016.
—No que te querías... Mgh~ —Gimio al sentir la mano de Hyunjin sobre su miembro —Hyunjin es un estacionamiento...
—¿Y? —como pudo sacó el miembro del pelinegro y llevó su mano libre a la mejilla de este para acercar su rostro y sus labios. El azabache por instinto abrió sus labios y Hyunjin se alejó —No voy a besarte —Bramó para luego comenzar a mover su mano sobre el miembro de este, el cual intentó empujarlo pero fue en vano ya que Hyunjin quitó su mano de la mejilla para tomar las muñecas de este y posicionarlas sobre la cabeza de este —Ahora que lo pienso tienes las muñecas bastante pequeñas...
—Ah joder —Se quejó mientras Hyunjin lo observaba —Esto está en contra de mi volun... Ah —Hyunjin hizo presión contra su glande y este soltó gemidos.
—¿De que hablas? Si solo estás haciéndote el bobo...—Bromeó y Hyunjin rió —Te encanta y lo sabes...
—Cállate
—Solo admitelo, orgulloso...
—Hyunjin...ah mhg —Gimió, el rubio bajo su mano un poco más masajeando los testículos del Pelinegro haciendo que este maldiga y gima por lo bajo —podemos ir a la cárcel por esto ¿sabes? —Musitó en un hilo de voz...
—Si ajá... —Hyunjin detuvo el movimiento de su mano para inclinar su cuerpo y morder el cuello de este con bastante fuerza y luego chuparlo dejando una pequeña marca color rosa, Jeongin Gimió ante el tacto del rubio y este lo observó para luego volver acercar su rostro —Mirate, estás duro y tus mejillas están todas rojas... ¿Te encanta no es así?
—Cállate
—Si te encanta, caprichoso y de paso orgullo...
—¿Quien no puede vivir sin quien? Se que tú también mueres por follarme...
—La verdad no, pero se que tú si mueres por qué yo te folle... Por qué te encanta que te rueguen, ¿No es verdad? I.N —Exclamó haciendo énfasis en aquel apodo...
—Bonito, ¿Cuando te convertiste en todo un sádico? —Hyunjin soltó una sonrisa.
—Dime que quieres que te folle...
—No lo haré, no estoy tan necesitado... Puedo tener a muchos otros...
—Pero ninguno soy yo y eso te enoja —Jeongin guardó silencio y Hyunjin volvió a levantarse para seguir masturbando el miembro del pelinegro haciendo que este gima observando como el líquido pre-seminal brotaba creando un sonido de chapoteo, relamió sus labios y volvió al rostro del azabache quien tenía los labios entre abiertos —¿Quieres que te bese?
—Asi no eres tú... —Musitó.
—No, así eres tú... Ruegame, pídeme, cuando te reías de lo idiota que fui ¿Te gustaba ver cómo yo me volvía loco por estar dentro de ti...? Pero ahora eres tú quien...
—¿Así que es venganza?
—No, para mí es solo diversión —Acercó nuevamente los labios a los del azabache pero está vez si los juntos sintiendo los delgados suaves de Jeongin en un placentero y necesitado beso. Hyunjin movía su mano sobre el miembro del Pelinegro con rapidez y el cuerpo de este comenzaba a temblar, estaba por llegar —Dime que eres mío...
—No...
—¿No? —Hyunjin detuvo el movimiento de su mano y Jeongin se quejó, volvió a besar los labios del Pelinegro y este suplicó...
—Hyunjin...—Rogó, este volvió a mover su mano con rapidez y siendo como el Pelinegro se corría en su mano -si, soy tuyo —Gimió con fuerza y Hyunjin lo besó para ahogar el gemido. Luego de que Jeongin comenzara a regular su respiración observó a Hyunjin quien tenía una expresión algo confusa en su rostro.
—me has manchado mi pantalón —Dijo mientras observaba su jean con algunas manchas de semen...
—Uy perdón señor me da asco el semen, si no querías que te manchara no hubieras pensado en masturbarme en medio del puto estacionamiento —Se quejó mientras el rubio sonrió.
—Te gustó —dijo para luego abrir la puerta y salir del auto de Jeongin, este como pudo se enderezó junto al asiento y abrió la guantera del auto para sacar unas toallas húmedas y lanzarselas a Hyunjin —Que lindo...
—Vete al carajo...
Hyunjin se acercó a la puerta y le sonrió.
—Acabas de decir que eres mío...
—Jodete...
—Si ya que, tu mismo lo dijiste... Será la última vez que me veas Jeongin —Contesto.
—Siempre vuelves...
