040.
Ambos chicos subieron al tren sentándose junto a la ventana donde Jeongin dejó caer su cabeza sobre el hombro del azabache quién sonrió antes de acariciar la mejilla del otro.
—¿Me dirás a dónde vamos?
—No, déjate sorprender... —El viaje fue bastante largo y algo agotador, al llegar ambos bajaron y se encaminaron para tomar el taxi quien los llevó hasta un gran edificio. Hyunjin frunció el ceño al ver aquel lugar, Jeongin notó la expresión de Hyunjin y no tardó en hablar.
—¿Que sucede?
—Esto es un edificio donde trabajan solo psicólogos, ¿Que hacemos aquí?...
—¿Cómo lo sabes?
—Mi mamá daba terapias de parejas aquí —Explicó y Jeongin asintió —¿Venimos a terapia de pareja?¿No te sientes bien?¿Fue por lo de anoche?
—¿Qué?, ¡No! Hyunjin cálmate, ¿Ok? No vinimos a terapias de parejas... Solo quiero que conozcas a alguien que me ayudó los tres meses que desaparecí ¿Ok? —Explicó y Hyunjin asintió.
Ambos volvieron al silencio subiendo al ascensor, Jeongin presionó el número 4 para luego tomar la mano de Hyunjin dedicándole una sonrisa. Al llegar al piso ambos caminaron por un gran pasillo hasta llegar a la última puerta donde Jeongin volvió a mirar a Hyunjin para luego sonreír.
—Espera ahí —Pidio señalando las sillas y el azabache se sentó de manera obediente. Jeongin tocó la puerta y está fue abierta. Adentrandose en la habitación Jeongin le sonrió a la mujer —¿Cómo ha estado?
—¿Cómo estás tú innie?
—He mejorado, está última semana me he sentido cómodo conmigo mismo y la verdad me gusta bastante sentirme así...
—Eso me alegra mucho...
—Traje a mi novio, yo quiero que el te conozca pues eres muy importante y el también así que... —Explicó y la rubia sonrió.
—¿El está aquí? —Jeongin asintió —Ok, díganle que pase —Luego de un rato Hyunjin se adentró en la habitación primero observando a Jeongin para luego darle una mirada a la terapeuta y sonreír.
—Hyunjin... Ella es la...
—¡Te extraño tanto! —exclamó el azabache corriendo a abrazar a la rubia dejando a Jeongin algo confundido ante la actitud algo infantil del azabache —¿Por qué ya no me llamas?
—Perdón, ¿Qué sucede? —Indagó el de mechas.
—Ah, ¡innie tu psicóloga es mi mamá! —Exclamó con emoción dejando al de mechas sorprendido —¿No lo sabías?
—¡No!, pero usted... Nunca dijo que tenía un hijo —Señaló a la terapeuta.
—No le ví importancia y pues tampoco sabía que el chico del que me hablabas era mi pequeño hyunnie...
—Deja de llamarme así —Pidio y la mujer sonrió.
—¡No puede ser!
—¿Por qué te ves horrorizado? —Indagó Hyunjin y Jeongin sintió sus mejillas sonrojarse, pues el le había dado muchos detalles aquella mujer sobre su relación con Hyunjin y a pesar de ser alguien profesional, Jeongin no podía evitar sentir vergüenza, por qué se trataba de la madre de Hyunjin —¿Innie?
—Tranquilo, será nuestro secreto —Dijo la mujer —No suelo decirle nada a Hyunnie sobre mis pacientes, no te preocupes —Explicó y Jeongin asintió —Ahora, ¿Me dejas hablar un rato con mi hijo? —Jeongin asintió lentamente para luego levantarse y salir de la habitación dejando a Hyunjin con su madre, está lo miró y luego le dió un pequeño golpe en la cabeza.
—¿Y eso?
—Te la merecías... Ahora bien, hyunnie eres mi hijo y te amo, pero hablemos de Jeongin... El es alguien complicado, ¿Estás dispuesto a...
—Si, no me importa si es complicado o no, me gusta demasiado y no pienso perderlo, me enamoré y me volví tonto a su presencia pero aún así cuando se fue tres meses lo extrañé demasiado y quiero pasar tiempo con el, así que si tú crees que yo...
