17 de Mayo del 2018

Park Min Soo, 14 años

Narrador Omnisciente

-Dentro de 4 años tendrán que valerse por ustedes solos, su padre y yo buscaremos alguna otra forma de sustento- dijo su progenitora al tomar sus dos manos entre las suyas- prométeme que cuidarás a Min Young-suspiró-, volveremos en un tiempo... ustedes no tienen por qué preocuparse por ello. Allá en América... hay unos amigos de tu padre, ellos no dudarán en ayudarlos.

-¿Qué pasará con ustedes? -exclamó Min Soo. - ¿Adónde irán? Ni Min Young, ni yo sabemos otro idioma ¿Qué pasará con nosotros?

-Para eso serán estos 4 años, se prepararán y se irán el día 23 de abril del 2021... podrán estudiar allá, vivir allá y probablemente formar una familia allá.

-¿Y qué si no lo quiero hacer? ¿Y si voy yo en vez de ustedes? Quédate con Min Young ella los va a necesitar. - Min Soo soltó lentamente las manos de su madre y se levantó del suelo.

-Nosotros iremos- escupió su padre, firme en el marco de la puerta- está todo listo, no hay nada que puedas hacer.

-Pero...-Min Soo analizaba la situación en su cabeza, aunque sabía y sentía la cruel mirada de su padre sobre su cuerpo.

-Ya está hecho, deberías olvidarlo y concentrarte en ti. -después de comentar eso salió de la habitación del menor dejándolo con las palabras en la boca. Su madre se levantó, le dio una mirada triste e imitó la acción del hombre.

Y mientras Min Soo se sentaba sobre su cama pensado en qué tendría que criar y básicamente educar a su hermana menor Min Young, asimilaba la idea de escapar esa misma noche y no tener que cargar con el peso del mundo, pero su lema de responsabilidad lo gobernaba en ese momento.

¿Huir y dejarles a tus padres un problema más? ¿En qué estabas pensando Park Min Soo?

Ya tienen problemas suficientes con las deudas, el embargue y los citatorios.

Y en ese momento la adolescencia abandonó el cuerpo de Min Soo, obligándolo a madurar joven. Quitándole las oportunidades de diversión, de jugar hasta tarde con videojuegos y de vivir con una familia junta.

21 de noviembre del 2020

Irene Rodríguez, 16 años

-Si eres tan madura es porque estás lista para tu independencia- Gritó enfurecido el padre de Irene a causa de la gran pelea que tuvieron el día anterior, por lo que al gritar él la aventó por las escaleras de la entrada provocando que cayese en el pavimento.

Como consecuencia a una noche alocada hace años, nació Irene, creciendo en su adolescencia sin una figura materna que le brindase el cariño y amor.

-Lárgate ahora mismo de mi casa, perra.

-Me voy porque acéptalo, soy el vivo recuerdo de mi madre y eso te molesta. No toleras verme a los ojos todos los días, pero soy tu hija y deberías amarme-exclamó tranquila, pero él en cambio hizo una mueca de asco y soltó una risa sarcástica -, y ojalá te pudras en el maldito infierno, imbécil de mierda.

-Ir por el mundo pidiendo amor sólo te hace ver jodida. -y para finalizar le cerró la puerta dejándola, llorando sola en la fría noche de noviembre.

N/A: Hola queridísimos amigos, está historia me llena de orgullo y sentimientos encontrados.

Me gusta la forma que tomará y el desarrollo de todos, espero que les encante tanto como a mí.