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007.

Sus labios poseyeron con fuerza los del rubio, cosa que al rubio le resultó bastante familiar, como si... Antes los hubiera tocado, sentido, besado. El pelinegro aunque se sentía bien quería alejar a Hyunjin, intentó empujarlo pero Hyunjin lo tomó con fuerza de las muñecas, sus labios se movían al compás del otro.

Con desesperación basó sus labios al cuellos del chico de cabello oscuro, dejando rosadas y húmedas marcas sobre la piel. Jeongin soltó un suspiro y con la poca fuerza que le quedaba se soltó del agarre de Hyunjin y lo empujó un poco para observar el rostro. Ambos tenían sus respiraciones agitadas y estaban jodidamente desesperados por el cuerpo del otro.

—Ni creas que voy a follar en un asqueroso baño de club —Bramó y Hyunjin sonrió.

—Ok. ¿Qué propones?

—¿Tu departamento o el mío?

—El tuyo.

Ambos salieron en silencio y Hyunjin se dedicó a buscar a Jisung, no lo dejaría solo y menos por qué ya andaba algo ebrio o quizás más que el. Tomo a Jeongin de la mano cosa que al pelinegro le pareció bastante extraño.

—¿Creí que ya nos íbamos? Así a cualquiera se le quita la calentura —Se quejó Jeongin.

—Necesito avisarle a Jisung, que me voy. Es su cumpleaños y no puedo dejarlo solo —Jeongin rodó los ojos.

—Tampoco que te esté obligando a dejarlo solo, olvídalo ya se me quitó la calentura —Jeongin se soltó del agarre del rubio y comenzó a caminar hacia la salida, Hyunjin suspiró y su teléfono comenzó a vibrar. Vio el remitente así que rápidamente contestó.

—¿Donde carajos estás?

estoy en el... Estacionamiento...mmgh —contestó. La llamada se escuchaba entrecortada pero Hyunjin podría jurar que eso había Sido un gemido.

—¿Estás follando con alguien ji?

n-no, ¿Cómo llegaste a esa conclu...joder —se quejó —ve a casa, te veo mañana. Besitos te quiero.

Colgó la llamada dejando al rubio algo sorprendido, jamás, jamás en toda su vida había visto había visto a Han con un novio, un ligue, algo de una noche. Quería buscar a Jeongin pero también quería saber si todo estaba bien con Jisung. Suspiró y salió por la puerta delantera. Al salir observó un perfíl conocido y sonrió.

Algo que llamó su atención fue aquel arete de la oreja del pelinegro.

—Me gusta tu arete, no lo había visto antes —Confesó y aquel chico lo observó.

—¿Ya terminaste?

—¿Me estabas esperando?

—No, espero mi Uber. La persona que me trajo no contesta el puto teléfono —Se limitó a quejarse.

—Ok, como te decía me gusta tu arete.

—Fue un regalo cuando cumplí los quince, significa honor y respeto, cuando tú familia es la dueña de una de las joyerías más grandes, tienen joyas que representen algo para ellos mismos, lo aretes significan eso.

—¿Los usan todos?

—Si, se suponen que son dos pero...

—¿Pero?

—Soy gay, lascivo, fumo, bebo, estoy seguro que no hay honor para mí familia en eso... Y está bien, no es como que... Oh llegó mi Uber —Se limitó responder acercándose a aquel auto, abrió la puerta y se detuvo —Sube.

—¿Me llevarás a mi departamento?

—No.

—¿Entonces?

—Te llevaré al mío.

Sus respiraciones agitadas, el calor inundaba sus cuerpos y aquella hermosa y elegante sala de estar.

—Que casita tan elegante —Suspiró Hyunjin dejando de besar al menor.

—Gracias, ahora cállate —Pidió juntando sus labios a los del rubio, sintiendo como la lengua de este se introducía entre sus labios —Ven —dejo de besarlo y lo tomó de la muñeca para llevarlo hasta su habitación.

Al llegar Hyunjin se sentó sobre la cama del pelinegro observando como su acompañante cerraba la puerta con seguro, luego se giró y camino unos pasos hasta llegar cerca de hyunjin, tomándolo de los hombros mordió su labio y hablo.

—Dame permiso de...

—Hazlo, pero con una condición —Jeongin volvió a morder su labio inferior con impaciencia —Buscalo...

—¿Qué cosa?

—El juguete del otro día —Jeongin sabía a lo que se refería, era un trato algo injusto. Más sin embargo el tampoco había probado aquel juguete así que se acercó a su mesita de noche en la última gaveta sacando aquella caja pequeña color negro y colocarla sobre la cama, junto con una botella de lubricante.

Hyunjin observó aquella caja y la abrió encontrándose con aquel juguete, observó como Jeongin comenzaba a sacarse la ropa, quedando solo en boxer, nuevamente abrió la gaveta y saco una venda para entregársela al mayor.