—Esta vez, no. Solo espero que no nos vuelvan a poner juntos en las tareas...
—Me aseguraré de eso... Igual vas a volver.
—Lo que tú digas.
Los días comenzaron a pasar y así como Hyunjin había dicho comenzó lentamente a ignorar la existencia de Jeongin luego de aquel día en el estacionamiento, solo tenía una respuesta a lo que sentía por Jeongin. Se había vuelto una pequeña obsesión, más sin embargo no quería sentirse así, sentía que la poca dignidad que le quedaba debía conservarla y tal vez seguir adelante como si nada hubiera pasado.
Por qué al fin y al cabo era el quien siempre pensaba en el azabache y no al revés, ¿Que sentido tenía darle prioridad entonces?
—¿Entonces yo gano? —Investigó sunoo mientras Hyunjin bufaba —Eres pésimo en el ajedrez...
—De hecho soy pesimo para usar la lógica, Creeme —Soltó y el contrario sonrió.
—Crei que eras de los inteligentes, no me chingues jinnie —Bromeo. Ese apodo —¿Dije algo malo?
—Nada en particular, ¿Seguimos jugando? —Indagó.
—No seas, ya perdiste diez veces. Mejor vayamos por un café...
—Hecho, yo pago...
—Pero si me toca pagar a mi...
—Insisto —Sunoo rodó sus ojos y terminó asintiendo.
Luego de unas semanas conociendo a sunoo Hyunjin había notado que era todo lo opuesto a Jeongin. Era tierno, amable, carismático y algo tonto, por alguna razón se sentía cómodo con el, recientemente había pasado toda la situación con Jeongin así que no quería apresurarse con su nuevo "amigo" que por suerte empezaron de la mejor manera y no follando. No obstante no quería sentir como si usó al castaño como excusa para olvidar su extraña atracción hacia el Pelinegro.
Disfrutaba pasar tiempo con el y eso era lo único que le bastaba, aunque mentiría si dijera que no tenía algo de miedo a que sunoo resultara igual a Jeongin.
Nos llegaron al café y pidieron sus órdenes. Hablaron un rato hasta que sus órdenes fueron entregadas ambos se retiraron.
—Me sorprendió que si me llamaras —Bromeo el castaño —Se que llevamos unas dos semanas hablando y pasando tiempo juntos pero... Normalmente los chicos no... Ya sabes me hablan mucho y bueno...
—Que raro, eres muy lindo... Tanto como persona, como físicamente —Se limitó a responder.
—Yo pensé que tenías novio...
—¿Qué?
—El día en que nos besamos en el baño pues aquel chico borracho y tú...
—Es solo mi compañero de clase, y ya nisiquiera hablamos...
—Ya veo, supongo que entonces me alegro que si me hayas llamado...
—Fuiste tú quien me llamó...
—Cállate y dejame creer que fuiste tú —Bromeo y Hyunjin asintió —Por cierto, hablando de ese chico... Era muy guapo.
—Mm, quizás físicamente, digo el tipo es perfecto pero, tiene rasgos que le quitan puntos —Confesó y el menor asintió.
—¿Crees que el es más lindo que yo? —Investigó mientras sus mejillas se sonrojaban dejando a Hyunjin perplejo, eran distintos. No podía simplemente compararlos
—¿Que dices? No me gusta comparar a los chicos, tu eres más agradable y lindo, ambos tienen bellezas distintas —Respondió y sunoo sonrió.
—Eres un chico muy dulce Hyunjin.
Ambos caminaron unas cuadras hasta que para su gran sorpresa, Minho y Jeongin venían justo caminando hacia ellos, a lo que Hyunjin suspiró y sonrió.
—¿Que hay Hyunjin? —Saludó Minho.
—Hola Minho —solto para luego pasarle por un lado al Pelinegro fingiendo como si no lo había visto, dejándolo algo molesto.
Jeongin al ver la acción del rubio bufó y soltó un suspiro.
—¿Que fue eso?
—No lo se —Se encogió los hombros el Pelinegro y luego suspiró —Vaya que hablaba enserio —Susurro.
Aunque Hyunjin había decidido seguir adelante con su vida Jeongin por su parte no paraba de darle vueltas al asunto, intentando no pensar en eso siempre terminaba en lo mismo y odiaba eso, odiaba dedicarle tanto tiempo mental a Hyunjin y sentirse tan ansioso cuando se trataba de el.
—Vayamos al club, tengo trabajo.
Odiaba aceptar que tal vez...
Si le gustaba Hyunjin...
Pero era muy orgulloso para aceptarlo.
🍒.
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