pie de los escalones, dándole a Julie una mirada comprensiva.
—Dado que sois fantasmas —preguntó Holland—, ¿no habreis visto a su madre por ahí, en el sitio del que venís?
—Em... No —dijo Alex, con un triste movimiento de cabeza—. No, vosotras sois las únicas personas que hemos visto.
—Sí, pero ellas no están muertas, así que no respondes a su pregunta —le comentó Reggie, haciendo que el rubio le diera un codazo. Holland soltó una breve carcajada, mirando a su hermano.
—Sí, ya veo que compartimos el mismo sentido del humor y el sarcasmo —el comentario provocó una sonrisa en el rostro de Reggie, una sonrisa genuinamente feliz.
Julie miró entre Holland y Reggie, dándose cuenta de que no podía arrebatarle esto a su amiga. Puede que no llegue ver a su madre, pero no podía quitarle el regalo del hermano de Holland.
—Siento mi enfado —se disculpó Julie a los chicos—. Tocais más o menos bien.
—¿Más o menos? —preguntó Luke, burlándose—. Llevamos 25 años oxidados, tenemos que sacudirnos el polvo.
—Eso. El piano de ahí, ¿alguna de ustedes lo toca? —preguntó Alex.
—Holland sí, pero yo no. Todo eso era de mi madre.
Holland decidió guardar silencio sobre la mentira de Julie.
—Era una compositora alucinante —rememoró Holland, recordando la lectura de algunas de las canciones de la madre de Julie que dejó en el piano.
—Si necesitáis... un sitio para quedaros... quedaos ahí —los chicos se animaron y sonrieron ante las palabras de Julie—. Hay un cuarto de baño al fondo, y el sofá es un sofá cama, si seguís usando esas cosas.
—¡Me pido la ducha! —gritó Reggie—. Me encanta ducharme.
—Un baño de vez en cuando también sienta muy bien siempre —añadió Holland. Reggie se rió, señalándola.
—¡Dios, ella me entiende tanto!
—Es... Es todo demasiado raro —murmuró Julie, dando un paso atrás de su amiga—. Holl... te veré arriba.
Holland dejó escapar una pequeña risa mientras Julie se alejaba, dejándola con los chicos. Se volvió hacia ellos, dándoles una pequeña sonrisa.
—Mamá siempre me decía que si hubiéramos nacido al mismo tiempo, vosotros tres habríais sido mis mejores amigos en todo el mundo —miró a los chicos mientras todos le sonreían—. ¿Creéis que eso puede hacerse realidad después de todos estos años?
—Definitivamente —le dijo Alex con una sonrisa. Ella la reflejó, dando unos pasos hacia atrás.
—Entonces, supongo que mañana seguiremos con esto —Holland dio unos pasos hacia la casa antes de volver a mirarlos—. Buenas noches, chicos.
De vuelta a la habitación de Julie, Holland se había acomodado en la cama de su amiga mientras Julie estaba sentada en el suelo frente a ella, escribiendo y reescribiendo un mensaje a Flynn que Holland sabía que no iba a enviar.
—Va a pensar que estoy loca y se lo dirá a mi padre.
—Entonces relájate y mantengamos esto entre nosotras por ahora —le dijo la castaña con un bostezo—. Se lo explicaremos todo en su debido momento, lo prometo.
Julie accedió, arrastrándose hacia el otro lado de la cama mientras apagaba las luces. Hubo silencio durante unos minutos en la oscuridad antes de que Julie volviera a hablar.
—¿Holland? Siento haberte metido en este lío.
—Julie, de todos los líos en los que podría haberme metido, éste, sin duda, es una bendición.
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