—Esta bien, acepto.

[...]

Jimin tuvo que hablar con Eunwoo sobre las condiciones que pondría, y una de las principales era sólo actuar cuando YoonGi estuviera presente tratando de molestar.

Al menos ya no se sentía mal, así que pudo regresar a trabajar al día siguiente.

Por ahora no tenía otra opción más que encarar a su productor, necesitaba avances. Sobre todo porque perdió tiempo tras haber tenido su primer encuentro con él luego de tanto tiempo.

Ahora estaba entrando a la sala que tenía todo tipo de equipo para grabar, encontrándose con el pelimenta. Este estaba tan distraído con sus audífonos puestos que no se dio cuenta que alguien más había entrado, por lo que Jimin dio un toque en su hombro, llamando su atención.

El contrario se giro a verlo sin decirle nada, a lo que el rubio le hizo una seña para que se los quitara.

Agradecía que le hizo caso y no se resistió.

—¿Qué necesitas?—Mencionó mientras se giraba nuevamente a su mesa.

—Saber como vas. ¿Necesitas información o algún dato que no hubiera puesto en la carpeta?

—Llevo menos de la mitad pero ya es algo, no es tan difícil porque la trama es entendible si le prestas atención.

—¿Puedo leerla?

—Primero quiero hacer un poco más, porque cambiaré otras cosas.

—Bien, gracias—Regresó hasta la puerta dispuesto a irse, era el único acercamiento que debían tener.

—Oye.

Dio unos pasos atrás, asomándose por la puerta.

—¿Sí?

—¿Ya estás mejor?...

—¿Supiste que estaba enfermo?—No habría ninguna forma de que supiera, de la oficina sólo se lo había hecho saber a Eunwoo.

YoonGi recordó que probablemente no sabía quién le había dejado puesta la chaqueta, y no se lo diría.

—No, no lo sabía. Más bien, mientras te explicaba no dejabas de verme, siquiera se si prestaste atención.

—¿De donde sacas eso? Si te estaba viendo era porque tenias un rayón en la cara, tonto.

No perdió más tiempo y decidió irse antes de que le preguntara otra cosa, a la vez que el pelimenta tomó su celular rápidamente revisando su mejilla, percatandose de que no tenía nada.

[...]

A pesar de que se había dispuesto a no pensar en ello, todavía intentaba comprender como fue que YoonGi sabía.

Eunwoo se mantenía llamándolo sin recibir respuesta alguna, hasta que el último mencionado movió la mano frente a su rostro.

—¿Qué pasa?

—Me preocupe, por un momento pensé que no estabas respirando.

—No te preocupes, estoy bien.

—¿Seguro?—Jimin asintió—Entonces me iré, si necesitas algo puedes llamarme y vendré.

—De hecho—Podría quitarse las dudas  diciéndole directamente si en medio de su anterior discusión con él pudo habérselo dicho—Quería preguntarte algo.

—¿Qué pasa?

—La primera vez que hablaste con YoonGi, tú...¿Le dijiste algo sobre que estaba enfermo?

—No. Se que de alguna forma querría aprovechar la oportunidad para sacarte de quicio. ¿Por qué?

—No es nada, ve a comer algo—Al ver como el más alto salió de su oficina, sacó su laptop comenzando a escribir.

Hace tan solo unos días que se vieron, y aunque no quisiera aceptarlo las palabras del pelimenta lo habían hecho sentir mal, le recordó lo cobarde que había sido.

Alguna vez quiso enmendarlo, sin embargo no pudo contactarlo de ninguna forma.

Quedaba lo que era al día de hoy.

Taehyung había estado pensando en lo que Jimin dijo.

Si ese chico le pedía con tanta urgencia el cuadro significaba que su novia se lo recordaba muy seguido.

Al final decidió tomar su celular, comenzando a enviarle mensajes para saber con certeza que en realidad no era ningún juego.

📳

—Buenas tardes. ¿Usted
es quien me ha llamado
casi diario, verdad?

—¿Perdón? No tengo su
número agendado.

—Este es el personal.
Soy Vante.

—Esto es algún tipo de
broma.

—No. Lo puede comprobar
siendo que desde el principio
le dije que me llamaba seguido,
porque quiere un regalo para su
novia.

—Eso sólo lo sabía yo, así
que lo siento, no quise verme
tan desconfiado.

—No hay problema. La razón
por la que le envio mensaje es
porque en esta ocasión he
decidido ayudarle con la pintura.

—¡Muchas gracias por esto!
comenzaba a sentir desespero,
faltan dos semanas ¿Cree posible
acabarla?

—Si, puedo hacerlo. Sólo quiero
verlo en persona para
que revise el tamaño de los
cuadros, estilo, la calidad de las
pinturas que usare, porque
también necesito una foto a color,
la que quiere que pinte.

—No sé como terminar de
agradecerle. Supongo que lo
haré de forma personal. Entonces
sólo esperare la ubicación. Prometo
no enviársela a nadie más, nunca
jugaría con algo como eso.

📳

Aunque no le diera mala espina de todas formas le pediría a un guadespaldas que estuviera cerca, entonces si quería intentar algo no tendría opción.

De esa forma le envió la dirección de su taller y hora en la que se verían.

Seguía deseando que no fuera algún error de su parte aceptar el pedido de cualquier extraño. Supuso que una de las razones era que a pesar de nunca dirigirle la palabra en las llamadas, se notaba lo mucho que necesitaba de su ayuda.

Si estaba dispuesto a pagar tal cantidad, no podía hablar más en serio.