011.
—Ok, entonces. ¿Solo lo tomo y ya? —Investigó el rubio y Jeongin solo tomo el aparato para meterlo en la cesta.
—¿Por qué te da tanta vergüenza? —Investigó el azabache.
—No es vergüenza, es mi primera vez comprando estas cosas ¿Ok?
—Dios eres tan sonso —Rodó los ojos y se dirigió a la sección de lubricantes, observando los olores y fragancias —¿Coco? Nunca he probado de coco —Susurro mientras observaba aquella botella, luego desvío su mirada y observó al rubio quien con vergüenza tomaba otro juguete. Sus mejillas estaban teñidas de un leve sonrojo así que Jeongin se acercó al rubio —Sonso.
—¡Cállate! —Pidió haciendo reír al pelinegro —¿Crees que así está bien?
—¿Pretendías hacer un cuarto rojo o algo? —Investigó —Solo lleva estos dos y lo demás luego lo buscas, así no te verás como un Cristian Grey Homosexual —Bromeó y Hyunjin rodó los ojos.
Ambos se acercaron a la caja y Jeongin rápidamente fue a la sección de los lubricantes y tomó la botella que había visto mentiendola en la cesta de Hyunjin quien lo observó haciendo que el pelinegro alce una ceja.
—¿Que me ves sonso? Yo la pago —Bramó y hyunjin asintió.
—Esta bien, no dije nada...
—Nenito...
—¿Puedes dejar de ponerme apodos diminutivos como si fuera un niño? —Pidió y el azabache ladeo la cabeza —¿Por qué?
—porque no, aah pero si te gusta que te diga jinnie —aquel apodo había sonado más coqueto que los demás haciendo que el cuerpo del rubio se erice un poco —El sonso tiene mañas y filias muy raras...
—¡Cállate!
—¿Solo será esto? —Investigó el cajero y Hyunjin asintió, luego de darle el monto total Hyunjin le dió su tarjeta y observó a Jeongin quien miraba a la nada —Listo, es todo...
—Gracias, vamonos lascivo...
—Disculpa —El rubio y el azabache voltearon hacia el cajero quien los llamaba —¿Eres Jeongin?¿Yang Jeongin?
—Depende de quién pregunte...
—¿No te acuerdas de mí? —Investigó el cajero y Jeongin alzó una ceja —Soy Yeonjun, fuimos...
—Ah si, un placer verte... Ya nos vamos, adiós —Jeongin tomo con fuerza la mano de Hyunjin arrastrándolo lejos de aquel lugar. El rubio rápidamente notó que la mano de Jeongin estaba temblando y se habia puesto bastante pálido al parecer, como si hubiera visto un fantasma.
Al salir del lugar Jeongin comenzó a sentirse mareado y recuerdos amargos del pasado comenzaron a atacarlo, sintiendo un mareo y aquellas palabras comenzaban a repetirse una y otra vez en su cabeza como si volviera aquel momento más bajo de su vida, tan miserable, tan sonso, tan imbécil, tan...
—¿Jeongin? —El pelinegro observó al rubio quien lo miraba preocupado —Ten bebe agua —Hyunjin abrió su mochila y le dió una botella de agua a Jeongin quien la despreció acercándose a unas bancas para sentarse y a su lado Hyunjin, quien estaba algo preocupado por el Pelinegro —¿Seguro no quieres agua?
—Estoy bien, Déjalo ya. —Tomó la botella y bebió solo un poco para luego mirar al rubio.
—¿Quien...?
—No es tu problema —Responde y Hyunjin asintió, luego se levantó y observó nuevamente al rubio —Guarda esa bolsa y acompáñame —Hyunjin hizo caso y guardó aquella bolsa en la mochila para seguir al Pelinegro.
Luego de caminar un rato llegaron a un lugar, parecía una cancha de hockey. Jeongin tomó de la mano a hyunjin y se acercó a la caja, Hyunjin no comprendía aún dónde estaban así que simplemente se dejó llevar por el momento.
—Dos pares de patines, porfavor —Pidió y Hyunjin apretó la mano del Pelinegro —¿Qué?
—¿Patines?
—Si, ¿Nunca has patinado?
—No y no pienso hacerlo, ¿Estás loco? —Bramó —Llamame, gallina si quieres no pienso patinar y menos sobre lo que se supone que es hielo y...
—No pienso moverme de aquí...