—¿Qué?

—Dijiste que no se te para sin cubrir los ojos ¿no? —Jeongin se dió la vuelta y el rubio se levantó observando con detalle aquel cuerpo, llevó la venda a los ojos del pelinegro para hacer un amarré en la parte de atrás de su cabeza, había quedado bastante ajustado pero podría soportarlo.

Hyunjin comenzó a dar besos el piel del contrario, dejando marcas rojas. Tomando al menor de la cintura para luego introducir su mano dentro de su boxer robándole un suspiro al pelinegro. Comenzó a bajar aquel trozo de tela dejándolo completamente desnudo llevando su mano nuevamente a la polla de Jeongin para comenzar a masturbarlo, la mano de Hyunjin era bastante grande así que tomaba un buen trozo de piel, bombeando con fuerza y rapidez, luego lento apretando un poco aquel miembro, con su dedo comenzó a masajear el glande robándole suspiros ahogados al pelinegro mientras seguía mordisqueando la piel de su cuello.

Con su mano libre tomó la botella de lubricante para destapar y rociar un poco sobre el miembro del pelinegro. Jeongin Gimió al sentir aquel frío líquido, Hyunjin dejó la botella y comenzó a esparcir aquel líquido mezclándose con el líquido pre-seminal, masajeando suavemente con su dedo el glande. Dejó el miembro del pelinegro para tomar aquel juguete y rociar un poco de lubricante. Dejando la botella volvió su mano al miembro sujetándolo y llevando aquel plug a la uretra del pelinegro.

—No Hyunjin, espe...mghs —mordió su labio al sentir como aquel frío metal penetraba su polla, se sostuvo de los hombros del rubio —Esto no...ah~ —Hyunjin introdujo toda aquella pequeña vara dentro del pelinegro, la verdad era que Hyunjin no sabía lo que hacía pero por los suspiros del menor supuso que lo hacía bien.

—Ya está.

Jeongin no podía mentir, se sentía extraño. Muy extraño, sentía como aquel juguete le enderezaba la polla poniéndolo completamente duro, además no podía ver nada y eso le ponía mucho más caliente, Se dió la vuelta quedando frente al rubio quien no tardó en notar que tenía un gran parecido aquel prostituto que lo había cautivado desde la primera vez.

Jeongin comenzó a tantear con sus manos en busca del cuello del rubio, estaba por besarlo pero Hyunjin lo detuvo.

—Creo que acabo de descubrirte —Susurro Hyunjin y Jeongin suspiró —Ya se lo que quieres hacer...

—¿Qué?

—Quieres, lamer, besar, chupar mis venas...—Jeongin se veía algo necesitado como si deseara eso para poder seguir adelante —Pero no puedes ver, ¿Cómo lo harás? —investigó.

El pelinegro tenía la respiración acelerada y ya comenzaba a molestarse, ¿Que carajos pasaba con Hyunjin? Se cuestionaba, fuera de la habitación le daba penita hablar de pollas pero dentro se volvía una maldita bestia pervertida y dominante. Antes el pelinegro pensaba que era por la viagra, pero luego de estar en la habitación sin ningún tipo de droga este era Hyunjin.

—Dejame guiarte —Soltó tomándolo de la nuca para guiar su cabeza al a su cuello, el pelinegro lo tomó de los hombros y clavó sus labios en el cuello del rubio, comenzó a trazar líneas con su lengua en busca de aquella vena sobresaliente en la piel d rubio hasta encontrarla, dónde lamió, mordió, chupó y besó. Podía sentir su propia vena palpitar ante solo besar aquella zona, sintiendo como la erecta polla de Hyunjin rozaba contra su pelvis.

Volvió a alejarlo y se dejó caer en el sofá arrodillando a Jeongin con el. Guío la cabeza del pelinegro hasta su brazo libre donde esté no dudo en lamer aquel trozo de piel, presionando su lengua sobre aquellas venas. Hyunjin lo alejó y le soltó la nuca para comenzar a desvestirse, lo tomó de la mano y lo sentó en la cama.

—Acuéstate —Ordenó y aquel chico hizo caso acostándose, Hyunjin rápidamente comenzó a desvestirse observando al menor, al términar se acercó rozando sus dedos desde su abdomen hasta sus labios y acarciarlos suavemente con el pulgar. —Eres perfecto... —Susurro introduciendo sus dedos en la boca del pelinegro, sintiendo la calidez de la cavidad, mientras Jeongin chupaba sus dedos sus mejillas se sonrojaban.