—Entiendo, tienen la misma mirada cuando hablan del otro, ve a buscar a Jeongin —Pidio y Hyunjin se levantó a buscarlo al regresar ambos se sentaron y observaron a la mujer —Como psicóloga, estoy muy orgullosa de ti Jeongin, has progresado muchísimo desde hace tiempo y como mamá y suegra, los quiero mucho pasen la noche en casa...
—Dios esto es demasiado inesperado yo no...
—Esta bien, quédense...
Ambos llegaron a la casa de los padres de Hyunjin dejando a Jeongin algo sorprendido, no era una casa pequeña o humilde era grande, con puertas corredizas y varias ventanas, se adentraron y el azabache inspeccionó la casa sin embargo no había nadie.
—Parece que mi papá no está, así que... Casa sola, te ves distraído.
—Lo siento, solo no esperaba que tú mamá fuera mi psicóloga, es todo —Explicó y hyunjin lo tomo de la cintura para abrazarlo y plantar un corto beso en los labios —dame otro —pidio y Hyunjin planto otro corto beso —Uno más largo —Hyunjin beso con lentitud los bellos contrarios sintiendo como los labios de Jeongin comenzaban a moverse en compas a los de el.
—Quiero mostrarte mi habitación...
—¿La de tu adolescencia?
—Si...
—¿Qué sorpresas tendrá una habitación de un virgen?
—¡Ey!
—Muestra tu habitación —Subieron y se adentraron en una de las habitaciones, Jeongin comenzó a recorrer aquel lugar tenía varios poster y trofeos haciendo que Jeongin sonría —¿De qué deporte?
—futbol.
—Vaya eso es... ¿También fuiste rey?
—De primavera, junto a Yuna una amiga muy...
—Si no me importa quien era la reina —Bromeo y hyunjin sonrió —Aun se me hace complicado creerlo...
—¿El que?
—Futbol, rey, guapo... Dios eres el prototipo de chico adolescente perfecto y eras virgen...
—Ya basta con el tema de mi virginidad...
—Es que es difícil de creer, incluso yo que lleve una adolescencia de mierda, tuve una vida sexual activa desde los dieciséis —Explicó y hyunjin solo se encogió los hombros para luego dejarse caer sobre la silla del escritorio, Jeongin no tardó en subirse a las piernas de este y tomarlo de la nuca —Aunque ahora que lo pienso mejor así...
—¿Por qué el cambio tan repentino?
—Porque me siento importante al saber que fui el primero —Exclamó.
—Tu ya eres importante.
—Sonso, no digas esas cosas...
—¿Por qué?
—Porque haces que mi corazón lata con fuerza...
Más tarde esa noche ambos cenaron junto a los padres de Hyunjin, una cena bastante entretenida y entonces Jeongin comprendió por qué Hyunjin era tan expresivo, tan llamativo, algo ñoño también. Luego de la cena ambos subieron a la habitación de Hyunjin donde esté tomó al de mechas besando su nuca, Jeongin sonrió para luego morder su labio inferior.
—Tus padres están... A unas habitaciones de distancia...
—Si no haces ruido, podemos...
—¡Hyunjin, por Dios! ¿Sinceramente crees que las parejas normales tienen sexo seis de los siete días de la semana? —Indagó el de mechas haciendo carcajear al azabache.
—¿Y desde cuándo tú y yo somos una pareja normal?
—Buen punto —Se dió la vuelta quedando frente al azabache para enrollar sus manos en el cuello de este —Te amo, sonso.
—Te amo más...
—Se que probablemente no te merezca pero, aun así no puedo evitar no enamorarme cada vez que te veo... Maldito sonso pervertido —Hyunjin sonrió para plantar un beso en los labios de este.
—Tu me gustas desde el primer día en que te vi bailar sobre esa tarima, como no enamorarme, ¿Cómo no hacerlo? Mírate eres el chico perfecto, deseo follarte por siempre hasta el cansancio, los siete días de la semana para luego besarte con cariño mientras repito lo perfecto que eres y que eres mío, curar las heridas que yo no hice sin embargo acompañarte en tus momentos más bajos y más felices.
—Sonso...
—Pervertido...
—¿Soy tuyo?
—Si, eres mío.
—en ese caso, déjame cuidarte está noche, soy tuyo... Tómame, todas las veces que quieras bonito, solo prometeme una cosa...—Pidio.
—Dime...
—No te rindas conmigo.
—Ya a este punto, se me hace imposible, hacerlo —Exclamó para luego fundir sus labios en un beso.
🍒: FIN.
Más tarde público las otras dos actualizaciones besitos.
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