—Hyunjin, estás en la zona infantil —Bramó y el rubio se encogió los hombros —Ven, no seas miedoso. Solo... Ash toma mis manos.
—Esta bien, si me caigo y me rompo un testículo será tu culpa —Jeongin rodó los ojos ante el dramatismo del rubio y lo tomó de las manos arrastrándolo lentamente con el, hyunjin apenas podía mover sus pies en esos ajustados patines, mientras que el pelinegro solo quería reír —¿Te parece gracioso?
—Si, ¿Tus papás nunca te llevaron a una pista de patinaje?
—No, ¿Los tuyos si?
—Solo mi mamá, por que pasaba horas rogándole... Fue hasta los 9 años —Explicó.
—¿Tanto te gustaba?
—Si, antes quería ser patinador profesional, Incluso tome clases...
—¿Por qué no te dedicaste a eso?
—Muy gay para un Yang —Se limitó a responder y luego observó a los pies de Hyunjin —¿Ves? lo estás logrando, ahora te voy a soltar...
—¡No imbécil! No sé te ocurra soltarme —Jeongin lo soltó de las manos y Hyunjin patinó o bueno intento patinar para aferrarse al cuerpo del azabache quien bufó —¿En qué pensabas, animal? —Se quejó el rubio y Jeongin rodó los ojos para luego encontrarse con la mirada de Hyunjin. Ambos no se habían percatado que sus rostros estaban muy cerca.
—Nenita...
—¡Cállate!
—Cállame —pidio y Hyunjin no dudo en posar sus labios sobre los del Pelinegro y este rápido le correspondió, aquel suave y tierno beso, para luego alejarse —Me refería a que me metieras tu polla pero así está...
—¡Por dios! Jeongin... —Se quejó y el Pelinegro rió —Intentemos esto una vez más.
—Ok, ok vamos sonso...
—¡Deja de llamarme así!
Entre intentos e intentos Hyunjin consiguió lograr movilizarse por la pista sin la ayuda del Pelinegro, quien solo lo observaba con orgullo, pero la verdad era que Jeongin solo quería quitar aquellos pensamientos amargos de su pasado, que habían despertado hace un momento y tal vez, era la pista o hyunjin, pero simplemente era terapéutico. Aunque no le gustaba Hyunjin le parecía bastante agradable, haciendole cuestionarse ¿Por qué no le había aburrido a estás alturas? Incluso ya no solo le parecía gracioso jugar con la mente del rubio, solo le parecía agradable pasar tiempo con el.
Luego de pasar la tarde con Jeongin Hyunjin decidió pasar el rato en enigma, así que mientras caminaba se topó con una escena bastante interesante. Más bien alguien más que interesante, Hyunjin lentamente se acercó a aquella tienda y observó aquel chico que no podía visualizar bien el rostro ya que la puerta de vidrio no lo dejaba ver más más sin embargo notaba que llevaba una mascarilla y un abrigo blanco que llegaba casi a sus pies, un dato que Hyunjin no paso por alto fueron aquellas lindas mechas de color dorado.
sin duda era I.N
Hyunjin comenzó a acercarse aquel chico pero este luego de pagar salió de la tienda y Hyunjin lo siguió, hasta que notó que la billetera de aquel chico se había caído así que la tomó y siguió aquel chico, quería devolverle su billetera.
I.N entro por la puerta trasera y Hyunjin lo siguió entrando por aquella puerta pero aquel chico estaba distraído charlando con sus compañeras que no se percató de la existencia de Hyunjin, aquel chico se quitó la mascarilla dejando al rubio perplejo.
Eso no era...
Por curiosidad Hyunjin abrió la billetera y observó la identificación de aquel chico quedando aún más perplejo.
Solo había Sido la diversión de el...
Estaba molesto, algo decepcionado y tal vez estaba consiente que había una explicación sobre esto pero estaba tan enojado que le importaba un bledo dicha explicación. Se burló de él.
No, por qué te gusta el prostituto...
No te juzgo cada quien mete su polla dónde quiere...
No podemos ser amigos...
¿Te pasa algo bonito?
Soy tuyo bonito, tómame...
Sonso
¿Cómo no sé había dado cuenta antes? Por eso le parecía tan familiar, ya había follado más de dos veces con el, El rubio comenzaba a cansarse de que le vieran la cara de Idiota.
—Esta bien, Jeongin... Juguemos un rato.
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