Llevó sus labios a su cuello, mordiendo aquella suave y lechosa piel, succionando con fuerza mientras con la mano libre tomaba aquel miembro del pelinegro quien ladeó la cabeza, se sentía tan sensible en esa zona que amenazaba con venirse pero... No podía, aquel juguete le impedía correrse como era debido, se sentía tan lleno. Hyunjin retiró los dedos de la boca del menor para llevarlos a su entrada, besando ahora los labios del azabache, adentrando su lengua de inmediato.

El roce de sus miembros y los dedos de Hyunjin en el interior del menor aumentaba la excitacion entre ambos, los gemidos de Jeongin contra los labios del rubio lo hacían estremecer.

—Te quiero dentro —Susurro Jeongin, Hyunjin no dijo nada y el azabache volvió hablar —Metelo, quiero sentirte —Rogó.

Ante la súplica del pelinegro sacó sus dedos, para llevar su palpitante miembro a la entrada metiendo lo a la fuerza sintiendo aquella estrechez y escuchando un grito por parte de Jeongin, llevo sus manos a la espalda del rubio para clavar sus uñas.

Comenzó a moverse bruscamente aunque le costará un poco, sus manos tomaron la cintura del azabache quien no paraba de gemir para atraerlo más a hacia su cuerpo, gimiendo con fuerza inundando toda la habitación, ¿Cómo lo hacía? Se cuestionaba el azabache, ¿Cómo sabía Hyunjin dónde tocarlo? Llevandolo a la locura del éxtasis, tomándolo de la cintura y pegándolo contra su cuerpo mientras lo penetraba con fuerza. Lo hacía a la perfección para el placer de ambos.

—Ahg... Si, así no te detengas, Hyunjin-ah~ —Gimió.

Hyunjin no sabia que existía algo tan espectacular comoe escuchar al pelinegro gemir su nombre, por un momento pensó que follaba con alguien que había estado follando desde hace una semana. Llevó su mano al cuello del azabache apretando haciendo que este abra la boca, aquella expresión excitaba demasiado al rubio. Así con sus ojos cubiertos y sus labios abiertos. Este seguía embistiendo con fuerza contra la próstata del pelinegro, empujando su cuerpo, deslizando su miembro por su apretada cavidad.

Las manos temblorosas del azabache fueron a la mano de Hyunjin que lo ahorcaba para clavar sus uñas, mientras movía sus caderas en busca de más placer, gimiendo ahogadamente por aquel apretón de cuello.

Hyunjin sintió como el cuerpo de Jeongin temblaba ligeramente amenazando con desplomarse y llegar al orgasmo.

—No puedo... —Gime Jeongin. Hyunjin sintió su cuerpo ser arrastrado por el éxtasis corriendose dentro del menor, quitando el agarre del cuello llevo su mano al aro de aquel juguete —No esper... Eso Ah~ —Gimió al sentir como Hyunjin sacaba de un jalón aquel plug, viendo como el semen del azabache era expulsado en una gran cantidad, un orgasmo arrasador.

Hyunjin se deja caer al lado del azabache viendo cómo este quitaba la venda. Ambos tenían las respiraciones. el rubio observó Como el pelinegro se levantó y se acercó a la mesita de noche para sacar una cajeta de cigarrillos y un encendedor, volviendo a la cama dejandose caer, encender un cigarrillo y darle una calada.

—¿Haces eso siempre?

—¿Fumar despues del sexo? —Indagó y Hyunjin asintió —Si, relaja mi cuerpo.

—Quiero probar —Pidio.

—nah, me sentiría mala influencia...

—No soy un niño, Jeongin.

—Pero eres super tierno...

—Apuesto a qué no pensabas eso hace un momento —Ronroneo y Jeongin rodó los ojos dándole el cigarrillo.

—Dale una calada y luego lo retienen y botas por la boca —Explicó y el rubio asintió. Hyunjin tomó el cigarrillo entre sus dedos y aspiró sintiendo como el humo entraba lentamente a sus pulmones, intento retenerlo pero se le fue imposible y terminó ahogándose haciendo reír a Jeongin y el También —Intentalo de nuevo —Dijo entre risas, Hyunjin nuevamente lo intento sintiendo la tranquilidad de aquel humo en su cuerpo, botando el humo por su boca, lo cual a Jeongin le pareció lo más sexy.

—¿Mejor?

—Le agarraste el toqué, no lo tomes. Es malo fumar —Bromeo y el rubio rodó los ojos —Oye Hyunjin.

—Dime —Habló dandole otra calada al cigarrillo.

—No tomes esto personal, solo es sexo... ¿Ok?

—Relajate —Musitó el rubio.

A Hyunjin le gustaba pasar tiempo con Jeongin aunque esté mayor parte del tiempo se burlara de el. Por otro lado Jeongin solo se divertía con Hyunjin, verlo confundirse le gustaba y ya se comenzaba aburrir por qué así era Yang Jeongin.

🍒.

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